DE FRESITAS Y FRESONES
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Ya parece que el calor ha venido para
quedarse, pero la fruta de verano no está todavía en su punto, así que de
momento habrá que seguir con las fresas, aunque su temporada buena buena es en
abril y mayo. A ellas y a sus primos los fresones, va dedicada esta entrada.
No son lo mismo fresas que fresones
Algunos tendrán la inmensa suerte de vivir cerca de un bosque frondoso, de estos de cuento y podrán pasear por caminos y linderos en busca de la diminuta y aromática fresa silvestre - Fragaria vesca - que es su nombre científico. El resto de los mortales, o cualquiera que quiera una cantidad razonable de fresas a un precio razonable, tendremos que conformarnos con las cultivadas.
Fresa silvestre en un bosque sueco. Foto de Philip Jägenstedt. |
Se conocen más de 20 especies de Fragaria y con algunas de ellas se han obtenido
miles de variedades mediante hibridación, (mira aquí si quieres saber en qué consiste un híbrido) cruzando unas especies con otras,
vamos. Entre las fresas cultivadas tenemos algunas parecidas a sus ancestros
silvestres - la variedad Reina de los valles por ejemplo -, cuyo cultivo es
bastante delicado y son más bien un producto gourmet. Por su parte, el antepasado
de todas las variedades actuales de fresón se obtuvo en Europa en el siglo XIX a
partir del cruce de fresas americanas, Fragaria
virginiana del norte y Fragaria
chiloensis del sur. El fresón que conocemos y consumimos es un híbrido; se llama
Fragaria x ananassa y se cultiva mayoritariamente
en sistemas de horticultura intensiva.
En España la provincia de Huelva se
produce el 94% de la fresa española. Entre las desembocaduras del Guadalquivir
y el Guadiana el suelo es más bien arenoso, cosa que le gusta a la fresa. El
agua, dulce, que la salobre le sienta fatal. El clima mediterráneo subtropical,
con temperaturas suaves y pocas heladas permite a las plantas producir fresas
mucho antes que en el norte de Europa.
Aquí la variedad “Camarosa” ocupa un 98 %
de la superficie gracias a su productividad y calidad; es además la más precoz
y se adapta a las condiciones de cultivo de esta zona. El fresón “Camarosa” se
creó en la Universidad de California y, al igual que ocurre con tantas cosas
sujetas a derechos de propiedad intelectual (que la mejora genética es algo más
que rellenar un sudoku de los difíciles) requiere de licencia para su
multiplicación y los productores de planta de fresa tienen que pasar por caja. También
se cultivan otras variedades: Tudla, Oso Grande, Cartujo, Carisma, etc; con una
o varias características específicas: resistencia a la clorosis férrica (los
suelos con demasiada cal le producen “anemia”), plantaciones fuera de la época
normal (para alargar la temporada) y aptitud para el transporte (tienen que
viajar miles de kilómetros hasta llegar al norte de Europa) y a la conservación
en frigorífico (tienen que aguantar todo el viaje).
El cultivo del fresón
La planta de la fresa va cambiando su comportamiento a lo largo del año. En otoño, comienza a acumular reservas en las raíces en respuesta al descenso de la temperatura y los días más cortos. En invierno entra en una fase de latencia – sin perder las hojas, ya que es perenne – hasta acumular las horas de frío necesarias para salir de ella. En primavera con los días más largos y la subida de temperaturas, la planta se pone a trabajar a tope, formando las flores y los frutos. En verano la planta se multiplica vegetativamente por estolones.
La planta de la fresa va cambiando su comportamiento a lo largo del año. En otoño, comienza a acumular reservas en las raíces en respuesta al descenso de la temperatura y los días más cortos. En invierno entra en una fase de latencia – sin perder las hojas, ya que es perenne – hasta acumular las horas de frío necesarias para salir de ella. En primavera con los días más largos y la subida de temperaturas, la planta se pone a trabajar a tope, formando las flores y los frutos. En verano la planta se multiplica vegetativamente por estolones.
Estolones de fresa. Foto tomada de www.urbanicultor.es |
Desde el punto de vista del clima, la
fresa puede crecer en casi cualquier lugar - resiste muy bien las heladas y es
capaz incluso de sobrevivir a temperaturas de 55 ºC. Otra cosa es su cultivo,
ya que para conseguir fresas en condiciones hacen falta una temperatura media
anual de 15 a 20 ºC: demasiado frío (menos de 12 ºC) cuando se están formando los
frutos hace que estos se deformen; demasiado calor hace que las fresas maduren demasiado
rápido, y no alcancen el tamaño adecuado para ser vendidas. Ya hemos visto
además que necesita pasar frío (X días con temperaturas por debajo de 7 ºC)
para desarrollarse y dar muchas y buenas fresas.
Como en Huelva los inviernos son más bien
suaves, las fresas no pueden acumular el frío necesario; hay que traérselas de
viveros situados en zonas más frías o con instalaciones frigoríficas, ya
creciditas y listas para fructificar y producir. Al contrario que la fresa, el
fresón da fruto durante una sola temporada o dos como mucho, pasada la cual se
eliminan las plantas.
Con el campo de cultivo vacío se procede
a tratar el suelo ya que estas plantas son tremendamente sensibles a hongos del
suelo, nematodos (“lombricillas”, para entendernos) y malas hierbas. Esto se
suele hacer tapando el suelo con plástico e inyectando por debajo productos
fitosanitarios – hasta hace no mucho se utilizaba el bromuro de metilo, pero se
prohibió porque contribuía al efecto invernadero – o dejando que recueza con
los calores del verano todo bicho viviente que viva ahí debajo, técnica
denominada “solarización”.
Antes de que llegue la planta se cubren
los caballones con cubiertas de plástico negro que cumplirán tres funciones:
impedir que salgan malas hierbas, mantener el suelo calentito y evitar el
contacto de las futuras fresas con los organismos del suelo, evitando así que
se estropeen. Según las circunstancias se suele optar por levantar túneles de
plástico grandes o pequeños, incluso invernaderos, que contribuirán a forzar el
ciclo vegetativo.
Si a estas técnicas de cultivo que
permiten obtener fresón desde el invierno al verano y le añadimos una decidida
apuesta la calidad (cosecha manual, sistemas de lucha integrada frente a
plagas, nuevos sistemas de cultivo hidropónico, etc.) no es de extrañar que más
del 85% de la fresa de la región se destine a la exportación, principalmente Francia,
Alemania o Reino Unido. De hecho, la provincia de Huelva es el primer productor
de fresas de toda Europa y el segundo mundial tras el estado de California.
Invernadero de fresas. Foto de archivo. |
Una planta muy fácil de tener en casa
Bueno, para terminar y dado que la fresa
y el fresón son plantas estupendas para tener en casa os pongo enlaces que me
han gustado de los innumerables blogs de huerto urbano para quien se quiera animar. Un resumen de lo que he
contado, con alguna cosilla interesante mas lo tenéis en http://unhuertourbano.blogspot.com.es/2012/04/variedades-de-fresones-para-el-huerto.html.
De la página http://www.urbanicultor.es/categoria/tags/fresas
muy clara y técnica ella, he cogido la foto de los estolones. Para los que
tienen prisa y les gusta ir al grano tenemos http://www.edujardin.es/fresa-del-bosque-en-la-terraza/
todo bastante clarito, aunque habla de sembrar fresas, que es más lento y
difícil que reproducirlas por estolones. Esta para los manitas que acumulan
demasiadas bolsas de rafia en casa, http://ecocosas.com/agroecologia/fresas-con-una-bolsa/.
A
Bueno, pues ya que sabéis como se cultiva la fresa, animaros con una plantita y buen provecho.
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Bueno, pues ya que sabéis como se cultiva la fresa, animaros con una plantita y buen provecho.
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