En esta segunda entrega vamos a ver qué
organismos transgénicos se han creado y con qué objetivos. Y es que, aunque las
plantas cultivadas acaparan casi toda la atención, hay más organismos transgénicos
de los que nos imaginamos en nuestro día a día.
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Si tu sopa es de sobre, muy posiblemente
algún organismo transgénico ha tenido algo que ver en su fabricación. Sigue leyendo
y lo descubrirás. Foto tomada de El nutricionista de la general. |
Los microorganismos, tan pequeños como valiosos.
Comenzaremos el repaso por el
supermercado. ¿Os habéis preguntado de donde salen o como se fabrican los
aditivos alimentarios? . Pues resulta que desde hace unos treinta años se
cuenta con la ayuda de microorganismos modificados genéticamente para producir algunos
de estos aditivos: enzimas ( que son un gran grupo de proteínas que favorece y
regula las reacciones químicas en los seres vivos; quedaros con el concepto
porque vais a encontrar más de una en la entrada), espesantes (goma xantana), potenciadores del
sabor ( glutamato monosódico), vitaminas, colorantes (riboflavina), antioxidantes
( ácido ascórbico), etc.
Gracias
a la ingeniería genética podemos modificar el genoma de hongos, levaduras y bacterias
para que produzcan estas sustancias en grandes cantidades. A veces hay que
"engañarles" un poco, por ejemplo quitándoles el
interruptor que enciende o apaga la producción de la proteína "X". Una bacteria
sensata deja de producirla en cuanto detecta que ya no es necesaria más cantidad, momento en el que cierra "el interruptor" (para ser exactos, el gen responsable deja de expresarse) para dejar de gastar
energía y recursos a lo tonto. Como eso no es lo que le interesa al hombre, le trastea los genes hasta conseguir que el interruptor se quede
siempre encendido, y la pobre bacteria siga produciendo sin parar.
También
puede ocurrir que haya microorganismos que producen otra sustancia que nos
interesa mucho, llamémosla "Y", pero resulta
que son muy pijoteros para crecer y no
digamos para ponerse a trabajar. Entonces, el señor ingeniero genético les dice algo
así como, “pues os copio el gen de producir Y y se lo pego a Escherichia, que es más apañada y no
pone tantas pegas”, a lo que la bacteria pijotera responde entre dientes (entre
cilios sería más creíble), ”grñgrn esquirolas, son unas esquirolas”.
La utilización de la
biotecnología y la ingeniería genética, tiene además la ventaja estupenda, frente
a los métodos convencionales de síntesis química, de reducir los costes y el
impacto ambiental de la producción de estas sustancias. Los microorganismos trabajan
en condiciones normales, por lo que no es necesario aplicar altas temperaturas,
grandes presiones o reactivos químicos. Además, los residuos generados son
fácilmente biodegradables.
La
producción de estas sustancias tienen lugar en fermentadores cerrados de acero
inoxidable en los que los microorganismos modificados se encuentran felices de
la vida y en las mejores condiciones para ponerse a producir a tutiplén. Cuando
acaba la fase de crecimiento y producción, se aísla la sustancia de interés y
se purifica, de manera que en el producto final no aparezca la más mínima traza
ni del microorganismo ni de su ADN.
Lógicamente tanto las
fábricas que utilizan estos microorganismos como los productos obtenidos están
muy regulados en la Unión Europea. Sin embargo no es necesario advertir nada en el etiquetado, aunque el aditivo lo haya producido un
organismo transgénico, ya que se considera que este no tiene nada que ver con
el producto final una vez purificado.
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Varios tipos de Bacillus transgénicos producen la enzima “amilasa” que ayuda a
romper el almidón del maíz o de la patata. De ese almidón se obtiene el jarabe
de glucosa, presente en infinidad de alimentos (dulces, bollería, helados o kétchup).
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Buena noticia para los queseros amantes de los animales. Ya
no hace falta sacrificar terneros lactantes para obtener un trocito de su
estómago con el que cuajar el queso. Hongos transgénicos producen su principio
activo, la quimosina, con mucha más pureza. Esta enzima rompe las proteínas de
la leche, haciendo que coagulen y se separen del suero. Mas sobre la
fabricación del queso, aquí.
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¿Se te ha ocurrido pensar de donde viene
la vitamina C que se añade a los alimentos? A estas alturas ya sospecharás que no precisamente de exprimir limones. ¿Sabías que actualmente se producen más de 110.000 toneladas de ácido ascórbico al
año, la mayoría gracias a microorganismos transgénicos?. Si quieres saber más sobre el proceso, mira
aquí. Fuente |
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Queramos o no, tanto el
jabón de toda la vida como los detergentes actuales son pura química. Estos últimos contienen varias sustancias que
trabajan para lavar siempre más blanco que la vecina: un agente tensioactivo
o "surfactante" cuya función es parecida a la del jabón, agentes
coadyuvantes que ayudan al agente tensioactivo en su labor y variados agentes
auxiliares entre los que destacan las enzimas. Ellas son las encargadas de
eliminar manchas de restos orgánicos como leche, sangre o grasas ( ya que rompen
las moléculas de sus componentes principales) y también son producidas por
microorganismos transgénicos. Más información aquí. |
Otra aplicación de la ingeniería genética
es la creación de plantas y bacterias biorremediadoras,
que nos ayudan a descontaminar lo que el hombre ha guarreado, como vertidos de
petróleo o de plaguicidas.
Los
cultivos transgénicos, en el ojo del huracán.
En el caso de las plantas cultivadas
podemos distinguir dos objetivos principales. El primero, mejorar la planta
desde un punto de vista agronómico: más productiva, resistente a plagas, a
sequias, a herbicidas, etc.…Actualmente estos son los transgénicos más extendidos y los
que atraen toda la polémica, por lo que me dedicaré a ellos casi en exclusiva en próximas
entradas.
El segundo objetivo es obtener un
producto con mayor valor añadido - patatas que no generan acrilamida (compuesto
supuestamente cancerígeno), manzanas que tardan mucho en oxidarse, etc - con aplicaciones industriales (patata amflora para
fabricar plásticos a partir de almidón), nutricionales (pan de trigo modificado
apto para celiacos) o farmacéuticas.
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El tomate
"Flavr Savr" fue el primer alimento genéticamente modificado que
obtuvo licencia para consumo humano. Se comercializó en 1994, al parecer con
poco éxito. Fue modificado para frenar una enzima de maduración, lo que daba al tomate una vida útil más larga. Fuente: "Tomatoes ARS"/ DP/ Wikimedia Commons
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El "arroz dorado" es un
ejemplo de transgénico con uso humanitario. Este arroz acumula betacaroteno
(precursor de la vitamina A) en el interior del grano y no solo en las
cubiertas exteriores (que se eliminan al refinar el grano), como hace el arroz
“normal”. Se ha desarrollado mediante un programa con fondos públicos y su
objetivo es reducir la incidencia de enfermedades y mortalidad ligadas al déficit
de vitamina A que se da en poblaciones del tercer mundo (principalmente en
Asia). A pesar de la fuerte oposición de
organizaciones ecologistas como Greenpeace y la gran cantidad de requisitos
para conseguir la luz verde, en 2018 ya se ha aprobado su consumo humano en
Australia, Nueva Zelanda y Canadá. Fuente.
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Aquí un alimento transgénico con “valor añadido” para el
consumidor: la manzana “artic” que no se oxida. Técnicamente no podemos llamarla transgénica,
pero si modificada genéticamente, porque simplemente lo que han hecho es
tocarle los genes para suprimir la producción de una enzima que provoca el
color marrón cuando las células de la manzana se dañan al cortarlas. Fuente: Okanagan Specialty Fruits |
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¿Te imaginas vacunarte comiendo un
plátano? Los investigadores han conseguido desarrollar plátanos o patatas
transgénicas que permitan inmunizar a mucha gente a la vez simplemente al
comérselo, lo cual sería muy práctico en países en desarrollo. Hay proyectos en
marcha en la lucha contra virus y bacterias causantes de diarreas, HIV, rabia y
hepatitis B. Fuente: Fundación Antama. |
Por último, un ejemplo de aplicación
ambiental: las plantas forrajeras modificadas para corregir los problemas de
contaminación por estiércol. Los pollos criados en granjas intensivas acumulan
excesivas cantidades de fosforo en sus excrementos, lo que complica su gestión
ambiental. Para disminuir el problema se añade la enzima fitasa a la ración de
los animales. Se está trabajando en que las propias plantas sean capaces de
producir esa enzima en grandes cantidades añadiéndole los genes necesarios.
Cuando hablamos de plantas transgénicas
cultivadas, las implicaciones en bioseguridad cambian completamente, ya que no se trata simplemente de
organismos confinados en un tanque fermentador, produciendo una sustancia
química que será purificada posteriormente. La liberación en campo abierto de plantas transgénicas debe hacerse con mucha precaución para
asegurarse que el gen extraño no pasa accidentalmente a un medio ajeno o a la cadena
alimentaria. Para ello, los científicos han desarrollado estrategias de
contención para prevenir el cruce con otras especies. La cuestión de la
"contaminación genética", aparte de ser objeto de discusión entre
detractores y defensores de los cultivos transgénicos, es lo suficientemente compleja
como para dedicarle otra entrada.
Animales transgénicos, de momento en el laboratorio.
Los animales tampoco se libran de que les
toquen los genes, y es que la modificación del genoma
de animales constituye una herramienta excepcional desde el punto de vista
científico y médico. Posiblemente, esto ya nos da a muchos un poco de "yuyu",
quizás por la menor distancia evolutiva que nos separa, o porque también nos
recuerda a algunas películas de ciencia ficción.
El caso es que existen animales
transgénicos y desde que aparecieron hace unos cuarenta años han contribuido al logro de
importantes avances en ciencia básica, biomedicina, producción de fármacos e
incluso en zootecnia. En muchos casos, sobre todo para la producción
farmacéutica, se introduce un gen humano. También se recurre a genes de
especies emparentadas, como el caso del salmón; incluso han introducido incluso
genes vegetales en cerdos para que la grasa que produzcan sea más alta en
ácidos grasos omega 3.
Muchas de estas posibles
aplicaciones tienen todavía que solucionar algunos desafíos técnicos y posiblemente
algunas nunca se lleguen a materializarse. Otras, como la cabra que produce leche con antitrombina
(una proteína anticoagulante de la sangre) llevan tiempo utilizándose.
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Desde el punto de vista de la salud y aunque no os lo creáis, al cerdo le debemos mucho. |
Se han creado animales modificados genéticamente
para su utilización como donantes de órganos, tejidos o células para humanos. Tradicionalmente
se ha recurrido a los cerdos, por ser muy similares fisiológica y
anatómicamente a nosotros. La ventaja de los cerdos transgénicos es que,
además, poseen genes humanos capaces de producir antígenos o proteínas humanas
que ayudan a evitar los rechazos. Así los cerdos han participado (a su pesar,
supongo) en la producción de células pancreáticas que fabrican insulina,
células dopaminérgicas para el tratamiento del Parkinson; hemoglobina humana para
obtener sangre artificial, y han "donado" sus corazones, pulmones,
riñones, hígados y córneas para ser trasplantados.
Otra de las utilidades principales de los
animales transgénicos, concretamente de las hembras, es la capacidad para
producir proteínas de interés terapéutico en la leche, de aquí vienen el termino de las “granjas farmacéuticas”. Las glándulas mamarias son excelentes fábricas de
producción de proteínas biológicamente activas, y estas pueden recuperarse de la leche mucho mejor que con los métodos de purificación
tradicionales. Así, se han conseguido obtener, a partir de leche de ganado
transgénico, proteínas humanas que ayudan a combatir enfermedades como la
hemofilia, entre otras.
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Herman fue el primer toro transgénico del mundo. "Creado " en 1990, se
le introdujo el gen para la lactoferrina humana (HLF) y él lo transmitió a su
descendencia, obteniéndose en 1994, por cruzamiento
convencional, las primeras vacas transgénicas que producían HLF en su leche. La
lactoferrina se utiliza para
tratar la mastitis (inflamación de las mamas), la septicemia y las infecciones
intestinales de los enfermos de cáncer y sida. Fuente.
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Los animales transgénicos también se
utilizan en ensayos de toxicidad de fármacos y de seguridad de las vacunas; incluso como
detectores de sustancias dañinas presentes en el ambiente. Aunque que pueda parecernos duro, hay que recordar que los experimentos con animales son habituales y la transgénesis permite obtener animales más sensibles a la toxicidad,
para poder realizar los ensayos con menos animales y obtener resultados en
menos tiempo.
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El famoso salmón transgénico es un salmón atlántico que lleva
genes de otras dos especies cercanas, que le permiten crecer más deprisa y
durante todo el año.
En 2015 se aprobó para
consumo humano en EEUU y Canadá. En EEUU
todavía (septiembre 2019) siguen dando vueltas a cómo etiquetar este
producto transgénico (un tema espinoso que ya trataré más adelante). Es por tanto el
primer caso de animal transgénico comercializado como alimento. Fuente.
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En definitiva...
Después de traeros tal
cantidad de ejemplos de la diversas utilidades de las técnicas de modificación
genética, más de uno seguro que está pensando que quiero venderos los
transgénicos, que estoy a sueldo de las multinacionales, etc etc. Pues no, en esta
segunda entrada simplemente quería mostrar como la transgénesis es una herramienta
que se utilizan hoy en día mucho más de lo que imaginamos.
Yo misma me he
sorprendido al descubrir la cantidad de organismos transgénicos que producen
medicamentos o que nos ayudan de una manera u otra. Exceptuando a
algunos colectivos, ¿cuántos de nosotros renunciaríamos a ellas, en el caso necesitarlas?.Lo
cual no quita que muchas de estas aplicaciones dan para mantener un debate
científico y ético muy necesario.
También me ha parecido
curioso como estas tecnologías aportan soluciones frente a problemas
ambientales pero a la vez, según los colectivos ecologistas, contribuyen a crear otros. El tema de
los riesgos ambientales también lo veremos más adelante.
A lo mejor en próximas
entradas encontráis la información que queríais leer, o quizás no. Simplemente
pretendo daros la información, que es otra magnífica herramienta para que cada
uno seamos capaces de juzgar con criterio y no nos dejemos engañar.
Mis fuentes principales de información esta vez han sido:
- http://www.colvema.org/pdf/6473geneticaii.pdf: si crees que la realidad supera a la ficción, este documento del colegio
oficial de veterinarios de Madrid, sobre las aplicaciones de los animales
transgénicos no te dejará indiferente.