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viernes, 19 de agosto de 2022

GANADO E INCENDIOS, MAS ALLÁ DE LAS OVEJAS BOMBERO

Que los incendios son parte inevitable del verano no es ninguna novedad. Al contrario de lo que pueda parecer, los datos indican que cada vez hay menos incendios. Sin embargo crece el número de grandes incendios, que además de sobrepasar con holgura las 500 ha que marcan su límite inferior, son cada vez más difíciles de extinguir. Ya se han descrito incluso los incendios de sexta generación (prácticamente ingobernables por su capacidad de retroalimentarse y de alterar el clima de su entorno) frente a los que enseguida políticos y medios de comunicación buscan héroes y culpables.

Tampoco tarda en salir la típica expresión de "los incendios se apagan en invierno" o, la simpática y noticiable "ovejas bombero", tan de moda últimamente. Aparte de que los incendios hay que prevenirlos durante todo el año, y apagarlos cuando toque, difícilmente verás a una oveja sujetando una manguera o utilizando un batefuegos, en primera línea junto con los "bombero" forestales humanos.  

 

Dolores es una oveja que sí quiere ser bombera. Además de ser mascota de Interovic es amiga de Desi.

El caso es que me ha dado por imaginar ¿cómo se ve el problema de los incendios a pie de pasto?...¿qué diría una oveja a los humanos para prevenir los incendios forestales? Como no hay soluciones simples para problemas complejos, como es precisamente el de los incendios yo también he decidido complicarme la vida e imaginar cómo sería una reunión del comité nacional del GAMERUSIN (Ganado Autóctono por un Medio Rural sin Incendios).

En esta convocatoria imaginaria los representantes de diferentes especies ganaderas pertenecientes a ganaderías extensivas han invitado al mochuelo Sócrates como representante de la fauna silvestre, a la vez que gran experto en temas humanos en general (de algo le tenía que servir su ancestral colaboración con la diosa de la sabiduría) para tratar el tema de los incendios forestales.

Les pillamos en plena conversación.



— Pues mira — interviene Desi, la oveja churra, yo no sé de qué va el cambio climático ese del que hablan los humanos, pero sí que se que cada año me esquilan antes. Y ya ni con eso, ¡lo duro que se hace ir a las rastrojeras a pleno sol!, que por cierto, este año están siendo mas bien escasas—.
 

Desi con unas colegas aprovechando el rastrojo un buen año. Una oveja adulta consume entre 2,5-3 kg de materia vegetal seca a diario en el campo, abona y distribuye más de 3000 semillas. Por tanto son mucho más que “bomberas”. Como cuenta nuestro amigo ganadero Felipe molina siempre se ha dicho que “la oveja hace finca”. Fuente: FEAGAS
 
Margarita, la vaca casina, añade — pues ahora que lo dices...a finales de julio ya teníamos el pasto seco arriba en la montaña y andaba el pastor preocupau".

— A ver, en verano se secan las plantas, no es ninguna novedad — tercia Angustias, la cabra murciano-granadina. —y como ya no queda nadie que cuide las fuentes, ni los abrevaderos ni los manantiales es difícil encontrar agua fresca en el monte con la que pasar esas hojas tan secas —.

Angustias en su salsa, posando mientras sus compañeras pastan. Fuente.

— Menos mal que los pastores saben dónde encontrarla— dice Desi, mientras el resto de animales mueve la cabeza como afirmando — los careas son unos antipáticos, no nos pasan una, pero oye, al final vamos todas siempre juntas y comemos todos los días, ya llueva, hiele, truene o haga sol —.

— Pues, según los humanos, estáis limpiando el monte— apunta Sócrates el mochuelo. — Deben de haberse dado cuenta ahora de lo importante que es, porque últimamente con tantos incendios no hablan de otra cosa —.

— Lo que tu digas, yo simplemente como lo que pillo— responde la cabra Angustias. — Me da igual cómo quede—.

— Bueno... limpio, limpio...no queda, que todos dejamos nuestros excrementos en los prados — añade Margarita con una sonrisa cómplice.
 

Margarita, la vaca casina con su güaje. Fuente: FEAGAS
 
— ¡Pues será en los prados! — exclamó Angustias , porque está el monte tan lleno de arbustos que no hay quien se meta dentro. Los tres rebaños de cabras que quedan en mi pueblo no damos abasto—.

— Pues ya sois muchos, que cada vez hay menos humanos en el campo — añade Sócrates con tono triste, tose un poco y se aclara la voz para seguir hablando. —Hace mucho tiempo yo vivía en una dehesa, tenía mi casa en el hueco de una vieja encina, cerca de un cortijo. Me encantaba observar a los humanos, cómo iban del sembrado a la viña, de la viña al pueblo o de las dehesas al monte. En un paisaje tan variado siempre encontraba un lugar para posarme y cotillear. Pero desde que se murió el ultimo habitante del cortijo nadie cuida la dehesa, los rebrotes y los matorrales hacen imposible volar en condiciones o localizar a mis presas ahí dentro, así que tuve que mudarme al altillo de la casa del cortijo. Como está abandonada no me molesta nadie—.


Sócrates cotilleando ya de buena mañana. Fuente.

 

— Estarán los ecologistas contentísimos con eso de que los bosques se vuelvan salvajes, ¿no? — interviene alegremente Fermín, el semental de jaca navarra, mientras Desi y Angustias le miran con cara de circunstancias. — Al menos  es lo que he oído decir a mi dueño— se apresura a aclarar Fermin.

— Bueno, hay ecologistas de todo tipo. Algunos se basan en ideologías y otros más en la ciencia. Unos intentan imponer sus ideas y otros intentan llegar a acuerdos con las administraciones (que son los humanos que mandan) y otros grupos de humanos — apunta Sócrates, demostrando su conocimiento sobre ellos. — Algunos son hasta majos, hay un grupo que incluso me declaró ave del año hace ya tiempo— añadió orgulloso. 

— Pero, ¿ecologista no es lo mismo que excursionista? Mucha gente en la montaña viene a darme cosas de comer pensando que estoy abandonado, o deja las cercas abiertas para que sea libre (o eso dicen). ¡Menudos líos montan a veces! — reflexiona Fermín. 

 

Foto robada a Fermin, mientras pensaba en sus cosas. Fuente Javier Iriarte Lusarreta/ASOCIACION DE CRIADORES DE GANADO EQUINO BURGUETE DE NAVARRA (ASCANA).


— No necesariamente, aunque a veces coincide — aclara Sócrates. — Suele ser gente de ciudad, es fácil reconocerlos por la manera de vestir, van todos con las mismas botas y los mismos abrigos...deben de comprarlos en el mismo sitio—.

— ¡Jajaja, es verdad! ¡y con bastones raros! — interrumpe Margarita — hubo uno este verano que se enfadó porque no le dejaban bañarse en el lago, ¿qué necesidad habrá de mojarse en ese agua tan fría? —.

— Algunos son muy raros, si —Sócrates retoma la explicación con paciencia. — En general desconocen cómo funcionan las cosas por aquí, en el campo. Unos jamás lo reconocerán, pensando que saben mas que los humanos de aquí, y otros sí están dispuestos a aprender. El caso es que los humanos han ido cambiando y, aunque a veces parezca mentira, esas ideas de cuidar la naturaleza van calando poco a poco hasta que llegan a los que mandan y hacen las normas. Pero estos que mandan no se enteran del todo bien de lo que realmente hace falta, y de nuevo tenemos el lio montado—.

Todos los participantes de la reunión observan con respeto a Sócrates mientras habla. Ahora entienden tantos enfados de sus dueños.... Y, de repente interviene Andreu por primera vez. Andreu es un asno catalán, fuerte y dispuesto; no en vano sus antepasados participaron en la cría de mulas que permitió la conquista del oeste americano. Es un asno de acción que ahora presta sus servicios en el macizo de Montserrat, en unos montes salpicados de chalets residenciales donde apenas quedan rebaños que den cuenta del matorral. Todos los años por estas fechas viven con el miedo de que un rayo, una colilla o una motosierra mal utilizada provoque otro incendio más.

— ¡Pero no todos los humanos son tan inútiles!, algunos hacen cosas interesantes —.

Foto "de estudio" de Andreu. Fuente: Ricardo Azón Pardo/FEAGAS


— Cuenta, cuenta — le pide la oveja Desi, deseosa de oír algo positivo.

— El caso es que tengo un primo en Gerona que pertenece a los “Ramats de foc" o rebaños de fuego— traduce Andreu. — Son varios ganaderos que colaboran con los bomberos forestales. Estos les indican a qué zonas estratégicas tienen que llevar a sus animales y los ganaderos reciben ayudas por limpiar esos montes. Además, se han puesto de acuerdo para utilizar un dibujito que identifique la leche y la carne que producen estos rebaños. Dicen que así se vende mejor —

— ¡Qué buena idea! ¿y cuánto tiempo llevan? — pregunta Fermín.

— Desde 2015. Ojalá prospere la iniciativa y llegue a más sitios. Como no colaboren los humanos entre sí nos vamos todos al carajo— respondió Andreu.

Todos los participantes de la reunión asienten, menos la cabra Angustias que, fiel a su carácter, salta para contestar.

— ¡Foh!, ¡pues si en Andalucía tenemos la Red de Áreas Pasto Cortafuegos!, ¡y la Escuela de Pastores! que además llevan una hartá de tiempo funcionando. Que en el sur también tenemos buenas ideas —.


— Esa es la cuestión — terció rápido Sócrates para evitar una discusión — los humanos que os cuidan también necesitan que alguien les cuide a ellos, o al menos que les importe su futuro, o al menos que no les pongan las cosas más difíciles. Porque de seguir así no verán ningún sentido en seguir con su trabajo. Y una vez desaparezcan los humanos, vosotros vais con ellos, y los montes...pues ya se verá lo que ocurre—.

 

Y ahí dejo a nuestros amigos animales, para volver con otra idea preconcebida con la que me topado en redes sociales, eso de que "las ovejas hacen el trabajo gratis", el de los retenes forestales, supongo.

De gratis nada, que el pastor y el ganadero tienen que vivir de algo. Junto con sus animales están haciendo un trabajo y ofreciendo una serie de servicios, que está bien que se reconozcan con aplausos y palabras bonitas, pero lo suyo es que se remuneren con dinero, justo con lo que se paga el pienso complementario, las facturas o la comida en el supermercado.

Hemos visto que las soluciones ya existen. Las administraciones deberían tomar como norma eso de pagar (razonablemente bien) a los ganaderos por zonas "limpiadas", especialmente aquellas de difícil acceso, estratégicas o con pastos poco nutritivos. Y el consumidor puede hacer un esfuerzo para al menos hacerle un hueco en la nevera a los productos procedentes de ganadería extensiva, justo los que menos se consumen en la actualidad. Menos lamentaciones y palabras huecas y que cada uno que se aplique su parte.



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martes, 25 de enero de 2022

GANADERÍA EXTENSIVA. LA GUÍA DEFINITIVA

Nada menos que cuatro páginas dediqué en mi libro Conocer la Agricultura y la Ganadería a las diferencias entre ganadería extensiva e intensiva. Sin embargo, sospecho que mucha gente no acaba de tener claros estos conceptos, por lo que voy a intentar explicarlo de nuevo en varias entradas. 


Pero primero quiero plantearos una serie de preguntas que publicó Elmastín (@perrudellobu) en Twitter, por cierto una cuenta muy recomendable para quien le guste las cosas del campo. Las preguntas solo tienen dos respuestas: intensiva o extensiva.

 

El tipo de sistema ganadero que existe en un territorio suele estar muy relacionado con las características del medio físico. Donde hay suelos fértiles, más valiosos, las pocas granjas que hay son intensivas. Las zonas con suelos pobres o difíciles de cultivar, como las de montaña, se aprovechan gracias a la ganadería extensiva.

1. ¿De qué tipo de ganadería es el rebaño de un pastor que fabrica sus propios quesos artesanos solo cuando crece cierto tipo de flor en el monte en el que pastan sus ovejas?
 

2. ¿De qué tipo son los rebaños que veranean en los puertos e invernan en las dehesas?
 

3. ¿De qué tipo son las ganaderías que crían toros de lidia para los festejos taurinos, encierros, tauromaquia, etc.?
 

4. ¿De qué tipo son las ganaderías que piden el control letal y cinegético del lobo?
 

5. ¿De qué tipo son las ganaderías de cerdos que llevan a cabo su fase de engorde mediante la montanera?
 

6. ¿De qué tipo son las ganaderías formadas por rebaños de millones de ovejas que permiten a sus propietarios poseer el monopolio mundial del mercado de lana?
 

7. ¿De qué tipo son los rebaños de miles de reses que se alimentan en los espacios creados mediante la deforestación del Amazonas?
 

8. ¿De qué tipo son las granjas familiares de gallinas en suelo alimentadas con cereales ecológicos?


(Spoiler: Las respuestas irán desvelándose a lo largo de la entrada)

 

El quid de la cuestión
 

En mi opinión hay dos factores básicos que pueden utilizarse para caracterizar una producción ganadera en concreto: el espacio y el esfuerzo dedicado a criar y cuidar los animales. Por esfuerzo entendemos sobre todo la manera de alimentarlos, aunque también es importante la protección de los animales frente a condiciones ambientales adversas, otros seres vivos o enfermedades. No conviene tomar al pie de la letra estos dos factores ya que cada especie animal es un mundo y tiene distintas necesidades, pero son muy útiles a la hora de hacerse una idea general.
 

Con esta entrada quiero mostrar los tipos de granjas que tenemos en España a las que podríamos considerar como extensivas. Pero conviene tener en cuenta que en el mundo real las etiquetas no siempre funcionan bien y que existe gran variedad de situaciones intermedias, a las que podemos denominar semiextensivas o semiintensivas.
 

Vamos a partir del hecho de que en España no tenemos sistemas 100% extensivos, que básicamente consistiría en soltar a los animales en el campo para que se busquen ellos solos la vida. Esto implica disponer de hectáreas y más hectareas de pasto abundante a su disposición y reunirlos cada cierto tiempo para recoger a la descendencia. Es lo que existe con el ganado vacuno en la pampa y los cerrados en Sudamérica; o en las grandes planicies australianas donde se crían ovejas para obtener la lana y la carne que abastecen gran parte de los mercados internacionales (ale, ya tenéis la respuesta para las preguntas nº 6 y 7).
 

¿Sabías que en la actualidad se esquilan en Australia 78 millones de ovejas -una gran parte de origen merino- que producen 350 millones de kilos de lana de gran calidad?
 

¿Sabías que en la Amazonía brasileña existen casi seis hectáreas de pastos por cada hectárea de agricultura? Fuente.
 

Galería de la ganadería extensiva en España
 

Vamos a considerar que el "extensivo made in Spain" es otra cosa; yo lo definiría como aquella ganadería ligada a una gran superficie de terreno, en la que el animal encontrará por sí mismo parte o todo su alimento diario: pastos, bellotas, arbustos o árboles, restos de cultivos, etc. Pueden estar acompañados, o no, por una persona, que los dirige hacia donde abunda este alimento y se encarga de su bienestar y seguridad.
 

Si la nevada pilla de improviso, como ocurrió con Filomena, hay que llevarles la comida al campo. Al estar la ganadería extensiva íntimamente ligada a la naturaleza, pueden darse situaciones meteorológicas extremas, como sequías o grandes nevadas en las que el ganadero tiene que alimentar a sus animales. También hay momentos en los que las hembras pueden necesitar un aporte extra de alimento (durante la gestación o lactación principalmente), pero siempre son situaciones temporales.

 

Por tanto los animales suelen pasar muchas horas al día (incluso toda su vida) al aire libre, desplazándose en busca de alimento, agua o refugio (del sol, del viento o el frio por ejemplo). Esta vida ligada a la naturaleza hace muy aconsejable recurrir a razas autóctonas, que se han desarrollado en ese territorio durante siglos y por tanto están mejor adaptadas a él. Sin embargo, eso no evita que en los ecosistemas donde viven existan determinadas amenazas que suponen un serio problema: el virus de la gripe aviar (que ha reaparecido recientemente), parásitos como las garrapatas o predadores como el lobo (aquí tenéis una buena pista para responder a la pregunta nº4).

Y sin más, hagamos un repaso de las principales ganaderías "extensivas" que encontramos en nuestro país:
 

Gallina ponedora
 

Podríamos decir que la producción de huevo en gallinas que viven en ecológico o las camperas - código del huevo 0 y 1 respectivamente- es lo que más se acerca a una ganadería extensiva, ya que tienen acceso a cuatro metros cuadrados de "parque" por cabeza, en el que si no está muy machacado pueden encontrar hierbas y bichitos para comer a voluntad. Pero a) también reciben pienso a diario para que pongan un numero razonable de huevos y b) viven en cercados que las protegen de predadores y tienen un gallinero donde guarecerse. Podríamos considerarlo un sistema semiextensivo.
 

Granja de gallinas en ecológico. Fuente: Inprovo.


Pollo de carne
 

Acabo de descubrir que la normativa contempla nada menos que tres tipos que se ajustarían a esta modalidad: "campero" a secas, "campero tradicional" y "campero criado en total libertad"; será que no me he fijado lo suficiente pero no recuerdo haberlas visto en el súper. Para no aburriros con datos, quedaros que con las condiciones que la ley exige a cada una varían según el grado de "extensividad": salida libre al exterior limitada o no, espacio cubierto de vegetación disponible para cada animal, edad de sacrificio, etc. En cualquier caso, aunque el pollo pueda pasar gran parte del día picoteando aquí y allá, es necesario darles cierta cantidad de pienso para que alcancen el peso de sacrificio en un tiempo razonable (que por cierto será el doble o más que el de un pollo en intensivo). Por ejemplo: un pollo campero tradicional comparte su metro cuadrado de patio al aire libre con otro colega, el pienso que reciba durante la fase de engorde tiene que tener como mínimo un 70% de cereales y podrá ser sacrificado a partir de los 81 días .

Un "pollo campero criado en total libertad" es casi un ser mitológico, que según la normativa tiene "acceso continuo a una superficie ilimitada" (entiendo que será la que el propietario pueda permitirse, porque la granja habrá que cerrarla por algún lado). Pero existen, tiene bastante sentido que se críen siguiendo las normas de ecológico y ambos son los que más se acercan a una producción extensiva de pollos de carne.Fuente: Granja El Espolón.


 
¿Sabías que la denominación "pollo de corral" es un invento de marketing? En la normativa no está contemplado nada parecido.

 

Cerdo
 

El mejor ejemplo de extensivo puro lo tenemos con los cerdos ibéricos (o cruzados con Duroc) que en otoño y parte del invierno aprovechan las bellotas y el pasto que produce la dehesa durante la montanera. Según los recursos que tenga la explotación, los primales (los cerdos todavía jóvenes para aprovechar la montanera) vivirán el resto del año en base a pienso y lo que puedan encontrar en el campo para mantenerse e ir creciendo. Los productos obtenidos de estos cerdos se identifican comercialmente con etiqueta negra, roja, o verde (apurando mucho mucho): es decir corresponde a los cerdos que tuvieron la suerte de catar bellotas y hierba en mayor o menor cantidad. Puedes encontrar más información en esta entrada.

El cerdo ibérico aprovechando la montanera es un buen ejemplo clásico de ganadería extensiva, pero esta no dura todo el año. Fuente: COVAP.


Oveja y cabra
 

En este caso hay una amplia gama de posibilidades dentro de los sistemas semiextensivos. En función de cuál sea el principal aprovechamiento (leche o carne) y de las posibilidades que ofrezca el entorno, el ganadero se organiza de una u otra manera. En este grupo entran las granjas en las que los animales pasan gran parte del día fuera, aprovechando pastos, monte bajo o rastrojeras y regresando al atardecer al aprisco, redil o establo.... Ese alimento que ofrece la naturaleza es cambiante, y a menudo otorga un sabor especial a la leche o la carne de los animales (ahí os dejo la pista para responder la pregunta nº1). Este tipo de granjas están en franco retroceso por muchos motivos, entre los que destacan la falta de rentabilidad unido a trabajo tan duro como poco reconocido.
 

La oveja merina es una raza extensiva por excelencia, pero en nuestro país hay unas cuantas más perfectamente adaptadas a este modo de vida. Incluso a recorrer kilómetros durante la trashumancia atravesándose media España en busca de pastos (otra práctica también en extinción y que os da la respuesta a la pregunta nº 2). Fuente: Adoración Luna

Vaca
 

Aquí distinguiremos tres tipos de ganadería extensiva: vacuno de lidia (el más extensivo de todos), de carne y algunas granjas de leche (que realmente deberían considerarse semiintensivas).
 

El ganado de lidia está íntimamente unido a las grandes extensiones de dehesa. Allí vive feliz, salvo cuando el ganadero les visita para probar la bravura, para asegurarse de que tienen agua y comida suficientes o cuando reúne a todos los animales para hacer los saneamientos ganaderos. Fuente: JulioFernández Sanz/MAPA.


Las vacas nodrizas pasan toda su vida en el campo (salvo quizás en zonas donde sean frecuentes las nevadas fuertes). Estas vacas crían los terneros, que cuando alcancen los 4 a 7 meses (depende de la raza) serán engordados en cebaderos intensivos.

¿Sabías que en España no hay pasto suficiente durante para cebar terneros en base a hierba?. Por esta razón la cría de vacuno de carne en extensivo se complementa con el cebo posterior en sistemas intensivos.


Vacas frisonas en un prado. Todavía quedan pequeñas granjas de leche (en torno a 50 vacas dando leche) cuyas vacas viven en prados cercanos y se recogen prácticamente solo para realizar los dos ordeños diarios. Justo en ese momento se les da algo de pienso que le aporta energía para producir leche. El resto del tiempo pastan lo que encuentren en el prado, que será considerablemente más tierno y abundante si viven en la cornisa cantábrica y Galicia. En esta entrada podéis ver un buen ejemplo. Fuente desconocida.


Caballo
 

Es una ganadería importante a nivel regional, cuyo sistema de funcionamiento se parece bastante al de vacuno de carne. Puedes encontrar más información en esta entrada.
 

Caballo de raza Burguete. Fuente: ARCA/MAGRAMA

 

 

Conclusión
 

Bueno, ¿qué tal? ¿cuántas preguntas habéis acertado? ¿mayoría de intensiva o de extensiva? Muchas tenían truco y pretendían jugar con las ideas preconcebidas que suele tener la gente. Una de ellas se os debería habrá quedado sin respuesta, para responderla tendréis que consultar la entrada sobre ganadería intensiva. Si, habéis leído bien.
 

En resumen, no hay que ser un lince para comprobar que ganadería extensiva hay menos de la que parece, la que hay tiene un alcance bastante limitado y resulta difícil establecer categorías que funcione bien para todas.
 

A pesar de ello hay muchas voces que piden desarrollar sistemas que permitan al consumidor que está interesado en su compra poder identificarlas. Ya existen en otros países y desde luego que cualquier iniciativa es bienvenida, pero en mi opinión creo que para que de verdad tengan éxito primero hay que asegurarse de que el consumidor entiende lo que compra. Algo que no es nada fácil conseguir porque muchas veces el propio marketing juega en contra.

 

 

Si quieres más información aquí puedes encontrar un completísimo informe sobre la ganadería extensiva en España, con unas infografías bastante apañadas.

 

https://www.mapa.gob.es/es/ganaderia/temas/produccion-y-mercados-ganaderos/informesobreganaderiaextensivaenespanaoctubre2017nipo_tcm30-428264.pdf

sábado, 5 de octubre de 2019

¿QUÉ HEMOS HECHO NOSOTRAS PARA MERECER ESTO?


El Cambio Climático, que ya está alcanzando el nivel de Emergencia Climática, está en boca de todos. E incluso en hocicos, a juzgar por esta sorprendente carta, con material gráfico y todo, que apareció en nuestro buzón de correo. Aquí os la reproduzco para que veáis el asunto desde otro punto de vista.

 

 


Estimados humanos de las ciudades,
 


Estamos un poco cansadas ya de ser las protagonistas de muchas noticias e informaciones sobre cambio climático y emisiones de gases de efecto invernadero. Así, sin comerlo ni beberlo, las vacas estamos en mitad de una lucha entre detractores y promotores del consumo de carne. Pero, ¿cuánta carne de ternera consumís a la semana?, ¿y de cordero?, ¿ y de pollo o de cerdo?. Por si no lleváis la cuenta, os diré que en 2018 se consumieron 62.358 toneladas de carne ovino y caprino juntos, 224.305 t. de vacuno, 575.313 t. de pollo y más de un millón de carne de cerdo, entre fresca ( 457.176 t.) y transformada ( 531.547t). Esto en España, en el resto de Europa y del mundo la cosa cambia.

En esta imagen se puede comprobar cómo ganadería es algo más que vacas. Fuente: FAO.

Creemos que es injusto que seamos nosotras las que cargamos siempre con el sambenito del impacto en el cambio climático. Vale que es cierto que eructamos metano, no es nuestra culpa haber nacido rumiantes, y que a día de hoy no se haya inventado ningún filtro que atrape a este peliagudo gas y ya de paso nos mejore el aliento. Pero vamos a poner un poco las cosas en contexto y veréis como la "culpa" hay que repartirla un poquito más.
 

Fuentes emisoras de GEI. AFOLU son las siglas en inglés para el sector "agro". Fuente. Miteco
 
En el quinto informe de evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climáticoel IPCC, un grupo de sabelotodos que se ha dedicado a recopilar toda la información disponible sobre el tema - el sector primario o "agro" (agricultura, silvicultura y otros usos del suelo ) es responsable de algo menos de una cuarta parte de las emisiones antropogénicas de Gases de Efecto invernadero (GEI). Estas emisiones se deben principalmente a la deforestación y la liberación de estos gases por parte del ganado y un uso inadecuado del suelo y los abonos y la quema de biomasa (bosques, pastos o restos de cosechas). Las distintas instituciones (IPCC, FAO, EPA entre otras) calculan que la contribución del ganado, así en general, a las emisiones de GEI a nivel mundial representan entre el 7 y el 18 % (según el enfoque utilizado para la cuantificación y el tipo de emisiones estudiadas). Pongámonos en la cifra mayor, que a su vez se tiene que repartir en los gases emitidos por la fermentación del rumen, los que libera el estiércol, los debidos a la producción de pienso y a los cambios en los usos del suelo. 

Me pasa esto mi amiga Margarita, una vaca frisona muy despierta. Resulta que una marca de bebidas vegetales quiere promocionar su producto a base de avena como alternativa a la leche, y utiliza esto del cambio climático como excusa. Lo gracioso del asunto es que contiene ingredientes de lugares más bien alejados entre sí...considerando que el transporte, a nivel global, aporta en torno a un 15% a las emisiones de GEI pues que queréis que os diga, como mínimo estamos igualados.

Vale que la fermentación entérica es prácticamente cosa nuestra y de nuestras primas rumiantes, las cabras y ovejas, ya que en uno de nuestros estómagos tenemos un reactor biológico llenito de bacterias que nos permite aprovechar recursos vegetales vosotros no podéis utilizar como alimento. Al menos, yo no he visto a ningún humano comerse un plato de paja o heno sin rechistar, lo más parecido, el kale. El problema es que esas bacterias, al alimentarse de vegetales ricos en celulosa, pues por cosas de la bioquímica además de nutrientes, también producen metano. Metano que tenemos que liberar mediante discretos eructos y, reconozcámoslo, en cantidades importantes (representa nada menos que el 30% de las emisiones de GEI). Vale que dos tercios de ese metano es responsabilidad vacuna (es lo que tiene ser grande y tener un rumen de unos 100-150 litros de capacidad), pero dejadme recordaros que no somos las únicas especies ganaderas que necesitan ser alimentadas y que producen estiércol (por cierto, el de los cerdos es particularmente complicado de manejar).
 

¿Sabías que según los datos de 2016 del Inventario Español de Emisiones, la agricultura es responsable directa del 11 % de las emisiones de GEI, del cual más de la mitad (un 6 % del total) corresponde a la cría de animales y la gestión de sus deyecciones?
 

Dado que nuestra contribución es importante, no vamos a negar que disminuir parte del metano que emitimos ayudaría y mucho a llegar a los objetivos de emisión que se marcan los países. La buena noticia es que ya se está intentando, y en cierta manera consiguiendo, paradójicamente gracias a la ganadería intensiva, al aumentar el uso de concentrados, es decir pienso basado en cereales, el uso de urea, de probióticos o incluso seleccionando a las bacterias más eficientes. Así que si alguna vez escucháis que una vaca u oveja en extensivo contamina más que una en intensivo...pues lo mismo a más de uno le rompe un mito, pero es cierto. Y es que no es lo mismo una dieta a base de hierba (especialmente si está seca), y brotes que otra de pienso, maíz ensilado y alfalfa. La primera contiene proporcionalmente más celulosa, lo que favorecerá a determinadas bacterias y que estas, por cosas de la bioquímica, produzcan más metano y menos ácidos grasos volátiles que son las moleculillas que realmente nos alimentan.
 

¿ Sabías que un rumiante pierde entre un 2 y 12% de la energía que consume debido al proceso de fermentación que tiene lugar en su rumen?
 

¿Eso quiere decir que habría que quitar todas las vacas de los prados y montes porque contaminan más? Noooooo, de ninguna manera, ya que las vacas (y ovejas y cabras) que vivimos en extensivo contribuimos de otra manera a prevenir y mitigar la acumulación de GEI. Se habla mucho de bosques cuando hablamos de cambio climático, pero olvidamos que los pastos, con esa hierbas que continuamente dejamos al ras, también juegan un papel importante en el secuestro de dióxido de carbono. Eso por no hablar de nuestro importantísimo papel en la prevención de incendios, que si se tomara más en serio evitaría generar una barbaridad de GEI y mantendría a los bosques funcionando.
 

¿Sabías que se ha estimado que los pastos contienen a nivel global 343.000 millones de toneladas de carbono, casi un 50% de lo almacenado en los bosques?
 

Además, las vacas, ovejas y cabras que nos criamos en extensivo ayudamos a conservar no solo la biodiversidad y los paisajes - si, esa bucólica imagen de los verdes prados de montaña no sería igual si no existiéramos - y somos un sustento importante para la población rural. Sin ganaderos y pastores, que cuidan de nosotras y nos llevan de un prado a otro para que los aprovechemos en su mejor momento, nada sería lo mismo. Eso sin olvidar que, en muchas partes del mundo somos casi la única opción posible de tener alimento y cierto patrimonio, ya se sabe "quien tiene una cabra, tiene un tesoro". Cuando se pierde ese medio de vida - y creedme que está en peligro, entre otras cosas por el propio cambio climático - a nuestros humanos no le queda más remedio que irse a la ciudad. Yo no estado nunca en una, pero por lo que cuentan, no deben ser muy sostenibles.
 


El ganado y los ganaderos, con su trabajo y saber hacer, han modelado el paisaje.

 

Últimamente se habla mucho acerca de si los humanos de por aquí coméis mucha carne. Prefiero no hablar de ello porque, aunque asumo que es mi destino y el de mi descendencia, imaginarme convertida en chuletas no me resulta precisamente agradable la verdad. Ese tema se lo dejo a nutricionistas, que os asesoren, yo con esta carta simplemente he intentado daros mi visión, para que tengáis una imagen más completa antes de formaros vuestra propia opinión sobre tan peliagudo asunto.

 

Un afectuoso saludo de ES 09 07 0285 6925 (Lucera para los amigos)
 


Otras entradas que te podrían interesar:
 

No es del blog, pero ESTA ENTRADA resulta muy recomendable y aporta más información sobre el tema.

Desde la Cátedra de Agroecología de la Universidad de Vic han hecho un resumen estupendo de todo lo que aporta la ganadería extensiva.

Para entender mejor como funcionamos los rumiantes te recomiendo que leas esta entrada: LOS CUATRO ESTÓMAGOS DE LA VACA
 

Y para complementar, también puedes leerte estas entradas:
FRENTE A LOS INCENDIOS, GANADO
AGRICULTURA Y CAMBIO CLIMÁTICO, A ESPABILAR TOCA

sábado, 11 de agosto de 2018

RATONES DE CAMPO Y RATONES DE CIUDAD

Estamos en pleno verano, estación que para muchos significa vacaciones y a  menudo la posibilidad de llevar a cabo todo eso que uno lleva deseando hacer todo el año. Para los que eligen montaña en vez de playa, puede significar dar largos paseos, respirar aire fresco y puro...o reconectar con la naturaleza y el mundo rural. 

 

El problema es que la brecha que separa al mundo rural del urbano es cada vez mayor. Los habitantes de ambos lados del precipicio ven a los del otro lado de una manera distorsionada; como a través de unas gafas que llevan un filtro fabricado a partir de ideas preconcebidas, mitos y grandes dosis de desinformación.

Y cuando llegan las vacaciones, los habitantes de uno de los lados saltan al otro, lo cual en principio está muy bien porque es la mejor manera descubrir al vecino. El problema es que aunque viajan, las gafas no se las quitan y pierden la oportunidad de descubrir cómo viven realmente los habitantes "del otro lado". Y esto, aparte de ser una pena, a veces causa serios problemas.  
 
Este verano, por ejemplo, me he encontrado con tres historias de hasta qué punto puede chocar el mundo urbano con el rural cuando los habitantes del primero se comportan como si el campo fuera simplemente su "patio del recreo". Y he decidido escribir esta entrada para contarlas, con un título inspirado en una fábula de Esopo que ya en el 500 a.C reflejaba el campo y la ciudad como dos mundos enfrentados.

Festival de globos aerostáticos en Segovia. 

¿A quién no le gustaría admirar desde el cielo el paisaje agrario castellano?. En principio no habría problema, si no fuera porque aterrizan impunemente en fincas privadas, valladas con ganado en su interior; y, lo que es peor, les da por volar bajo sobre zonas de pastizales, molestando a vacas y terneros con el ruido de los quemadores. Los animales, asustados, saltan vallas y alambradas, irrumpiendo en la carreteras con el riesgo que eso supone. Imaginaros el problema que puede llegar a suponer para el propietario de los animales: arreglar los vallados rotos, abortos provocados por el estrés, o peor aún, la responsabilidad por si alguno de sus animales provocara un accidente de tráfico. No está pagado, como dicen.

Foto de Rocío Pardos, tomada de esta página.
Lo razonable sería  evitar zonas de pastizal y que tanto los despegues como los aterrizajes, se realizaran en parcelas en las que se contara con autorización para hacerlo. Pues que si quieres arroz Catalina. Según cuentan en esta noticia, la Unión de Campesinos de esa provincia lleva desde hace ya bastante tiempo pidiendo a las empresas que tomen esas  precauciones, con tan poco éxito hasta el momento que han decidido recurrir a la Subdelegada del gobierno para que tome cartas en el asunto.

Excursionistas que la lían parda

Poco a poco, la concienciación ambiental va calando en la sociedad. Tenemos la lección aprendida de qué hacer para prevenir incendios y de que hay que llevarse la basura a casa (otra cosa es que se lleve a la práctica). Sin embargo, con el auge del turismo rural, la mayor movilidad de la gente y ciertas corrientes animalistas, se empieza a detectar otro problema: la interferencia de los excursionistas en el monte con la ganadería extensiva.

Se ha llegado a tal punto que los pastores de cabras y ovejas, a través de la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y Caprino (INTEROVIC), han elaborado el Decálogo del turista rural sostenible, para informar sobre unas sencillas pautas de comportamiento para garantizar la convivencia entre ganado, ganaderos y turistas.

Algunas podrían parecer de sentido común, especialmente para la gente que trata a diario con ganado, pero que a los urbanitas lo mismo ni se les pasa por la cabeza.

Por ejemplo, en carretera recomiendan respetar las señales de paso de ganado y reduciendo la velocidad (¿cuántos de nosotros realmente lo hacemos?). Las carreteras a veces atraviesan montes públicos o comunales y puedes encontrarte con una vaca o un rebaño; en estos casos hay que ser paciente, su ritmo es distinto, no utilizar el claxon y no bajar del coche, ya que los animales pueden asustarse y salir corriendo, con lo que supone de trabajo extra para el pastor reunir de nuevo al rebaño en campo abierto.

Cuando se pasea por el monte conviene recordar tres normas básicas
La primera norma de oro: dejar los pasos de las fincas tal y como uno se los encuentra, abiertos o cerrados, ya que el ganadero tiene un motivo para dejarlos así. 

Segunda norma: en general, no acercarse a cualquier animal suelto, y esto lo añado yo, especialmente si se trata de una vaca con ternero (pueden llegar a atacar si consideran que su cría está en peligro). 


La tercera norma: cuidado con los perros. Si nos encontramos con un rebaño lo mejor es rodearlo, cuanto más lejos mejor. Y si llevamos perro, hay que atarlo inmediatamente con la correa, por dos razones: por si se nos escapa y molesta a los animales, y porque normalmente los rebaños van protegidos y guiados por perros que no dudarán en echar al intruso de malos modos. 

Y es que los problemas excursionista-perro-pastor son cada vez más frecuentes y a menudo se deben un desconocimiento tremendo de la función de los perros guías y guardianes (a veces se utilizan dos razas distintas, careas y mastines) de los rebaños.


La función del perro pastor es proteger al rebaño, normalmente del ataque de lobos, y lógicamente, para que cumpla esta función ha de estar suelto y sin bozal. Si te ladra a ti o a tu perro, lo sensato y normal es alejarse hasta que el animal considere que su rebaño no corre peligro. Sin embargo, no falta gente que, tras el susto, amenaza al pastor con denunciarle por llevar así al perro. No señores, el campo no es un parque público y tanto el pastor como su perro están trabajando, que de algo hay que vivir.
 
Otro problema tristemente cada vez más habitual, que denuncian en la comunidad de Facebook de Ganaderas en Red (GeR), es el de la gente que ve un perro suelto en zona de pastoreo y, por desinformación o por exceso de celo, se lo llevan con ellos considerando que el ganadero lo ha abandonado, e incluso llegando a denunciarle.  Al mal rato que pasa este ganadero (ganaderas en este caso) por la denuncia hay que añadir que el rebaño queda desprotegido por un tiempo, y que en caso de que el animal acabe en una protectora (que a veces ocurre) y localicen a su dueño legítimo, este tiene que desplazarse a recogerlo y pagar por el tiempo que ha estado el perro alojado en la protectora.  

Foto de un mastín trabajando. En determinados casos pueden estar solos a cargo de rebaños en zonas cercadas. Fuente: GeR - Ganaderas en Red.

Invasión de un campo de girasoles

Esta última historia ocurrió en julio y aquí podéis leer la noticia original o su versión en castellano. De todas maneras os la resumo para mostrar lo que ocurre cuando se añaden las redes sociales y una falta total de respeto.

La familia Bogles tiene una granja en Ontario (Canadá) en la que cultivan girasol, maíz, mijo, avena y cebada. Para sacarse un dinero extra, hace tres años decidieron abrir su granja a los fotógrafos que acudían a retratar los campos de girasoles. Hasta ese momento habían tenido unos pocos cientos de visitantes. Este año abrieron la granja el 20 de julio, acondicionando uno de los campos como aparcamiento y contratando gente que les ayudara a guiar y controlar a los visitantes. Por cada adulto cobraban 7.50 dólares.

La primera semana las visitas transcurrieron normalmente, llegando apenas a un tercio de la capacidad de acogida. Pero el sábado siguiente la cosa se desmadró. Varias fotos subidas a Instagram de gente posando entre miles de girasoles se hicieron virales y desencadenaron la tormenta perfecta; de repente, medio Ontario quería inmortalizarse entre estas vistosas flores. Más idílico y rural imposible.

Fuente. The globe and mail.

Venía gente de todos los lados, las autopistas y carreteras comenzaron a congestionarse a las seis de la mañana, la gente comenzó a aparcar a un kilómetro de distancia, y entraron en los campos sembrados con sus palos de selfie e ignorando las indicaciones de los trabajadores de la granja y las señales de "no pasar" colocadas por todos lados, y lógicamente la inmensa mayoría sin pagar un céntimo. 

Al día siguiente, los dueños de la granja pasaron el día carretera arriba y abajo pidiéndole a los visitantes que se fueran, a lo que algunos contestaron que "les había arruinado las vacaciones". 

El girasol es un cultivo bastante frágil, si las hojas inferiores resultan dañadas la planta es menos resistentes a la sequía y las enfermedades. Hasta septiembre u octubre no conocerá la familia Bogles el alcance de los daños que causó la horda de fotógrafos en sus campos. Un agricultor del área de Winnipeg sin embargo comentó que cerca de 2.000 personas se presentaron en uno de sus campos, derribando las flores en busca de la foto perfecta.


Esta historia es más antigua, pero tenía que ponerla. Circula en Internet un video de un granjero croata que, harto de que los coches aparcaran en su campo de cultivo todos los domingos de mercado, tras pedir claramente que no se hiciera, decidió dar a los dueños un pequeño escarmiento arando toda la zona que quedaba libre. Acabó ayudando a sacar los coches y aún hubo algún conductor que se quejó porque su coche resultó dañado. Aquí tienes el vídeo. Fuente.

En conclusión

He puesto tres historias que me han llegado prácticamente a la vez, y que en general muestran esa actitud del urbanita de considerar que el campo no tiene dueño, que tiene todo el derecho del mundo de ir a donde le plazca, y que los caminos están hechos para que el (o ella, o sus perros o sus críos) paseen, corran o monten en bici tranquilamente, sin que vehículos de campo y rebaños se crucen en su camino, levantando polvo o dejando olorcillo a chotuno a su alrededor. 

Todos sabemos cómo está afectando el turismo a las ciudades, pero normalmente el turista medio sabe cómo comportarse y los lugares donde acude, mal que bien, están adaptados a las aglomeraciones. Pero jamás verás a un turista "de pueblo" pasear por los pasillos de una oficina o un hospital o meterse en la cocina de un restaurante e increpar al responsable por el aspecto de las lechugas, por ejemplo. 

Pues bien, el campo y la montaña son el lugar de trabajo de mucha gente en el medio rural. En algunos casos los terrenos serán de su propiedad y otras veces serán compartidos, pero ellos llevan toda la vida ahí, harán las cosas mejor o peor, pero tendrán sus motivos para hacerlas y no creo que alguien que está de paso sea la persona más indicada para juzgarles. 

Dicho esto, también es verdad que a menudo desde el mundo rural se trata al urbanita y en particular a algunas variantes (ecologista, animalista, etc) con condescendencia e incluso desprecio, lo cual también me parece un error. Hay mucha buena gente que hace turismo por conocer lugares nuevos, a sus gentes y su modo de vida, y si pasa ocho horas en la oficina, dos en medios de transporte y el resto metida en un bloque de pisos es normal que no tenga ni idea de cómo comportarse si se cruza con un rebaño de ovejas. Y a la que meterse en mitad de un cultivo para hacerse fotos le parezca de lo más emocionante.    

Lo ideal sería que tanto urbanitas como ruralitas se quiten esas gafas con filtro de ideas preconcebidas, estén dispuestos a escucharse mutuamente y sobre todo, se traten con respeto. ¿Será mucho pedir?.


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