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jueves, 12 de enero de 2023

 COMER ES UN ACTO AGRÍCOLA

Foto tomada en el aeropuerto de Fiumicino (Roma). ¿Quién me iba a decir a mí que una foto tomada en un aeropuerto iba a inspirarme una entrada?


Menuda se montó con los huevos fritos listos para comer lanzados por un conocido supermercado. Esto huevos han dado mucho que hablar en las redes sociales; la mayoría de los comentar unios planteaba cómo es posible que hayamos llegado a este punto, y si realmente alguien comprará eso... con lo fácil que es freír un huevo. Sin embargo, también hubo quien justificó el invento, dado que hay personas a las que estas novedades les ayudan mucho en su vida diaria, pero con relativo éxito, ya que consiguió convencer a poca gente.

Los huevos en cuestión. La mayoría de las opiniones críticas destaca lo poco sostenible del envase y la inutilidad del cliente que ya no sabe ni freírse un huevo.


Tal como muchos escépticos apuntaban la intención del responsable del invento no era crear un producto pensando directamente en el consumidor final, con necesidades especiales o sin ellas, sino ofrecer un producto que cubriera ciertas necesidades específicas de establecimientos de comida rápida y colectividades (hospitales, prisiones, etc.). Sin embargo, era consciente de que su producto respondía a las demandas de la sociedad, y el titular basado en sus palabras "Nadie freirá un huevo en su casa en tres años", escoció un poquito a la opinión pública. Aunque resulte duro admitirlo lo cierto es que cada vez cocinamos menos. Los productos de quinta gama - los típicos de “abrir/calentar/aliñar y listo” – van conquistando poco a poco el espacio en los puntos de venta y en el carrito de la compra, ya que responden a nuevas necesidades y a un cambio de prioridades de la sociedad.

El boom de la gastronomía de hace unos años ha ido desinflándose poco a poco; ya no se abren tantos “gastrobares” y el único “programa de cocina” que queda en prime time hace tiempo que se dedica más al espectáculo que a la propia comida. Con la pandemia de Covid-19 hubo un cierto repunte en el interés por tener una alimentación saludable, cocinar en casa y usar alimentos frescos. Pero no parece que haya cuajado del todo, quizás porque las circunstancias vitales nos empujan por otro lado: el ritmo de vida, la inflación, el cambio de modelos de ocio, etc.


Comer y cocinar ha pasado de ser una tarea diaria ineludible a convertirse en una afición. ¿Sabías que sólo el 28% de los españoles cocina a diario a partir de alimentos frescos (verduras, legumbres, carne, pescado o huevos)?
 
Cocinar en casa implica tener que hacer la compra más veces, y esta a su vez plantea el reto de comprar género fresco. Pertenezco a una generación que se siente intimidada ante la variedad de género que se despliega en una carnicería o pescadería.  Apenas sé qué pedir porque tampoco tengo muy claro como lo cocinaré, y confieso que más de una vez he recurrido a las pechugas de pollo o la cinta de lomo ya cortadas y envasadas del supermercado, una opción más  aburrida pero infinitamente más práctica. Tengo también la sensación de que intentar conseguir el punto a un guiso de judías empieza a ser considerado una excentricidad, considerando que se pueden comprar ya cocidas en bote. 

 

Hemos ganado en rapidez y facilidad de uso y nos hemos liberado de tareas básicas. También disfrutamos de una variedad de posibilidades nunca vista – hemos pasado del monopolio de la típica ensalada de tomate y lechuga romana a tener que elegir entre la “Mediterránea”, la “César” o la “Gourmet” – lo cual está muy bien. A cambio, hemos perdido el contacto físico con el alimento y gran parte del conocimiento sobre muchos ingredientes.

 

De la misma manera que apenas memorizamos porque tenemos toda la información al alcance de un click, ni intentamos orientarnos en una ciudad desconocida porque tenemos todos los mapas del mundo en nuestra mano, hemos ido aparcando una serie de capacidades y experiencias para dar paso a otras distintas. Que estemos ganando o perdiendo con el cambio, solo el tiempo lo dirá. Con la cocina y el interés por los alimentos ocurre lo mismo. No somos del todo conscientes de cómo tomar la decisión de cocinar, e incluso producir, nuestra propia comida aporta cierto poder. Las dudas que nos planteamos al intentar cultivar, comprar o incluso manipular la comida nos acercan en mayor o menor medida al campo y a la realidad agroalimentaria en la que vivimos: ¿por qué las zanahorias del mercado son tan lisas y rectas y las de mi huerto parecen un muñón? ¿las patatas nuevas son variedades modernas? ¿qué son esas bolitas blancas en mi botella de aceite? ¿y esas otras en el cuarto de gallina para el caldo? (en caso de que alguien todavía haga caldo en casa).  

 

Con la información adecuada, la etiqueta de un alimento cuenta mucho más de lo que parece. 


Si somos capaces de conocer, y reconocer, la calidad de un alimento cuando lo adquirimos en el mercado estamos dando un mensaje al resto de la cadena alimentaria: “me importa lo que como”. Si, por el contrario, acabamos recurriendo por sistema a fruta pelada, hamburguesas con forma de ratón Micky o los famosos huevos fritos refrigerados transmitimos la idea de “dame de comer rápido y barato”. Las consecuencias son obvias, no solo perdemos calidad organoléptica (la higiénica está garantizada al 99,9% en este tipo de productos) sino la conexión y el conocimiento de lo que estamos comiendo. Al fin y al cabo, con ese nivel de procesado industrial ¿serías capaz de apreciar si esos huevos proceden de gallinas camperas?, ¿realmente eso importa cuando quieres comer en diez minutos? 


En esta hamburguesa lo de menos es la carne de la que procede. En cuanto resulte rentable la hacen in vitro y a correr.
 


El comprador urbano medio tiene claro que los alimentos se producen en granjas. Pero la mayoría no ha estado nunca en una explotación real (bien porque le pilla lejos o porque su acceso no es sencillo), desconoce porqué están donde están, como funcionan, qué conocimientos o habilidades son necesarios para ello o incluso qué obstáculos enfrentan a diario sus responsables. Sin embargo, las decisiones de compra de todos los consumidores, seamos conscientes o no, influyen (o afectan) directamente en todas las granjas y explotaciones, grandes y pequeñas.  

De ahí el título de esta entrada, la afirmación de Wendell Berry de que “comer es un acto agrícola”. Desde este blog, y el proyecto “Conocer la Agricultura y la Ganadería” en general pero sí podemos aportar nuestro granito de arena aportando conocimiento sobre los alimentos que nos llevamos a la boca y su origen, un tema que personalmente me encanta me parece tremendamente útil y del que sin embargo hay muy poco escrito. Por esta razón, este año queremos prestar más atención a todo lo que tienen que contar los alimentos.   Esperamos vuestras propuestas.

 
Otras entradas que te pueden interesar:

CAMPO Y ALIMENTOS: ¿CÓMO LOS VE LA PUBLICIDAD? 

QUERIDO CONSUMIDOR  

DE VUELTA AL MERCADO  



 

 

 

 

 

 

 



lunes, 5 de octubre de 2020

OCHO RAZONES PARA COMER LENTEJAS

O las tomas o las dejas, dice la conocida expresión. Que aquí no obligamos a nadie, pero sí voy a dejar unos cuantos datos curiosos o ideas para convenceros de que comprar y consumir legumbres en general es positivo desde muchos puntos de vista. Y como recientemente he asistido a una interesante charla online ofrecida por la IGP Lenteja Tierra de Campos, obviamente utilizaré a esta pequeña maravilla castellana como ejemplo.
 

1. ¿Tienes mucha hambre? ¿o simplemente mucho apetito? 

 

Da lo mismo, un plato de legumbres es la opción perfecta, ya que cada una de esas minúsculas porciones de alimento contiene hidratos de carbono, proteínas en una proporción considerable (alrededor del 20%), minerales y vitaminas del grupo B.  Alimentan y sacian, ¿qué más se puede pedir?.
No en vano Esaú, muerto de hambre y agotado, vendió la primogenitura a su hermano Jacob por un plato unas supuestas lentejas, según cuenta la Biblia. Y sin ninguna duda eran lentejas las "píldoras de Negrín" o “píldoras de la resistencia”, bautizadas así por ser el alimento básico que permitió la supervivencia a muchos madrileños durante el asedio a su ciudad en la Guerra Civil.

 

Foto tomada de aquí  

 

2. ¿Tienes invitados a la mesa y ni la más remota idea de lo que pueden (o no) comer? 

 

Las legumbres son el único grupo de alimentos apto para casi todos los colectivos; ninguna religión las prohíbe y no tienen gluten. Un plato comodín para menús de colectividades e ideal cuando tienes a una representación de la ONU a comer en casa. Las legumbres en general apenas tienen grasa, salvo soja y cacahuetes, y la que tienen es saludable por tanto  son aptas también para aquellos comensales siempre a dieta. Lógicamente, cambiando el acompañamiento cárnico por algo más vegetal. La única pega es que, entre las legumbres la lenteja es la que causa más alergias, sobre todo en niños.

¿ Sabías que es mucho más frecuente la alergia a las legumbres en los países del área mediterránea, extremo oriente y la India que en los países anglosajones? En estos últimos su consumo se limita al cacahuete y la soja mientras que en nuestro ámbito se consume más variedad y con mayor frecuencia. Además es frecuente tener alergia a más de una legumbre.

 

 

3. ¿Según tu último análisis estás vivo de milagro? 

 

Es el momento de pasarte a las legumbres, aunque sea poco a poco, pero hazlo. Su consumo regular ofrece beneficios para la salud y ayuda a prevenir enfermedades no transmisibles: hipertensión, exceso de colesterol y triglicéridos, cáncer colorectal, riesgo cardiovascular, diabetes, obesidad...si es que parte de la solución estaba ahí en esas humildes semillas que nunca salen en los anuncios a pesar de sus propiedades. Y por consumo regular no hablamos de calzarse un cocido o un plato de lentejas una vez al mes, no, tiene que ser casi a diario; como nuestros abuelos, que comían legumbres prácticamente todos los días de la semana. Por cierto, al consumirlas frecuentemente desaparece el problema de las ventosidades.
 

¿Sabías que en 1960 en España se consumían en torno a 12-14 kg de legumbres por persona y año? ¿y que en 2015 esa cifra había bajado a 3.06 kg?  Siento comunicarte que la dieta que seguían los protagonistas de Cuéntame en los primeros capítulos es mucho más "mediterránea" que la que seguimos ahora.


 

4. ¿Te preocupa también la salud del planeta?  

 

La lenteja es un cultivo de secano y por tanto contribuye a ahorrar agua. Además enriquece el suelo en nitrógeno, ya que se asocia con bacterias capaces de tomarlo directamente del aire. Por tanto no necesita que se apliquen abonos nitrogenados, justo los que cuesta más energía fabricar y que contaminan el agua si se utilizan de mala manera. En otras palabras es un alimento que puede presumir de ser bastante sostenible.

 

¿Has visto alguna vez la planta de la lenteja? Fuente: IGP Tierra de Campos
 

 

5. ¿ Eres aficionado al gastroturismo ? ¿Te gusta recorrer kilómetros en busca de paisajes auténticos y degustar los alimentos que produce el terruño?. 

 

Pues que sepas que consumiendo legumbres producidas en nuestro país contribuyes a mantener tanto al paisaje como a la gente que lo habita y le da forma. Y si estas legumbres  pertenecen a una Indicación de Calidad Diferenciada (una DOP o IGP, vamos) mejor todavía; por una parte premias el esfuerzo por conservar variedades y métodos de producción que en sí mismos forman parte de nuestro patrimonio y por otra parte calidad garantizada te estás dando un premio al consumir un alimento único y de gran calidad.

La lenteja de Tierra de Campos se cultiva en una comarca que abarca las provincias de León, Palencia, Valladolid y Zamora. Es una tierra de llanuras alomadas en la que destacan solitarios palomares, otra seña de identidad de este territorio. Fuente: Blog Sinlavenia

 

6. ¿Eres de los que te sobra mes a final del sueldo?
 

Las legumbres es un alimento muy económico que, además de llenar y alimentar, se conservan un tiempo considerable sin perder sus propiedades (aunque mejor no te pases del año, que se quedan duras). Si eres de los que asocia las legumbres con el típico guiso hecho a fuego lento, y te de pavor sólo de pensar en la factura de la luz no desesperes. Es verdad que la cocina a fuego lento es un plus, pero gracias a la olla exprés, puedes tener las lentejas listas en 10-20 minutos y no te cuento el juego que dan las que ya vienen cocidas en el bote. Si es que hasta puedes utilizar el agua que sobra para hacer una mousse por ejemplo.

Con un cuarto de garbanzos y unas verduras tienes para un potaje ¿puedes hacer lo mismo con un pollo o una merluza?.

7. ¿Eres muy cocinillas y ya no sabes de qué presumir en tu cuenta de Instagram? 

 

La chía, la quinoa y el trigo sarraceno están ya muy vistos y, francamente, tampoco son para tanto. Pues ahí tienes a las lentejas de Tierra de Campos, para presumir de unos conocimientos culinarios que se están perdiendo. 

Puedes contar que los suelos de esta comarca dan a la lenteja gran parte de su carácter, haciéndola digna de pertenecer a una IGP: un contenido mínimo en materia orgánica que le dará la harinosidad justa; el potasio suficiente para darle más mantecosidad y menos astringencia y el fósforo adecuado para que su piel sea más fina y tenga mayor cantidad de grasa. También puedes añadir que la comarca donde se cultiva tiene una climatología que, salvo los años de sequía, permite que la lenteja madure lentamente una vez cosechada, otro factor que le da calidad. Si con todo este conocimiento no te dejan entrar en Máster Chef, peor para ellos.

 

El nombre oficial de la lenteja de tierra de campos es Lens culinaris ssp. culinaris, razamicrosperma, y pertenece al tipo comercial de las lentejas pardinas. Es pequeña (entre 3,5 y 4,5 mm diámetro) y su cubierta es de color pardo, adornada con puntos negros. El cotiledón interior es de color amarillo.
 

Y si tienes amigos tiquismiquis también puedes contarles que, al menos en el caso de esta IGP la trazabilidad está asegurada. Mediante el número de lote que aparece en la contraetiqueta  (la cual incluye el sello propio de calidad) se puede saber que agricultor lo ha producido. En la web del consejo regulador se puede ver incluso qué labores para preparar el suelo tienen que hacer los agricultores, la dosis de siembra o los productos fitosanitarios que tienen permitido utilizar a la hora de producir esta lenteja. Raramente vas a encontrar ese nivel información en un alimento.
 

8. ¿Que sólo sabes cocinar las lentejas estofadas de toda la vida?


Pues para que no tengas excusa, allá va este recetario elaborado por el Consejo General y la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas a partir de un concurso de recetas con legumbres, en el que puedes encontrar muchas ideas con bastante buena pinta. 

Si te faltaba el canto de un duro para convencerte y quieres ir más allá en el mundo de las legumbres, en la página https://alimentaciondelpresente.com/category/recetas/legumbres/ encontrarás 200 recetas casi todas de legumbres locales, pensadas con especialmente con poca guarnición para disfrutar de su sabor.

Por último, como soy muy fan del Comidista, os dejo este video imprescindible si te decides a cocinar legumbres, y esta sección enterita de recetas también con bastante buena pinta. Y si no te gustan estas, simplemente "googlea" "recetas con lentejas". Y ya sabes, o las tomas o las dejas.




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EL VERDADERO FOODIE TOMA LEGUMBRES  

EL JUEGO DE LAS DIFERENCIAS ENTRE DOP E IGP EXPLICADO CON LEGUMBRES

ABECEAGRARIO: JUDÍAS  



 

lunes, 2 de marzo de 2020

EL ARROZ, ALIMENTO DE MEDIO MUNDO

Fuente: Tuan Hoang en Pixabay.

El arroz es la fuente de alimento principal para más de la mitad de la población mundial. Así que ya estaba tardando en dedicarle una entrada a este importantísimo cultivo. De hecho la idea es dedicarle unas cuantas entradas, algo más cortitas, espero. Lo lógico entonces sería empezar a hablar de su tremenda importancia a la hora de alimentar a medio mundo, así que vamos a ello.
 

El arroz (Oryza sativa y O. glaberrima) es el alimento básico predominante en diecisiete países de Asia y el Pacífico, nueve de América del Sur y ocho del África sub-sahariana. De hecho, los países en desarrollo aportan el 95 % de la producción mundial de arroz; siendo la China e India responsables de más del 50 %. Le siguen en importancia como productores de arroz: Indonesia, Bangladesh, Vietnam, Tailandia, Myanmar, Filipinas, Brasil y Japón. El arroz también es el cultivo más producido en el mundo (en base a la superficie agrícola cultivada) y el más consumido a nivel global (considerando su contribución a la ingesta total de calorías).
 

Producción mundial de arroz.
¿ Sabías que, según la FAO, el arroz proporciona el 18.9 % del suministro de energía alimentaria del mundo, seguido muy de cerca por el trigo (18.8 %)?. El tercer cultivo en importancia el maíz, sólo aporta el 5 % 

 

Un alimento humilde básico para medio mundo
 

¿Sabías que la mitad de la población mundial consume al año de media unos 55kg de arroz por cabeza? Para que os hagáis una idea, según datos del IRRI (International Rice Research Institute): en Madagascar cada persona consume al año 105 kg de arroz blanco (no integral), en Corea del Sur 81.3 kg, 35.2 en Colombia y solo 11.5 en España (aunque estudios de consumo publicados por el Ministerio de Agricultura dan bastante menos cantidad, 3,86 kilogramos por persona y año).
   
El arroz está presente en todas las cocinas del mundo, ya que es nutritivo, combina perfectamente con otros alimentos y resulta fácil de preparar. Este último aspecto no es ninguna tontería cuando las personas disponen de pocos recursos a la hora de alimentarse: una fuente de calor (es decir energía), tiempo y los ingredientes necesarios. Es curioso comprobar cómo mientras los países asiáticos pobres mantienen un consumo elevado de arroz (supone más del 50% de las calorías diarias) y en África y en Centro y Sudamérica está aumentando su consumo, los habitantes de países asiáticos con cierto desarrollo económico (China, Tailandia, Malasia) comienzan a diversificar la dieta y esto supone un menor consumo de arroz. Este patrón no es tan claro en los países cuyos ciudadanos siguen mayoritariamente dietas lacto-ovo-vegetarianas donde siguen tomando bastante arroz, aunque incluso en la India está bajando poco a poco. Vistos estos datos, es curioso comprobar cómo el modo de vida, la dieta y la evolución de ambos factores puede tener más impacto de lo que parece en lo que se cultiva, se consume y se vende a nivel mundial.

¿Sabías que en el sur de China para saludarse emplean una expresión que significa "¿Has tomado arroz hoy?" ?. El arroz cocido(fàn ) también ha extendido su significado a la comida en general; si te invitan a comer a alguien, te invitan literalmente a comer arroz, y los restaurantes son fàn diàn (tienda de arroz). (Si tienes curiosidad, aquí explican muchas expresiones chinas en las que interviene el arroz)
 

Exportar o no, esa es la cuestión.
 

El maíz y el trigo se producen y viajan por todo el mundo, ya que su comercio internacional es muy importante. Sin embargo, el 90% del arroz se produce en Asia, allí donde es consumido por lo que apenas entra en los mercados internacionales.
 

Al tratarse de un cultivo vital para muchos países asiáticos - tanto desde el punto de vista alimentario como de fuente de empleo - el arroz está expuesto a una considerable intervención gubernamental. Los gobiernos tienen que mantener un equilibrio para garantizar un precio bajo asequible a los consumidores pobres, pero no demasiado, de manera que su cultivo siga siendo atractivo para los productores.

¿ Sabías que el 80% de los cultivadores de arroz del mundo son agricultores de subsistencia, que cultivan arroz como su principal red de seguridad económica? 


Al un cultivo especialmente delicado y trabajoso, el arroz es una fuente de empleo para  una parte importante de la población rural asiática, sobre todo en actividades relacionadas con la postcosecha. Imagen de Daniel Kirsch en Pixabay

Pero, si ampliamos la mirada podemos ver cómo la producción de arroz en el mundo sigue dos modelos contrapuestos: el de los países o bloques regionales con una protección alta (la Unión Europea, Estados Unidos y Japón) y el resto, que producen a precios muy bajos. Ya hemos visto que en este grupo están los países asiáticos "pobres" que renuncian a exportar este alimento de primera necesidad, pero también existe un pequeño grupo de países (Tailandia, Vietnam, India, Paquistán, Tailandia, bueno y EEUU) para los que la exportación de  arroz constituye un ingreso. Así, dado que hay pocos países exportadores, el mercado internacional del arroz es ciertamente vulnerable a la interrupción del suministro por parte de estos países exportadores.
 

¿ Sabías que el arroz es el alimento básico que más está aumentando su consumo en África y uno de los de más rápido crecimiento también en Latinoamérica, particularmente en la población urbana? Ambas regiones son a día de hoy importadoras, y esta demanda es la impulsa el comercio internacional del arroz.


Uno de los platos más populares en América Latina y el Caribe es el arroz con frijoles(alubias), ya que es económico y sencillo. Hay mil variantes y maneras de condimentarlo, según el país. Fuente
 

El arroz en Europa
 

En el viejo continente, el arroz no es un cultivo importante. La UE no es relevante a nivel mundial como productor, de hecho importa el doble de lo que exporta.  Sin embargo, en la región mediterránea el cultivo del arroz tiene tal importancia sociocultural y ambiental que justifica su protección.
 

Los principales países son productores son Italia ( 50% de la producción total) y España (28% ). Le siguen a cierta distancia Grecia, Portugal, Francia, Rumanía, Bulgaria y Hungría. En los arrozales europeos se cultiva sobre todo la subespecie japónica (el grano corto y redondeado típico de la paellas, el risottos o el arroz con leche) y algo de la subespecie índica (especialmente en España).
 

Paisaje de un arrozal italiano en el Piamonte. Fuente
 
Producir arroz en Europa tiene unos costes de producción mucho más altos que en países asiáticos -  agua, fertilizantes, productos fitosanitarios, semillas, maquinaria, semillas, combustible y sobre todo mano de obra - por lo que somos menos competitivos que los países asiáticos. Como consecuencia, hay cada vez menos arroceros, y los que quedan van aumentando la dimensión y la mecanización de sus explotaciones. Dado el panorama la UE recurre a dos vías complementarias para proteger esta producción.
 

Por una parte tenemos las ayudas contempladas en la Política Agraria Común (PAC). Si no me equivoco, se trata de ayudas directas que buscan garantizar la viabilidad económica de este cultivo, obtener una producción competitiva y mantener las superficies cultivadas, particularmente en las zonas de producción tradicionales, ya que estos lugares cuentan con escasas alternativas y el cultivo del arroz juega un importante papel medioambiental.
 

La otra herramienta son las certificaciones de calidad - Denominación de Origen (DOP) e Indicación Geográfica (IGP) protegidas - que permiten al consumidor distinguir productos con una calidad y unas características únicas, y al productor vender mejor su producto e incluso beneficiarse de un trato especial cuando la UE negocia acuerdos comerciales con terceros países. Existen al menos (os reto a buscarlos aquí vosotros mismos) una DOP y dos IGP italianas, tres DOP españolas, dos IGP portuguesas, y una IGP francesa.

Pero, como no iba a ser todo de color de rosa, por otra parte la UE suscribió en 2009 el acuerdo “Todo Menos Armas” (EBA, en sus siglas en inglés) con un grupo de Países Menos Avanzados (PMA),por el cual entrarían una serie de productos libres de aranceles y sin límites de cantidad, excepto armas y municiones. El arroz era uno de los beneficiados y dado el ritmo que llevaban las importaciones las autoridades han tenido que cortar el grifo y recuperar los aranceles y las clausulas de salvaguarda.

Por último, desde el punto de vista de la gastronomía podríamos decir que en Europa estamos los "come paellas" y el resto. Antes de que se me enfaden italianos y portugueses, con "paella" me refiero a arroces cocinados con entidad propia (secos, melosos, al horno, en postre...) y habitualmente elaborados con arroz de la familia Japónica.  Con el resto me refiero a los arroces de acompañamiento o de ensalada, normalmente de la variedad Índica, más habituales en las mesas del norte de Europa, y de medio mundo ya es la variedad que domina el comercio mundial. Fuente: Imagen de malubeng en Pixabay


¿Sabías que en España se empezó a cultivar arroz de la variedad Índica cuando entramos en la Comunidad Económica Europea?
 


El arroz en España
 

Hablar de arroz en España es hablar de Valencia, del Delta del Ebro o incluso de Calasparra. Ciertamente son zonas en las que se lleva produciendo arroz desde hace muchísimo tiempo, pero de nuevo hay que ampliar miras.
 

Se puede decir que en España existen dos modelos diferentes a la hora de producir arroz. Por un lado tenemos las áreas tradicionales, ubicadas en la Comunidad Valenciana (15.700 ha), Cataluña (20.500 ha), Aragón (6000 ha) y Murcia/Albacete (327 ha) donde predomina la variedad japónica y la estructura de producción es escasa dados los costes del cultivo (fincas más pequeñas, menos maquinaria e instalaciones para la gestionar la postcosecha, etc.). Por otro lado, hay dos "nuevas" áreas productoras, Andalucía (40.000 ha) y Extremadura (18.800 ha), donde se cultiva sobre todo la variedad índica pero que dispone de una estructura productiva bastante mayor.  

Dos datos del Ministerio de Agricultura para que os hagáis una idea: el 81% de la superficie total de arroz se concentra en explotaciones de menos de 100 ha y las 4 explotaciones que superan las 500 ha se encuentran en Andalucía. En cuanto a variedades cultivadas, ambas variedades están casi a la par: 55% de Japónica frente a un 45% Índica. En todos los casos es un cultivo de regadío, y de las 105.422 ha. que ocupa actualmente (Esryce 2019), 66.424 ha se cultivan en sistemas de producción integrada, lo que supone un nada desdeñable 60% de la superficie total. Sin embargo y en general, la producción de arroz lleva tiempo bajando debido a que cada vez se siembra menos y que el rendimiento es cada vez menor.
 

Campos de arroz en el Delta del Ebro. Fuente: Imagen de geertwillemarck en Pixabay

Esto puede ser sólo el principio...
 

Con esta entrada pretendía mostrar una primera visión general de un cultivo tan importante para el ser humano como es el arroz. Espero que os haya resultado interesante. Según me documentaba iban saliendo cosas que se pueden contar, algunas posiblemente mucho más interesantes: su origen e historia, cómo se cultiva, las distintas variedades y sus características gastronómicas, el asunto del arsénico o cómo quedó lo del arroz dorado transgénico, etc. Podemos incluso hacer un viaje por las zonas arroceras de nuestro país...Si os interesa algún tema en concreto, o queréis proponer alguno nuevo no tenéis mas que hacérnoslo saber en los comentarios o en RRSS.

jueves, 16 de enero de 2020

"LECHES" VEGETALES VERSUS LECHE DE VACA

Me llegó ayer por Twitter esta imagen que merece sin dudarlo una nueva entrega del "Máster de detección de bulos y mentirijillas varias sobre alimentos".
 

Esta vez va dedicada a esas comparaciones tan poco rigurosas como llenas de ideología. Desconozco el origen de la imagen pero todo apunta al movimiento vegano/animalista. Podría parecer que les tengo manía dado que ya les he dedicado alguna entrada, pero no es así; puedo respetar sus planteamientos pero lo que me echa para atrás es la desinformación. Así que vayamos al grano.

 

Visto así cualquiera diría que los ganaderos son criminales desalmados.

lunes, 10 de diciembre de 2018

VIAJANDO SE APRENDE, SOBRE TODO SI CANADÁ ES TU DESTINO

Como muchos fieles seguidores habréis podido comprobar últimamente estoy muy viajera. Hace unos meses viajé a Holanda y recientemente he tenido la gran suerte de ser seleccionada por Global Affairs Canada (algo así como el Ministerio de Asuntos Exteriores) para participar en el Agriculture Technology Media Tour. Un recorrido cuidadosamente diseñado para mostrar los avances en tecnología e innovación en la agricultura canadiense a un grupo de periodistas de todo el mundo.
 

Lo que la gente piensa que vi en Canadá. Ya me hubiera gustado, pero el viaje iba de otra cosa.



Aunque yo no soy periodista en sentido estricto, parece que la vida me está llevando a contar historias. Y en este viaje he acumulado material de sobra y muchas ideas sueltas para ir trabajando. Con estas ideas, acompañadas de imágenes, intentaré mostrar la que creo que ha sido la motivación principal de Global Affairs para darnos la paliza que nos han dado: cuatro ciudades en seis días, con una agenda repleta de presentaciones y visitas a entidades públicas y privadas relacionadas con la I+D. Una paliza que ha merecido la pena, todo hay que decirlo.


Lo que realmente ví. Esta foto es bastante representativa de lo que fue el Tour.

 

Canadá es un país que siempre ha tenido buena imagen (totalmente merecida, en mi imparcial opinión) a pesar de ser bastante más desconocido que su vecino del sur. Se trata de un país muy extenso - el segundo más grande del mundo - pero poco poblado, que quiere diversificar su economía para hacerla más estable en unos tiempos ciertamente complejos. Diversificar implica de alguna manera atraer inversores y emprendedores en distintos ámbitos, entre ellos la agricultura y la ganadería. Canadá es también un país que tradicionalmente ha considerado que se enriquece con la llegada de nuevas personas de todo el mundo con nuevas ideas (y a ser posible buena formación). La agricultura y la industria agroalimentaria emplean a 2.3 millones de personas, esto es uno de cada ocho canadienses. Este sector ha sido segundo mayor empleador y el séptimo en contribución al PIB en 2016. Respecto a la exportación de productos agrícolas, ostenta el quinto puesto mundial, y el primero en aceite de colza y avena.
 

Visitamos centros importantes de innovación en Ontario, Manitoba, Saskatchewan y Alberta.

 

Y una vez explicado el contexto, vayamos con las fotos.

 

Toronto y Guelph (provincia de Ontario) 
 


Uno de los principales patrocinadores del
Royal Agricultural Winter Fair era el orgulloso propietario de estas vacas de leche, que pueden llegar a valer un millón de dólares canadienses, cada una. Si, has leído bien. Lógicamente estas vacas no se venden, su valor está en sus genes y su descendencia. Se trata de vacas de alta no, altísima genética, seleccionadas para tener un sistema inmune capaz de mantener completamente a raya enfermedades y problemas relativamente frecuentes en el rebaño como mastitis o cojeras. Cada vaca tenía su propio cuidador y la seguridad en torno a estos "animalitos" estaba bastante reforzada. 
 

Respecto a la feria en sí no tenemos en España nada que se pueda comparar, al menos que yo conozca. Ya os he hablado en este blog de la Semana Verde de Berlín y de la SIA de París, que se le acercan bastante en concepto aunque en tamaño son mucho mayores: ferias agrícolas con mucha solera (las europeas superan el siglo y a la canadiense le falta poco) destinadas a traer la agricultura al público general.


La sede de Semex, está en Guelph. Una localidad universitaria en la que se ha aplicado la misma idea que vimos en el Food Valley de los Países Bajos y que se repetirá en otras ciudades de nuestro recorrido: reunir en un mismo lugar una universidad bastante especializada en el ámbito de la agricultura y la alimentación junto con empresas del ramo, creándose así un ambiente propicio para el desarrollo de nuevos negocios basados en la innovación. La empresa se beneficia del conocimiento generado en la Universidad y de muchos estudiantes de másteres y posgrados deseando aplicarlo; por su parte la universidad, al firmar numerosos convenios con entidades gubernamentales y privadas, está en contacto con las necesidades reales del mercado. De esta manera la Universidad de Guelph puede sacar pecho y afirmar que a cada estudiante especializado en el ámbito agroalimentario le esperan cuatro empleos en ese mismo ámbito. Tienen hasta para elegir y todo.

Aquí va un ejemplo: cápsulas de café elaboradas con un 32% de cáscara de la propia semilla del café, que tarda de 3 a 4 semanas en degradarse. Situado en el campus de la Universidad, el Centro para el descubrimiento y desarrollo de Bioproductos (Bioproducts Discovery and Development Centre, BDDC) es un centro interdisciplinar en el que botánicos, químicos e ingenieros se reúnen para investigar y comercializar biomateriales. Trabajan en incorporar materiales de origen biológico a los composites, que son materiales con características muy particulares obtenidos a partir de la mezcla heterogénea de diversos compuestos. La idea es utilizar para estos nuevos compuestos la mayor cantidad posible de recursos renovables (subproductos industriales de todo tipo, fibras naturales e incluso residuos sólidos urbanos) y que estos sean lo más reciclables posible una vez terminada su vida útil. Siempre sin perder de vista que tienen que cumplir con una serie de características obligadas y ser económicamente competitivos. Lo han logrado, por ejemplo, con cápsulas de café y pinzas de invernadero, y están trabajando en las pajitas para los refrescos.

 

Winnipeg (Provincia de Manitoba)

¿Sabías que el trigo es el mayor cultivo de Canadá y la mayor fuente de ingresos por exportación de todos los productos agrícolas?.

La sede del CIGI (Canadian International Grains Institute) es un lugar que haría las delicias de los "panarras" y amantes de la pasta. Es una entidad independiente que ofrece asesoramiento técnico a toda la cadena de valor dedicada a la producción de trigo, otros cereales y legumbres: desde las empresas de semillas y fitosanitarios y las asociaciones de productores, pasando por comerciantes y procesadores hasta llegar a los consumidores. Investigan cómo y de qué manera los diversos granos que se producen en Canadá pueden servir para hacer cualquier tipo de pasta o pan que exista en el mundo, facilitando de esta manera su exportación. Por ejemplo el trigo duro canadiense tiene una gran calidad para la fabricación de pasta por lo que es demandado en todo el mundo. Tiene además un alto contenido en carotenoides que le aportan una tonalidad amarilla muy apreciada. Disponen también de una línea específica para trabajar con noodles, y cualquier otro tipo de pasta oriental, en la que, se valora el color blanco inmaculado, y para la que también disponen de otra variedad de trigo nativo.

 

¿Sabías que Canadá es el primer productor mundial de trigo duro? Hasta hace poco Italia ha importado algo más de la mitad de este trigo procedente de las praderas de Saskatoon y Alberta.

 


En las instalaciones de Bayer CropScience, situadas en el campus de la Universidad de Winnipeg, nos enseñaron cómo desarrollan nuevas variedades de colza. Aquí utilizan procesos de mejora tradicional, sin recurrir a biotecnología, que pueden durar hasta 7 años aún utilizando la técnica de "dobles haploides" (en una institución pública, con menos recursos, tardar el doble es ya un logro). En el proceso de obtención se manejan tal cantidad de datos que, cada semilla y la planta a la que da lugar, se identifica con un código QR individual.    

¿Por qué está tan protegida la trabajadora, si se supone que no son plantas transgénicas?. Las plantitas se llevan a estas cámaras de crecimiento hasta que florecen. Aunque la colza no provoca especialmente alergia (una prima suya, la mostaza, es más peliaguda), sí que hay gente sensible y los investigadores que la manipulan a diario pueden acabar desarrollándola. Para evitarlo, hay que protegerse bien cuando se trabaja en las cámaras. Tomé esta foto para mostrar lo fácil que puede ser asustar a la gente con una imagen pero ocultando el contexto.

 

¿Sabías que la Canola, la colza que se desarrolló para obtener un aceite comestible, fue desarrollada por dos investigadores canadienses? Uno de Winnipeg y otro de Saskatoon.

 

Saskatoon (Provincia de Saskatchewan)

 

El paisaje dominante en Saskatchewan son las praderas. Un inmenso terreno llano hasta donde alcanza la vista bajo un clima continental ciertamente riguroso. Esto no impide que Saskatchewan sea actualmente el primer exportador mundial de lentejas, guisante seco, mostaza, lino y colza. Es también muy importante la cría de ganado vacuno, justo detrás de Alberta en producción.


 

En las provincias llanas del Oeste - Saskatchewan, Manitoba y Alberta - son verdaderos expertos en producir colza, trigo y legumbres. Para mantener el liderazgo en la producción, procesado e investigación agroalimentaria se ha creado el "Protein Industries Canada". Se trata de un supergrupo o consorcio (‘supercluster’ le llaman) liderado por la industria que incluye empresas y entidades pequeñas, medianas o grandes de diversos ámbitos. Uno de sus objetivos es el desarrollo de nuevos alimentos de origen vegetal, ingredientes o piensos de calidad extra, para conquistar el segmento premium del mercado. De esta manera se pretende buscar el valor añadido a los cultivos tradicionales, que es lo que da dinero y seguridad a largo plazo, y ya de paso a otros alternativos como el lino, el cáñamo, la avena. 

 

Un buen ejemplo de valor añadido lo encontré en esta bolsa de garbanzos que vendían como aperitivo en el aeropuerto, y no precisamente barata. Son simplemente garbanzos con aceite de camelina y sal; no sé cómo los habrán procesado pero saben prácticamente igual que nuestros "garbanzos torraos", aunque son bastante más inofensivos para las muelas.   


Estas son las instalaciones de "Canadian Light Source (CLS)", que albergan un sincrotrón, un tipo de acelerador de partículas que las mantiene dando vueltas sin parar (los expertos me perdonen las imprecisiones). Cuando estas partículas atraviesan unos imanes emiten una radiación en un amplio rango de longitudes de onda, desde los infrarrojos hasta rayos X, que pueden utilizarse en gran variedad de experimentos, entre ellos agricultura y alimentación. Permite ver por ejemplo cómo circulan el agua o los nutrientes en el interior de la planta, cómo avanza una infección provocada por un hongo o las burbujas que se forman en el interior de la masa de pan en fermentación.  Está financiado con fondos públicos y ofrece sus posibilidades de investigación tanto a estudiantes de la universidad (para hacer sus tesis o trabajos, imagino, pagando un dólar al día) como a grandes empresas (que pagan 100 veces más). Se ubicó en el campus de la Universidad de Saskatchewan porque allí estaban los expertos en el tema. Esta universidad está reconocida internacionalmente por su liderazgo en agricultura, tecnologías de la información, salud y biotecnología.


 

Calgary (Provincia de Alberta)

En sus inicios Alberta era una provincia principalmente agraria, pero más tarde su economía despegó gracias al petróleo. Aunque el sector energético sigue teniendo un peso considerable, sus autoridades buscan diversificar las fuentes de ingresos. Y de nuevo la innovación agrícola surge como una alternativa prometedora: la provincia posee un tercio de toda la tierra agrícola canadiense, un 41% de las cabezas de ganado vacuno del país, 15 instituciones de investigación e innovación agrícola y exporta bienes agrícolas 140 países distintos. 


Sin embargo, durante gran parte del año la verduras frescas las tienen que importar, y quieras que no, estas pierden propiedades. Para solucionar el problema del suministro de lechugas tersas y frescas a los habitantes de Calgary y alrededores surgió Deepwaterfarms, como un proyecto de ciencia de un estudiante de la Universidad Mount Royal. Se trata de una granja hidropónica, sin suelo ni luz solar, que cultiva brotes tiernos de lechuga a partir de la luz que emiten miles de LED y el agua llena de nutrientes obtenidos a partir de los excrementos de peces que se crían en unos depósitos cercanos. Estos peces se venden en restaurantes cercanos, y de momento son la principal fuente de ingresos de la granja. Nunca antes había visto nada parecido, y, la verdad, es impresionante.

Los brotes también se venden en restaurantes y mercados de productores cercanos. Esa misma noche pudimos probarlos en nuestra cena de despedida. Y estaban muy ricos.

Puestos a probar cosas distintas, más de uno nos atrevimos con la botella de agua. Esa del final, que se había obtenido a partir de las deyecciones de vacas de leche, y tenía cierto toque a agua destilada. En esta zona de Canadá, la gestión de los purines no supone un gran problema, porque tienen tierra a espuertas donde depositarlos sin dañar el suelo o el agua, pero en zonas con mayor densidad de población y escasez de tierra agrícola, como puede ser California, resulta un serio problema. La empresa Livestock Water Recycling Facility ha desarrollado un dispositivo que permite separar la fracción sólida y la líquida de los purines, permitiendo gestionar de manera rápida los grandes volúmenes de purines que se generan a diario en las granjas, además de obtener un agua perfectamente potable. Se utiliza un polímero biodegradable para separar la fracción sólida, mientras que la fracción líquida se trata mediante ósmosis inversa, el mismo sistema que utilizan las desaladoras, para obtener agua perfectamente utilizable.

Y esto ha sido todo. Como veis, un viaje repleto de ciencia e innovación; y eso que se han quedado muchas cosas en el tintero...digo el teclado. Una visión distinta, menos bucólica que las praderas y los bosques pero que también representa al Canadá de hoy en día.

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