domingo, 10 de julio de 2016

ESTAR COMO UNA CABRA

¿De dónde viene esta expresión? ¿vas a chafárnosla como hiciste como con "Sudar como un cerdo"?. Pues no, en este caso es completamente verídica, no hay más que ver el vídeo que os pongo, que muestra a las cabras en sus múltiples facetas.
 
Esta expresión se debe sobre todo al comportamiento de las crías una vez destetadas. Los corderos siguen dócilmente a su rebaño, bien pegaditos a su madre; pero los chivos (llamados baifos en Canarias), aparte de hacer movimientos bruscos, a menudo inexplicables para nosotros, andan dando saltos por los montes, encaramándose a cualquier superficie elevada, por extraña que sea y llegando a perderse entre los matorrales.
 
Si, estás viendo lo que estás viendo, cabras trepando a árbol de argán en Marruecos. Una imagen tan típica como rural. Fuente: By Arnaud 25 - Own work, CC BY-SA 3.0.

                    
   ¿Y tu cómo te ves, como chivo o como cordero?



Y ya que estamos aprovecharé para contaros alguna cosillas más sobre las cabras y sus crías.
 
Las hembras pueden entrar en celo varias veces al año. Si viven en sistemas extensivos esos celos se concentran en otoño y primavera, mientras que si viven estabuladas, bien cuidadas y protegidas, pueden tenerlo en cualquier momento del año.
 
Tras un periodo de gestación de unos cinco meses, nace un cabrito de unos dos a cinco kilos, es frecuente que nazcan mellizos o incluso trillizos, tener cuatro cabritillos es raro y sextillizos como esta cabra Murciano Granadina es ya de récord.


La menda con una cabra pigmea. Para los habitantes de las ciudades, las cabras son estos seres pequeños, simpáticos y descarados que habitan granjas escuelas, mini-zoos o instalaciones similares. Aunque se utilizan para producir leche (bastante rica en grasa) son más populares como mascotas gracias a su buen carácter y su dureza.


Cabritos y chivos

Las crías pueden alimentarse con la leche de la madre o mediante lactancia artificial,  depende del sistema de producción que siga cada ganadero. A grandes rasgos tenemos en España una muy pequeña cabaña caprina dedicada a la cría de cabritos en extensivo y una cabaña bastante mayor de cabras lecheras.
 
¿ Sabías que la cría de la cabra cuando está mamando se llama cabrito y desde que se desteta hasta la madurez sexual (sobre el año o año y medio) pasa a llamarse chivo?

La carne de cabrito lechal es la más demandada por los consumidores. Se trata de animales que se han alimentado exclusivamente de leche hasta la edad de sacrificio, unos 30-40 días. Su carne es tierna, sin apenas grasa y muy jugosa.
 
Las cabras que viven en extensivo, alimentándose de las plantas que encuentran a su alrededor (pastos, hojas etc.), transfieren a la leche algunos compuestos que le dan un sabor particular. Los cabritos al alimentarse de esta leche, de alguna manera también los reciben. Incluso, según cuentan en la revista Consumer, se puede detectar cómo desde finales de invierno hasta bien entrada la primavera las cabras se alimentan en esta época con pastos frescos. Los cabritos, alimentados con la leche de sus madres y siguiendo al rebaño de aquí para allá, tardan más en crecer, por lo que el peso al sacrificio es de 8 a 10 kilos. Por su parte al cabrito pascual, todavía tierno y joven, se le nota algo esa hierba que ha empezado a comer antes del sacrificio.

La cabra Negra Serrana es una de las mejores razas autóctonas para la producción de cabritos o chivos, junto con la Blanca (Serrana también). Podéis encontrar más información en estas fichas de FEAGAS, de donde he obtenido la foto.

Las cabras lecheras, sobre todo las que viven en régimen intensivo, se alimentan piensos de piensos, formulados para que sean capaces de dar leche durante los 210 dias más o menos que dura el periodo de lactación. Los pobres cabritos lo único que probarán de esa leche será el calostro. Enseguida pasarán a las amamantadoras de leche maternizada de la que se alimentarán hasta llegar a los 11kg -13 kg.
 
Estos son también cabritos lechales, pero alimentados a base de leche de formula y calentitos en el establo del que apenas saldrán. Respecto al sabor, imagino que será más neutro. De todas maneras, dado el escasísimo consumo de carne de cabrito que tenemos en España, 0.5 kg por habitante al año, (si llega), que además es muy estacional, me da a mi que no tenemos el paladar muy acostumbrado a detectar pastos y flores en la carne de estos simpáticos animalitos.


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Oleh

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