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miércoles, 21 de febrero de 2018

"STRANGER PIGS" O CÓMO CEBAR MITOS ALIMENTARIOS

Imagino que, a estas alturas, casi todo el mundo ha visto "Stranger Pigs" - otra cosa es que lo haya digerido -, una de las entregas más polémicas del programa "Salvados", dedicado a la producción porcina intensiva.

"STRANGER PIGS" O CÓMO CEBAR MITOS ALIMENTARIOS (PARTE I)
Indirectamente, en el programa se daba a entender que en el único lugar donde se tratan bien a los cerdos es en las granjas ecológicas. Otro detalle que no me convence. Una granja ecológica puede que sea el equivalente a un hotel de cinco estrellas, pero en uno de tres también pueden tratarte estupendamente. Foto cortesía de ANPROGAPOR. 

Lo que se vio no dejó indiferente a casi nadie. Imagino que afectó especialmente a los colectivos protectores de animales - por la dureza de algunas imágenes que se mostraban- y de igual manera a muchos ganaderos de porcino que vieron cómo se generalizaba una imagen tremendamente negativa de su trabajo. Al parecer, ambos colectivos ya venían calentitos por los avances que había emitido la cadena, la cual logró al 100% su objetivo, conseguir audiencia.

A mí, desde luego no me gustó nada el programa, pero como en los días siguientes a la emisión hubo gente que publicó entradas muy sensatas y muy bien escritas, me limité a compartirlas pensando que ya estaba todo dicho ( sigo recomendando su lectura) . Una de ellas, "Sr. Évole, a propósito del cerdo, escrita por Gemma del Caño" aclara varios aspectos salud pública, la otra "‘Stranger Pigs’, el hambre y las ganas de comer " de Miguel Ángel Mainar, lo aborda desde el punto de vista del buen (o mal) hacer periodístico.

Amigos y familiares, externos al sector y que ya saben a qué me dedico, me pidieron mi opinión personal. Y he animado a hacerlo, para no estar contando lo mismo 20 veces y porque en el fondo, a mí también me gusta aportar mi propia visión como comunicadora agraria de todo este asunto.


 

Sobre el uso de antibióticos
 

Al principio Florent Marsellesi, eurodiputado de Equo dice "cuando te comes un lomo de cerdo, te comes un lomo de antibióticos". Évole matiza que "habrá de todo en el lomo, no solo antibiótico, ¿no?", a lo que Florenç responde "el 84 % de los medicamentos (no especifica de qué tipo) que se utilizan en España son para animales (la mayoría serán de granja, se entiende) y se usan de manera preventiva". Vamos, la típica respuesta de político, que ignora lo que le han preguntado y suelta el mensaje que a él le interesa. No sé si a Évole le convenció, a mi desde luego que me saltaron todas las alarmas. 

Esa primera afirmación que hace Florent es, directamente, una burrada. Lo explica bastante bien la carta de la farmacéutica o esta declaración del Colegio de Veterinarios de Murcia.

La gran cantidad de paja que ocupa todo el suelo, y sobre todo esa puertecita abierta para que salgan los animales a tomar el aire (que estos cerdos no parecen interesados en utilizar), son detalles habituales en granjas ecológicas, pero no exclusivos. Fuente: Biobardales, Granja ecológica en Segovia.

Los antibióticos se utilizan en ganadería, evidentemente, pero sólo cuando los animales están enfermos y de una manera restringida; tal como marca la exigente normativa europea. Cuando a un cerdo se les administra antibióticos no puede ser sacrificado para consumo humano hasta que su cuerpo no haya eliminado la sustancia, de manera que, como mucho, puede quedar en la carne alguna mínima cantidad de residuo (ya inocua) de esta sustancia. A este tiempo de espera se le denomina periodo de retirada y también se aplica al resto de especies productoras de carne y a la producción de huevos o leche (como ya conté en esta entrada). Todos estos productos están muy controlados antes de llegar al mercado.

La pena es que este eurodiputado dijo cosas acertadas, pero volvió a soltar otra perlita que, como bióloga, no se por donde cogerla: el ser humano desarrolla resistencia a los antibióticos, porque "lo que comen los animales lo transmiten los animales, y nosotros desarrollamos resistencias a este tipo de enfermedades". Las resistencias las adquieren las bacterias, no las personas, y el proceso por el cual llegan a nosotros esas "superbacterias" es mucho más complejo que comerte un filete de un animal al que se le hayan administrado antibióticos.   


El problema con el uso de antibióticos en producción animal es una realidad a la que muchas instituciones (la OMS incluida) están empezando a reaccionar ahora. Este tema lo trato en esta entrada más detalladamente.
 

Sobre el uso de hormonas
 
En un momento dado del programa, le piden su opinión a un camionero que va a descargar cerdos al matadero. No pongo en duda su profesionalidad como transportista de animales vivos , pero con todos mis respetos, sobre producción animal no tiene mucha idea. 


He aquí su razonamiento: En verano puede morir algún cerdo durante el transporte, ya que se sofocan con el calor (incluso se sofocan si se les hace andar). Esto ocurre porque "estos" cerdos - (los de granjas intensivas, imagino) - "no aguantan nada, han crecido muy rápido, son como culturistas". Para él la causa es obvia: toman piensos "bastante hormonados", no como los que cuidaban sus abuelos o sus padres, "que se tiraban un año engordándolos, no como los cuatro meses de los cerdos de granja intensiva" (cuando realmente son cinco o seis meses).
 

El bienestar animal en general, y en el transporte en particular, está muy regulado. Los camiones de transporte están diseñados específicamente para que los animales entren, hagan el trayecto y salgan de la manera más cómoda posible. Fuente: Razas porcinas

Es cierto que algunas de las razas de cerdo que se utilizan en granjas intensivas son bastante más sensibles a estrés y al calor que nuestro cerdo ibérico o el Duroc. Los cerdos pueden morir por este motivo, pero no es habitual (la tasa de mortalidad está entre 0,03% y 0,5% durante un transporte de menos de 8h). Aparte de que la normativa plantea la obligación ética de evitar el sufrimiento animal, tampoco interesa en absoluto que los cerdos se estresen en el camino porque la calidad de la carne disminuye considerablemente. De esto también se podría hablar en otras entradas, si queréis. 

Es verdad que los cerdos crecen rápido, pero no se debe a las hormonas. Administrar hormonas para promover el crecimiento, o la producción, de animales está prohibidísimo lo he dicho ya más de mil veces. Y poca gente lo hace de estrangis porque es fácil detectarlo y los responsables lo pueden pagar muy caro.
 

Este cerdo es de la raza Pietrain, una de las más habituales en ganadería intensiva. Gracias a la mejora genética es un tipo musculoso y con muy poquita grasa (que es lo que se lleva ahora).

Crecen rápido porque los piensos que toman son ricos en proteínas y energía - nada que ver con lo que recibirían los cerdos alimentados para consumo doméstico - , porque son razas muy mejoradas para que sean más productivas y porque en la fase final de cebo apenas gastan energía al vivir en un corral con la comida y el agua a unos cuantos pasos de distancia.
 

Sobre la explotación laboral
 

Curiosamente, un tema que no ha levantado tanta polémica; parece que el "malestar de las personas" no importa tanto, sobre todo si se trata de inmigrantes.
 

El programa denuncia que los mataderos aprovechaban un resquicio legal para ahorrar en costes laborales; treta que se acerca más al fraude de los "falsos autónomos" y a situaciones de explotación laboral.
 

Aunque la vulneración de derechos laborales está denunciada desde hace tiempo, hay que reconocer que este programa nos ha hecho conscientes del problema. Y, ¡oh, casualidad! poco tiempo después de su emisión, nos enteramos que los inspectores de trabajo deciden visitar justo ese matadero. Pudiera ocurrir que esa inspección estaba prevista con antelación y ha sido noticia tras el revuelo causado por el programa. Pero podría ser igualmente probable que la administración haya actuado a remolque de la actualidad, como de costumbre, igual que la industria (como veremos en la siguiente entrada).

Sobre el bienestar animal y la granja de cerdos
 

 

Esta es sin duda la parte más impactante del programa, la que ha proporcionado la foto que ha acompañado la mayoría de titulares y la que más reacciones ha generado.

En vez de la fotito de marras, que ya ha visto todo el mundo, aquí os dejo un vídeo de la zona de los cerditos ya destetados en una granja normal y corriente. Cortesía de Javier de Diego Casado, ganadero de porcino.

Jordi se une a varios activistas de la ONG "Igualdad animal" que se cuelan por la noche en una granja que están "investigando". No lo especifican en ningún momento, pero las imágenes que graban pertenecen a lo que se llama un lazareto, donde se alojan los animales enfermos. Es como si un marciano fuera a la sala de urgencias de un hospital para investigar sobre las condiciones de vida de los humanos.
 

Por lo poco que se ve, la granja parece bastante mal llevada. En primer lugar no debería resultar tan fácil a cualquier persona colarse y meterse en las naves, por razones de bioseguridad (para evitar que entren patógenos del exterior).
 

Normalmente, las visitas a granjas intensivas de cerdos o pollos están muy restringidas. Esto es lo más cerca que he estado de una granja de cerdos, y eso que iba con un grupo organizado de periodistas agrarios internacionales (el hecho de que fuéramos de varios países distintos es decisivo).

Los cerdos se veían mal atendidos. No soy veterinaria, pero aparentemente tienen lesiones que dudo mucho: a) que se curen en esas condiciones y en un tiempo razonable, b) que se admita a esos animales en ningún un matadero que opere legalmente. Y claro, ahí surgen muchas preguntas, a las que sigo sin encontrar respuesta: si esos animales no son recuperables ¿qué sentido tiene seguir manteniéndolos vivos, máxime si están sufriendo?, si lo normal en esos casos es sacrificarlos en la propia granja, ¿cuando pensaba hacerlo el ganadero?, ¿realmente pensaba hacerlo?.
 

El gran problema es que Évole prefirió dar a entender que esa situación es la habitual en la producción de cerdo, y que en la nave que grabaron (mal)vivían cerdos destinados a consumo humano. Solo en el último minuto del programa advierte que es un caso aislado. ¿Por qué dedicar tanto tiempo a retratar algo que no es lo habitual?. ¿No se ha parado a pensar por un momento el daño tan bestial que hace al generalizar de esa manera?.  

Podría parecer que estas cerdas pasan la vida en esas jaulas tan estrechas, ¿no?. Pues resulta que simplemente están esperando el pase de modelos del semental de la granja. Así se explica esa cara de satisfacción 😉.
En conclusión
 

Creo que denunciar públicamente lo que se hace mal es muy necesario para que la sociedad, las empresas y las administraciones sean conscientes y actúen en la medida de sus posibilidades.
 

La actitud de "El Pozo" y otras industrias que no quisieron colaborar es absurda, pero no debería ser excusa para hacer un programa tan clarísimamente sesgado hacia el "amarillismo alimentario".

¿De verdad que no había otras empresas dispuestas a enseñar sus instalaciones?, ¿y ningún periodista especializado o experto en la materia que pudiera (y quisiera) explicar bien las cosas?. Me cuesta mucho creerlo, y en ese sentido Jordi Évole me ha defraudado.
Lo bueno del asunto es que ha dado pie a reflexionar sobre lo importante que es disponer de buenas estrategias de información al consumidor.

Pero de eso hablaré en la siguiente entrada.


"STRANGER PIGS" Y LA COMUNICACIÓN AL CONSUMIDOR (PARTE II)




También te podría interesar:

Sobre la utilización de antibióticos en ganadería, hablo en la entrada

ANTIBIÓTICOS ENGANADERÍA, ¿TENEMOS QUE PREOCUPARNOS?

Sobre la importancia de mantener un ambiente adecuado en las granjas de cerdos, y cómo se consigue hacerlo, hablo en la entrada SUDAR COMO UN CERDO.

En ¿SABÍAS QUE LA LECHE NO ES UN VENENO? hablo del tema de los antibióticos, las hormonas y el bienestar (entre otros temas) en las granjas de vacas de leche.

Si creías que los filetes sueltan agua por culpa de las hormonas que les ponen a los animales en la entrada DE CARNE, AGUA Y HORMONAS te explico por qué no es verdad.

Hace tiempo ocurrió lo mismo pero con granjas de conejos, ¿alguien se acuerda?. Lo cuento en la entrada PESADILLA EN LA GRANJA

viernes, 30 de octubre de 2015

DE CARNE, AGUA Y HORMONAS.




Menuda se ha liado con la declaración de la OMS sobre las carnes rojas y procesadas y su relación con el cáncer. La verdad es que no tenía pensado escribir sobre el tema, que ya bastante coba se le ha dado, no me gusta ser oportunista y además es un tema del que pueden hablar mucho mejor los profesionales de la nutrición. Por cierto, os aconsejo la entrada de Juan Revenga en el blog del Comidista, por si no la habéis leído todavía.



Precisamente estos profesionales llevan recordándonos desde hace bastante tiempo (más bien predicando en el desierto, por lo que veo) que es necesario reducir el consumo de carne roja y evitar las carnes procesadas si de verdad quieres llevar una dieta saludable. La OMS simplemente ha difundido (no muy bien, la verdad) las conclusiones de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer; no prohíbe y ni siquiera aconseja, simplemente al meter la carne procesada en la categoría 1 (causa cáncer) y la carne roja en la 2A (probablemente cause cáncer) nos dice que existe suficiente evidencia científica para meter a estos alimentos en esas categorías.



¿Qué significa exactamente comer carne con moderación? He aquí una propuesta que no se si convencerá a más de uno. Fuente: tomado de la web "El nutricionista de la general".




A pesar de ello, tras el anuncio se ha montado el revuelo clásico, con todos sus ingredientes: 1º titulares en los medios de comunicación totalmente descontextualizados y alarmistas; 2º alarma injustificada de los ciudadanos seguida inmediatamente por un choteo generalizado en forma de memes, 3º declaraciones de ministros e industria apelando al sentido común, a un consumo razonable y a las estupendas y necesarias propiedades de la carne, no vaya a ser que se desmande la cosa y 4º tras unos días aquí no ha pasado nada, volvemos a nuestra dieta habitual.



 Haciendo memes los españoles somos únicos, y si nos quitan el jamón ibérico sacamos más mala leche todavía.



A lo que vamos, que no tenía yo intención de escribir nada, pero cuando empecé a toparme con comentarios entre amigos o en internet en los que se repetían como un mantra las alusiones a la comida de antes, a cómo se crían los animales y, cómo no, a la palabra mágica HORMONAS, ahí ya vi que tenía que intervenir. Al principio creía que iba a ser un paseo, pero investigando y rascando, me he dado cuenta que el asunto no se explica con cuatro consignas sencillas y ya está, o al menos esa no es la intención del blog. De todas maneras voy a intentar no aburriros.



1. ¿Por qué se recomienda un menor consumo de estos alimentos?.



Me ha costado bastante encontrar una explicación, y la verdad es que la sección de preguntas y respuestas de la OMS no ha resultado de gran ayuda. Mucho mejor nos lo explica Aitor Sánchez en el programa de RNE "Esto me suena", información que he completado con lo que nos cuentan en una página divulgativa muy apañada, Cancer Research UK. Conviene aclarar que en la actualidad se desconocen con exactitud los mecanismos que desencadenan el cancer colorectal y si hay más protagonistas.



Al parecer, en la carne roja, los problemas surgen cuando un compuesto químico propio de la carne, el hierro " hemo ", se degrada en el intestino para formar diversos compuestos llamados N-nitroso. Estos parecen dañar a las células que recubren el intestino, por lo que se tienen que replicarse con mayor rapidez para reparar el daño. Esta necesidad de replicarse una y otra vez aumenta la posibilidad de que haya errores al copiar el ADN de las futuras células, y este es el primer paso en el camino hacia el cáncer. Es como si las células del intestino, ante una sobrecarga de trabajo, se les fuera la cabeza y decidieran hacer una huelga a la japonesa, "¿queréis que nos repliquemos?, dirían, pues os vais a enterar.



El problema de la carne roja procesada es que contiene además otros compuestos químicos que también generan los compuestos N-nitroso en el sistema digestivo, por ejemplo los conservantes basados en nitritos presentes en los embutidos como conservantes.



Cocinar la carne a altas temperaturas, como un grill o una barbacoa, también pueden dar lugar a la formación de más compuestos todavía que podrían aumentar el riesgo. Estos compuestos no son exclusivos de la carne roja, pero se producen en mayor cantidad en estas carnes y sus derivados que en otras carnes.





2. La relación de estos alimentos con la probabilidad de contraer cáncer NO tiene que ver con el modo en que se críen los animales o dónde compras la carne.



Por lo explicado en el punto anterior, sería igual de peligroso alimentarse a base de filetes churruscados de ternera ecológica alimentada a base de pastos, que de una pobre ternera de un cebadero cualquiera. O que zamparse a diario bocatas de un embutido con denominación de origen que compraste en la tienda gourmet comparado con uno de marca blanca.



Aunque es verdad que han metido en el mismo saco a alimentos tan distintos como el nuestro jamón serrano/ibérico (¡lo que nos ha dolido, eh!) con cecinas, embutidos o salchichas industriales, hay que recalcar que según la evidencia de la que se dispone hasta el momento, es el tipo de procesado de la carne y los compuestos utilizados los que explicarían el aumento en el riesgo de cáncer.







3. ¿ Por qué los filetes sueltan tanta agua?



¿Y que tendrán que ver los N-nitrosos con esto? Pues visto lo visto, nada, pero el hecho es que el tema acaba saliendo en las conversaciones.



El hecho de que el filete en la sartén se jibarice y ponga la encimera perdida de salpicaduras actualmente tiene poco que ver con "los químicos y porquerías que le echan ahora a la carne", o con los pollos u otros animalicos hormonados (este mantra es el equivalente ganadero de los tomates insípidos). Más adelante me centraré en las hormonas, ahora vamos con el agua de los filetes.



Hay muchos factores que influyen en que una pieza de carne (que es fibra muscular) suelte más o menos agua durante su cocción. Gominolas de Petróleo lo explica estupendamente no en una sino en dos entradas, que intentaré resumir en lo posible.



- Tratamientos veterinarios fraudulentos. Aunque son los primeros que suelen citar los consumidores como culpables, paradójicamente es la causa menos probable. Basándonos en los datos ofrecidos en 2010 por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), es muy poco probable que la pérdida excesiva de agua en la carne se deba a tratamientos con sustancias prohibidas. Solo se encontraron antitiroideos en un 0,47% de los casos analizados, hormona del crecimiento en un 0,15%; esteroides, en un 0,19% y clembuterol, en un 0,01%.



- Otros fraudes; como añadir agua o salmuera a la carne son también muy poco frecuentes, en parte porque se detectan con demasiada facilidad.



- Lo más probable es que las pérdidas de agua se deban a varias causas que actúan a la vez. Unas están ligadas a los propios animales: la especie (la carne de cerdo es más propensa a perder agua que la de ovejas o vacas), la raza (las de músculos muy desarrollados, que suelen ser mayoría actualmente, son más propensas a perder agua), la edad del animal (los animales jóvenes tienen más agua en sus músculos, pero la retienen mejor que los adultos ), o el tipo de músculo (las distintas calidades de los distintos cortes se definen en parte por la capacidad para retener agua) y su composición (la relación agua/proteínas de la pieza). Otras causas se encuentran en el manejo de los animales y de la propia carne: si el animal ha sufrido estrés antes del sacrificio, un manejo inadecuado de la canal (del animal ya sacrificado y preparado para su almacenamiento), la maduración de la carne, si se corta mucho o poco, las condiciones de refrigeración y/o congelación, el proceso de cocinado (método utilizado, temperatura, adición de sal, tamaño de la pieza)...Como veis resulta un poco injusto echar la culpa a las hormonas cuando hay miles de factores que lo explican.



No quiero ni pensar la que podría liarse con un filete de un ternero Blanco Azul Belga.


¿ Sabías que el componente mayoritario de la carne es el agua, que se encuentra en una proporción aproximada del 75%?. Visto así, no debería resultar extraño que la carne pierda agua. 




4.¿La carne tiene hormonas sí o no?.



Antes que nada voy a dejar las cosas claras: hoy en día la normativa de la Unión Europea prohíbe su uso en la cría y engorde de ganado. Pero digo hoy en día porque no siempre ha sido así. Su uso permitido pero irresponsable en la segunda mitad del siglo XX dio lugar a ciertos problemas de salud que parece que han quedado grabados en el subconsciente colectivo. 

Dentro del grupo de las sustancias promotoras del crecimiento se pueden identificar varios tipos según su naturaleza:



Tenemos por una parte a los tireostáticos o antitiroideos, sustancias que inhiben la síntesis de la hormona tiroidea. Su administración hacía que los animales acumularan más grasa y más agua, en vez de formar músculo por lo que se consideró un fraude. También conocidos como "finalizadores cárnicos", se administraban mezclados con el pienso durante los 40 días previos al sacrificio, sobre todo a los animales de desvieje (vacas que ya han terminado su vida útil) para mejorar su peso y su aspecto. Vulgarmente conocidos como finalizadores cárnicos, están prohibidos en la UE desde 1981, aunque no suponen un riesgo para la salud.



Por otra parte tenemos a los anabolizantes. Y dentro de este grupo se distinguen las hormonas del crecimiento o somatotropinas y las hormonas sexuales. Cuando ambas se aplican en animales, entre otros efectos disminuye la acumulación de grasa (que es lo que demanda una parte importante de los consumidores) a la vez que aumenta la masa muscular y el músculo esquelético, vamos que los bichos crecen de verdad. La hormona del crecimiento no presenta problemas para la salud porque, al ser una proteína, se inactivan durante la digestión.



El caso más peligroso de uso de hormonas se dio con el dietil estilbestrol (DES). Se trata de una sustancia capaz de producir tumores en los tejidos que responden al estrógeno  (mamas, útero y ovario). Lo triste del asunto es que se siguió utilizando cuando ya existían sospechas de sus efectos, en parte debido a que tras la segunda guerra mundial, cualquier cosa que permitiera incrementar la producción animal (y por tanto de alimentos) era bienvenida. En España se utilizó incluso hasta principios de los años ochenta. Al parecer, esta sustancia es la responsable del crecimiento anormal de las mamas en niños y niñas italianos que consumieron carne con niveles muy altos de este compuesto, cuando ya estaba prohibido su uso. De esta historia verídica procede el mito de los pollos hormonados.



Respecto a las hormonas sexuales que se utilizan actualmente, en principio no han de suponer ningún problema ya que la cantidad de residuos que se pueden ingerir al consumir carne de animales tratados es muy pequeña como para suponer un riesgo de salud.



No existe la carne sin hormonas. El ganado produce hormonas y estas aparecerán en la carne en una pequeña cantidad, independientemente de cómo se haya criado el animal. En esta página canadiense nos cuentan que una pieza de carne ecológica pueden encontrarse 1.5 nanogramos de estrógeno, y en una convencional 2.2 nanogramos. Una minucia comparado con los 192.000 – 1.192.000 nanogramos producidos por el cuerpo de una mujer. Fuente:  J.M Mulet




Para el engorde de ganado se utilizan hormonas sexuales sintéticas que imitan a sus equivalentes producidas por el propio animal. Como dije antes, se utilizan porque promueve la formación de músculo y dificulta el almacenamiento de grasas. Como hace falta más pienso para producir la misma cantidad de grasa que de músculo, si el animal tiende a formar más musculo que grasa necesitará menos pienso para alcanzar el peso de sacrificio. Por tanto la utilización de estas hormonas digamos que ayuda a consumir menos pienso, que es el gasto principal del ganadero y por tanto a obtener una mayor productividad.



¿Sabías que se ha estimado que una persona tendría que consumir 3 millones de hamburgesas cada día de carne de vacuno al que le han administrado hormonas para llegar a estar expuesto a la misma cantidad de estrógeno que produce una mujer?.



A los terneros se les inserta en la parte de atrás de la oreja unos pequeños comprimidos que van liberando poco a poco la hormona durante varios meses. Fuente.

Entonces, si el uso de hormonas sexuales para estimular el crecimiento del ganado es inocuo , según afirman organizaciones como la OMS y la FAO, ¿por qué en Europa no se permiten desde 1994?. Pues posiblemente por razones parecidas a la oposición a los organismos transgénicos: un poco de oposición social y una legislación de fondo que respaldan al motivo principal, crear una barrera comercial que evite la entrada en la Unión Europea de carnes procedentes de otros países, como Estados Unidos o Canadá, donde sí está permitido el uso de hormonas. Bueno, eso hasta ahora. Habrá que estar atentos a cómo queda la cosa si sale adelante el TTIP (Tratado de Comercio e Inversiones entre Estados Unidos y la Unión europea). .



Y por último tenemos a los beta-agonistas o beta adrenérgicos, que os sonarían a chino si no fuera por el clembuterol, que pertenece a este grupo. Se comenzaron a utilizar a raíz de la prohibición de las hormonas sexuales y los antitiroideos como promotores del crecimiento. Su efecto en la canal era completo: aumento de la masa muscular, disminución del tejido graso y retención de agua. El problema es que esta sustancia se acumula en el hígado, los ojos y otras glándulas, llegando a provocar intoxicaciones leves o incluso alteraciones del tiroides en casos graves en aquellos que consumían la carne de los animales tratados con cantidades muy altas. Para rematarlo, eran en parte responsables de que la carne sea más dura y fibrosa.



Actualmente está permitido su uso sólo como medicamento veterinario, y respetando un periodo de retirada. Del tema del uso del clembuterol para el engorde, prohibido desde 1996, ya hablé en esta entrada.




Bueno, pues ya está todo. Espero que esta entrada os haya servido para orientaros en este mundo de las carnes y "toda la porquería que les echan".





Aparte de los enlaces citados, he utilizado información de:


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