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sábado, 11 de agosto de 2018

RATONES DE CAMPO Y RATONES DE CIUDAD

Estamos en pleno verano, estación que para muchos significa vacaciones y a  menudo la posibilidad de llevar a cabo todo eso que uno lleva deseando hacer todo el año. Para los que eligen montaña en vez de playa, puede significar dar largos paseos, respirar aire fresco y puro...o reconectar con la naturaleza y el mundo rural. 

 

El problema es que la brecha que separa al mundo rural del urbano es cada vez mayor. Los habitantes de ambos lados del precipicio ven a los del otro lado de una manera distorsionada; como a través de unas gafas que llevan un filtro fabricado a partir de ideas preconcebidas, mitos y grandes dosis de desinformación.

Y cuando llegan las vacaciones, los habitantes de uno de los lados saltan al otro, lo cual en principio está muy bien porque es la mejor manera descubrir al vecino. El problema es que aunque viajan, las gafas no se las quitan y pierden la oportunidad de descubrir cómo viven realmente los habitantes "del otro lado". Y esto, aparte de ser una pena, a veces causa serios problemas.  
 
Este verano, por ejemplo, me he encontrado con tres historias de hasta qué punto puede chocar el mundo urbano con el rural cuando los habitantes del primero se comportan como si el campo fuera simplemente su "patio del recreo". Y he decidido escribir esta entrada para contarlas, con un título inspirado en una fábula de Esopo que ya en el 500 a.C reflejaba el campo y la ciudad como dos mundos enfrentados.

Festival de globos aerostáticos en Segovia. 

¿A quién no le gustaría admirar desde el cielo el paisaje agrario castellano?. En principio no habría problema, si no fuera porque aterrizan impunemente en fincas privadas, valladas con ganado en su interior; y, lo que es peor, les da por volar bajo sobre zonas de pastizales, molestando a vacas y terneros con el ruido de los quemadores. Los animales, asustados, saltan vallas y alambradas, irrumpiendo en la carreteras con el riesgo que eso supone. Imaginaros el problema que puede llegar a suponer para el propietario de los animales: arreglar los vallados rotos, abortos provocados por el estrés, o peor aún, la responsabilidad por si alguno de sus animales provocara un accidente de tráfico. No está pagado, como dicen.

Foto de Rocío Pardos, tomada de esta página.
Lo razonable sería  evitar zonas de pastizal y que tanto los despegues como los aterrizajes, se realizaran en parcelas en las que se contara con autorización para hacerlo. Pues que si quieres arroz Catalina. Según cuentan en esta noticia, la Unión de Campesinos de esa provincia lleva desde hace ya bastante tiempo pidiendo a las empresas que tomen esas  precauciones, con tan poco éxito hasta el momento que han decidido recurrir a la Subdelegada del gobierno para que tome cartas en el asunto.

Excursionistas que la lían parda

Poco a poco, la concienciación ambiental va calando en la sociedad. Tenemos la lección aprendida de qué hacer para prevenir incendios y de que hay que llevarse la basura a casa (otra cosa es que se lleve a la práctica). Sin embargo, con el auge del turismo rural, la mayor movilidad de la gente y ciertas corrientes animalistas, se empieza a detectar otro problema: la interferencia de los excursionistas en el monte con la ganadería extensiva.

Se ha llegado a tal punto que los pastores de cabras y ovejas, a través de la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y Caprino (INTEROVIC), han elaborado el Decálogo del turista rural sostenible, para informar sobre unas sencillas pautas de comportamiento para garantizar la convivencia entre ganado, ganaderos y turistas.

Algunas podrían parecer de sentido común, especialmente para la gente que trata a diario con ganado, pero que a los urbanitas lo mismo ni se les pasa por la cabeza.

Por ejemplo, en carretera recomiendan respetar las señales de paso de ganado y reduciendo la velocidad (¿cuántos de nosotros realmente lo hacemos?). Las carreteras a veces atraviesan montes públicos o comunales y puedes encontrarte con una vaca o un rebaño; en estos casos hay que ser paciente, su ritmo es distinto, no utilizar el claxon y no bajar del coche, ya que los animales pueden asustarse y salir corriendo, con lo que supone de trabajo extra para el pastor reunir de nuevo al rebaño en campo abierto.

Cuando se pasea por el monte conviene recordar tres normas básicas
La primera norma de oro: dejar los pasos de las fincas tal y como uno se los encuentra, abiertos o cerrados, ya que el ganadero tiene un motivo para dejarlos así. 

Segunda norma: en general, no acercarse a cualquier animal suelto, y esto lo añado yo, especialmente si se trata de una vaca con ternero (pueden llegar a atacar si consideran que su cría está en peligro). 


La tercera norma: cuidado con los perros. Si nos encontramos con un rebaño lo mejor es rodearlo, cuanto más lejos mejor. Y si llevamos perro, hay que atarlo inmediatamente con la correa, por dos razones: por si se nos escapa y molesta a los animales, y porque normalmente los rebaños van protegidos y guiados por perros que no dudarán en echar al intruso de malos modos. 

Y es que los problemas excursionista-perro-pastor son cada vez más frecuentes y a menudo se deben un desconocimiento tremendo de la función de los perros guías y guardianes (a veces se utilizan dos razas distintas, careas y mastines) de los rebaños.


La función del perro pastor es proteger al rebaño, normalmente del ataque de lobos, y lógicamente, para que cumpla esta función ha de estar suelto y sin bozal. Si te ladra a ti o a tu perro, lo sensato y normal es alejarse hasta que el animal considere que su rebaño no corre peligro. Sin embargo, no falta gente que, tras el susto, amenaza al pastor con denunciarle por llevar así al perro. No señores, el campo no es un parque público y tanto el pastor como su perro están trabajando, que de algo hay que vivir.
 
Otro problema tristemente cada vez más habitual, que denuncian en la comunidad de Facebook de Ganaderas en Red (GeR), es el de la gente que ve un perro suelto en zona de pastoreo y, por desinformación o por exceso de celo, se lo llevan con ellos considerando que el ganadero lo ha abandonado, e incluso llegando a denunciarle.  Al mal rato que pasa este ganadero (ganaderas en este caso) por la denuncia hay que añadir que el rebaño queda desprotegido por un tiempo, y que en caso de que el animal acabe en una protectora (que a veces ocurre) y localicen a su dueño legítimo, este tiene que desplazarse a recogerlo y pagar por el tiempo que ha estado el perro alojado en la protectora.  

Foto de un mastín trabajando. En determinados casos pueden estar solos a cargo de rebaños en zonas cercadas. Fuente: GeR - Ganaderas en Red.

Invasión de un campo de girasoles

Esta última historia ocurrió en julio y aquí podéis leer la noticia original o su versión en castellano. De todas maneras os la resumo para mostrar lo que ocurre cuando se añaden las redes sociales y una falta total de respeto.

La familia Bogles tiene una granja en Ontario (Canadá) en la que cultivan girasol, maíz, mijo, avena y cebada. Para sacarse un dinero extra, hace tres años decidieron abrir su granja a los fotógrafos que acudían a retratar los campos de girasoles. Hasta ese momento habían tenido unos pocos cientos de visitantes. Este año abrieron la granja el 20 de julio, acondicionando uno de los campos como aparcamiento y contratando gente que les ayudara a guiar y controlar a los visitantes. Por cada adulto cobraban 7.50 dólares.

La primera semana las visitas transcurrieron normalmente, llegando apenas a un tercio de la capacidad de acogida. Pero el sábado siguiente la cosa se desmadró. Varias fotos subidas a Instagram de gente posando entre miles de girasoles se hicieron virales y desencadenaron la tormenta perfecta; de repente, medio Ontario quería inmortalizarse entre estas vistosas flores. Más idílico y rural imposible.

Fuente. The globe and mail.

Venía gente de todos los lados, las autopistas y carreteras comenzaron a congestionarse a las seis de la mañana, la gente comenzó a aparcar a un kilómetro de distancia, y entraron en los campos sembrados con sus palos de selfie e ignorando las indicaciones de los trabajadores de la granja y las señales de "no pasar" colocadas por todos lados, y lógicamente la inmensa mayoría sin pagar un céntimo. 

Al día siguiente, los dueños de la granja pasaron el día carretera arriba y abajo pidiéndole a los visitantes que se fueran, a lo que algunos contestaron que "les había arruinado las vacaciones". 

El girasol es un cultivo bastante frágil, si las hojas inferiores resultan dañadas la planta es menos resistentes a la sequía y las enfermedades. Hasta septiembre u octubre no conocerá la familia Bogles el alcance de los daños que causó la horda de fotógrafos en sus campos. Un agricultor del área de Winnipeg sin embargo comentó que cerca de 2.000 personas se presentaron en uno de sus campos, derribando las flores en busca de la foto perfecta.


Esta historia es más antigua, pero tenía que ponerla. Circula en Internet un video de un granjero croata que, harto de que los coches aparcaran en su campo de cultivo todos los domingos de mercado, tras pedir claramente que no se hiciera, decidió dar a los dueños un pequeño escarmiento arando toda la zona que quedaba libre. Acabó ayudando a sacar los coches y aún hubo algún conductor que se quejó porque su coche resultó dañado. Aquí tienes el vídeo. Fuente.

En conclusión

He puesto tres historias que me han llegado prácticamente a la vez, y que en general muestran esa actitud del urbanita de considerar que el campo no tiene dueño, que tiene todo el derecho del mundo de ir a donde le plazca, y que los caminos están hechos para que el (o ella, o sus perros o sus críos) paseen, corran o monten en bici tranquilamente, sin que vehículos de campo y rebaños se crucen en su camino, levantando polvo o dejando olorcillo a chotuno a su alrededor. 

Todos sabemos cómo está afectando el turismo a las ciudades, pero normalmente el turista medio sabe cómo comportarse y los lugares donde acude, mal que bien, están adaptados a las aglomeraciones. Pero jamás verás a un turista "de pueblo" pasear por los pasillos de una oficina o un hospital o meterse en la cocina de un restaurante e increpar al responsable por el aspecto de las lechugas, por ejemplo. 

Pues bien, el campo y la montaña son el lugar de trabajo de mucha gente en el medio rural. En algunos casos los terrenos serán de su propiedad y otras veces serán compartidos, pero ellos llevan toda la vida ahí, harán las cosas mejor o peor, pero tendrán sus motivos para hacerlas y no creo que alguien que está de paso sea la persona más indicada para juzgarles. 

Dicho esto, también es verdad que a menudo desde el mundo rural se trata al urbanita y en particular a algunas variantes (ecologista, animalista, etc) con condescendencia e incluso desprecio, lo cual también me parece un error. Hay mucha buena gente que hace turismo por conocer lugares nuevos, a sus gentes y su modo de vida, y si pasa ocho horas en la oficina, dos en medios de transporte y el resto metida en un bloque de pisos es normal que no tenga ni idea de cómo comportarse si se cruza con un rebaño de ovejas. Y a la que meterse en mitad de un cultivo para hacerse fotos le parezca de lo más emocionante.    

Lo ideal sería que tanto urbanitas como ruralitas se quiten esas gafas con filtro de ideas preconcebidas, estén dispuestos a escucharse mutuamente y sobre todo, se traten con respeto. ¿Será mucho pedir?.


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viernes, 22 de diciembre de 2017

GANADERÍA ES...CUIDAR DE LOS ANIMALES.

De nuevo hemos vuelto a sacar nuestros juegos para llevarlos a los colegios. En este quinto tour, celebrado del 11 al 18 de diciembre vez, además de seguir contando con el apoyo de las empresas patrocinadoras Fendt y la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA), se ha sumado la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
 

En total, más de 600 alumnos de seis colegios de la capital manchega han participado y aprendido con nuestros juegos clásicos rediseñados para enseñar cuatro cosillas sobre agricultura.



En la presentación del proyecto contamos con la presencia del director general de Programas, Atención a la Diversidad y Formación Profesional de la consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla-La Mancha, Amador Pastor Noheda, y del consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo. Este último se animó a charlar con los niños acerca de la importancia de comer sano y del importante papel de agricultores y ganaderos en la economía de esta comunidad autónoma.


Los niños saben mucho más de lo que nos imaginamos.

Ya lo comenté en una entrada anterior, y lo repito en las entrevistas que me hacen de vez en cuando (como esta en Radio Castilla la Mancha, min 21.50 aprox), eso de que la leche sale del brick o los filetes de la barqueta del súper es un mito que nos hemos inventado los adultos. Los profesores hacen muy bien su trabajo y el origen de los alimentos básicos suelen tenerlo muy clarito. Pero los chavales de vez en cuando te sorprenden o te hacen pensar con sus ocurrencias, y me gusta compartirlas con los lectores del blog.


La lista de productos vegetales que dicen los niños apenas varía en los centros: calabaza, sandía, brócoli, tomates, patatas...y cómo no, la zanahoria.
 
Por ejemplo, uno de los primeros niños que participó en la primera charla del primer cole respondió a la clásica pregunta de qué creen ellos que es la agricultura, "agricultura es arte". Sin duda que los agricultores son unos artistas sorteando todo tipo de obstáculos para producir alimentos, pero sospecho que el chaval de 3º de primaria se confundía con la arquitectura. No es la primera vez que nos pasa aunque en esta ocasión un niño también confundió la agricultura con la apicultura...al menos no se salió del sector primario.

Lo más habitual es que nos respondan que la "agricultura tiene algo que ver con plantar plantas", y que hagan mención a sembrar, plantar y recoger. Pero esta vez otro niño añadió un matiz que nos gustó y nos sorprendió: "agricultura es un trabajo de campo en el que te esfuerzas para obtener comida ".
 


El trabajo del agricultor no es tan fácil como parece

 
Últimamente preguntamos a los niños si les parece fácil o difícil el trabajo de los agricultores: unos dicen que sí y otros que no. — ¿Y por qué no es fácil? — pregunta Belén durante la charla inicial,


— ¡ porque las semillas tardan en crecer ! — dice un niño.


— ¡ porque las gallinas se comen las semillas que se han sembrado ! — añade otro convencido. El concepto de fauna perjudicial lo tiene, la especie quizás no tanto.


—¡ por la sequía ! —. Y es que a los niños no les es indiferente lo que pasa a su alrededor.





Con el juego de la oca, los niños pueden descubrir algunos de esos obstáculos que tienen que sortear agricultores y ganaderos.


 

Las enfermedades de las plantas
 
Cuando les preguntamos por las enfermedades de las plantas, cuando se quedan "pochas" según ellos, el culpable es casi siempre un exceso o defecto de agua, o si acaso mucho frio que las hiela. Los hongos, virus, bacterias e incluso insectos como agentes dañinos para las plantas todavía les quedan un poco lejos en el temario.


Sin embargo tienen muy claro que la mariquita se come los pulgones, y así se lo cuentan a Albertina en el memory.



 

El destino desconocido de los animales de granja
 

Ya tenemos claro entonces que los agricultores, siembran, plantan y cosechan. Pero, y los ganaderos ¿a qué se dedican?: 

— Pues cuidan de los animales, y después ya...— contestó una niña, que quizás no le veía mucha lógica a eso de cuidar animales para luego matarlos; o quizás le daba cierto repelús pensarlo. Nos quedamos con las ganas de averiguarlo, pero el tiempo corre.


 

Del campo al cole
 

En el fondo, la idea del proyecto es llevar el campo a la gente en general y a los coles en particular. Así que hemos empezado por llevar varias muestras de objetos habituales en el campo pero extraños para el habitante de la ciudad.
 


Las espigas de trigo las conocen pero les resultan ásperas.

 

La lana, tal como salió al esquilar la oveja, despertaba curiosidad y asco a partes iguales. A algunos niños les llamaba la atención el olor y a otros el tacto; — ¡es como una pelota anti estrés! — exclamó un niño.

 

Pocas novedades en el juego del campo a la mesa
 

Las respuestas que me dieron los niños y las conclusiones que yo tomé son prácticamente las mismas que en el tour anterior. Pero ha habido una que me ha llamado la atención: no saben que el vinagre se obtiene a partir del vino. Es algo muy tonto que muchos damos por sentado, pero ya lo advertí en otra entrada, en temas de vid y vino, los peques están "muy verdes", ya vivan en La Mancha o en Madrid.
 

Aquí os dejo un pequeño video, que no se oye muy bien, para que os hagáis una idea del "ambientillo" del juego.



Y para terminar, la foto de grupo. Delante del photocall, que son muchos, pero con atrezzo.



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miércoles, 25 de enero de 2017

NIÑOS, TECNOLOGÍA Y AGRICULTURA

¿Quién me iba a decir a mí que iba a comprar una hamburguesa en un panel digital, utilizando unas ofertas que me llegan al móvil y pagando con una tarjeta contactless?
 
Y es que la tecnología lo invade todo, poquito a poco, pero lo hace. Y al campo también llega, como ya he contado en alguna ocasión.
 

Hay tantísimas posibilidades de aplicar la tecnología en el campo y esta va tan rápido que es fácil perderse. Algunos ejemplos llamativos son la conducción de tractores sin piloto, los sensores en cultivos que miden temperatura, humedad e incluso presencia de esporas de hongos patógenos, drones que fumigan, podan o fotografían cultivos, robots que ordeñan o cosechan fresas....

Muchas de las nuevas tecnologías están ya aplicándose en mayor o menor medida; con el tiempo irán perfeccionándose y desarrollándose otras nuevas que cubran las necesidades que vayan surgiendo.
 
¿Te imaginas manejar un tractor desde una tablet? Pues ya es posible. El  Sistema de Posicionamiento Global (GPS) , permite conducir un tractor a distancia con total precisión,  permite comprobar el estado de la futura cosecha  y para localizar problemas (falta o exceso de nutrientes, de agua, etc).  Incluso se utiliza para crear laberintos de maíz con los que atraer visitantes a la granja (y ganarse un dinerillo extra). Fuente: Case IH.
 
Visto lo visto, las nuevas generaciones que se incorporen al campo tendrán que estar familiarizados con todos estos nuevos avances, aunque no creo que les resulte difícil, viendo la soltura con que manejan móviles y ordenadores unos críos de siete años.
 
Pero como la tecnología y sus infinitas aplicaciones van mucho más allá que dominar el móvil o los videojuegos, el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias ha desarrollado unas Jornadas Tecnológicas dirigidas a los hijos y nietos de colegiados de entre 6 y 12 años. Estas jornadas se celebraron los días 17 de diciembre, 3 y 4 de enero y han tenido un gran éxito.
 
En estas Jornadas Tecnológicas, el colegio quería acercar a los participantes el mundo de la tecnología, la ingeniería y sus aplicaciones de una forma divertida y amena. Para ello prepararon cinco actividades por las que pasaron todos los participantes: Realidad Virtual, Realidad Aumentada, Drones, Lego Robotix y Ardublock. Todas tremendamente interesantes para los padres, aunque los niños (al menos mis hijos) tenían claro cuáles eran sus favoritas: la realidad virtual y los drones.
 
En la actividad de Realidad Virtual los asistentes pudieron conocer cómo, a través de estas tecnologías se pueden crear escenas y objetos de apariencia real.


En la sala de drones pudieron conocer qué tipo de drones existen, para qué se utilizan y cómo funcionan. Los niños manejaron diferentes modelos según su edad. Fuente: COIACC  


Los drones en agricultura pueden tener muchos usos: aplicación de tratamientos fitosanitarios, lucha contra las malas hierbas o determinar el mejor momento para vendimiar 


Primero se construye el robot....

Y luego se le ponen los sensores...No se hizo realmente así, (por limitaciones de tiempo y edad de los participantes) pero la intención de los organizadores era que los niños descubrieran las posibilidades de la tecnología y su aplicación al campo. Fuente: COIACC


En la actividad realizada con Lego Robotix a los niños se les mostró cómo realizar un modelo que funciona automáticamente mediante un sistema motorizado. También descubrieron sistemas de programación sencillos con ArduinoArdublock con los que comprender cómo trabajan sistemas de control de diversos parámetros (humedad, luminosidad, movimiento, pH, etc.) que se aplican hoy en día en agricultura.
 
La cajita puede medir hasta 14 parámetros diferentes relativos al clima, las plantas y el suelo. Los datos enviados pasan a "la nube" y junto con muchos otros, se muestran en una aplicación que ayuda al agricultor a tomar decisiones (cuándo regar, aplicar productos fitosanitarios, cosechar, etc). Fuente:Bynse

 
En la actividad de Realidad Aumentada, los niños consiguieron crear una realidad visual generada por tecnología a partir de una secuencia de imágenes tomadas por ellos mismos.

 
Parece cosa de película de ciencia ficción, pero se han diseñado unas vallas virtuales para controlar el ganado. Las vacas (esos puntos rojos y verdes) al acercarse al vallado invisible, que está controlado por satélite, recibirá un electro-estímulo de su pendiente que hará que se mantenga dentro del cercado. La ventaja, el vallado puede moverse a lo largo del territorio en busca de los pastos que estén mejor en ese momento sin necesidad de levantar el vallado o trasladar al ganado continuamente de una zona a otra. Visto aquí

 
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lunes, 4 de enero de 2016

EL PROYECTO "CONOCER LA AGRICULTURA" SE VA AL COLE. CRÓNICA DEL TOUR 2015 POR COLEGIOS MADRILEÑOS.



¡¡ Qué bonito lucía el tablero, recién estrenado, allá por mayo de 2014 !!. Tras dos viajes y miles de niños después jugando encima, necesita un sustituto. Fuente: Gema Morago/ Editorial Agrícola Española.

Si hace cuatro años, cuando terminé de escribir el libro "Conocer la Agricultura y la Ganadería", me hubieran dicho todo lo que iba a dar de sí, no me lo hubiera creído. Y menos aún que íbamos a visitar colegios acompañando a nuestro amigo Andrés Agustín para acercar un poco más el campo, sus labores y sus gentes a niños mayoritariamente urbanos. 


Nuestra propuesta ha consistido en llevar a los colegios unas versiones de juegos clásicos, pero con contenido agrícola, para que los niños aprendan jugando. La primera prueba de fuego la tuvimos en Cartagena hace poco más de año y medio, y se puede decir que tomamos "la alternativa" el pasado septiembre en la reunión bianual de los Fendtgüinos en la Rioja. En el primer caso fuimos invitados por Syngenta y en el segundo por Fendt, nuestros dos patrocinadores, a los que quiero dar las gracias desde aquí, porque sin ellos nada de esto hubiera sido posible. El despegue definitivo ha sido la gira por quince colegios de la Comunidad de Madrid realizada entre noviembre y diciembre de este año, del que hemos ido dando cuenta en nuestro perfil de Facebook. En esta entrada quiero compartir con todos vosotros esta gran experiencia. 


Antes que nada, he de decir que los niños saben perfectamente de dónde vienen los alimentos, eso de que la leche no viene del tetra-brick ni los pimientos de la barqueta de porexpan está ya más que superado. Sin embargo, en general sí que desconocen mucho vocabulario relacionado con labores (a mi parecer) básicas del campo como arar, esquilar o vendimiar. No sé si es porque apenas se estudia en clase o porque no han tenido ocasión de aprenderlo por otras vías. Aunque no lo hicimos ex profeso, prácticamente todos los coles que hemos visitado estaban en zonas urbanas o semi-urbanas, lo cual explicará muchas de las anécdotas que contaré a continuación.




LA CHARLA INICIAL


Como en toda actividad, se hace una charla previa para que los alumnos vayan centrándose en lo que van a hacer y que permite a los monitores valorar su nivel de conocimiento. Enseguida se ve si se ha trabajado el tema o no previamente en el aula. 


El ansia por responder


"—¿Alguien sabe la diferencia...—" pregunta el monitor". Inmediatamente se levantan unas cuantas manos.


"—¿Entre...? — Unas cuantas manos más arriba."—¿...la agricultura...— se mantienen algunas de las manos que se habían levantado —...y la ganadería?."


Alejandro, el monitor, señala a uno de los niños que primero había levantado la mano y este responde "—Es que esa no me la sé — "



Charla inicial en el Colegio San José, en Torrejón de la Calzada. Fuente: Gema Morago/ Editorial Agrícola Española.

Para ponernos en situación investigamos qué cosas conocen los alumnos que tienen que ver con la agricultura y la ganadería. Enseguida sale el pollo, los huevos, un filete, una vaca, una oveja..."—¿y las verduras? — les preguntamos —buenoo..., si, esas también— admiten."


También hablamos de algunas labores agrícolas: "—¿Y qué se les da a las plantas para que crezcan fuertes y sanas ?— pues "fuertilizante" dice un niño completamente convencido. Hubo otro niño que apuntó que quizás los dibujos animados de "Phineas y Fert" tuvieran que ver algo en el asunto de la fertilización, pero que no acababa de entender cómo.


En este punto es habitual que asocien "plantas", "animales", "naturaleza" e incluso la "protección del medio ambiente". A veces había incluso que recordarles que sí, al final la naturaleza es la que nos da los alimentos, pero que tiene haber alguien que se ocupe de arar, plantar, cuidar los animales, etc.... Será que las nuevas generaciones ven la agricultura de otra manera.


En una granja idílica el caballo en la cuadra es un detalle muy recurrente (ejem, bueno, yo también los dibujaba en mis granjas cuando tenía su edad), mucho verde, flores y/o bichos varios. Esta es de un grupo de niñas del CEIP Josep Tarradellas.


¿Qué diantres es un "agricultor modelo"?


Antes de empezar, les explicamos brevemente en qué consisten los juegos. Como en el juego de la Oca es Andrés Agustín, nuestro "agricultor modelo", el que hace de oca, aprovechamos para preguntarles:


"—¿Qué creéis que es un agricultor modelo? —". Las respuestas de los niños (y sobre todo de las niñas) iban todas en la misma dirección: "porque se cambia muchas veces de ropa", "porque es famoso", "porque le encanta posar en la alfombra roja", "porque hace anuncios"... 

 Cuando los monitores ya estábamos deseando meternos directamente en un agujero para no salir jamás, surge una vocecilla tímida al fondo, "—¿Porque es un ejemplo para otros agricultores?— ".Suspiro de alivio.

Nuestro AA utiliza el agua sabiamente, se apunta a cursos de manejo seguro de fitosanitarios, lucha contra plagas y malas hierbas a tiempo e invierte en un buen tractor que gasta menos energía y es más cómodo de conducir. Fuente: César Marcos/ Editorial Agrícola Española.




En una ocasión también aprovechamos para preguntar a los niños si ellos querrían ser agricultores, por qué sí o por qué no. Ganó mayoritariamente el no; y nos dieron dos razones, ambas previsibles aunque cada una a su manera.


"—Porque hay que madrugar mucho — " dijo un niño.


"—Porque no me gustaría tener que vender animales muertos —" añadió una niña. 


Me hubiera gustado explicarle que tendría un problema realmente serio si fuera ganadera e intentara vender a sus animales muertos, pero ya no quedaba apenas tiempo para seguir charlando y no era cuestión de ponerse a hablar de la función de los mataderos.




EL JUEGO DE LA OCA


En el fondo, los chicos estaban deseando empezar a jugar y el tablero y los dados gigantes estaban ahí, llamándoles poderosamente la atención. Todos querían empezar por el juego de la oca, aunque en vez de oca apareciera un tipo extraño vestido con mono y gorro de paja.


Las casillas


Como ya hemos visto, el juego está planteado para mostrar que es posible llevar a cabo una agricultura profesional, que busca obtener los mejores rendimientos, pero siempre cuidando el medio ambiente y los recursos naturales. Esta idea está reflejada en las casillas en las que aparece nuestro agricultor Andrés Agustín. Al principio del juego los niños escuchaban lo que nuestro amigo tenía que contarles, pero según se acercaban al final, hay que reconocerlo, les importaba tres pimientos.


Una de mis casillas favoritas es la 42, la de las malas hierbas. Fuente: Colegio Ábaco.

A pesar de contar con un agricultor muy profesional, a veces surgen pequeños o grandes inconvenientes  frente a los que sólo cabe estar preparados o saber cómo actuar para evitar males mayores: eran las casillas de la sequía, la erosión o las plagas. La inundación sustituye a la casilla de muerte, ya que destroza cosechas, entra en los almacenes y talleres e inutiliza todo a su paso. Para los más pequeños decidimos sustituir la muerte por un coma profundo, y en vez de volver a empezar hacer retroceder a los jugadores unas cuantas casillas, ya que hubo alguna niña que se nos echó a llorar del disgusto.



Una diferencia importante con el juego de la oca tradicional es que en el nuestro incorporamos adivinanzas o incluso preguntas, para poder utilizarlas en caso de tener alumnos muy puestos en agricultura o ganadería, lo cual apenas ocurrió. Eso si, en las adivinanzas, a veces los chicos mostraban un gran sentido común.

Fuente: Colegio Alameda de Osuna.

"—Atención, adivinanza —anuncia el monitor".

"—Bonita planta, con una flor, que gira y gira, buscando el sol—".
Tras mucho cavilar, el equipo azul decide que se trata del girasol, a lo que un niño de otro equipo replica: "—Un girasol no gira buscando el sol...porque si gira tanto se puede romper—".




Para que el juego funcione, todos los niños tienen que poder  participar. Todos quieren ser fichas, pero siempre es posible. En el Colegio de Educación Especial Sor Juana Inés de la Cruz (de Fuenlabrada) tenían la solución: cuatro vistosas picas de colores, una por cada equipo.  Fuente: Gema Morago/ Editorial Agrícola Española.



MEMORY


El segundo juego en veteranía y un clásico que nunca falla. Nuestra versión estaba pensada para mostrar conocieran las labores agrícolas más importantes y que los chicos las asociaran con imágenes. El problema es que a menudo, era la primera vez que veían algunas de ellas, lo cual ha dado lugar a anécdotas curiosas que ya contaré más adelante.

Jugando al Memory en el Colegio Rosa Montero. Fuente: Gema Morago/ Editorial Agrícola Española.


Según avanzaba el juego e iban quedando menos tarjetones en el suelo, los nervios crecían y los chicos no estaban para hablar y menos aún para escuchar explicaciones.  Fuente: Gema Morago/ Editorial Agrícola Española.

PICTIOBÚ


Este juego ha ido cambiando por cuestiones técnicas. Lo que en origen era un híbrido de Pictionary y Tabú (de ahí su nombre) ha evolucionado en dos direcciones. A partir de unas palabras dadas que ilustran personas, animales, objetos, lugares o acciones que pueden verse en una granja, los niños debían dibujar una granja ideal en la que se reflejaran esas palabras, o jugar al ahorcado con ellas (pero, en vez de un tipo colgando, dibujábamos un manzano al que se le van pochando las manzanas).


En ambos casos lo que buscaba era trabajar el vocabulario relacionado con la agricultura y la ganadería. Algo en lo que en general están más bien flojillos, carencia que suplen con una imaginación bestial y lógica infantil aplastante. 

Según agotaban las oportunidades era necesario darles pistas para que encontraran la palabra oculta. 

"—¿Cómo pueden llamarse las máquinas que recogen la cosecha? —". 
"—¡¡ Recolectadooor !! —" respondían los niños entusiasmados, aunque la palabra empezara con C y terminara en A.



Fuente: Colegio Alameda de Osuna

Los dibujos, además de relajar un poco a los muchachos, tienen la ventaja de que aportan mucha información sobre lo que para ellos es una granja. A continuación os voy a poner unos cuantos dibujos que no tienen desperdicio.


 A una chica del colegio San José de Torrejón de la Calzada le tocó dibujar un "mono de trabajo". Simplemente genial.


¡ Viva el vino ! ¿O no?.


Una de las cosas que más me ha sorprendido, es el desconocimiento generalizado de las palabras relacionadas con el mundo de la vid. La pregunta "—¿Qué es un vid?  —" me la hicieron en todos los colegios y todas las veces que jugamos. Tampoco sabían lo que es vendimiar, viñedo o bodega. No pretendo en absoluto fomentar el consumo de vino entre los más jóvenes, pero que conozcan uno de los cultivos más importantes en nuestro país, o que al menos sepan qué planta produce las uvas tampoco estaría de más, ¿no?. Y qué caramba, pensando en el futuro, siempre será mejor mostrar la cultura del vino que la del botellón. 


Si no saben lo que es una vid, difícilmente podrán dibujarla, por eso ninguna de nuestras granjas se parecía ni remotamente a "Falcon Crest" (salvo por la presencia de caballos). El último día, unos niños del colegio Josep Tarradellas me sorprendieron tanto con una bodega que la confundí con una casa de hobbits.


El papel de la mujer en el campo


Lo normal es que las chicas dibujaran granjeras de manera espontánea (y los chicos granjeros), pero no siempre ocurría. En una ocasión decidí tirarle de la lengua a unas chicas: 


"—Os falta algo para que funcione vuestra granja, ¿quién puede ser? —".

"—Ahh claro, el granjero —" dijo una niña.

"— ¿Sólo el granjero? —" volví a preguntar. 

"—Es verdad —" contestaron, "— necesitamos una chica para que no esté solo Andrés Agustín". 


Tras recuperarme del planchazo repliqué que las chicas podemos hacer de todo en las granjas, hasta conducir tractores si hace falta.




¿Cómo se ordeñan las vacas?


Vale, la leche viene de las vacas y se envasa en el tetra brick, pero al parecer se sigue ordeñando a mano. Había que adivinar la palabra "cubo", y los chicos comenzaron a dar pistas: 

"—¡Sirve para llevar agua! —" vamos bien, pensé.

"—¡Para llevar comida para los animales! —" vale; el concepto pienso no lo controlan, pero es comprensible.

"—¡Para ordeñar!  — Ayayayayyy....


Entiendo que dibujar una sala de ordeño no es nada fácil, sobre todo si no has visto una en tu vida. Pero dibujos animados y cuentos con gente ordeñando en el campo con la banquetita, de esos sí que han visto, y además quedan más bonitos.

También en inglés


En los colegios bilingües, los temas relacionados con agricultura y ganadería se estudian en Sciences, y por tanto en inglés. Aunque creo que lo lógico sería enseñar primero el vocabulario en castellano y luego ya en inglés (que es lo que hemos hecho), de vez en cuando, si la ocasión era propicia, nos atrevíamos también con la lengua de Shakespeare.


Una granja bilingüe de niñas del Colegio Ártica. Esta cumple la cuota de género, pero parece que los granjeros tienen poco presupuesto para vestuario...o que son muy mañosos con la aguja y el dedal.



Premio a la originalidad


Puestos a ser originales, me quedo con esta granja de unos niños del Colegio Alameda de Osuna. ¿Quien dijo que en una granja no podían convivir las setas de Mario Bros, los cazas del Imperio Galáctico, un dinosaurio, una colmena y un árbol que pone huevos?. Por cierto, los puntitos rojos al lado del canal de agua son tomates.

 


Esta granja-zoo, dibujada por niños del Josep Tarradellas, es la campeona en biodiversidad.




SESIÓN DE FOTOS


Hoy en día no hay evento que se precie sin su sesión de fotos, y nosotros no íbamos a ser menos, así que diseñamos nuestro propio "Photocall", para que los niños se hicieran la foto de rigor y quedara otro recuerdo de la actividad (aparte de los dibujos antes mencionados).

Diversión garantizada para el resto de compañeros . Fuente: César Marcos/ Editorial Agrícola Española.




¡¡ SALIMOS EN LOS MEDIOS !!


Aunque modestamente, los medios de comunicación se han hecho eco de nuestra iniciativa. Aquí os dejamos los enlaces. 




El primer día (03/11/2015) vino Radio Nacional a entrevistarnos en directo en el colegio Tres Olivos para el programa de "Las mañanas de rne"  (Minuto 27:50)



Nuestros amigos de Agrosfera también nos dedicaron un hueco el día que fuimos al Colegio Carlos Cano de Fuenlabrada . Aquí tenéis el vídeo.




Por cierto, chapó por los profes de ese colegio; cuando los profes están implicados y colaboran en los juegos (sin interferir), los niños aprenden más y todo sale rodado, y eso es lo que ocurrió en este cole.



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