Mostrando entradas con la etiqueta carbohidrato. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta carbohidrato. Mostrar todas las entradas

viernes, 11 de marzo de 2022

EL ALGODÓN COMO NUNCA LO HAS VISTO ANTES

 Ya iba siendo hora de tocar un cultivo no alimentario pero que tiene una tremenda importancia en el mundo, por sus diversos usos y porque es un cultivo de esos que llamamos "commodity" o lo que es lo mismo una materias primas o productos básicos. Así que comencemos con lo básico.

 

¿De qué está hecho?

La mayoría de las células de los seres vivos son tan diminutas que es necesario utilizar un microscopio para verlas. No es el caso del algodón: si miras de cerca tus pantalones vaqueros o una bola de algodón, verás fibras muy finas parecidas a cabellos. Cada una de ellas fue una única célula. Fuente:Semillas sosteibles ibérica 
 

 
El algodón es la fibra natural más producida en el planeta. Es de origen vegetal, como el lino o el esparto; mientras del lino se aprovechan los tallos y en el esparto las hojas, en el caso del algodón se utilizan las fibras producidas por las propias semillas una vez han madurado la planta. 

 

¿Eres de los que no se puede resistir a comprar algodón de azúcar en las ferias?; si, es todo azúcar pero con esa textura como que no empalaga tanto...curiosa textura que recuerda al algodón. ¿Y si os cuento que el algodón original también está hecho de azúcares?
 

El algodón, como la mayoría de las fibras vegetales, está compuesto por un carbohidrato llamado celulosa. Este a su vez es un biopolímero, o lo que es lo mismo una molécula gigante de origen biológico compuesta por cientos o miles de pequeñas moléculas de β- glucosa. Si eres goloso y estás pensando en pegarle un lametón a una toallita desmaquilladora, no va a funcionar. Primero, porque lo que nosotros entendemos por azúcar es sacarosa (glucosa + fructosa) y segundo, porque en las fibras de celulosa estas moléculas están bien apiladitas y empaquetadas. Las células vegetales incorporan celulosa a sus paredes celulares, para hacer una función similar a los forjados, las vigas y los pilares que permiten a un edificio tenerse en pie.
 

Si te pones a pensarlo, en el fondo esa sudadera de algodón que tanto te gusta es CO2 fijado en forma de celulosa. Las variedades de algodón de mayor calidad tienen las fibras más largas y delgadas y son más resistentes y elásticas. todo esto las hace fáciles de hilar y por tanto más adecuadas para elaborar productos de alta calidad, especialmente prendas de vestir.

 

Pero el algodón es una cosa blandita y sin forma definida, pensaréis con razón. Pues resulta que las fibras de algodón son, más o menos, los restos secos de paredes celulares extraordinariamente largas y gruesas.
 

Bajo el microscopio la fibra se ve como un tubo aplastado formado por tres capas principales: una cutícula (compuesta por ceras y pectinas), una capa primaria con fibras desordenadas y una secundaria compuesta a su vez por capas más finas de fibras de celulosa dispuestas en distintas direcciones. Fuente: Science Direct
 
 

¿Sabías que las fibras de algodón están compuestas por un 88% – 97% de celulosa? Por esta razón se dice que representan la forma natural más pura de la celulosa. El resto de componentes son ceras, proteínas y pectina.

 

¿Cómo se forma una fibra de algodón?
 

 Las fibras de algodón empiezan a formarse poco después de que la flor se abra y sea fertilizada (Día/Day 1), comenzando como células diminutas pero visibles en la superficie de la futura semilla. El día 3 las fibras ya han comenzado a alargarse y tardarán apenas 30 en alcanzar la mayor parte de su gran longitud. Un mes después las fibras han alcanzado su longitud máxima, llenando las vainas de semillas maduras hasta hacerlas reventar. En ese momento el algodón, siempre que la climatología acompañe, está seco y listo para ser cosechado. 

 

 ¿Sabías que las fibras del algodón crecen a partir de la cubierta de las semilla?

 

Evolución de las fibras de algodón. Imágenes usadas con permiso: semillas e inserciones modificadas de Stewart (1975); fibras maduras de Beasley (1975); tomado de aquí  

 

Es posible ver las fibras individuales en un tejido de algodón (woven cotton fabric). De hecho, las fibras del algodón domesticado son las células más largas de cualquier planta son fácilmente visibles a simple vista y alcanzan longitudes de hasta 2 pulgadas (5 cm).
 

La próxima vez que compres una sábana fíjate en dos datos: si mencionan el tipo de algodón o el número de hilos (por pulgada). Una mayor cantidad de hilos suele ser un índice de calidad de la tela, aunque no el único. Para hacer hilos con los que confeccionar tejidos, las fibras individuales se superponen y se retuercen entre sí. Las fibras más largas, como son las del famoso "algodón egipcio" son más valiosas al requerir menos superposición lo que implica que se pueden tejer en hilos más finos. 

 

Y esto es todo de momento. ¿A que no te imaginabas que saber de agricultura te puede ayudar a escoger las sábanas de casa? Pero antes de que puedan convertirse en sábanas, pantalones o camisetas, primero se deben separar las semillas de algodón de la planta y luego las fibras de las semillas, pero eso lo veremos en otra entrada, si os interesa. Solo tenéis que pedirlo en los comentarios.
 

Otras entradas que te podrían interesar: 

Del esparto como fibra vegetal hablamos un poco en

Y de otros cultivos básicos o commodities


martes, 7 de mayo de 2013

TODO LO QUE QUERÍAS SABER SOBRE EL AZÚCAR



Ya viene el calor y el cuerpo nos pide refrescos y zumitos. Y no sé por qué me viene a la cabeza aquel anuncio de zumo, que reflejaba esa “moda anti-azúcar” que se mantiene con fuerza hoy día.  

Imagen de Corinna Schenk en Pixabay
Imagen de Corinna Schenk en Pixabay



  
¿Quién no ha dicho alguna vez eso de “nooo, asucar no”?


Aprovechando que he sido siempre más de azúcar que de sacarina y que además tenía algunas dudillas sobre el tema, decidí dedicarle una entrada. Y he descubierto muchas interesantes que compartir.

Una historia de viajes, guerras e intereses comerciales

Ya sé que mi blog va de agricultura y alimentación, pero es que el azúcar tiene una historia curiosa y no podía resistirme.

Parece que la caña de azúcar procede de Nueva Guinea y acompañó a las poblaciones humanas que atravesaron Asia y la India. Fue viajando despacito hasta Occidente ya que el secreto del “junco que da miel sin abejas” daba beneficios lo suficientemente jugosos como para no ir contándolo por ahí. Griegos y romanos conocían el azúcar y le denominaban “Sal de la India”. Sin embargo, fueron los árabes los que introdujeron y desarrollaron el cultivo de la caña de azúcar en los lugares que iban conquistando y que eran apropiados para su desarrollo; así llegó al sur y el levante de la Península Ibérica, lugares con un clima suave y al abrigo de vientos fríos.




En la costa granadina aun se cultiva caña de azúcar de manera residual. En España hay cultivadas unas 2.200 ha. en Málaga, Granada y Canarias principalmente, una minucia dentro de los 22 millones de ha en todo el mundo. Archivo propio.

Con la toma de Constantinopla en 1453 se interrumpe el comercio con Oriente y el tráfico de azúcar, considerada como una especia, deja de ser rentable. En Occidente se ponen las pilas y empiezan a cultivar la caña donde pueden; los portugueses en Azores y Madeira y los españoles en Canarias y el Nuevo Mundo. Colón en su segundo viaje (en 1.496) fue el que llevó ejemplares de caña de azúcar a América, pero los portugueses enseguida nos cogieron la delantera con sus plantaciones en Brasil y le siguieron los franceses y los holandeses en sus respectivas colonias. De esta manera comenzó uno de los capítulos más amargos de la historia del hombre, el tráfico de esclavos.

Hasta el siglo XVIII el azúcar era un producto de lujo y su comercio hacía ricos a unos cuantos. Así que no es de extrañar que se arrinconara el descubrimiento de que se podía obtener azúcar a partir de la remolacha azucarera, especie cultivable en tierras europeas. Cuando las colonias empezaron a volverse ariscas y dieron muestras de querer independizarse, Napoleón le vio las orejas al lobo y comenzó a apoyar el cultivo de la remolacha para poder autoabastecerse. Junto con los cultivos de remolacha, a principios del siglo XIX se instalan las primeras fábricas azucareras por toda Europa y es cuando se difunde su consumo entre todas las clases sociales. En España no se empezó a sembrar remolacha hasta finales del siglo pasado, cuando comienzan los problemas con Cuba.


Un poco de ciencia para entendernos

Hemos visto que dos plantas muy distintas producen azúcar. Y ese azúcar es el mismo, habría que añadir, pero no adelantemos acontecimientos. Antes que nada aclarar que lo que conocemos y consumimos como azúcar es la sacarosa, una molécula formada por otras dos moléculas, una de glucosa y otra de fructosa. Probablemente también os suenen la lactosa (el único azúcar producido por animales) o la maltosa (procedente de la degradación del almidón de los cereales y utilizada en la elaboración de cerveza). Estas moléculas y alguna más, unas dulces y otras no, sueltas o agarraditas formando a su vez moléculas de varios tipos y tamaños …conforman los famosos hidratos de carbono, nuestro combustible en la vida diaria. Aquí puede verse un cuadro con todas ellas.

Las plantas fabrican fructosa, glucosa y sacarosa a partir de la energía del sol. Unas lo acumulan en los frutos para que los animales se las coman y dispersen sus semillas (unas cerezas o unas moras), otras los transforman en carbohidratos complejos y lo almacenan en forma de almidón, como reserva para sí mismas (la patata) o para sus semillas (los cereales). El caso es que la caña de azúcar y la remolacha azucarera son campeonas en esto de fabricar sacarosa, y gracias a ello tienen el éxito asegurado.

El cultivo de la caña de azúcar

La caña de azúcar (Saccharum officinarum L.), tiene unos tallos gruesos y altos (de hasta 6 metros) donde almacena el azúcar. Se cultiva principalmente en países tropicales, donde la temperatura no baja de cero grados, hace calorcito y no falta el agua. De ella procede el 70 % de los 120 millones de toneladas al año de azúcar producido a nivel mundial.

La caña tiene gruesas raíces que le permitirán ser cosechada varias veces, como ocurría con los espárragos, ya que de las raíces pueden emitir nuevos tallos que darán lugar a nuevas plantas. Puede soportar de dos a diez cosechas, aunque evidentemente va bajando el rendimiento, hasta que llega el momento de volver a plantar o cambiar de cultivo.

Plantación de caña de azúcar lista para la cosecha. Estado de São Paulo, en Brasil, el primer productor mundial de caña de azúcar. Fte.Mariordo (Wikimedia).

En clima tropical y con plantas de ese calibre no es difícil imaginarse que a los 12 o 18 meses de la plantación, además de las cañas prosperan muchos animales que encuentran cobijo y alimento bajo el techo vegetal. El posible ataque de serpientes y ratas poco amistosas junto al afilado borde de las hojas de la caña, hacen de la cosecha una actividad ingrata cuando no peligrosa. Así que, cuando no se tienen cosechadoras a mano para recoger “en verde”, lo cual suele ser frecuente en los lugares donde se desarrollan estos cultivos, se suele recurrir al fuego. Además de ahuyentar y/o chamuscar a todo bicho viviente, se extiende rápidamente quemando las hojas, pero sin afectar a los tallos ni las raíces. Una vez apagado, entran los recolectores con sus cuchillos a cortar las cañas justo por encima del suelo. Esa caña se conduce a la planta procesadora, también llamada “ingenio”.


Me encanta esa palabra tan antigua, el  “ingenio”, para referirse a las fábricas…