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miércoles, 8 de julio de 2015

ABECEAGRARIO: pH

Esta vez tocaba una palabra con "p", y como estamos en el "Año Internacional del Suelo", y ayer concretamente fue el "Día Internacional de la conservación del suelo", la elección era obvia.



El pH es un concepto básico en química, en edafología (la ciencia del suelo) y, cómo no, en agricultura ya que el pH del suelo, entre otras muchas cosas, nos indica qué cultivos que pueden darse bien en un terreno.



El pH es una medida de la concentración de iones de hidrógeno [H+] en una disolución acuosa.Se representa en una escala que va del 0 (extremadamente ácido) al 14 (extremadamente básico). Los valores por debajo de 7.0 son ácidos, los superiores a 7.0 son alcalinos y/o básicos, y los cercanos a 7.0 son neutros (no confundir con el "pH neutro" de los geles de baño, que se refiere al pH de la piel). En la imagen puedes ver el carácter ácido o básico de distintos elementos comunes. Fuente desconocida.



Las letras pH corresponden a la abreviación de “pondus hydrogenii“, concepto traducido del latín como "potencial de hidrógeno". Lo introdujo, allá por 1909, el químico danés S.P.L. Sorensen, que por aquella época era jefe de los laboratorios de la fábrica de cerveza Carlsberg.



Vayamos al grano. Desde el punto de vista de la agricultura, el pH ideal está en torno a 6 - 7, es decir, tirando a neutro. El hecho de que haya más o menos cantidad de iones H+ (bueno, para ser exactos son hidrogeniones H30+) haciendo de las suyas por el agua contenida en el suelo, influirá mucho en el estado de los minerales.



Por ejemplo, en suelos con un pH bajo (muchos H30+), el aluminio y el manganeso, que son tóxicos a ciertas concentraciones, se vuelven más solubles y las raíces los absorben con más facilidad. Por tanto, un pH demasiado ácido, limita el desarrollo de muchos cultivos. Para solucionarlo a menudo se recurre al uso de enmiendas de cal.



Mientras que la lluvia normal y corriente tiene un pH ligeramente ácido (5.65 aprox), la lluvia ácida, (que todavía existe) es una solución suave de ácido sulfúrico y ácido nítrico. Se considera lluvia ácida cuando el pH es menor que 5, pudiendo alcanzar al del vinagre (pH 3). Como podéis imaginar tiene múltiples efectos negativos, especialmente en ríos y lagos. En el suelo será más o menos dañina dependiendo de la capacidad de los distintos suelos para amortiguar esa acidez. Fuente:«Acid rain woods1» de Nipik - Trabajo propio. Disponible bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia Commons.



El centeno es un cereal que crece especialmente bien en zonas frías, con suelos ácidos y poco profundos, como los típicos de zonas montañosas , con duros inviernos y abundantes precipitaciones. Hasta el siglo pasado era la materia prima para elaborar el "pan negro" o " de los pobres", un pan oscuro todavía muy apreciado en los países del norte de Europa (Escandinavia, Alemania, Polonia, Rusia). Fuente: de (Hellahulla) - Trabajo propio Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons.





De la misma manera, un pH alto (pocos H30+) también disminuye bastante la productividad de los cultivos, ya que determinadas sales minerales, esenciales para el desarrollo de las plantas, se hacen menos solubles y por tanto menos disponibles para las plantas. Paradójicamente, para los no iniciados en la química agrícola (osea, la mayoría de nosotros), los suelos con pH alto nos indican la presencia de sales solubles, pero no las "buenas" sino otras que provocan que las sales minerales necesarias para las plantas precipiten y ya no puedan ser absorbidas por las raíces. Se trata de suelos salinos, y para solventar este problema solo cabe recurrir a cultivos y variedades adaptadas a ellos. 


Un suelo demasiado básico, es decir, con pH alto, puede provocar clorosis férrica a las plantas. Conforme aumenta el pH, el hierro, componente básico de la clorofila, deja de estar soluble y por tanto accesible a las plantas. Algunas plantas son especialmente sensibles a este problema: especialmente a las que le gustan los suelos ácidos, como rododendros, hortensias o a este pobre madroño que le tocó vivir en un suelo básico.




Los suelos del desierto de Monegros son un ejemplo de suelos muy alcalinos, debido a aridez del clima y a que se han formado a partir de materiales ricos en yesos. En las zonas con suelos calcáreos, menos básicos que los yesos, se siembran cereales y cultivos forrajeros, gracias en gran parte a la instalación de regadíos. Fuente:




¿Sabías que el 33% de los suelos mundiales están de modera a altamente degradados? Entre las causas están la erosión, la compactación, la contaminación química y el agotamiento de nutrientes. La salinización y acidificación , que hemos visto en esta entrada, son también causas de degradación.

  • Si tienes un huerto y quieres medir el pH de tu suelo (lo cual es muy aconsejable) solo necesitas un recipiente, agua destilada y unas tiras de papel tornasol. Te explican muy bien cómo hacerlo en esta entrada de Agromática.


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Y un interesante post sobre el centeno, un cereal que como hemos visto crece muy bien en suelos ácidos.
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