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jueves, 5 de abril de 2018

UN DÍA EN UN INVERNADERO ALMERIENSE


Estas vacaciones lo hemos vuelto a hacer, nos hemos ido de agroturismo. Y si la última vez nos fuimos a los verdes prados gallegos a ver cómo se producía leche ecológica en Casa Xanceda, esta vez nos hemos ido al extremo opuesto, literalmente, al mar de plástico de la provincia de Almería.

Lola Gómez Ferrón, la entusiasta "alma mater" de "Clisol Turismo agrícola" nos abrió las puertas de sus "casas verdes", como gusta llamar nuestra anfitriona a los invernaderos. En inglés, a los invernaderos se les llama "casas verdes", y en sueco "casas de cultivo", palabras que definen mejor lo que ocurre dentro. En su interior, las plantas crecen y fructifican, no se aletargan esperando la llegada del calor primaveral.

Las 31.000 hectáreas de invernaderos en Almería, solo un 3.4% de la provincia, producen 3,4 millones de toneladas de hortalizas y dan trabajo a 15.500 agricultores. Pero no solo a ellos: alambres, plástico, fitosanitarios, semilla, envases, transporte, investigación...la agricultura de esta región es el motor de la economía. Almería tiene casi 3.000 horas de sol al año, y fue a tocarnos un día nublado, así que recurro a esta foto, más vistosa, de JuliánRojas/El País.

 
Una perspectiva distinta sobre los invernaderos

La visita comenzó con una charla en la que Lola nos explicó el contexto en el que se han desarrollado los invernaderos: muchos días de sol, si, pero también mucho viento, suelos muy pobres y casi nada de lluvia; el agua la reciben de los pozos alimentados por las nieves de Sierra Nevada y la sierra de Gádor que tienen a sus espaldas. En esas condiciones sólo se podía practicar una agricultura de subsistencia.

Así, la Almería que visitó John Lennon en 1966 era una de las provincias más pobres de España; desde 1910 su población no crecía, porque básicamente su gente emigraba a buscar una vida mejor. La agricultura daba lo justo para comer y vender lo poco que sobraba, pero exigía el trabajo de toda la familia, incluidos los niños que tenían que abandonar la escuela para ayudar. Tal como cuenta este documental, pocos años antes se había comenzado a ensayar con los primeros enarenados en los suelos cercanos a la costa, considerados los peores desde el punto de vista agrícola. La idea de los enarenados - cubrir el suelo con mantillo, taparlo con arena para conservar la humedad - y posteriormente cubrir el conjunto con plásticos para proteger al cultivo dio el pistoletazo de salida al desarrollo socioeconómico de la zona. Este desarrollo se ha producido gracias a unos agricultores, y sus familias, dispuestos a trabajar lo que hiciera falta y a dejarse asesorar sobre nuevas maneras de producir.

Con un pequeño almocafre, Lola nos descubre el agua oculta en los enarenados.
 
Y así se fue gestando un paisaje impactante, la quintaesencia de la intervención humana sobre el territorio. En aquellos tiempos se realizaron verdaderas barbaridades: utilización de arena de playa en los enarenados, la quema sistemática de plásticos, o la eliminación de casi cualquier resquicio de naturaleza susceptible de cubrir con plástico, entre otras. Barbaridades vistas desde el presente, claro; la gente de entonces solo quería aprovechar al máximo esa posibilidad de salir de la pobreza y darle un mejor futuro a sus hijos, el concepto de "medio ambiente" yo creo que ni existía.


Los invernaderos y el medio ambiente

Esto del medio ambiente es un tema al que nuestra anfitriona le dio bastante importancia, el mensaje que me quedó a mi es algo así como "hemos heredado este paisaje, es lo que hay, pero hemos cambiado mucho desde entonces y hoy en día incluso podríamos presumir de sostenibilidad ambiental".  Quizás influyera que estaba bastante molesta con un artículo publicado recientemente que se hacía eco de un video de unos jóvenes franceses que animaban a no comer tomates de invernadero por su tremendo impacto ambiental.

A la agricultura de invernaderos se la denomina "agricultura industrial", pero, como bien dice Lola, "un invernadero es la única industria que cuando abre su chimenea sale oxígeno".

El plástico se ha convertido en un gran enemigo y, cada vez se percibe más como algo negativo y artificial. Los plásticos de los invernaderos, tras superar su vida útil, se reciclan , entre otras cosas, en mobiliario urbano. Las empresas encargadas de la recuperación pagan al agricultor unos 8-10 cts por kg de plástico entregado.

Otro residuo importante es el tremendo volumen de restos de material vegetal que se generan tras acabar la campaña y que, paradójicamente, está costando más llegar al 100% de reciclaje. Se está investigando en distintas maneras de darle salida a estos residuos, pero mientras tanto los agricultores pagan una tasa para que se transformen en compost, que actualmente sustituye al estiércol que formaba parte del sistema de enarenados.

¿Te imaginas este invernadero lleno de cabras?.  Es una especie de "reciclaje in situ" en los invernaderos con enarenado: estas aprovechan casi un 70-80% de la biomasa que ha crecido en el invernadero, de manera que habrá menos cantidad que reciclar y por tanto menos canon que pagar. Eso sí, el ganadero debe ser de confianza, ya que los animales tienen que pasar el día anterior en establo para asegurarse que no han tomado pasto que incluyera semillas de malas hierbas.
 

Dos tipos de invernadero

Lola nos mostró los dos tipos básicos de invernadero que hay en Almería.  

Primero el más abundante y sencillo, el de tipo “parral” en el que había plantado tomate cherry. Aquí pudimos observar una  manera muy particular de guiar las plantas, que permite aprovechar al máximo la luz solar y el espacio dentro del invernadero. 

Primero crecen en vertical, luego en horizontal, como si descansaran sobre una pérgola y cuando va acercándose el final de la temporada comienzan a guiarse de nuevo hacia abajo, hacia el suelo. De esta manera, cada tomatera llega a alcanzar los 8 metros desde que se planta en agosto hasta que termina el ciclo de producción en junio.
 


Los dos invernaderos siguientes eran del tipo “multi-túnel o multicapilla, más modernos y automatizados. En el primero de ellos se cultivaban diversas variedades de tomates: cherrys principalmente, kumatos y tomate grande tipo valenciano. Estos tomates los venden a través de su página web y de la cooperativa.

Las plantas que crecen en este invernadero no desarrollan sus raíces en el suelo sino en unos contenedores de fibra de coco. A estos contenedores, a través de los goteros les llega el agua con todos los elementos para crecer y dar frutos. El agua que no absorbe la planta es recogida por una canaleta y se almacena en un depósito desde donde se tomará para reutilizarla en riegos posteriores. De esta manera se aprovecha a fondo cada gota de agua disponible.           

La fibra de coco es un sustrato ideal para las plantas, ya que permite que se oxigenen las raíces. Vale que hay que importarlo (lógicamente), pero su obtención y gestión es algo más sostenible que la "lana de roca",  que también se utiliza habitualmente.

Por fin pude entender el porqué de la curiosa disposición en rombos que adquiere del conjunto de los tallos de las tomateras. Al contrario de las del primer invernadero, estas tomateras se entutoran solo hacia arriba, pero en diagonal, así cubren más espacio, dándole cuerda según la van necesitando.

Uno de los mejores momentos de la visita fue cuando Lola nos animó a probar unos cuantos tomates cogiéndolos directamente de la mata: Cherrys pera, redondos amarillos y rojos, tipo bombilla, kumatos...a cual más sabroso. Y es que la tecnología y la innovación no están reñidas con el sabor.

En el último invernadero crecían pimientos baby, chiquititos y dulces. La planta del pimiento requiere algo más de calor que la tomatera, por lo que en este invernadero había una especie de "doble techo" (un equivalente a poner una manta más en la cama).

El doble techo no se coloca de cualquier manera. Para evitar que caiga agua de condensación sobre las plantas (que les sienta fatal) las zonas bajas, que acumulan y drenan ese agua, apuntan a la mitad del pasillo que forman las plantas.

El 85% de importancia de la vida de la planta lo marca el clima. El agricultor poco puede hacer respecto a lo que ocurre fuera del invernadero, pero si puede influir en las condiciones del interior jugando con las ventanas de ventilación, los dobles techos y el manejo del blanqueo (es el encalado dela cubierta del invernadero). Para ayudarle en la tarea, los invernaderos más modernos disponen de una pequeña estación meteorológica conectada a un ordenador central que permite controlar las condiciones ambientales de su interior.

Estas plantas de pimiento no tienen muy buen aspecto, han perdido color y tienen las hojas curvadas porque han pasado frio recientemente y porque están ya viejitas (ocho meses es una edad respetable para una planta herbácea). A su manera las plantas se comunican con nosotros, y agricultores como Lola han de estar atentos a los mensajes que envían para poder cuidarlas lo mejor posible.

El bienestar de las plantas es básico, pero el de las personas es también importante. Gracias a estos carritos que circulan a lo largo de unos rieles, se puede recoger cómodamente la cosecha, sin doblar el espinazo. A ambos lados de la silla hay espacio para las cajas donde se colocando los frutos. Mi hijo se prestó voluntario para mostrar cómo se utilizan los carritos, el problema es que los brazos no le llegaban y los pimientos estaban recogidos recientemente.

Los bichos que ayudan al agricultor

Otra de las ideas clave que transmite estupendamente Lola son las ventajas de la lucha biológica contra las plagas, aunque sea algo mucho más complicado que soltar bichitos y sentarse a esperar.

Los niños tuvieron la oportunidad de colocar bolsitas con araña predadora en las plantas de pimiento. Y por si no se lo creían, les prestó un cuentahilos para descubrirlas.
 
En la foto anterior a lo mejor os ha chocado que el suelo esté lleno de hojas, parecería que el encargado de podar las tomateras (si, las tomateras se podan) es un poco dejado. Pues resulta que esas hojas están cumpliendo una importante función, son el refugio de unos bichitos que se alimentarán de dos plagas importantes que atacan al tomate: la Tuta absoluta y la mosca blanca. Esos bichitos se llaman Nesidiocoris, "Nesi" para los amigos y es uno de los bichitos estrella en la lucha biológica por su gran eficacia. Gracias a la lucha biológica, se puede reducir al máximo el uso de productos fitosanitarios y así alcanzar sin problemas los estrictos límites que marca la distribución.

Este bote incluye 500 adultos y ninfas de Nesidiocoris. El problema de Nesi, según los agricultores es que "es un poco puñetero, cuando acaba con la carne, empieza con la ensalada". En otras palabras, que normalmente se zampa otros insectos pero si le falta comida no tiene reparo en seguir con la tomatera. Y es que las poblaciones de fauna auxiliar tienen que mantenerse en equilibrio: han de estar listos para actuar en cuanto aparezca la plaga (de ahí la utilidad del refugio) pero no puede haber demasiados, sobre todo en condiciones de escasez de presas. Por si acaso, para evitar ataques a los cultivos, se puede alimentar artificialmente a los Nesis con larvas inertes de mariposa. 

¿Sabías que existen granjas de insectos? No son para comer (aunque empieza a estar de moda) sino para ayudar a combatir plagas y polinizar cultivos.

Los otros bichos importantísimos en los invernaderos son las colmenas de abejorros que polinizan las flores de multitud de cultivos. Para sandias y melones se utilizan abejas melíferas, proporcionadas por apicultores locales.

La caja que envuelve la colmena incorpora unas señales, invisibles al ojo humano pero evidentes para los abejorros, que les permite localizar con facilidad la colmena. De esta manera, la energía extra que gastarían en buscar su colmena la destinan a recolectar polen, que es su trabajo. Lola las llamó "colmenas faro" y aquí podéis descubrir esas señales ocultas.

El broche final

La visita va tocando a su fin, y mientras Lola conversa con los adultos, los más pequeños se dedican a plantar una joven tomatera y sembrar unas judías en unos bloques de lana de roca.


Una vez terminada la labor, y ya con bastante hambre, terminamos el recorrido con una  degustación de mini-hortalizas, regadas con aceite de oliva virgen extra, y acompañadas de pan, miel y otros productos de la zona. Nosotros aprovechamos para charlar un rato con Lola y, cómo no, llevarnos unas cuantas "golosinas" a casa.

Sabroso plato de las mini-hortalizas que nos trajimos de Clisol. Tomates cherry de diversas variedades, pimientos y pepinos enanos.
Decir que me encantó la visita es poco; no solo por todo lo que ví y aprendí, sino por el entusiasmo contagioso de Lola Gómez Ferrón por su trabajo. Su objetivo es que el visitante tenga una visión objetiva y real de cómo se producen las hortalizas en invernadero; y yo creo que lo consigue con creces, no sólo por el simple hecho de abrir las puertas de sus invernaderos sino por la manera de contar a la gente su trabajo y el de miles de agricultores almerienses.  

En contrapartida, y gracias a las conversaciones con los visitantes, ella puede saber de primera mano lo qué piensa el consumidor del trabajo del agricultor y de las verduras y hortalizas que obtiene. Información tremendamente valiosa para ampliar su visión y mejorar en su trabajo.


Otras entradas que te podrían interesar:

Obviamente, si quieres saber más sobre invernaderos, esta entrada es imprescindible ABECEAGRARIO: INVERNADERO.

Aquí tenéis la crónica de la visita a Casa Xanceda - UN DIA EN UNA GRANJA DE LECHE "ECO" EN GALICIA - otro mundo, pero la misma disposición a abrir las puertas de las granjas y enseñar su trabajo al consumidor final.



La primera vez que hablé sobre agroturismo fue tras nuestra visita a una granja francesa de patos, en LA GRANJA SE ABRE ALCONSUMIDOR.

miércoles, 7 de febrero de 2018

ABECEAGRARIO - INVERNADERO

Con la "i" vamos a tratar un tema imprescindible hoy en día en el mundo de la agricultura, particularmente en la española.

¿Sabías que China, con 82.000 hectáreas, y España, con 70.000 ha, son los dos primeros países con más superficie agrícola dedicada a la producción hortofrutícola en invernaderos permanentes?

Ejemplo de un cultivo de tomates tipo cóctel en Almería en un invernadero multitúnel, con todo tipo de tecnologías. Fuente: Goldlocki/ Wikipedia, CC BY-SA 3.0.

¿Qué es?

Un invernadero es una estructura cerrada, cubierta por materiales transparentes o semitransparentes, que genera un microclima artificial en el que se pueden cultivar plantas en condiciones óptimas durante todo el año.


Al vivir las plantas en unas condiciones de vida tan favorables aumenta su producción y la calidad de esta, ya que no están expuestas a diversos factores de estrés (calor, heladas, viento, plagas).
 

Invernaderos caseros vs "industriales"

Muchas de las personas que cultivan huerto tarde o temprano se plantean comprar o construirse uno, ya sea para preparar los semilleros o para tener cultivar alguna planta especial que requiera un calorcito extra. En Internet es fácil encontrar un tutorial que muestre cómo construirse un invernadero paso a paso (este es mi favorito) aunque también existe la opción de comprarlo listo para montar para los menos habilidosos. Tened cuidado con los más baratos y/o "cuquis", porque a menudo la economía y la estética están reñidas con la funcionalidad. Y lo digo por la experiencia de haber perdido semilleros un soleado día de invierno, asfixiados en un invernadero monísimo pero sin ventilación alguna.
 

Precisamente es la funcionalidad lo que buscan los invernaderos profesionales, que tienen que sacar adelante cosechas muchísimo más grandes que las del mejor hortelano "amateur". Aparte, lógicamente, de que los invernaderos son mucho más grandes los ingenieros le han dado mil vueltas a la cabeza para conseguir que estas estructuras sean capaces por ejemplo de producir en su interior dos temporadas enteras de perfectos y deliciosos tomates cherry en un solo año.
 

El diseño de un invernadero
 

A la hora de construir un invernadero se tienen en cuenta muchos más factores de los que uno imagina. La orientación, la altura (que determinará la radiación solar que reciben las plantas) o la forma e inclinación del techo (plana, curva, a dos aguas...) son factores tienen gran importancia en la circulación del aire.
 

Y es que la ventilación es algo crucial en los invernaderos de zonas cálidas, porque de ella depende el control de la temperatura, la humedad y la concentración de CO2. Aunque pueden instalarse sistemas de ventilación mecánica, prácticamente todos los invernaderos recurren a las ventanas como sistema de ventilación natural. Estas pueden situarse en el techo o en los laterales del invernadero y ser enrollables o abatibles. 
 

La estructura de un invernadero ha de soportar la cubierta, las inclemencias del tiempo y los diversos elementos que se instalan en el interior. Estos deben proyectar el mínimo de sombra posible y facilitar el movimiento de personas y de maquinaria ligera. En los invernaderos muy tecnificados, eso no siempre resulta fácil.
Fuente: Steven/ DP. Wikimedia/
Tipos de invernaderos
 

Si atendemos a la estructura o los materiales con los que están construidos podemos distinguir tres tipos principales.
 

El invernadero tipo "parral"
 

Es el invernadero típico de la costa almeriense. Son bajitos para adaptarse a las condiciones climáticas de esta zona (horas de sol, fuertes vientos).
 

Son los más sencillos y apenas permiten la automatización de ciertas labores pero su principal ventaja es que requieren una menor inversión, dado el menor coste de los materiales necesarios para su construcción (madera, hierro, plástico).
 

Los invernaderos tipo parral son los más asequibles para pequeños agricultores. Fuente: Pixabay

Desde que en 1961 se cubrieran con plástico los primeros parrales (estructuras donde se criaba las parras para producir uva de mesa), este tipo de invernadero ha tenido un impacto enorme en el desarrollo socio-económico de Almería, y en muchos países del mundo donde se ha aplicado. 


En este vídeo, muy recomendable, cuentan cómo se pasó de un terreno que era "criadero de caracoles y alacranes" al "mar de plástico" actual.    


Invernaderos multitúnel o multicapilla de plástico rígido
 

Este grupo incluye una variedad de estructuras totalmente metálicas, prefabricadas que se instalan, más o menos, como si fuera un mecano. La cubierta del techo es de filme plástico mientras que los frontales y laterales pueden estar fabricados con plásticos rígidos que aportan distintas propiedades (policarbonato, PVC, poliéster con fibra de vidrio...) al invernadero según sea su destino. Es una estructura frecuente en climas templados, por ejemplo en el mediterráneo norte (Barcelona, sur de Francia y norte de Italia) para la producción de hortalizas, flor cortada y plantas ornamentales.
 

El invernadero multitúnel se está extendiendo por la versatilidad que ofrece y su mayor capacidad para controlar las condiciones ambientales del interior. Fuente: Rufepa
  
Invernaderos de cristal o "Tipo Venlo".
 

Se caracterizan por utilizar cristal en vez de plásticos. El cristal es el material que mejor se comporta térmicamente, por lo que se emplea sobre todo en zonas de clima frío o para cultivos específicos que requieren una temperatura estable y elevada.
 

El inconveniente del vidrio, comparado con los materiales plásticos, es que pesa bastante y las piezas son pequeñas. Esto hace que requiera la construcción de estructuras muy reforzadas, que disminuyen la radiación solar en el interior y que encarecen el conjunto considerablemente.
 

Un buen ejemplo de este tipo de invernaderos. Fuente:Desconocida/Wikimedia Commons 
Crecer en un invernadero

Podríamos ver al invernadero como una especie de "incubadora" de plantas, aun asumiendo que estas completarán ahí dentro todo su ciclo vital. Ofrece en todo momento las condiciones de vida óptimas para el desarrollo de las plantas y las protege frente al frio, el calor o frente a distintos organismos que puedan dañarla.
 

Las plantas pueden crecer directamente del suelo, como en los invernaderos de fresas, sobre amplias mesas si se trata de invernaderos dedicados a producir plantones, o sobre estructuras por las que circula el agua llena de nutrientes en el caso de sistemas hidropónicos

 Las fresas de principio de temporada crecen en grandes caballones protegidos por una estructura tipo invernadero, pero más abierta.

Si, esas lechugas tan caras y con tan buen aspecto posiblemente vengan de un invernadero con sistema hidropónico. Fuente: Freshplaza


Lo más habitual hoy en día es cultivar las plantas en unas bolsas llenas de un sustrato inerte, normalmente "lana de roca". La planta desarrolla las raíces en su interior y estas reciben la cantidad exacta de agua y nutrientes que necesita a través de un sistema de riego por goteo especializado. Este sistema se denomina "fertirrigación", y creo que habrá que dedicarle otra entrada.
 

El espacio de un invernadero es limitado y en algunos cultivos se hace crecer a las plantas de tal manera que aprovechen el espacio al máximo y que permitan trabajar cómoda y rápidamente a los operarios. ¿Cómo? conduciéndolas en vertical apoyándolas en cuerdas, realizando lo que se denomina el "entutorado". Fuente: Cortesía de Syngenta.


¿Sabías que una planta de tomate, crecida y formada en invernadero, puede llegar a medir tres metros?
 Stop bichos (o no)

¿Sabías que el sistema de cultivo bajo invernado es pionero en la utilización de control biológico de plagas?


Todo este control de las condiciones ambientales es posible porque los invernaderos están prácticamente aislados del mundo exterior. Esto ayuda a luchar contra las plagas, ya que en el caso de que logren entrar, son más fáciles de controlar al estar en un recinto cerrado.
 

Pero lo primero es tomar medidas para evitar que entre cualquier organismo que pueda causar problemas - virus, bacterias, hongos o insectos -. Esto se hace utilizando material vegetal (semilla o plantones) con sanidad certificada, restringiendo las entradas al interior del invernadero o colocando mallas anti-insectos. Esto es algo importante, porque si llegara a entrar una plaga de insectos, el invernadero es un sitio ideal para expandirse: calentito, sin grandes oscilaciones de temperatura y con plantas bien alimentadas para comer.
 

Para prevenir la entrada de enfermedades provocadas por virus o bacterias lo más seguro es adquirir semillas o plántulas a un proveedor certificado. Y aún así, estos microorganismos a veces se salen con la suya, como en el caso de este pimiento tan saleroso afectado por un virus.


Como resulta que la Unión Europea cada vez restringe más el uso de productos fitosanitarios, especialmente en horticultura, y el control sobre los residuos es tremendamente exigente (a menudo las comercializadoras exigen limites más exigentes aún) los agricultores han optado por recurrir a la Producción Integrada. Algún día también le dedicaré una entrada a este interesante sistema de producción, pero resumiendo, quedaos con que intenta reducir al máximo posible el uso de productos fitosanitarios utilizando todas las técnicas agronómicas y biológicas a su disposición.
 

La cochinilla algodonosa o cotonet (Planococcus citri) es un insecto difícil de combatir  con insecticidas gracias al caparazón que le protege, pero es muy vulnerable a un voraz depredador como Cryptolaemus montrouzieri. Fuente: Cortesía de Syngenta.

Una de las más importantes hoy en día es la "lucha biológica", que también resumiendo (y recurriendo a wikipedia) es un "método agrícola de control de plagas que usa depredadores, parásitos, herbívoros u otros medios naturales".  

¿Sabías que el 100% de la producción de pimiento de Almería se realiza utilizando métodos de control biológico de plagas? El objetivo es conseguirlo con el resto de cultivos, y no queda lejos.

 Pero el aislamiento total tiene una pega. Si no puede entrar ningún insecto, cultivos como el tomate no podrían producir frutos porque nadie polinizó sus flores. ¿Nadie? Pues no, actualmente se utilizan colonias de abejorros que viven en colmenas portátiles. Estas se colocan en determinados puntos del invernaderos y sus moradores hacen su trabajo de polinizadores con eficiencia. Así tenemos este problema también solucionado. 

Una colmena de abejorros portátil para invernaderos. Fuente: Cortesía de Syngenta.

Una visita al interior del invernadero


Como resumen y para terminar, os dejo con este vídeo en el que aparecen algunas de las cosas que he contado.
No sé si a partir de ahora veréis a los invernaderos de otra manera. Si es así, y os ha llamado la atención esta manera de producir verduras y frutas, sabed que es posible visitar y aprender cómo funciona un invernadero por dentro. La empresa Clisol, en Almería ofrece la posibilidad de disfrutar de este turismo tan particular. 

 
Ah, se me olvidaba; invernadero en inglés es greenhouse

Otras entradas que te podrían interesar:
 

Reconozcámoslo, los tomates de invernadero muy buena fama no tienen (a pesar de que los famosos RAF lo sean al 100%). Cuento por qué en: AQUELLOS TOMATES
 

Hay un lugar en una esquinita de la península donde se produce, casi todo el año en invernadero, la mayoría de los tomates cherry que consumimos en España y parte de Europa. Lo cuento en: EL PARAISO DE LOS TOMATES CHERRY  

A pesar de que un invernadero es el lugar ideal para que crezcan plagas, quizás sean los sitios donde menos productos fitosanitarios se utilicen. Si quieres saber más sobre sanidad vegetal, no te pierdas esta entrada.
NO, LOS AGRICULTORES NO PRETENDEN ENVENENARTE