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miércoles, 21 de febrero de 2018

"STRANGER PIGS" O CÓMO CEBAR MITOS ALIMENTARIOS

Imagino que, a estas alturas, casi todo el mundo ha visto "Stranger Pigs" - otra cosa es que lo haya digerido -, una de las entregas más polémicas del programa "Salvados", dedicado a la producción porcina intensiva.

"STRANGER PIGS" O CÓMO CEBAR MITOS ALIMENTARIOS (PARTE I)
Indirectamente, en el programa se daba a entender que en el único lugar donde se tratan bien a los cerdos es en las granjas ecológicas. Otro detalle que no me convence. Una granja ecológica puede que sea el equivalente a un hotel de cinco estrellas, pero en uno de tres también pueden tratarte estupendamente. Foto cortesía de ANPROGAPOR. 

Lo que se vio no dejó indiferente a casi nadie. Imagino que afectó especialmente a los colectivos protectores de animales - por la dureza de algunas imágenes que se mostraban- y de igual manera a muchos ganaderos de porcino que vieron cómo se generalizaba una imagen tremendamente negativa de su trabajo. Al parecer, ambos colectivos ya venían calentitos por los avances que había emitido la cadena, la cual logró al 100% su objetivo, conseguir audiencia.

A mí, desde luego no me gustó nada el programa, pero como en los días siguientes a la emisión hubo gente que publicó entradas muy sensatas y muy bien escritas, me limité a compartirlas pensando que ya estaba todo dicho ( sigo recomendando su lectura) . Una de ellas, "Sr. Évole, a propósito del cerdo, escrita por Gemma del Caño" aclara varios aspectos salud pública, la otra "‘Stranger Pigs’, el hambre y las ganas de comer " de Miguel Ángel Mainar, lo aborda desde el punto de vista del buen (o mal) hacer periodístico.

Amigos y familiares, externos al sector y que ya saben a qué me dedico, me pidieron mi opinión personal. Y he animado a hacerlo, para no estar contando lo mismo 20 veces y porque en el fondo, a mí también me gusta aportar mi propia visión como comunicadora agraria de todo este asunto.


 

Sobre el uso de antibióticos
 

Al principio Florent Marsellesi, eurodiputado de Equo dice "cuando te comes un lomo de cerdo, te comes un lomo de antibióticos". Évole matiza que "habrá de todo en el lomo, no solo antibiótico, ¿no?", a lo que Florenç responde "el 84 % de los medicamentos (no especifica de qué tipo) que se utilizan en España son para animales (la mayoría serán de granja, se entiende) y se usan de manera preventiva". Vamos, la típica respuesta de político, que ignora lo que le han preguntado y suelta el mensaje que a él le interesa. No sé si a Évole le convenció, a mi desde luego que me saltaron todas las alarmas. 

Esa primera afirmación que hace Florent es, directamente, una burrada. Lo explica bastante bien la carta de la farmacéutica o esta declaración del Colegio de Veterinarios de Murcia.

La gran cantidad de paja que ocupa todo el suelo, y sobre todo esa puertecita abierta para que salgan los animales a tomar el aire (que estos cerdos no parecen interesados en utilizar), son detalles habituales en granjas ecológicas, pero no exclusivos. Fuente: Biobardales, Granja ecológica en Segovia.

Los antibióticos se utilizan en ganadería, evidentemente, pero sólo cuando los animales están enfermos y de una manera restringida; tal como marca la exigente normativa europea. Cuando a un cerdo se les administra antibióticos no puede ser sacrificado para consumo humano hasta que su cuerpo no haya eliminado la sustancia, de manera que, como mucho, puede quedar en la carne alguna mínima cantidad de residuo (ya inocua) de esta sustancia. A este tiempo de espera se le denomina periodo de retirada y también se aplica al resto de especies productoras de carne y a la producción de huevos o leche (como ya conté en esta entrada). Todos estos productos están muy controlados antes de llegar al mercado.

La pena es que este eurodiputado dijo cosas acertadas, pero volvió a soltar otra perlita que, como bióloga, no se por donde cogerla: el ser humano desarrolla resistencia a los antibióticos, porque "lo que comen los animales lo transmiten los animales, y nosotros desarrollamos resistencias a este tipo de enfermedades". Las resistencias las adquieren las bacterias, no las personas, y el proceso por el cual llegan a nosotros esas "superbacterias" es mucho más complejo que comerte un filete de un animal al que se le hayan administrado antibióticos.   


El problema con el uso de antibióticos en producción animal es una realidad a la que muchas instituciones (la OMS incluida) están empezando a reaccionar ahora. Este tema lo trato en esta entrada más detalladamente.
 

Sobre el uso de hormonas
 
En un momento dado del programa, le piden su opinión a un camionero que va a descargar cerdos al matadero. No pongo en duda su profesionalidad como transportista de animales vivos , pero con todos mis respetos, sobre producción animal no tiene mucha idea. 


He aquí su razonamiento: En verano puede morir algún cerdo durante el transporte, ya que se sofocan con el calor (incluso se sofocan si se les hace andar). Esto ocurre porque "estos" cerdos - (los de granjas intensivas, imagino) - "no aguantan nada, han crecido muy rápido, son como culturistas". Para él la causa es obvia: toman piensos "bastante hormonados", no como los que cuidaban sus abuelos o sus padres, "que se tiraban un año engordándolos, no como los cuatro meses de los cerdos de granja intensiva" (cuando realmente son cinco o seis meses).
 

El bienestar animal en general, y en el transporte en particular, está muy regulado. Los camiones de transporte están diseñados específicamente para que los animales entren, hagan el trayecto y salgan de la manera más cómoda posible. Fuente: Razas porcinas

Es cierto que algunas de las razas de cerdo que se utilizan en granjas intensivas son bastante más sensibles a estrés y al calor que nuestro cerdo ibérico o el Duroc. Los cerdos pueden morir por este motivo, pero no es habitual (la tasa de mortalidad está entre 0,03% y 0,5% durante un transporte de menos de 8h). Aparte de que la normativa plantea la obligación ética de evitar el sufrimiento animal, tampoco interesa en absoluto que los cerdos se estresen en el camino porque la calidad de la carne disminuye considerablemente. De esto también se podría hablar en otras entradas, si queréis. 

Es verdad que los cerdos crecen rápido, pero no se debe a las hormonas. Administrar hormonas para promover el crecimiento, o la producción, de animales está prohibidísimo lo he dicho ya más de mil veces. Y poca gente lo hace de estrangis porque es fácil detectarlo y los responsables lo pueden pagar muy caro.
 

Este cerdo es de la raza Pietrain, una de las más habituales en ganadería intensiva. Gracias a la mejora genética es un tipo musculoso y con muy poquita grasa (que es lo que se lleva ahora).

Crecen rápido porque los piensos que toman son ricos en proteínas y energía - nada que ver con lo que recibirían los cerdos alimentados para consumo doméstico - , porque son razas muy mejoradas para que sean más productivas y porque en la fase final de cebo apenas gastan energía al vivir en un corral con la comida y el agua a unos cuantos pasos de distancia.
 

Sobre la explotación laboral
 

Curiosamente, un tema que no ha levantado tanta polémica; parece que el "malestar de las personas" no importa tanto, sobre todo si se trata de inmigrantes.
 

El programa denuncia que los mataderos aprovechaban un resquicio legal para ahorrar en costes laborales; treta que se acerca más al fraude de los "falsos autónomos" y a situaciones de explotación laboral.
 

Aunque la vulneración de derechos laborales está denunciada desde hace tiempo, hay que reconocer que este programa nos ha hecho conscientes del problema. Y, ¡oh, casualidad! poco tiempo después de su emisión, nos enteramos que los inspectores de trabajo deciden visitar justo ese matadero. Pudiera ocurrir que esa inspección estaba prevista con antelación y ha sido noticia tras el revuelo causado por el programa. Pero podría ser igualmente probable que la administración haya actuado a remolque de la actualidad, como de costumbre, igual que la industria (como veremos en la siguiente entrada).

Sobre el bienestar animal y la granja de cerdos
 

 

Esta es sin duda la parte más impactante del programa, la que ha proporcionado la foto que ha acompañado la mayoría de titulares y la que más reacciones ha generado.

En vez de la fotito de marras, que ya ha visto todo el mundo, aquí os dejo un vídeo de la zona de los cerditos ya destetados en una granja normal y corriente. Cortesía de Javier de Diego Casado, ganadero de porcino.

Jordi se une a varios activistas de la ONG "Igualdad animal" que se cuelan por la noche en una granja que están "investigando". No lo especifican en ningún momento, pero las imágenes que graban pertenecen a lo que se llama un lazareto, donde se alojan los animales enfermos. Es como si un marciano fuera a la sala de urgencias de un hospital para investigar sobre las condiciones de vida de los humanos.
 

Por lo poco que se ve, la granja parece bastante mal llevada. En primer lugar no debería resultar tan fácil a cualquier persona colarse y meterse en las naves, por razones de bioseguridad (para evitar que entren patógenos del exterior).
 

Normalmente, las visitas a granjas intensivas de cerdos o pollos están muy restringidas. Esto es lo más cerca que he estado de una granja de cerdos, y eso que iba con un grupo organizado de periodistas agrarios internacionales (el hecho de que fuéramos de varios países distintos es decisivo).

Los cerdos se veían mal atendidos. No soy veterinaria, pero aparentemente tienen lesiones que dudo mucho: a) que se curen en esas condiciones y en un tiempo razonable, b) que se admita a esos animales en ningún un matadero que opere legalmente. Y claro, ahí surgen muchas preguntas, a las que sigo sin encontrar respuesta: si esos animales no son recuperables ¿qué sentido tiene seguir manteniéndolos vivos, máxime si están sufriendo?, si lo normal en esos casos es sacrificarlos en la propia granja, ¿cuando pensaba hacerlo el ganadero?, ¿realmente pensaba hacerlo?.
 

El gran problema es que Évole prefirió dar a entender que esa situación es la habitual en la producción de cerdo, y que en la nave que grabaron (mal)vivían cerdos destinados a consumo humano. Solo en el último minuto del programa advierte que es un caso aislado. ¿Por qué dedicar tanto tiempo a retratar algo que no es lo habitual?. ¿No se ha parado a pensar por un momento el daño tan bestial que hace al generalizar de esa manera?.  

Podría parecer que estas cerdas pasan la vida en esas jaulas tan estrechas, ¿no?. Pues resulta que simplemente están esperando el pase de modelos del semental de la granja. Así se explica esa cara de satisfacción 😉.
En conclusión
 

Creo que denunciar públicamente lo que se hace mal es muy necesario para que la sociedad, las empresas y las administraciones sean conscientes y actúen en la medida de sus posibilidades.
 

La actitud de "El Pozo" y otras industrias que no quisieron colaborar es absurda, pero no debería ser excusa para hacer un programa tan clarísimamente sesgado hacia el "amarillismo alimentario".

¿De verdad que no había otras empresas dispuestas a enseñar sus instalaciones?, ¿y ningún periodista especializado o experto en la materia que pudiera (y quisiera) explicar bien las cosas?. Me cuesta mucho creerlo, y en ese sentido Jordi Évole me ha defraudado.
Lo bueno del asunto es que ha dado pie a reflexionar sobre lo importante que es disponer de buenas estrategias de información al consumidor.

Pero de eso hablaré en la siguiente entrada.


"STRANGER PIGS" Y LA COMUNICACIÓN AL CONSUMIDOR (PARTE II)




También te podría interesar:

Sobre la utilización de antibióticos en ganadería, hablo en la entrada

ANTIBIÓTICOS ENGANADERÍA, ¿TENEMOS QUE PREOCUPARNOS?

Sobre la importancia de mantener un ambiente adecuado en las granjas de cerdos, y cómo se consigue hacerlo, hablo en la entrada SUDAR COMO UN CERDO.

En ¿SABÍAS QUE LA LECHE NO ES UN VENENO? hablo del tema de los antibióticos, las hormonas y el bienestar (entre otros temas) en las granjas de vacas de leche.

Si creías que los filetes sueltan agua por culpa de las hormonas que les ponen a los animales en la entrada DE CARNE, AGUA Y HORMONAS te explico por qué no es verdad.

Hace tiempo ocurrió lo mismo pero con granjas de conejos, ¿alguien se acuerda?. Lo cuento en la entrada PESADILLA EN LA GRANJA

viernes, 23 de mayo de 2014

“PESADILLA EN LA GRANJA”


De nuevo las granjas vuelven a los periódicos y telediarios; y de nuevo por nada bueno: la asociación Igualdad Animal denuncia ilegalidades sanitarias y maltrato en granjas de conejos. Así que, como no podía ser de otra manera, voy a intentar comentar el asunto desde una perspectiva lo más crítica y neutral posible, aunque sé que es un tema delicado y a menudo espinoso. Para poder hablar con conocimiento de causa me he pasado por su web, he visto el vídeo, bastantes fotos y he aquí mi análisis personal.



 Después de ver esto, creo que la expresión “más mierda que en el palo de un gallinero” se queda muy corta. La falta de higiene es fatal para los conejos (como para cualquiera, realmente) y por tanto para el negocio. Fuente: Igualdad Animal.

El primer lugar, la selección de las fotos: publican un buen número de fotos de las 74 granjas que dicen que han visitado, escogiéndolas al azar en todo el territorio nacional. No me he entretenido en mirarlas todas, porque efectivamente hay bastantes muy desagradables, que muestran dejadez, suciedad, enfermedades, daños por canibalismo, etc. Pero también hay una buena proporción de escenas más o menos normales (exteriores e interiores de granjas, conejos sanos en sus jaulas o fuera de ellas), por cierto ninguna de ellas escogida para su galería de Flikr (os ahorro el trauma de verlas, pero si queréis están, aquí). Por cierto, considerando que en 2012 había censadas más de 4500 granjas de conejos en España*, 74 es una muestra bastante pequeña. También echo de menos explicaciones en algunas de las fotos en el apartado de los comentarios. Eso nos permitiría saber si algunas fotos muestran los síntomas de enfermedades típicas de las granjas de conejos (diarreas, sarnas, y un largo etcétera que podéis consultar por ejemplo aquí), contra las que un buen propietario luchará principalmente mediante la prevención, aunque a veces, como se ve en dichas fotos, no resulta suficiente.


Me cuenta un ganadero que, si alguien busca mierda en una granja, la encuentra seguro; de la misma manera que si quieres arruinar la imagen de una modelo solo tienes que currártelo para conseguir unas cuantas fotos “comprometedoras”. Porque vigilar continuamente que cientos o miles de animales estén perfectísimamente bien es tarea imposible; y menos en una granja, donde el riesgo que se contagien de enfermedades o muestren patologías por estrés es bastante alto, precisamente porque hay tal cantidad de animales juntos.






Para limitar la aparición de enfermedades en una granja, la prevención es fundamental. Una granja bien llevada sigue unas normas de bioseguridad que implican limitar al máximo la entrada de posibles agentes infecciosos del exterior. Dejar entrar a un perro a olisquear las jaulas no es nada sensato: puede meter pulgas en el interior y asustar a los conejos. 




Esto nos lleva al segundo punto; mal que les pese a los propietarios de mascotas conejiles, se trata de un animal que se ha comido desde siempre. Si queréis ver cómo se produce, ya lo conté hará un año. Un pollo broiler de carne posiblemente también sufra los últimos días antes de salir para el matadero, cuando sus patas ya no le permiten mover con una mínima soltura esa masa musculada de pechugas y muslos en la que se ha convertido, y tampoco le sobra espacio como para que le compense hacer el esfuerzo. Pero el conejo tiene pelo en vez de plumas, y también tiene parientes pequeñitos y adorables viviendo la vidorra padre en casa de los humanos. Así que, por las razones que sean, nos sentimos tan cercanos a determinados animales que tendemos a asumir que nuestras necesidades son las suyas, fenómeno que se denomina “antropomorfización”.



Entiendo y respeto a la gente que no quiera contribuir de ninguna manera al mantenimiento de las producciones ganaderas actuales; estas personas lo tienen muy sencillo para ser coherentes con su pensamiento, hacerse vegetariano o vegano, y todos contentos (salvo que te de por concursar en Master Chef y se empeñen en convertirte de nuevo al carnivorismo). Los que prefieran seguir comiendo carne, tendrán que asumir que una cosa son los animales silvestres (que también las pasan canutas en la naturaleza), otra las mascotas y otra los animales de granja, que por cierto son los que nos alimentan a diario.



Dicho lo cual, vamos al tercer y último punto. El hecho de que un animal de granja no tenga las mismas necesidades que un humano no le quita su derecho a vivir en unas condiciones dignas para cualquier ser vivo en las que se evite en lo posible su sufrimiento. La sociedad ha avanzado mucho y el concepto de bienestar animal poco a poco va formando parte de nuestra cultura y, cómo no, del Modelo Europeo de Producción. Y tenemos normas de bienestar animal y de sanidad que tienen que cumplir la mayoría de los productores, aunque efectivamente el sector cunícula está poco regulado para todos los avances que ha experimentado. Y desde luego, si se han incumplido normas, la administración del ramo y la de justicia tendrían que tomar medidas. Además, creo que lo he dicho bastantes veces ya, pero lo repito: los animales enfermos y estresados no son productivos; incluso al ganadero más desalmado del mundo no le interesan porque ni crecen, ni ponen huevos ni dan leche como para que les salga el negocio rentable. 



¿Qué problema tiene esta nave de conejos? Está limpia,  ventilada y hay luz natural. Será que tiene jaulas, supongo (espero me perdonéis la ironía). Fuente: Igualdad animal.



Hay muchos profesionales esforzándose por hacer las cosas bien aunque se les apriete por todos los lados, pero ellos no son noticia y se ven claramente afectados por toda esta historia. Como bien explica Tony Martin, en un comentario de Facebook en el perfil de Igualdad animal (imposible volver a encontrar el enlace entre los miles de comentarios recibidos). Si os interesa la situación de los ganaderos de conejo, lo explicaban el año pasado en este reportaje de Comando Actualidad.


Para explicar todo este revuelo se me ocurre que algunas de estas granjas han caído en lo que yo llamaría “Efecto Pesadilla en la cocina”. A saber: cocinero/ganadero que, por motivos diversos, tiene su negocio sumido en el caos y la dejadez absoluta, lo que supone: a) una cantidad de basura y riesgos sanitarios que te hacen preguntar cómo demonios no le han cerrado ya el chiringuito, y b) unas cuantas imágenes insoportables de ver…que son las que inmediatamente captarán las cámaras, olvidándose del resto. Lamentablemente, nadie se ofrece después de haber enseñado todas las miserias, a redecorarle y reequiparle la granja, como sí ocurre en el conocido programa (quien sabe, a lo mejor podría surgir de aquí una idea televisiva).



Y digo yo que si seguimos comiendo fuera de casa a pesar de ver tales imágenes semana tras semana es que confiamos en que la mayoría de los restaurantes no serán como esos; aplicándolo a nuestro tema  ¿es lógico asumir que si en una granja se maltrata es que se hace en todas?. Por otra parte, uno va aprendiendo a observar detalles para identificar este tipo de negocios y poder evitarlos, pero en el caso del bienestar animal, a priori, resulta más difícil. Lástima que no tengamos en España, el "SuperIndicador", interesante invento para poder estar más informados a la hora de comprar, y poder seleccionar a los ganaderos que tratan con respeto a los animales, que por cierto a él también le dan de comer. Al final es simplemente una cuestión de principios y actitudes.





He aquí la herramienta para poder comprar con información y conciencia. Disponible solo en Holanda. Fuente: http://www.varkensinnood.nl/wat-wij-doen/superwijzer-app/



* Actualización ( 30/05/2019): el número de granjas ha ido disminuyendo hasta las 3826. Poco a poco se va haciendo una concentración en granjas más grandes y profesionalizadas. Datostomados del MAPAMA





Otras entradas del blog que podrían interesarte:
 

En la entrada CARNE DE CONEJO PARA LA OPERACIÓN BIKINI cuento cómo funcionan las granjas de conejo.
 

Que los animales se encuentren a gusto y sin estrés es fundamental, lo obloga el sentido común y la normativa. En SUDAR COMO UN CERDO cuento cómo se consigue esto en las granjas de cerdos.