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viernes, 27 de enero de 2023

SEIS (O MÁS) COSAS QUE POSIBLEMENTE NO SABÍAS SOBRE LA LANA

 Aunque he empezado fuerte con mi apuesta por los alimentos este año, voy a contradecirme y hablar de la lana. Al fin y al cabo, además de alimentarnos, el campo también nos viste. Ya le dediqué una entrada al algodón, y con el frio que está haciendo como que apetece hablar de la lana.  


Cuando se habla de lana, enseguida sale la palabra Merino. Una raza de oveja que produce un vellón de lana particularmente denso con unas características que le dan una calidad especial. Para que te hagas una idea, el grosor promedio de un cabello humano es de 50 a 100 micras y la lana de merino suele tener menos de 22 micras. Detalle del vellón de una oveja merina cortesía de Merino Spain


¿Cómo es y para qué sirve la lana?

La respuesta a la segunda pregunta puede parecer muy obvia, pero al investigar un poco las propiedades que hacen a la lana un material ideal para vestir, resulta que tiene muchas más de las que me imaginaba. La lana es mucho más que la materia prima ideal para confeccionar abrigos, gorros o calcetines y voy a intentar explicar las razones.  

Una fibra de lana no deja de ser un tipo de pelo animal pero bastante más complejo. Posee diversos componentes, organizados en capas y cada uno de ellos aporta diferentes características a lana y los tejidos elaborados con ella. Puedes verlo en este video (una pena que esté solo en inglés). 


 

Bajo un microscopio con suficiente potencia es posible ver cómo la superficie de una fibra de lana está cubierta por una sólida capa protectora de escamas solapadas y ordenadas, como si fuera el tronco de una palmera. Esta capa se denomina cutícula, y además de proteger a la fibra de cualquier daño es la responsable de que se puedan elaborar tejidos de fieltro y que los tejidos de lana muestren bastante repelencia al agua y a las manchas.

La lana limpia mantiene una capa muy delgada de cera sobre la superficie de la fibra que actúa como un repelente superficial de líquidos. Esto permite que una prenda de lana no se empape bajo una lluvia fina o con la niebla, o que sea más fácil limpiar una mancha reciente. Pero, curiosamente, como veremos más adelante, las fibras de lana tienen la capacidad de absorber con facilidad el vapor de agua - y perderlo cuando es interesante -.  
 

La lana de oveja, junto con la alpaca y el cachemir, tienen una estructura única de escamas. Las fibras elaboradas a partir de celulosa como el algodón o el lino, y las fibras sintéticas como el poliéster carecen de estas escamas. Fuente: Woolmark
 
Cuando las fibras de lana se mueven unas contra otras, las escamas de su superficie pueden engancharse entre sí, dando una mayor cohesión y resistencia al conjunto. Esta propiedad se traduce en la posibilidad de elaborar tejidos de fieltro o en ese jersey que ha encogido dos o tres tallas, es decir que puede ser una ventaja o una desventaja según lo que pretendas; en cualquier caso, recuerda que lana y lavadora (movimiento, humedad y calor) son mala combinación.

Un gorro vaquero hecho de fieltro de lana, ¿por qué no? Sigue leyendo y verás que tiene todo el sentido. 

Bajo la cota de escamas, y ordenadas en las dos mitades a lo largo la fibra encontramos dos tipos distintos de células. La manera que tienen estas células de organizarse cuando está creciendo la fibra será responsable del "rizo", ya que estas células se extienden o contraen de distinta manera ante cambios de la humedad ambiental. El “rizo” de las fibras de lana, además de brindar elasticidad a los tejidos permite atrapar cierta cantidad de aire en su interior. Esto último convierte a la lana en un excelente material aislante, tanto térmico como acústico, que se utiliza como material de construcción.

En el interior de la fibra, encontramos una proteína - la queratina - organizada en haces de macrofibras y microfibras. Esta organización es responsable de la capacidad de absorción de humedad y olor, la capacidad antiestática y la resistencia al fuego de los tejidos de lana. Nada menos.

¿Sabías que una fibra de lana puede estirarse por encima de 50% de su longitud original sin deformarse?   


La capacidad de absorber humedad es una de las mayores ventajas frente a sus competidoras. La fibra de lana puede absorber hasta un 30% en peso de vapor de agua sin que dé la sensación que el tejido está húmedo. Las moléculas de agua quedan alojadas en la propia estructura de la fibra y durante este proceso se libera energía en forma de calor. Así, cuando hay frío y humedad una prenda de lana es cálida porque está generando calor, además de aislar del frío exterior. Y paradójicamente también funciona en sentido contrario; en condiciones ambientales cálidas y secas, al perder vapor de agua hacia el ambiente, absorbe calor del cuerpo humano provocando cierta sensación de frescor.

Las características de la queratina hacen también que los tejidos de lana sean prácticamente ignífugos, ya que es difícil de que prenda la llama y que el tejido se mantenga ardiendo. Por si fuera poco, los tejidos de lana son particularmente duraderos y tienen la suficiente resistencia al rozamiento como para que apenas se produzcan esos enredos por frotamiento que dan lugar a las antiestéticas "bolitas".

Todas estas características hacen de la lana de oveja, especialmente de la raza merina, un material muy apreciado en la industria textil. Encontramos lana en las pasarelas y en las tiendas de deportes y actividades al aire libre. Pero también en la casa, formando parte de alfombras, cortinas e incluso colchones (antiguamente se rellenaban de lana y hoy en día puedes conseguirlos en un formato más moderno).
 


La lana también nos sirve para hacer música, ya que los martillos de los pianos modernos están fabricados con lana prensada sobre un núcleo de madera. ¿A que esta no te la esperabas? Fuente: De Philippe Teuwen from Belgium - Piano Serie 7, CC BY-SA 2.0


El ser humano ha sido capaz de desarrollar muchas y diversas fibras sintéticas, pero todavía no ha podido crear una con tantas propiedades como la lana. De hecho, podríamos decir que la lana de oveja merina es casi una elección obligada para quien quiera optar por la moda sostenible: por su origen renovable y sostenible – ovejas criadas en extensivo - y su carácter biodegradable y duradero. Ya solo falta que su propietario no se deje llevar por las modas, aunque considerando el precio y el carácter de "clásicos básicos" de muchas prendas de lana, esto no suele ocurrir.

 

Distintas ovejas, distintos usos

Hay varios animales que producen lana y cada una tiene sus características. Incluso existen grandes diferencias entre las distintas razas ovinas: algunas lanas son más suaves que el cachemir (lana de una raza de cabra de las montañas del Tíbet) y otras solo valen para alfombras o rellenar colchones.  

La lana se divide en tres categorías principales, según el diámetro de la fibra (medido en micras) y su longitud (en milímetros), que son las principales medidas utilizadas para determinar su calidad y uso final.

Fina: La lana más fina proviene de la oveja merina y se utiliza para elaborar tejidos e hilos de punto de alta calidad y tacto suave.  

Media: Se puede producir a partir de ovejas merinas puras o cruzadas con otras razas. Se utilizan en prendas de vestir, lana para tejer y muebles.

Ancha: producida por ovejas de otras razas, conocidas como razas de doble (o triple) propósito porque se crían para obtener tanto carne (o leche) y lana; en España podríamos citar a la oveja churra, la rasa aragonesa o la manchega. Es la más ancha y se utiliza para confeccionar alfombras debido a su resistencia y durabilidad.


Hemos visto como en cuestiones de lana, la oveja merina es la reina. Pero curiosamente hoy en día en España esta raza se aprovecha más por su carne y su leche. Este hecho junto con la triste historia de cómo los que mandaban hace siglos en nuestro país regalaron un tesoro genético a otros reyes que supieron aprovecharlo mucho mejor - lo dejaremos para una próxima entrada.


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viernes, 11 de marzo de 2022

EL ALGODÓN COMO NUNCA LO HAS VISTO ANTES

 Ya iba siendo hora de tocar un cultivo no alimentario pero que tiene una tremenda importancia en el mundo, por sus diversos usos y porque es un cultivo de esos que llamamos "commodity" o lo que es lo mismo una materias primas o productos básicos. Así que comencemos con lo básico.

 

¿De qué está hecho?

La mayoría de las células de los seres vivos son tan diminutas que es necesario utilizar un microscopio para verlas. No es el caso del algodón: si miras de cerca tus pantalones vaqueros o una bola de algodón, verás fibras muy finas parecidas a cabellos. Cada una de ellas fue una única célula. Fuente:Semillas sosteibles ibérica 
 

 
El algodón es la fibra natural más producida en el planeta. Es de origen vegetal, como el lino o el esparto; mientras del lino se aprovechan los tallos y en el esparto las hojas, en el caso del algodón se utilizan las fibras producidas por las propias semillas una vez han madurado la planta. 

 

¿Eres de los que no se puede resistir a comprar algodón de azúcar en las ferias?; si, es todo azúcar pero con esa textura como que no empalaga tanto...curiosa textura que recuerda al algodón. ¿Y si os cuento que el algodón original también está hecho de azúcares?
 

El algodón, como la mayoría de las fibras vegetales, está compuesto por un carbohidrato llamado celulosa. Este a su vez es un biopolímero, o lo que es lo mismo una molécula gigante de origen biológico compuesta por cientos o miles de pequeñas moléculas de β- glucosa. Si eres goloso y estás pensando en pegarle un lametón a una toallita desmaquilladora, no va a funcionar. Primero, porque lo que nosotros entendemos por azúcar es sacarosa (glucosa + fructosa) y segundo, porque en las fibras de celulosa estas moléculas están bien apiladitas y empaquetadas. Las células vegetales incorporan celulosa a sus paredes celulares, para hacer una función similar a los forjados, las vigas y los pilares que permiten a un edificio tenerse en pie.
 

Si te pones a pensarlo, en el fondo esa sudadera de algodón que tanto te gusta es CO2 fijado en forma de celulosa. Las variedades de algodón de mayor calidad tienen las fibras más largas y delgadas y son más resistentes y elásticas. todo esto las hace fáciles de hilar y por tanto más adecuadas para elaborar productos de alta calidad, especialmente prendas de vestir.

 

Pero el algodón es una cosa blandita y sin forma definida, pensaréis con razón. Pues resulta que las fibras de algodón son, más o menos, los restos secos de paredes celulares extraordinariamente largas y gruesas.
 

Bajo el microscopio la fibra se ve como un tubo aplastado formado por tres capas principales: una cutícula (compuesta por ceras y pectinas), una capa primaria con fibras desordenadas y una secundaria compuesta a su vez por capas más finas de fibras de celulosa dispuestas en distintas direcciones. Fuente: Science Direct
 
 

¿Sabías que las fibras de algodón están compuestas por un 88% – 97% de celulosa? Por esta razón se dice que representan la forma natural más pura de la celulosa. El resto de componentes son ceras, proteínas y pectina.

 

¿Cómo se forma una fibra de algodón?
 

 Las fibras de algodón empiezan a formarse poco después de que la flor se abra y sea fertilizada (Día/Day 1), comenzando como células diminutas pero visibles en la superficie de la futura semilla. El día 3 las fibras ya han comenzado a alargarse y tardarán apenas 30 en alcanzar la mayor parte de su gran longitud. Un mes después las fibras han alcanzado su longitud máxima, llenando las vainas de semillas maduras hasta hacerlas reventar. En ese momento el algodón, siempre que la climatología acompañe, está seco y listo para ser cosechado. 

 

 ¿Sabías que las fibras del algodón crecen a partir de la cubierta de las semilla?

 

Evolución de las fibras de algodón. Imágenes usadas con permiso: semillas e inserciones modificadas de Stewart (1975); fibras maduras de Beasley (1975); tomado de aquí  

 

Es posible ver las fibras individuales en un tejido de algodón (woven cotton fabric). De hecho, las fibras del algodón domesticado son las células más largas de cualquier planta son fácilmente visibles a simple vista y alcanzan longitudes de hasta 2 pulgadas (5 cm).
 

La próxima vez que compres una sábana fíjate en dos datos: si mencionan el tipo de algodón o el número de hilos (por pulgada). Una mayor cantidad de hilos suele ser un índice de calidad de la tela, aunque no el único. Para hacer hilos con los que confeccionar tejidos, las fibras individuales se superponen y se retuercen entre sí. Las fibras más largas, como son las del famoso "algodón egipcio" son más valiosas al requerir menos superposición lo que implica que se pueden tejer en hilos más finos. 

 

Y esto es todo de momento. ¿A que no te imaginabas que saber de agricultura te puede ayudar a escoger las sábanas de casa? Pero antes de que puedan convertirse en sábanas, pantalones o camisetas, primero se deben separar las semillas de algodón de la planta y luego las fibras de las semillas, pero eso lo veremos en otra entrada, si os interesa. Solo tenéis que pedirlo en los comentarios.
 

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