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martes, 8 de febrero de 2022

ABECEAGRARIO: CARGA GANADERA Y UGM

En esta entrada del abeceagrario vamos a hablar de dos conceptos por el precio de uno, que no se diga que somos generosos. Pero es que están tan relacionados que tienen que ir juntos, "como uña y mugre".
 

La carga ganadera es un concepto muy importante en ganadería ya que nos indica la cantidad de animales que debe haber en un espacio determinado.
 

Porque si, aunque nos pudiera parecer que un prado verde de apenas una hectárea podría dar de comer a dos vacas y/o un caballo y/o tres ovejas y/o dos cerdos... pues las cosas en la realidad son más complejas. Las plantas que crecen en un prado tienen una capacidad limitada de crecer si son cortadas y pisoteadas una y otra vez, por no hablar de la climatología de la zona y de lo que come cada animal.
 

Así, la carga ganadera es la cantidad de ganado que puede alimentarse de un pasto. Normalmente se refiere a una superficie y a un periodo de tiempo determinado.
 

¿Hierba fresca todo el año?

 
En primer lugar hay que tener en cuenta que la capacidad de un terreno para proporcionar alimento depende de muchos factores naturales: el clima, el relieve, el tipo de suelo y de vegetación. Por si fuera poco, el clima y su influencia en la cantidad de material vegetal disponible cambian a lo largo del año, al menos en nuestro clima mediterráneo. Para saber la cantidad de alimento disponible para los animales existen métodos directos que dan resultados muy precisos pero cuesta mucho realizarlos y métodos indirectos que estiman de la producción de pastos en base a una serie de parámetros o variables (temperatura, precipitación, evapotranspiración, etc., cobertura o altura de la vegetación, etc.) que influyen en la producción forrajera y que posteriormente se incorporan a modelos matemáticos. Estos últimos son más operativos, no se alejan mucho de las estimaciones obtenidas mediante métodos directos, y lo más importante, tienen con un coste relativamente bajo. 

 

Una vez conocemos lo que las plantas de nuestros pastos son capaces de ofrecer conviene estudiar las necesidades de los animales que vamos a meter. Porque estaréis de acuerdo que no es lo mismo meter una oveja que una vaca, una gallina que un caballo porque requieren distinta cantidad de alimento, aprovechan distintas fuentes e incluso tienen un efecto distinto en la vegetación según su manera de comer la vegetación.

 

La vaca usa su lengua para agarrar un manojo de pasto y luego arrancarlo con los dientes, por tanto tiende a pastar más indiscriminadamente.


 

Sin embargo, su boca más pequeña y su labios móviles permiten a las ovejas pastar más selectivamente y a mayor profundidad que las vacas. Un equipo de varias ovejas es capaz de mantenerte a raya el prado para que puedas jugar al fútbol.


Aunque las cabras son selectivas con lo que comen, no le hacen ascos a las partes más altas (espigas) y fibrosas (tallos y ramillas) de las plantas. La de esta foto se lo ha tomado de manera literal.

 

¿Qué significa UGM?
 

Para solucionar este problema se desarrolló el concepto de Unidades de Ganado Mayor (UGM) como unidad de referencia. Una UGM equivale a una vaca o un caballo adultos y el resto de animales se comparan con estos mediante un coeficiente. Puedes verlos en esta tabla.

Por ejemplo, una cerda con lechones de hasta 6 kg. son 0,25 UGM, o lo que es lo mismo un cuarto de vaca. Fuente: Keith Weller, USDA Agricultural Research Service, Bugwood.org


Una gallina ponedora equivale a 0,005 UGM. Aunque quizás sea más fácil verlo así: 200 gallinas ponedoras equivalen a una vaca. Fuente: Shutterstock

 

Así puede decir que las UGM constituyen una forma indirecta pero más ajustada de expresar el tamaño de la granja: hablar de una granja de 5.000, 10.000 o 20.000 cabezas no nos da una idea exacta de su tamaño, porque no es lo mismo en absoluto que esas cabezas sean de vacas lecheras o de gallinas ponedoras.
 

Las UGM permiten estimar de una manera más amplia el impacto de cada animal en su entorno. No sólo la cantidad de agua y comida que consume sino los excrementos que genera. Por esta razón la normativa recurre a este concepto para fijar un máximo número de animales que se pueden tener en una explotación en función del terreno disponible: ya sea por la capacidad de este para alimentar a dichos animales de manera extensiva o para asimilar como abono los purines o estiércol generados por animales alojados en granjas intensivas cercanas.
 

Otro concepto relacionado que utiliza la administración es el Coeficiente de Admisibilidad de Pastos. No es un método indirecto para conocer la capacidad de la vegetación para dar de comer a un rebaño, pero suele ser muy importante para los ganaderos ya que se utiliza para calcular las ayudas de la PAC.


En función de la información que aportan las imágenes del SIGPAC (pendiente y actividad de la vegetación principalmente) obtenidas por teledetección (por satélites, vamos) se aplica este coeficiente para calcular lo que se considera como superficie pastable admisible sujeta a recibir ayudas de la UE. Fuente.

 

Hasta 2018 daba grandes quebraderos de cabeza, ya que por ejemplo la UE no admitía que las dehesas - superficies que combinan arbolado y pasto - fueran aprovechables por el ganado, por lo que sólo se recibía ayuda por la superficie declarada que no tuviera árboles o arbustos. Afortunadamente se pudo convencer a los socios europeos de que en nuestro clima mediterráneo la manera de aprovechar la vegetación por fuerza es distinta a lo que hacen en el norte de Europa.


¿A que ahora no parece tan fácil eso de hacerse ganadero y poner cuatro vaquitas en un prado, que ya se apañarán ellas como sea?.
 

 

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martes, 25 de enero de 2022

GANADERÍA EXTENSIVA. LA GUÍA DEFINITIVA

Nada menos que cuatro páginas dediqué en mi libro Conocer la Agricultura y la Ganadería a las diferencias entre ganadería extensiva e intensiva. Sin embargo, sospecho que mucha gente no acaba de tener claros estos conceptos, por lo que voy a intentar explicarlo de nuevo en varias entradas. 


Pero primero quiero plantearos una serie de preguntas que publicó Elmastín (@perrudellobu) en Twitter, por cierto una cuenta muy recomendable para quien le guste las cosas del campo. Las preguntas solo tienen dos respuestas: intensiva o extensiva.

 

El tipo de sistema ganadero que existe en un territorio suele estar muy relacionado con las características del medio físico. Donde hay suelos fértiles, más valiosos, las pocas granjas que hay son intensivas. Las zonas con suelos pobres o difíciles de cultivar, como las de montaña, se aprovechan gracias a la ganadería extensiva.

1. ¿De qué tipo de ganadería es el rebaño de un pastor que fabrica sus propios quesos artesanos solo cuando crece cierto tipo de flor en el monte en el que pastan sus ovejas?
 

2. ¿De qué tipo son los rebaños que veranean en los puertos e invernan en las dehesas?
 

3. ¿De qué tipo son las ganaderías que crían toros de lidia para los festejos taurinos, encierros, tauromaquia, etc.?
 

4. ¿De qué tipo son las ganaderías que piden el control letal y cinegético del lobo?
 

5. ¿De qué tipo son las ganaderías de cerdos que llevan a cabo su fase de engorde mediante la montanera?
 

6. ¿De qué tipo son las ganaderías formadas por rebaños de millones de ovejas que permiten a sus propietarios poseer el monopolio mundial del mercado de lana?
 

7. ¿De qué tipo son los rebaños de miles de reses que se alimentan en los espacios creados mediante la deforestación del Amazonas?
 

8. ¿De qué tipo son las granjas familiares de gallinas en suelo alimentadas con cereales ecológicos?


(Spoiler: Las respuestas irán desvelándose a lo largo de la entrada)

 

El quid de la cuestión
 

En mi opinión hay dos factores básicos que pueden utilizarse para caracterizar una producción ganadera en concreto: el espacio y el esfuerzo dedicado a criar y cuidar los animales. Por esfuerzo entendemos sobre todo la manera de alimentarlos, aunque también es importante la protección de los animales frente a condiciones ambientales adversas, otros seres vivos o enfermedades. No conviene tomar al pie de la letra estos dos factores ya que cada especie animal es un mundo y tiene distintas necesidades, pero son muy útiles a la hora de hacerse una idea general.
 

Con esta entrada quiero mostrar los tipos de granjas que tenemos en España a las que podríamos considerar como extensivas. Pero conviene tener en cuenta que en el mundo real las etiquetas no siempre funcionan bien y que existe gran variedad de situaciones intermedias, a las que podemos denominar semiextensivas o semiintensivas.
 

Vamos a partir del hecho de que en España no tenemos sistemas 100% extensivos, que básicamente consistiría en soltar a los animales en el campo para que se busquen ellos solos la vida. Esto implica disponer de hectáreas y más hectareas de pasto abundante a su disposición y reunirlos cada cierto tiempo para recoger a la descendencia. Es lo que existe con el ganado vacuno en la pampa y los cerrados en Sudamérica; o en las grandes planicies australianas donde se crían ovejas para obtener la lana y la carne que abastecen gran parte de los mercados internacionales (ale, ya tenéis la respuesta para las preguntas nº 6 y 7).
 

¿Sabías que en la actualidad se esquilan en Australia 78 millones de ovejas -una gran parte de origen merino- que producen 350 millones de kilos de lana de gran calidad?
 

¿Sabías que en la Amazonía brasileña existen casi seis hectáreas de pastos por cada hectárea de agricultura? Fuente.
 

Galería de la ganadería extensiva en España
 

Vamos a considerar que el "extensivo made in Spain" es otra cosa; yo lo definiría como aquella ganadería ligada a una gran superficie de terreno, en la que el animal encontrará por sí mismo parte o todo su alimento diario: pastos, bellotas, arbustos o árboles, restos de cultivos, etc. Pueden estar acompañados, o no, por una persona, que los dirige hacia donde abunda este alimento y se encarga de su bienestar y seguridad.
 

Si la nevada pilla de improviso, como ocurrió con Filomena, hay que llevarles la comida al campo. Al estar la ganadería extensiva íntimamente ligada a la naturaleza, pueden darse situaciones meteorológicas extremas, como sequías o grandes nevadas en las que el ganadero tiene que alimentar a sus animales. También hay momentos en los que las hembras pueden necesitar un aporte extra de alimento (durante la gestación o lactación principalmente), pero siempre son situaciones temporales.

 

Por tanto los animales suelen pasar muchas horas al día (incluso toda su vida) al aire libre, desplazándose en busca de alimento, agua o refugio (del sol, del viento o el frio por ejemplo). Esta vida ligada a la naturaleza hace muy aconsejable recurrir a razas autóctonas, que se han desarrollado en ese territorio durante siglos y por tanto están mejor adaptadas a él. Sin embargo, eso no evita que en los ecosistemas donde viven existan determinadas amenazas que suponen un serio problema: el virus de la gripe aviar (que ha reaparecido recientemente), parásitos como las garrapatas o predadores como el lobo (aquí tenéis una buena pista para responder a la pregunta nº4).

Y sin más, hagamos un repaso de las principales ganaderías "extensivas" que encontramos en nuestro país:
 

Gallina ponedora
 

Podríamos decir que la producción de huevo en gallinas que viven en ecológico o las camperas - código del huevo 0 y 1 respectivamente- es lo que más se acerca a una ganadería extensiva, ya que tienen acceso a cuatro metros cuadrados de "parque" por cabeza, en el que si no está muy machacado pueden encontrar hierbas y bichitos para comer a voluntad. Pero a) también reciben pienso a diario para que pongan un numero razonable de huevos y b) viven en cercados que las protegen de predadores y tienen un gallinero donde guarecerse. Podríamos considerarlo un sistema semiextensivo.
 

Granja de gallinas en ecológico. Fuente: Inprovo.


Pollo de carne
 

Acabo de descubrir que la normativa contempla nada menos que tres tipos que se ajustarían a esta modalidad: "campero" a secas, "campero tradicional" y "campero criado en total libertad"; será que no me he fijado lo suficiente pero no recuerdo haberlas visto en el súper. Para no aburriros con datos, quedaros que con las condiciones que la ley exige a cada una varían según el grado de "extensividad": salida libre al exterior limitada o no, espacio cubierto de vegetación disponible para cada animal, edad de sacrificio, etc. En cualquier caso, aunque el pollo pueda pasar gran parte del día picoteando aquí y allá, es necesario darles cierta cantidad de pienso para que alcancen el peso de sacrificio en un tiempo razonable (que por cierto será el doble o más que el de un pollo en intensivo). Por ejemplo: un pollo campero tradicional comparte su metro cuadrado de patio al aire libre con otro colega, el pienso que reciba durante la fase de engorde tiene que tener como mínimo un 70% de cereales y podrá ser sacrificado a partir de los 81 días .

Un "pollo campero criado en total libertad" es casi un ser mitológico, que según la normativa tiene "acceso continuo a una superficie ilimitada" (entiendo que será la que el propietario pueda permitirse, porque la granja habrá que cerrarla por algún lado). Pero existen, tiene bastante sentido que se críen siguiendo las normas de ecológico y ambos son los que más se acercan a una producción extensiva de pollos de carne.Fuente: Granja El Espolón.


 
¿Sabías que la denominación "pollo de corral" es un invento de marketing? En la normativa no está contemplado nada parecido.

 

Cerdo
 

El mejor ejemplo de extensivo puro lo tenemos con los cerdos ibéricos (o cruzados con Duroc) que en otoño y parte del invierno aprovechan las bellotas y el pasto que produce la dehesa durante la montanera. Según los recursos que tenga la explotación, los primales (los cerdos todavía jóvenes para aprovechar la montanera) vivirán el resto del año en base a pienso y lo que puedan encontrar en el campo para mantenerse e ir creciendo. Los productos obtenidos de estos cerdos se identifican comercialmente con etiqueta negra, roja, o verde (apurando mucho mucho): es decir corresponde a los cerdos que tuvieron la suerte de catar bellotas y hierba en mayor o menor cantidad. Puedes encontrar más información en esta entrada.

El cerdo ibérico aprovechando la montanera es un buen ejemplo clásico de ganadería extensiva, pero esta no dura todo el año. Fuente: COVAP.


Oveja y cabra
 

En este caso hay una amplia gama de posibilidades dentro de los sistemas semiextensivos. En función de cuál sea el principal aprovechamiento (leche o carne) y de las posibilidades que ofrezca el entorno, el ganadero se organiza de una u otra manera. En este grupo entran las granjas en las que los animales pasan gran parte del día fuera, aprovechando pastos, monte bajo o rastrojeras y regresando al atardecer al aprisco, redil o establo.... Ese alimento que ofrece la naturaleza es cambiante, y a menudo otorga un sabor especial a la leche o la carne de los animales (ahí os dejo la pista para responder la pregunta nº1). Este tipo de granjas están en franco retroceso por muchos motivos, entre los que destacan la falta de rentabilidad unido a trabajo tan duro como poco reconocido.
 

La oveja merina es una raza extensiva por excelencia, pero en nuestro país hay unas cuantas más perfectamente adaptadas a este modo de vida. Incluso a recorrer kilómetros durante la trashumancia atravesándose media España en busca de pastos (otra práctica también en extinción y que os da la respuesta a la pregunta nº 2). Fuente: Adoración Luna

Vaca
 

Aquí distinguiremos tres tipos de ganadería extensiva: vacuno de lidia (el más extensivo de todos), de carne y algunas granjas de leche (que realmente deberían considerarse semiintensivas).
 

El ganado de lidia está íntimamente unido a las grandes extensiones de dehesa. Allí vive feliz, salvo cuando el ganadero les visita para probar la bravura, para asegurarse de que tienen agua y comida suficientes o cuando reúne a todos los animales para hacer los saneamientos ganaderos. Fuente: JulioFernández Sanz/MAPA.


Las vacas nodrizas pasan toda su vida en el campo (salvo quizás en zonas donde sean frecuentes las nevadas fuertes). Estas vacas crían los terneros, que cuando alcancen los 4 a 7 meses (depende de la raza) serán engordados en cebaderos intensivos.

¿Sabías que en España no hay pasto suficiente durante para cebar terneros en base a hierba?. Por esta razón la cría de vacuno de carne en extensivo se complementa con el cebo posterior en sistemas intensivos.


Vacas frisonas en un prado. Todavía quedan pequeñas granjas de leche (en torno a 50 vacas dando leche) cuyas vacas viven en prados cercanos y se recogen prácticamente solo para realizar los dos ordeños diarios. Justo en ese momento se les da algo de pienso que le aporta energía para producir leche. El resto del tiempo pastan lo que encuentren en el prado, que será considerablemente más tierno y abundante si viven en la cornisa cantábrica y Galicia. En esta entrada podéis ver un buen ejemplo. Fuente desconocida.


Caballo
 

Es una ganadería importante a nivel regional, cuyo sistema de funcionamiento se parece bastante al de vacuno de carne. Puedes encontrar más información en esta entrada.
 

Caballo de raza Burguete. Fuente: ARCA/MAGRAMA

 

 

Conclusión
 

Bueno, ¿qué tal? ¿cuántas preguntas habéis acertado? ¿mayoría de intensiva o de extensiva? Muchas tenían truco y pretendían jugar con las ideas preconcebidas que suele tener la gente. Una de ellas se os debería habrá quedado sin respuesta, para responderla tendréis que consultar la entrada sobre ganadería intensiva. Si, habéis leído bien.
 

En resumen, no hay que ser un lince para comprobar que ganadería extensiva hay menos de la que parece, la que hay tiene un alcance bastante limitado y resulta difícil establecer categorías que funcione bien para todas.
 

A pesar de ello hay muchas voces que piden desarrollar sistemas que permitan al consumidor que está interesado en su compra poder identificarlas. Ya existen en otros países y desde luego que cualquier iniciativa es bienvenida, pero en mi opinión creo que para que de verdad tengan éxito primero hay que asegurarse de que el consumidor entiende lo que compra. Algo que no es nada fácil conseguir porque muchas veces el propio marketing juega en contra.

 

 

Si quieres más información aquí puedes encontrar un completísimo informe sobre la ganadería extensiva en España, con unas infografías bastante apañadas.

 

https://www.mapa.gob.es/es/ganaderia/temas/produccion-y-mercados-ganaderos/informesobreganaderiaextensivaenespanaoctubre2017nipo_tcm30-428264.pdf

miércoles, 22 de diciembre de 2021

DEL OLIVAR A LA ALMAZARA

El pasado mes de noviembre el Consejo Regulador de la D.O.P. Aceite Sierra de Cazorla me invitó a un viaje de prensa, que consistió en una visita a un olivar, a una almazara y las instalaciones de dicho consejo. Fue una ocasión estupenda de hacer muchas fotos con las que explicaros cómo se recoge la aceituna, y los pasos necesarios para la producción de aceite. Bueno, y de volver a visitar el pueblo de Cazorla, que es una maravilla.



Así que, sin más rodeos, vamos allá con la primera fase de la obtención de aceite, la que transcurre en el campo.
 

Quien coge la aceituna antes de Navidad, deja aceite en el olivar
 

Los refranes que antaño marcaban las labores del campo, hoy en día apenas tienen aplicación ya que hay más factores a tener en cuenta a la hora de decidir cuándo se llevan a cabo. Por ejemplo, el refrán anterior nos habla de que, como antiguamente se primaba la cantidad sobre la calidad, se procuraba esperar lo máximo posible para que la aceituna tuviera una mayor cantidad de aceite. Eso suponía que en la cosecha se recogía tanto la aceituna de vuelo, aquella que los vareadores tiraban de las ramas, como la aceituna de suelo, es decir las aceitunas que ya estaban caídas.
 

Recoger las aceitunas del suelo era una dura labor que antiguamente correspondía casi en exclusiva a las mujeres: horas y horas arrodilladas recogiendo minuciosamente las aceitunas del suelo, con el frío en los huesos, el dolor en la espalda y "deíles" fabricados con las cáscaras de las bellotas para proteger los dedos del roce con el suelo frio.

 

Captura del documental "El olivo" realizado en 1945 por el Marqués de Villa Alcázar. que muestra la recolección de aceituna en aquellos tiempos (es muy curioso de ver y está disponible en la mediateca del Ministerio de Agricultura).


A lo que iba, esperar mucho tiene sus ventajas - se obtiene más cantidad de aceite - pero también sus riesgos - las aceitunas maduran demasiado y muchas caen al suelo. Esas aceitunas del suelo, sobremaduras, golpeadas y sucias se mezclaban con las sanas de camino a la almazara, dando como resultado final un aceite de peor calidad.
 

Una manera sencilla de evitarlo es, por ejemplo, la que utiliza la cooperativa que visitamos. Simplemente establece tres momentos de recolección en función de los distintos tipos de aceite que comercializa habitualmente: las aceitunas de octubre para los aceites de alta gama, las de noviembre para aceites gourmet o de media gama y las de diciembre, ya más maduras, para aceites de gama "familiar". De todas maneras, actualmente sí hay una tendencia clara a recoger cada vez más pronto porque se prima la calidad frente a la cantidad y porque se empiezan a notar los efectos del cambio climático.
 

Olivo, bruto, que a fuerza de palos da su fruto

Porque menudos meneos le dan a los pobres árboles. En el vídeo, un vibrador mueve el tronco del árbol mientras tres hombres armados de varas "rompen" la vibración, ayudando a las aceitunas a caer.
 


Hay diversas maneras de recoger la aceituna y la opción ideal depende de muchos factores: el tipo de olivar, la orografía y el tamaño de la parcela, los medios humanos y materiales con los que cuenta el dueño, entre otros. En este caso, visitamos un olivar cultivado en extensivo en plena Sierra de Segura (situada al noreste de la provincia de Jaén), en una zona con relieves suaves y formado por arboles más o menos jóvenes.
 

La manera de trabajar me recordó mucho a un juego de equipo, en el que cada jugador tiene una función más o menos fija, pudiendo cambiarse en función de cómo se presente el partido. Cada uno asume una tarea y está pendiente de los demás, realizando el trabajo en equipo con la precisión de un reloj suizo.
 

Aquí tenemos al equipo titular que tuve la suerte de ver en acción:
1 conductor de boogie equipado con vibrador de olivos
1 conductor de quad
3 hombres con vara normal
4 hombres con vibrador mecánico
5 mujeres (no sé dónde se metieron las tres que faltan)
El dueño de la parcela, ya jubilado, que no quiso perderse la ocasión de hacer de anfitrión con los periodistas agrarios. Y su hijo que es el que lleva el negocio.

 
 

Por si no fuera suficiente el meneo general, tres hombres hacen un vareo de repaso con vareadores mecánicos.

 

De esta manera casi todas las aceitunas, aún verdes o ya en envero (cambiando de color), caen encima de los "paños".


Mientras, el resto de la cuadrilla, y en este caso las mujeres, se encargan del manejo de los paños adaptándose al ritmo de avance del vibrador y de los vareadores. Antes de que llegue el boogie "atroncan", es decir acercan los paños lo máximo posible al tronco de los olivos y "ponen la braga", tarea que consiste en colocar un mantón (esos blancos que se ve en el vídeo) entre los paños para evitar que las aceitunas se cuelen por los huecos que pudieran quedar. Una vez están las aceitunas sobre el paño, con unos rastrillos se agrupan en el centro a la vez que se eliminan ramillas de cierto tamaño que caen junto con las aceitunas.
 

La siguiente tarea es enganchar los extremos del paño al quad. Este al avanzar arrastra el paño, las aceitunas van acumulándose como si fueran pececitos en una red y de esta manera son transportadas hacia el tractor o el remolque.

 

Dependiendo de los medios del propietario, el sistema de carga puede ser muy distinto, en este video podéis ver un recogedor de fardos acoplado al tractor tremendamente práctico.
 

El trabajo en el olivar ha cambiado mucho y se ha hecho más llevadero, siendo las mujeres quizás quienes más lo hayan notado. Ya no hay que acarrear esportones llenos de aceituna, ni estar horas agitando la vara o arrodillado en el suelo. Otra gran ventaja es que, al tardar menos entre la primera y la última parcela recogidas, la cosecha obtenida es más homogénea en cuanto al grado de maduración de las aceitunas y esto permite un mejor control de la calidad a la hora de elaborar el aceite en la almazara.
 

Justo donde hemos quedado para continuar la próxima entrada; allí te espero.

 

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martes, 23 de noviembre de 2021

EL FIN (AL SACRIFICIO DE POLLITOS MACHO) SE ACERCA

¿Sabías que cada año, alrededor de 300 millones de pollitos machos de razas ponedoras se sacrifican solo en la UE porque no ponen huevos y no es rentable engordarlos?
 

El problema de qué hacer con los pollitos macho existe y es absurdo negarlo. Pero no quiero entretenerme en contar cómo se sacrifica a los pobres animalicos: podéis buscar por "chick culling", "sacrificio de machitos" (info técnica) o "sacrificio de pollitos" (info variada). Mi intención con esta entrada es, sobre todo, explicar las soluciones que se están utilizando actualmente.
 

 

Pollitos recién nacidos en la incubadora. Fuente Shutterstock.

El peliagudo problema de los "pollitos hermanos"o "Bruderküken"
 

Esta expresión (no confundirla con el restaurante tapadera de Breaking Bad) es la que se utiliza a menudo en Alemania; el país donde suelen empezar la mayoría de las tendencias verdes, animalistas o antroposóficas. Pero antes de acordarnos de toda su vikinga ascendencia, pongámonos en situación.

Sólo las gallinas hembra ponen huevos, hasta ahí todos de acuerdo, ¿no?. Y para tener gallinas ponedoras hay que criarlas; ellas también proceden de huevos y como en casi cualquier especie, es de esperar que nazcan mitad hembras y mitad machos. El sector de la producción de huevos suele estar organizado de la siguiente manera: por un lado tenemos las granjas de ponedoras (donde viven las gallinas que ponen los huevos que nos comemos y que no están fertilizados), por otro las granjas que crían a las ponedoras (dotadas de "incubadoras" donde nacen las pollitas y pollitos) y por último las instalaciones que se encargan de la selección genética y mejora de madres (y padres y abuelos) de las gallinas ponedoras.

Huevos fértiles en la incubadora. Fuente Shutterstock.

 

De estas incubadoras saldrán por tanto pollitas como pollitos, y ahí surge el dilema: ¿qué hacemos con los machos?. Hay varias posibilidades:
 

a) Matarlos, que es lo que se ha hecho hasta ahora. Los métodos permitidos en la Unión Europea, y los más utilizados a nivel mundial, son el ahogamiento con CO2 y la trituración a muy alta velocidad. Si este ultimo provoca rechazo ya solo con mencionarlo, visualmente no digamos. Sin embargo, según me cuenta nuestra colaboradora experta en bienestar animal, la asfixia con CO2 resulta muy irritante para los pulmones por lo que quizás la muerte de los pollitos sea algo más traumática y posiblemente no tan rápida. Para quien esté muy interesado, en este artículo de la EFSA (en inglés, sorry) se estudian todos los métodos desde diversos puntos de vista.

b) Dejarlos vivir, pobrecicos y que hagan compañía a las gallinas. No tiene ningún sentido tener un macho por cada hembra, eso no pasa ni en los gallineros domésticos. Considerando que eso supondría alimentar diariamente a la gallina ponedora y a su hermano (multiplicado por los miles de gallinas que viven en una granja convencional) esta opción queda completa y absolutamente descartada.

 

 Un solo gallo se apaña con todas las gallinas del corral.

c) Los dejamos vivir, pero por un tiempo, hasta que podamos comérnoslos. Una brillante idea salvo porque tiene varias pegas, y todas se deben a que cuesta mucho que estos "pollos hermanos" engorden en condiciones.
 

¿Sabías que a día de hoy cebar pollitos macho es económica y ambientalmente insostenible?.
 

Os dejo un dato que lo explica todo. Un pollo de engorde (hablamos de ellos aquí) llega a un peso promedio de sacrificio de 2.5 kg después de once semanas, mientras que un pollo de razas ponedoras apenas alcanza 1.3 kg después de 10 semanas de cebo.

 

Una de las dos principales razas "ponedoras" la Leghorn es fina y estilizada. La hembra destina gran parte de su energía en fabricar huevos y el macho en ir de aquí para allá buscando rollito.
 

Considerando que se lleva mejorando las estirpes de gallinas casi desde hace un siglo para que unas conviertan el pienso en huevos y otras desarrollen grandes musculaturas de la manera más eficiente posible, empeñarse en hacerlo al revés es un poco de tontos, ¿no?. Si en el mismo tiempo, con el mismo pienso se obtiene menos carne es obvio que criar a estos pollos no sale económicamente rentable, sobre todo considerando que el pienso suele ser el coste más importante de la granja.
 

Desde el punto de vista ambiental tampoco es eficiente ya que supone destinar más pienso, cuya fabricación y transporte tiene un impacto ambiental innegable, para obtener menos carne. Por no hablar del tiempo que hay que mantenerlos en instalaciones climatizadas (es decir, gasto de energía) donde cagarán más o menos lo mismo que sus primos los broiler (es decir contaminación), pero creciendo lo justo.
 

Podríamos pensar que al menos desde el punto de vista del bienestar animal sí estaríamos ganando. Pues tampoco del todo; según me ha contado una experta en este tema, los sistemas de sacrificio en mataderos no están adaptados a pollos de ese tamaño, por lo que la muerte de los animales no es tan rápida y limpia como cabría desear, por decirlo de una manera aséptica.
 

Y por si fuera poco muchos de esos pollos que le sobran al sistema productivo avícola alemán- da igual que sean gallinas en jaula, en suelo, camperas o incluso ecológicas - es un secreto a voces que acaban viajando a Polonia, donde son engordados en dudosas condiciones de bienestar animal. Una vez sacrificados los mandan a países en desarrollo donde compiten con las industrias cárnicas locales. A tomar por saco también los criterios éticos.
 

 

Las soluciones que existen actualmente
 

Una vez explicado el contexto vamos a las alternativas. Alemania y Francia ya han prohibido el sacrificio de machitos y lo habitual es que este tipo de normas se dicten cuando ya existe alguna solución técnica más o menos viable económicamente.
 

El sector está deseando encontrar una solución sostenible desde todos los puntos de vista. La más fetén de todas sería será el sexado in-ovo en el huevo recién puesto, antes de ser incubado: de esta manera que los huevos con machos se eliminarían antes de entrar en las incubadoras, lo cual ahorraría mucho espacio y sobre todo energía. Otra ventaja es que al no desarrollarse el embrión, se eliminan las reticencias de parte de la sociedad de matar pollitos aunque estén a medio desarrollar. No es broma; en principio para 2024 en Alemania estará prohibido cualquier método de sacrificio de embriones a partir del sexto día de incubación, el momento que parece que el pollito embrionario puede comenzar a sentir dolor. Pero hay dos problemas que al parecer la legislación no tuvo en cuenta en su momento: por una parte es complejo de determinar a partir de qué edad “siente” un embrión, y por otra día de hoy no hay tecnologías capaces de lograr ese nivel de detección tan temprano a nivel industrial.
 

Eso no quita para que actualmente las soluciones más económicas, y teóricamente satisfactorias para el consumidor se basan en el sexaje in-ovo, es decir, cuando el embrión está todavía dentro del huevo. Existen varios sistemas, cada uno con sus porcentajes de aciertos y capaces de trabajar a distinta velocidad.
 

¿Sabías que las actuales técnicas de sexado de huevos disponibles comercialmente funcionan todas después de 6 días del proceso de incubación?
 

De las dos opciones principales en el mercado una de ellas la lleva a cabo la empresa AAT y se basa en la ecografía del huevo. El método Cheggy es capaz de determinar el color de las plumas y con esto el sexo del pollito. Tiene dos pegas: solo vale para las estirpes de gallinas marrones y para huevos de 15 días, y una gran ventaja, es barata.

 

Mediante el proceso automatizado del sistema SELEGGT la identificación por sexo puede hacerse en un segundo por huevo. La tasa de éxito del proceso es de aproximadamente un 97%. Fuente  

 

Otro sistema que me gusta porque parece venido del futuro, es el que utiliza la empresa SELEGGT: consiste en la determinación de hormonas sexuales del embrión y puede obtener resultados fiables entre el día 8 y 9 de incubación. El huevo incubado se retira de la incubadora para colocarlo en una máquina donde un sensor verifica primero si está fertilizado. En los huevos fertilizados, los láseres crean un agujero muy fino (0,3 mm) en la cáscara del huevo para extraer cantidad mínima de líquido alantoideo sin dañar el interior del huevo. Este líquido se somete a un marcador que detectará la presencia de una hormona femenina (el sulfato de estrona) cambiando de color. De esta manera se pueden clasificar los huevos, devolviendo a la incubadora a las futuras hembras y destinando el resto a elaborar pienso de alta calidad. No es necesario sellar el minúsculo orificio creado por el láser, ya que la membrana interna lo hace por sí sola permitiendo a las pollitas nacer sin problemas pasados los 21 días de incubación.
 

La gran ventaja de este método es la capacidad de detección más temprana, el inconveniente el coste de la inversión requerida.
 

Gráfico explicativo del proceso. Fuente: Seleggt.

 

Por esta razón la empresa que ha desarrollado la tecnología - Seleggt - ha formado un consorcio con otra - Respeggt - que se encarga de la tarea no menos importante de verificar que todo lo que llega al mercado ha seguido una serie de normas que aseguran que es un huevo o producto derivado en cuya producción no se han sacrificado pollitos. Por esta razón, este consorcio alemán se dirige a las empresas envasadoras; allí son el eslabón de la mitad de la cadena, que pueden transmitir el sobrecoste a los supermercados y estos al consumidor de manera que el ganadero no asuma más costes de producción. Esto permite incluso que pequeños ganaderos puedan colocar en el mercado los huevos producidos sin necesidad de sacrificar a los "pollitos hermanos".

 

Por otra parte, a pesar de la insostenibilidad de engordar pollitos machos, lo cierto es que también se hace. Algunas granjas los crían a pesar de todo y les va bien ya que son capaces de contar una historia que convierte ese coste extra en un valor añadido, como es el caso de la iniciativa "Huhn & Hahn" ("Pollo & Gallo"). El grupo Respeggt también verifica el engorde de "pollitos hermanos" en base a unas normas claramente definidas (utilización de piensos no modificadas genéticamente, engorde de mínimo 10 semanas y 1,3 kg y comercialización de la carne en Europa ). Otros, como hemos visto los mandan a terceros países y se acabó el problema.


 

También se están desarrollando razas avícolas de doble propósito, es decir que las hembras pongan bastantes huevos y los machos echen buenas pechugas. O lo que viene siendo retroceder a lo que había hace más o menos un siglo, pero esperando que los animalitos produzcan en las cantidades que se demandan hoy en día. Han mejorado muchas cosas desde entonces, pero, amigos, la mejora genética tampoco hace milagros: en las nuevas razas genéticas con cruce de broiler y ponedora ni la gallina pone tantos huevos ni el macho transforma tanta carne. Fuente.
 
 

La llegada al mercado: y esto ¿cuánto me cuesta?
 

Actualmente es posible encontrar huevos o derivados procedentes de industrias que no sacrifican "pollitos hermanos" en los principales supermercados de Alemania, Francia y Países Bajos (Aldi, Lidl, Carrefour, Jumbo, Rewe y unos cuantos más). Como era de esperar, casi todos los estándares alemanes "bio" o "eco" añaden el reclamo del no sacrificio de los pollitos hermanos.
 

Paquete de huevos producidos por el sistema Respeggt. El consumidor puede comprobar en Internet que efectivamente ese huevo está, por decirlo de alguna manera "libre de culpa", e incluso si el pollito hermano fue eliminado cuando todavía estaba en el huevo o si fue engordado. Fuente: Nederlandse Leeuw - Own work, CC BY-SA 4.0,


Realmente, el incremento de costes que llega al consumidor final es de unos 2 ct por huevo, una subida, creo, bastante asumible considerando toda la investigación y tecnología que hay detrás, sobre todo si consideramos el coste unitario de un "huevo eco puesto por una gallina cuyos hermanos no fueron masacrados". He estado investigando los precios de un envase de seis huevos de corral en la cadena de supermercados Rewe: los que utilizan el proceso SELEGGT cuestan 1,69 euros mientras que los de machos engordados suben a 1,79 euros. Por poner contexto, la misma cantidad en su variante ecológica con machos engordados sube a 2,29 euros y uno básico de gallinas criadas en suelo 0,99 euros. En estos márgenes andamos, como consumidora no lo veo excesivo.

 

Pequeña reflexión final
 

La verdad es que este tema tiene miga. Por una parte hace que nos planteemos si entre nuestras prioridades dominan las consideraciones éticas, la sostenibilidad ambiental o la rentabilidad económica. Los tres puntos son importantes y deseables, pero desgraciadamente no suelen coincidir; de la misma manera que es imposible encontrar a alguien que te haga un trabajo bueno, rápido y barato.
 

Afortunadamente contamos con la tecnología, que nos ayuda a lograr ese compromiso: lo hemos visto con el sistema Seleggt o incluso se han obtenido huevos bio-luminiscentes obtenidos en Israel por modificación genética que permitirían la determinación del sexo en el huevo recién puesto. El pequeño escollo es que en la UE esos inventos para tocar los genes gustan entre poco y nada.

Tenía dudas sobre si es conveniente sacar este espinoso tema, máxime cuando no ha habido ninguna campaña ni polémica en los medios españoles. En España la cifra de pollitos sacrificados es de 35 millones y de momento no parece que haya movimientos en ese sentido. Espero me perdone el sector avícola, que bastante tuvo con el cambio a jaulas enriquecidas, por sacar a relucir otro frente más sobre el que, queramos o no, es indispensable trabajar. Pero como en su momento me quejé de que el sector suele funcionar de manera reactiva, a menudo negando la mayor, esta vez seré yo quien le ponga el cascabel al gato.

 

Este logo identifica a huevos producidos de manera que no se sacrifique a pollitos hermanos. Aunque todavía no ha llegado a España, ya lo tenemos en castellano.

Hasta que llegue este asunto a España creo que todavía queda un tiempo. Así que deberíamos aprovecharlo para reflexionar (si eso fuera remotamente posible) acerca de nuestras prioridades y nuestras "red flags" (el "por ahí no paso" de toda la vida).En otras palabras, que no nos autoengañemos, no se puede tener todo. No creo que sea buena idea hacer creer a los ciudadanos que pueden pedir todo y luego legislar en función de los deseos de una ciudadanía previamente engañada. La realidad es tozuda y al final, si tiras mucho de la manta hacia arriba acaban asomando los pies.
 

 

Disclaimer:  Durante la elaboración de esta entrada, ningún pollito sufrió el más mínimo rasguño y la autora aprendió unas cuantas palabrejas más en alemán. Por cierto, enhorabuena si has llegado hasta aquí.


 

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