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jueves, 28 de octubre de 2021

ABECEAGRARIO: BESANA

 Esta palabra ya estaba tardando en aparecer en nuestro Abeceagrario. Es un término antiguo, pero sigue siendo muy importante. De hecho, todo agricultor que se precie no solo sabrá lo que significa esta palabra, sino que siempre intentará hacer la besana bien derecha.

 

 Imagen de congerdesign en Pixabay


Pero, ¿qué es la besana ? Si acudimos a la RAE esta palabra tiene varios significados. Los dos primeros son los más habituales y están muy relacionados entre sí ya que, se trata de un sustantivo que puede ser a la vez individual y colectivo. 

 

Como sustantivo individual, la besana es "el primer surco que se abre en la tierra cuando se empieza a arar". El origen de esta palabra, tiene su gracia: procede del latín versāre que significa ‘volver’, ya que antiguamente cuando el buey tiraba de un arado iba haciendo un surco o línea hasta llegar a un límite (la linde o un obstáculo, por ejemplo) donde tenía que dar la vuelta y empezar el siguiente surco en dirección contraria. Como sustantivo colectivo la besana es la “labor de surcos paralelos que se hace con el arado”, es decir, el conjunto de surcos paralelos hechos con el arado en un campo de cultivo.

 

En terrenos llanos y homogéneos sacar una besana recta no suele suponer un problema...

Trazar bien este primer surco era, y sigue siendo, muy importante, ya que sirve de referencia para el resto. Lo óptimo y lo más eficiente, de cara a las labores agrícolas posteriores (por ejemplo siembra, desherbado o cosecha) es conseguir un conjunto de surcos lo más rectos y largos posibles, algo que se consigue con experiencia y sabiduría. De esta manera, si se consigue que en una parcela la mayoría de los surcos sean largos habrá que hacer menos giros de arado o tractor, y a lo tonto se ahorrará tiempo de trabajo.

 

 ...pero cuando hay pendientes y obstáculos la cosa se pone difícil.

Aunque hablamos de tractores, la necesidad de hacer la besana derecha ya se refleja en antiguas coplillas. Hay expertos en el tema que llaman cantes de la besana a aquellos que se entonaban mientras se araba. Considerando lo dura y tediosa que debía ser la labor de arar con bueyes, es fácil imaginarse a los hombres cantando para olvidar sus males o simplemente para entretenerse. La sabiduría popular también refleja lo importante que resulta la experiencia en esta tarea con el refrán “Buey viejo, lleva el surco derecho”.


Un día que estaba arando

se me torció la besana

cuando la iba enderezando

me acordé de mi serrana

estando un día arando.

 

 

No te salgas del surco,

mula Romera,

que no se salga un grano

de sementera.

 

Actualmente, para trazar la besana con un tractor, el agricultor tiene que buscar una referencia a lo lejos y llevar el morro del tractor alineado con ella continuamente. Para ayudar en esta tarea, y si no me equivoco, muchos tractores tienen en el "morro" una flecha o prominencia que sirve para alinear el tractor con la referencia visual. Los tractores que además incorporan agricultores sistemas de autoguiado por GPS hacen el trabajo más sencillo al agricultor, ya que este ya no necesita poner los cinco sentidos en mantener la línea recta. 

 




Las otras dos acepciones de besana están relacionadas con el terreno de cultivo en general. Puede ser  una "medida agraria usada en Cataluña, equivalente a 2187 m2" o una haza, es decir "una porción de tierra labrantía".

 

Por cierto, en inglés un término relacionado con la besana como surco individual es back furrow. Sin embargo, se utiliza plowland (USA) o ploughland (UK) para referirse al terreno arado.

 

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viernes, 12 de mayo de 2017

CENCERROS, EL CARILLÓN DEL CAMPO

Mira este video y escucha el sonido. Un paisaje sonoro tremendamente evocador y me temo que cada vez más extraño para mucha gente. Producido por un humilde objeto que, aunque no lo creáis, desde 2015 está considerado por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

 



Y es que, aunque suelo hablar más de ganadería moderna, - las pulseras de actividad para vacas por ejemplo - de vez en cuando me gusta recordar usos y costumbres que aún forman parte de nuestro patrimonio cultural. 


¿Qué es un cencerro?


Según la RAE, una "campana pequeña y cilíndrica, tosca por lo común, hecha con chapa de hierro o de cobre, que se usa para el ganado y suele atarse al pescuezo de las reses".
 Los hay de diferentes tamaños, formas y sonidos, según el animal que los vaya a llevar. Eso sin contar con que cada región tiene sus variantes con sus respectivos nombres. 

Cecerro de carnero. Fuente: Museo de agricultura de Torremocha del Jarama.
Un cencerro es mucho más que una chapa de hierro moldeada con un martillo para darle forma de campana. Necesita pasar por el horno, junto con unas pequeñas láminas de cobre o estaño, que al fundirse recubren la pieza y le dan su sonoridad característica. En este vídeo lo explican muy bien. 

Obviamente, para que suene el cencerro hay que colocarle el badajo. Elaborado con maderas duras, como la encina o la retama blanca, aunque también los hay de hueso, cuerno o incluso de plástico los más modernos.
 

La última tarea es el afinado, en el que se da a cada cencerro su sonido característico con unos certeros martillazos. El conjunto de cencerros que lleva un rebaño entero se llama alambre, y si el afinador hace bien su trabajo el resultado sonoro se parece más a un carrillón que a una cacerolada.
¿Sabías que los cencerros también se afinan?

Clases de cencerros

Los hay de muchas clases, en función de su tamaño, forma y grosor de la chapa. Estos tres factores influyen en el sonido final. A mayor tamaño y chapa más gruesa el sonido es más grave y se oye con más facilidad a larga distancias.


Los hay pequeñitos, las esquilas, para tener controlados a los perros de caza.
 

Los de ovejas y cabras son pequeños o medianos, dependiendo de si el animal que lo ejerce de guía o es una más del rebaño. Pueden ser cencerros o cencerras, changarros, esquilas, o trucos.
 

 Los cencerros para ovejas son más estrechos por abajo; así suenan con más facilidad y compensa el hecho de que la oveja se mueva menos. Como las cabras son  más movidas llevan cencerros de boca ancha, parecidos a los de las vacas. Fuente: Cencerrería Los Tres Golpes 

 

Los cencerros del ganado mayor, vacas y caballos, suelen ser más grandes, sobre todo si el portador es el encargado de guiar a sus congéneres. Los cabestros de las plazas de toros o las yeguas o mulas que van delante de una recua suelen llevar arrancaderas o zumbas. Los cañones, piquetes y cencerros son progresivamente más pequeños. 

Cabestros o mansos con sus zumbas al cuello

 

¿Para qué se utiliza?

El sonido del cencerro permite al ganadero localizar a sus animales, lo cual resulta especialmente útil cuando estos pastan en fincas grandes o en terrenos escarpados.

 También le sirve para identificar a sus animales, gracias al sonido distintivo de cada cencerro. Algo muy importante durante la transhumancia, en el que se mezclan rebaños de diferentes dueños. Cada uno sabe por dónde anda su oveja o su vaca guía por el sonido del cencerro.

Los cencerros también permiten a los animales localizarse entre ellos. Cuentan en este artículo cómo antiguamente, cuando se aproximaba la celebración de una feria ganadera, en los cortijos se acostumbraba a los animales que iban a ser vendidos al sonido de una zumba que portaba una yegua mansa y experimentada, la "madrina". De esta manera, a pesar del jaleo, los animales no se perdían, les bastaba con oír el gran cencerro de la madrina para permanecer junto a los suyos.

 

Mi suegro le pone el cencerro a las vacas con más malas pulgas, de esta manera el resto puede oírlas cuando se acercan y así evitar problemas.


 

Dichos y refranes en torno al cencerro

Todos conocemos y seguro que hemos usado la expresión, "estar como un cencerro", para referirnos a alguien que le falta un tornillo, está chiflado o majareta. 

¿Y si os digo que fulanito estuvo desviando fondos "a cencerros tapados"? Esta expresión, que da a entender que algo se hace callada y cautelosamente, tiene su origen en la costumbre de rellenar los cencerros con hierbas o barro, para que no sonaran cuando el ganado entraba a comer en sementeras o pastos ajenos, donde no serían bien recibidos.

A los aficionados al cine de Pedro Almodóvar seguro que les suena eso de "estar como vaca sin cencerro" , que es lo que le pasaba a Chus Lampreave y Marisa Paredes en "La flor de mi secreto", estaban desorientadas, inseguras, sin saber qué hacer o a donde ir.

Sin salir del mundo rural, antiguamente en muchos pueblos existía la costumbre de “dar la cencerrada” en la que se incordiaba en su noche de bodas a las parejas con gran diferencia de edad o a viudos y viudas que volvían a casarse. 

Tampoco faltan los refranes: “a buey viejo, cencerro nuevo”, "El buey sin cencerro, piérdese presto" o “Amor, tos y dinero llevan cencerro”, o "Échate al cuello un cencerro y te seguirá todo el pueblo". Os animo a explicar su significado en los comentarios.
 

También, cómo no, hay adivinanzas, que pienso hacerle a los niños en cuanto llevemos el Proyecto Conocer a los coles, a ver qué ocurre.
 

Adivina, adivinanza,
 va al monte y no come;
 va al río y no bebe
y con el cántico, se mantiene.

Tamaño como un pepino,
 da voces por el camino
¿qué es?.


¿A que no os imaginabais que un simple cencerro diera para tanto?.
 

Actualización (14/04/2020): durante esta dichosa pandemia de coronavirus, me he enterado gracias a gente estupenda de Twitter que hay pastores que están quitándole los cencerros a sus animales como forma de duelo por todos los que están muriendo estos días. Al parecer, cuando moría un pastor se le quitaban los cencerros a los animales ya que de alguna manera era el rebaño quien guardaba el luto a la muerte del pastor. Me ha parecido una iniciativa curiosa, muy humana y que tenía que compartir.
 





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jueves, 9 de marzo de 2017

DESCUBRE LA DIFERENCIA ENTRE BUEY Y VACA


"Que no te den vaca por buey" 

nos avisa un conocido anuncio de un restaurante en Madrid, imitando el dicho de "dar gato por liebre". 


Pretenden dar a entender, que ellos sí sirven carne de buey, no como la competencia, que cuela a sus clientes una carne más barata a precio de buey. Pero, ¿sabes en qué se diferencian un buey de una vaca?, y lo más importante ¿serías capaz de distinguir su carne en el plato?.


 

¿Qué es un buey?

El buey es el santo grial de los carnívoros, esa carne que da caché a un restaurante, ya sea un asador o se dedique a las hamburguesas gourmet. Desde el punto de vista legal es simplemente el macho vacuno, castrado, de cuatro años en adelante.
Su carne es muy cara de producir, sobre todo porque supone, como mínimo, una inversión a cuatro años vista, durante los cuales el ganadero tendrá que alimentar al animal todos los días, y eso son muchos kilos de pienso y muchos litros de agua al año. Durante ese tiempo, mientras el animal vive a cuerpo de rey, todo son gastos. Ya podéis imaginaros qué ocurre si al buey le pasa algo y/o no se llega a vender.

El problema es que al exigente mundillo gastronómico no le vale cualquier buey: debe estar castrado de jovencito para evitar el efecto de la testosterona en el sabor de la carne, por lo que no se le podrá sacar utilidad como semental;  debe ser ya mayor, al menos siete años, y a ser posible que haya trabajado o haya hecho ejercicio físico, para que tenga una carne más hecha y con grasa infiltrada. 

Ese sería el auténtico buey, al que imaginamos tirando de un carro o un arado, justo ese que prácticamente ya no existe porque el tractor los jubiló hace ya bastante tiempo. ¿Y de dónde se sacan entonces los pocos que hay?.

Ya casi no existen los bueyes para tiro, salvo en los tradicionales concursos de arrastre que se celebran en el norte de España o los que tiran de las carretas que van al Rocío. Fuente  

Otra opción, también en riesgo de extinción, son los bueyes que trabajan como cabestros para el manejo de toros de lidia, como este berrendo en colorado.  Fuente: Blog El Riscal  


 Y también puede quedar algún paisano que los cría por hobby o tradición. Aquí tenemos a uno gallego que tiene una yunta, con su arado romano y todo. El vídeo está en galego, pero enténdese ben.


 

¿Qué es una vaca?

Pues la hembra del toro, que además nos da leche. Junto con los bueyes y los toros de lidia está en el grupo del vacuno mayor, que son animales mayores de cuatro años, con una carne roja bien desarrollada...y ahí prácticamente se acabaron las diferencias, al menos en cuanto al modo de vida del animal.

Estas vacas de la raza parda de montaña son las madres de los futuros bueyes que crecen en el valle del Esla, en León. Fuente

A diferencia de los bueyes, las vacas habrán "trabajado" prácticamente toda su vida. Me explico. Una vez se jubilan y antes de ser sacrificadas, las vacas lecheras y las nodrizas (que crían a los terneros de carne) se ceban unos meses para que adquieran la conformación y la cantidad de grasa adecuada. Son las llamadas técnicamente "vacas de desvieje", expresión que me suena fatal.

Se trata de animales con más de siete años, y una carne de buena calidad, peeero a un precio mucho más asequible.  Tres razones lo explican: se ceban durante mucho menos tiempo, fueron productivas antes de su sacrificio y las hay a montones, mientras que a los bueyes hay que buscarlos.
¿Sabías que por cada buey sacrificado pasan por el matadero 10.000 vacas.? Al menos eso es lo que sostiene Flavio Morganti, cocinero italiano y autor del libro "Vacas, su dignificación sexual y gastronómica".

¿Carne de buey por menos de 20 euros el kilo? Yo desconfiaría. Puede que el precio se deba a que procede del norte de Europa, donde hay más tradición de carnes rojas y verdes pastos con los que alimentar a los animales.

 

Carne de buey o carne de vaca

¿Cómo distinguirlas? Pues según dicen muchos, por el precio - por debajo de los 80 -100 euros el kilo raro será el chuletón de buey auténtico - o fijándose bien en la etiqueta, cosa que no siempre es posible en un restaurante.

¿Sabías que un buey de 1.000 kilos puede llegar a costar 10.000 euros? De esos 1.000 kg sólo 160 lo son de chuletas, la parte más valorada.

 

En el Comidista nos cuentan la diferencia “La grasa de vaca es muy amarilla y su carne, roja. El buey, en cambio, tiene una grasa de color blanco roto, la carne también es roja y melosa, pero desprende mucho aroma”.
La carne de buey es de color rojo oscuro, con un sabor muy intenso, y una grasa de color nácar o dorada que se infiltra en toda la pieza.  

 

Esta grasa es la que aporta gran parte del sabor, gracias a los ácidos grasos que contiene, y al estar infiltrada dará una carne jugosa, sabrosa y que prácticamente se deshace en la boca. Dado el tamaño y la edad de los animales, esta carne requiere un mayor tiempo de maduración en cámara frigorífica, que también la encarecerá: un mínimo de 15 días, 40-60 días como algo normal y hay gente que la tiene ¡hasta 5 meses!

La carne de vaca por su parte, es también muy roja y sabrosa, y tiene una grasa característicamente amarilla

Las piezas menos valoradas irán para carne picada o productos cárnicos procesados, mientras que las partes nobles se venderán como tales. Siempre y cuando el vendedor o restaurador no caiga en la tentación de hacerlas pasar por buey, como a veces ocurre, de la misma manera que otros pretenden hacer pasar rabo de añojo por rabo de toro en época de ferias taurinas.

Evidentemente se trata de un fraude, porque al venderla como carne de buey, se está engañando a un cliente que cree estar comprando o comiendo buey a precio de ganga. Eso sin descartar el suculento margen que puede obtenerse aprovechándose de la fama del buey.

Pero eso no significa que la carne de vaca no sea de gran calidad, aunque a veces se le denomine injustamente como "vaca vieja" y sus piezas más humildes no formarán parte de una hamburguesa gourmet. 

Realmente vaca y buey juegan en la misma liga, la del vacuno mayor, y hay muchos factores que influyen en el resultado final: raza, alimentación, modo de vida, tiempo de maduración de la carne, etc

Además esto va por gustos, siempre habrá entendidos capaces de detectar matices en la carne de buey que al resto de mortales se nos escapan y que justifican el dineral que cuesta. Y siempre habrá consumidores que rechacen una carne de sabores tan intensos, acostumbrados como están a la suavidad de la ternera y el añojo. En mi caso, no he probado la suficiente cantidad de buey como para daros mi opinión personal ;)