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sábado, 5 de octubre de 2019

¿QUÉ HEMOS HECHO NOSOTRAS PARA MERECER ESTO?


El Cambio Climático, que ya está alcanzando el nivel de Emergencia Climática, está en boca de todos. E incluso en hocicos, a juzgar por esta sorprendente carta, con material gráfico y todo, que apareció en nuestro buzón de correo. Aquí os la reproduzco para que veáis el asunto desde otro punto de vista.

 

 


Estimados humanos de las ciudades,
 


Estamos un poco cansadas ya de ser las protagonistas de muchas noticias e informaciones sobre cambio climático y emisiones de gases de efecto invernadero. Así, sin comerlo ni beberlo, las vacas estamos en mitad de una lucha entre detractores y promotores del consumo de carne. Pero, ¿cuánta carne de ternera consumís a la semana?, ¿y de cordero?, ¿ y de pollo o de cerdo?. Por si no lleváis la cuenta, os diré que en 2018 se consumieron 62.358 toneladas de carne ovino y caprino juntos, 224.305 t. de vacuno, 575.313 t. de pollo y más de un millón de carne de cerdo, entre fresca ( 457.176 t.) y transformada ( 531.547t). Esto en España, en el resto de Europa y del mundo la cosa cambia.

En esta imagen se puede comprobar cómo ganadería es algo más que vacas. Fuente: FAO.

Creemos que es injusto que seamos nosotras las que cargamos siempre con el sambenito del impacto en el cambio climático. Vale que es cierto que eructamos metano, no es nuestra culpa haber nacido rumiantes, y que a día de hoy no se haya inventado ningún filtro que atrape a este peliagudo gas y ya de paso nos mejore el aliento. Pero vamos a poner un poco las cosas en contexto y veréis como la "culpa" hay que repartirla un poquito más.
 

Fuentes emisoras de GEI. AFOLU son las siglas en inglés para el sector "agro". Fuente. Miteco
 
En el quinto informe de evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climáticoel IPCC, un grupo de sabelotodos que se ha dedicado a recopilar toda la información disponible sobre el tema - el sector primario o "agro" (agricultura, silvicultura y otros usos del suelo ) es responsable de algo menos de una cuarta parte de las emisiones antropogénicas de Gases de Efecto invernadero (GEI). Estas emisiones se deben principalmente a la deforestación y la liberación de estos gases por parte del ganado y un uso inadecuado del suelo y los abonos y la quema de biomasa (bosques, pastos o restos de cosechas). Las distintas instituciones (IPCC, FAO, EPA entre otras) calculan que la contribución del ganado, así en general, a las emisiones de GEI a nivel mundial representan entre el 7 y el 18 % (según el enfoque utilizado para la cuantificación y el tipo de emisiones estudiadas). Pongámonos en la cifra mayor, que a su vez se tiene que repartir en los gases emitidos por la fermentación del rumen, los que libera el estiércol, los debidos a la producción de pienso y a los cambios en los usos del suelo. 

Me pasa esto mi amiga Margarita, una vaca frisona muy despierta. Resulta que una marca de bebidas vegetales quiere promocionar su producto a base de avena como alternativa a la leche, y utiliza esto del cambio climático como excusa. Lo gracioso del asunto es que contiene ingredientes de lugares más bien alejados entre sí...considerando que el transporte, a nivel global, aporta en torno a un 15% a las emisiones de GEI pues que queréis que os diga, como mínimo estamos igualados.

Vale que la fermentación entérica es prácticamente cosa nuestra y de nuestras primas rumiantes, las cabras y ovejas, ya que en uno de nuestros estómagos tenemos un reactor biológico llenito de bacterias que nos permite aprovechar recursos vegetales vosotros no podéis utilizar como alimento. Al menos, yo no he visto a ningún humano comerse un plato de paja o heno sin rechistar, lo más parecido, el kale. El problema es que esas bacterias, al alimentarse de vegetales ricos en celulosa, pues por cosas de la bioquímica además de nutrientes, también producen metano. Metano que tenemos que liberar mediante discretos eructos y, reconozcámoslo, en cantidades importantes (representa nada menos que el 30% de las emisiones de GEI). Vale que dos tercios de ese metano es responsabilidad vacuna (es lo que tiene ser grande y tener un rumen de unos 100-150 litros de capacidad), pero dejadme recordaros que no somos las únicas especies ganaderas que necesitan ser alimentadas y que producen estiércol (por cierto, el de los cerdos es particularmente complicado de manejar).
 

¿Sabías que según los datos de 2016 del Inventario Español de Emisiones, la agricultura es responsable directa del 11 % de las emisiones de GEI, del cual más de la mitad (un 6 % del total) corresponde a la cría de animales y la gestión de sus deyecciones?
 

Dado que nuestra contribución es importante, no vamos a negar que disminuir parte del metano que emitimos ayudaría y mucho a llegar a los objetivos de emisión que se marcan los países. La buena noticia es que ya se está intentando, y en cierta manera consiguiendo, paradójicamente gracias a la ganadería intensiva, al aumentar el uso de concentrados, es decir pienso basado en cereales, el uso de urea, de probióticos o incluso seleccionando a las bacterias más eficientes. Así que si alguna vez escucháis que una vaca u oveja en extensivo contamina más que una en intensivo...pues lo mismo a más de uno le rompe un mito, pero es cierto. Y es que no es lo mismo una dieta a base de hierba (especialmente si está seca), y brotes que otra de pienso, maíz ensilado y alfalfa. La primera contiene proporcionalmente más celulosa, lo que favorecerá a determinadas bacterias y que estas, por cosas de la bioquímica, produzcan más metano y menos ácidos grasos volátiles que son las moleculillas que realmente nos alimentan.
 

¿ Sabías que un rumiante pierde entre un 2 y 12% de la energía que consume debido al proceso de fermentación que tiene lugar en su rumen?
 

¿Eso quiere decir que habría que quitar todas las vacas de los prados y montes porque contaminan más? Noooooo, de ninguna manera, ya que las vacas (y ovejas y cabras) que vivimos en extensivo contribuimos de otra manera a prevenir y mitigar la acumulación de GEI. Se habla mucho de bosques cuando hablamos de cambio climático, pero olvidamos que los pastos, con esa hierbas que continuamente dejamos al ras, también juegan un papel importante en el secuestro de dióxido de carbono. Eso por no hablar de nuestro importantísimo papel en la prevención de incendios, que si se tomara más en serio evitaría generar una barbaridad de GEI y mantendría a los bosques funcionando.
 

¿Sabías que se ha estimado que los pastos contienen a nivel global 343.000 millones de toneladas de carbono, casi un 50% de lo almacenado en los bosques?
 

Además, las vacas, ovejas y cabras que nos criamos en extensivo ayudamos a conservar no solo la biodiversidad y los paisajes - si, esa bucólica imagen de los verdes prados de montaña no sería igual si no existiéramos - y somos un sustento importante para la población rural. Sin ganaderos y pastores, que cuidan de nosotras y nos llevan de un prado a otro para que los aprovechemos en su mejor momento, nada sería lo mismo. Eso sin olvidar que, en muchas partes del mundo somos casi la única opción posible de tener alimento y cierto patrimonio, ya se sabe "quien tiene una cabra, tiene un tesoro". Cuando se pierde ese medio de vida - y creedme que está en peligro, entre otras cosas por el propio cambio climático - a nuestros humanos no le queda más remedio que irse a la ciudad. Yo no estado nunca en una, pero por lo que cuentan, no deben ser muy sostenibles.
 


El ganado y los ganaderos, con su trabajo y saber hacer, han modelado el paisaje.

 

Últimamente se habla mucho acerca de si los humanos de por aquí coméis mucha carne. Prefiero no hablar de ello porque, aunque asumo que es mi destino y el de mi descendencia, imaginarme convertida en chuletas no me resulta precisamente agradable la verdad. Ese tema se lo dejo a nutricionistas, que os asesoren, yo con esta carta simplemente he intentado daros mi visión, para que tengáis una imagen más completa antes de formaros vuestra propia opinión sobre tan peliagudo asunto.

 

Un afectuoso saludo de ES 09 07 0285 6925 (Lucera para los amigos)
 


Otras entradas que te podrían interesar:
 

No es del blog, pero ESTA ENTRADA resulta muy recomendable y aporta más información sobre el tema.

Desde la Cátedra de Agroecología de la Universidad de Vic han hecho un resumen estupendo de todo lo que aporta la ganadería extensiva.

Para entender mejor como funcionamos los rumiantes te recomiendo que leas esta entrada: LOS CUATRO ESTÓMAGOS DE LA VACA
 

Y para complementar, también puedes leerte estas entradas:
FRENTE A LOS INCENDIOS, GANADO
AGRICULTURA Y CAMBIO CLIMÁTICO, A ESPABILAR TOCA

jueves, 17 de marzo de 2016

LOS CUATRO ESTÓMAGOS DE LA VACA



¿Qué tienen en común las vacas con las jirafas? ¿a cuento de que tener cuatro estómagos pudiendo tener uno como los caballos? ¿qué ocurre dentro de esos cuatro estómagos? ¿cómo hace el ganadero para llenar esos estómagos sin arruinarse en el intento?. La respuesta a todas estas preguntas la encontrarás aquí.


Un repasito de ciencias naturales

Todos tenemos claro que los animales herbívoros son los que se alimentan de plantas. Y a pesar de lo que pueda parecer, ser herbívoro no es tan fácil.

Las plantas terrestres contienen una gran cantidad de material de soporte para mantenerse erguidas. Su particular "hormigón armado" son las moléculas de celulosa y hemicelulosa, que forman unas estructuras en torno a las paredes celulares que los animales no podemos digerir. Y es una pena porque está hecha a base de glucosa, con la energía que da eso.

He aquí la fibra, la famosa fibra. La celulosa está formada por miles de moléculas de glucosa, que bien ordenaditas constituyen digamos los "andamios" de las plantas y se hacen muy resistentes a la degradación.Fuente

Algunos insectos, muy listos y muy pequeños ellos, se las han apañado muy bien, ya que disponen de una especie de jeringuilla hipodérmica en lugar de boca con la que atraviesan las paredes y chupan el interior de las células que es donde está "la chicha". Pero la cruda realidad para gran parte de los herbívoros es que tienen que pasarse la vida comiendo para que les cunda.

Para ayudarles a aprovechar la comida, la evolución ha dotado a los herbívoros de aparatos digestivos especializados: amplias muelas para machacar el material fibroso y tractos digestivos largos y complejos que albergan microorganismos capaces de digerir la celulosa. A cambio del cobijo prestado por el animal, las bacterias ceden al hospedador algunas sustancias interesantes e incluso imprescindibles. 
Conejos y caballos presentan una primera innovación digestiva. Poseen un intestino largo y un equipo de bacterias que digieren parte de la fibra en el ciego, que está particularmente aumentado. Los conejos incluso reciclan sus excrementos comiéndoselos, es lo que se llama "cecotrofia".Fuente: Parques Nacionales.

En este camino de I+D evolutiva, los rumiantes consiguieron el mejor prototipo, el más capaz de aprovechar la vegetación al máximo. Esto, y dejarse domesticar, posiblemente marcó el éxito reproductivo de vacas, ovejas, cabras y demás rumiantes domésticos.

¿Sabías que son rumiantes las vacas, ovejas, cabras, los camélidos (camellos, dromedarios, llamas, etc.) los ciervos y las jirafas?.



Los rumiantes aparecieron gracias a un cambio climático

Hace 30 millones de años, el clima cálido y húmedo de la tierra se volvió árido. Esto favoreció a las plantas capaces de crecer rápido y producir semillas que les permiten superar los periodos secos...justo las que pueblan las praderas. Estas formaciones vegetales se vieron beneficiadas por las nuevas condiciones del clima, y con ellas todos los herbívoros capaces de sacar el mayor partido al mar de tallos secos y fibrosos en que se convertían las praderas en las épocas más secas. 

Aprovechando pastos secos los rumiantes somos los mejores

Esto supuso el declive de los caballos y el éxito de los ciervos y los antecesores silvestres de vacas, cabras y ovejas. El secreto del éxito: desarrollar un sistema de cuatro departamentos con reactor microbiológico incorporado.

Estos herbívoros desarrollaron un estómago altamente especializado en la digestión de comida muy rica en fibra vegetal. Pero además de la estructura en sí, fueron evolucionando a la par las bacterias y otros microorganismos que lo habitaban, hasta el punto de formar un complejo ecosistema de microorganismos (bacterias, hongos y protozoos) que viven en simbiosis con el animal y establecen complejas relaciones ecológicas entre ellos.

¿Sabías que en el rumen existen más de 60 especies de bacterias y 30 de protozoos?


¿Cómo funcionan estos cuatro estómagos?

Técnicamente no son cuatro, más bien es un solo estómago con cuatro compartimentos diferenciados, pero espero me perdonéis la licencia de buscar un titular llamativo.

Ovejas esperando al ordeño. Sin estas maravillosas mamíferas rumiantas (otra licencia más) no tendríamos productos lácteos.

Imagínate una vaca paciendo tranquilamente en el prado. Bien, a partir de ahora vas a verlas de otra manera. Antes que nada, aunque su dieta pueda parecerte de lo más light, sus digestiones son muy lentas: una vaca puede pasarse seis horas al día comiendo, unas ocho rumiando y el alimento permanecerá en el estómago de unas horas a dos días y medio, según la cantidad de fibra.


Está en inglés pero se entiende, ¿no?. Imagen de procedencia desconocida.


Cuando la vaca come la hierba apenas la mastica, directamente la traga y va a parar al primer compartimento el rumen o panza. Este es una especie de tanque fermentador donde los microorganismos degradan la celulosa y en general todo el material vegetal que les llega. Como resultado producen ácidos orgánicos volátiles, dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y agua. Estos ácidos ( acético, propiónico y butírico) junto con el CO2 y el agua, se absorben por la pared del rumen ya que constituyen la principal fuente de energía de los rumiantes. El metano se elimina mediante eructos, por eso se les culpa de parte del efecto invernadero.

¿ Sabías que el rumen puede llegar a tener de 100 a 150 litros de capacidad en las vacas y en torno a 6 litros en ovejas?.

El rumen está conectado con el segundo compartimento, el retículo o redecilla, donde también tiene lugar la fermentación. Las paredes de ambos compartimentos tienen una musculatura fuerte capaz de mover y mezclan eficazmente el contenido del rumen, para facilitar la fermentación de los alimentos ingeridos. Cuando se acumula cierta cantidad de fibra gruesa, se devuelven a la boca las partes más difíciles de digerir para que la vaca las rumie, es decir vuelva a masticar todo el material fibroso con el que no pudieron las bacterias.

¿Sabías que una vaca puede producir de 100 a 200 litros de saliva al día ? Una de sus principales funciones es mantener constante el pH del rumen, ya que los ácidos que se producen tienden a bajarlo.

El alimento una vez rumiado es conducido al tercer compartimento, el omaso o librillo, donde se absorbe el agua, ácidos grasos y algunos nutrientes. De ahí pasa al abomaso o cuajo, el último compartimento del estómago de los rumiantes que sí se comporta como un estómago digamos "normal". Aquí, tanto el alimento que ha escapado a la fermentación del rumen como los propios microorganismos que lo acompañan sufren una digestión llevada a cabo por el ácido y las enzimas del propio animal. En el abomaso también se absorben ácidos grasos volátiles y pequeñas cantidades de otros nutrientes liberados al digerir a los microorganismos.

Y aquí acaba el estómago, pero no el sistema digestivo del rumiante. En el duodeno se sigue con la absorción de nutrientes aportados por los microorganismos. Lo que quedó sin aprovechar llega al intestino grueso; en el ciego y el colon espera otro ejercito de microbios dispuestos a aprovechar lo que sus colegas del rumen no fueron capaces. Lo que queda, el material más recalcitrante es excretado en las heces. Estas caen al suelo, donde comienza otra transformación también guiada por microorganismos, pero esa ya es otra historia.


Pequeñas desventajas de los rumiantes y sus bacterias

Como hemos podido comprobar, son los mejores aprovechando la vegetación; sin embargo no son los más eficientes a la hora de alimentarse para crecer, ya que primero tienen que dar de comer a los microorganismos que llevan dentro. Y, bueno, estos microorganismos también ponen ciertas condiciones.

Para que el "tanque de fermentación" funcione correctamente hace falta fibra y alimento moderadamente rico en hidratos de carbono. Pero para que la vaca lechera produzca sus 30-40 litros de leche, o el ternero de carne doble su tamaño en el cebadero, necesitan un aporte extra de energía y proteínas, bastante mayor del que obtendrían si se limitaran a pastar en los prados.

Por esta razón se suministran al animal piensos compuestos con una mayor proporción de granos más ricos en carbohidratos y proteínas, como son el maíz y la soja. Pero hasta cierto límite, si no el reactor se descontrola y aparecen problemas de salud en el animal que pueden llegar a ser mortales: el timpanismo, ocurre por ejemplo cuando no pueden expulsar los gases que se originan en el interior.


Muestra de un pienso bien completito. ¿os atrevéis a adivinar qué lleva?.

Por otra parte, parte de la energía que aporta el ganadero con el pienso concentrado se pierde en forma de metano; de la manera más tonta, con los eructos.

Y por si fuera poco, a las bacterias del rumen no se les ocurre nada mejor que hidrogenar las grasas de origen vegetal, esas tan estupendas desde el punto de vista nutricional. Así la mayor parte de la grasa insaturada se satura en el rumen. Quizás por esta razón de entre las grasas animales, las de vacuno y cordero son más consistentes que las de cerdo y pollo al tener más triglicéridos saturados. En su descarga, hay que recordar que también son responsables de la producción de ácidos grasos volátiles que dan sabor a la leche, los quesos e incluso a la carne; a veces agradables y a veces no tanto, que esto va por gustos.


¿Sabías que el alimento que toman vacas, ovejas y cabras influye en la  consistencia de la mantequilla y en el sabor de los quesos? Todo cambia si toman pienso o hierba, y la clave está en los ácidos grasos que se forman en el rumen.


El menú de una vaca

Mucha gente dice, con bastante razón, que las vacas están hechas para comer pasto y no pienso . Ya hemos visto que la producción intensiva pide más a las vacas, casi casi que se comporten como monogástricos (animales con un solo estómago) sin bacterias que impongan sus normas. Pero esto es lo que hay; este magnífico reactor biológico tiene sus limitaciones y los ingenieros y veterinarios especializados en alimentación animal las conocen bien.

La ración de una vaca puede tener distintos ingredientes, combinados en función de diversos factores: si es de carne o de leche, su etapa vital, sus necesidades, e incluso la disponibilidad y precio de dichos ingredientes. Lo que es importante es que el cambio de una fórmula a otra se haga despacio y con mucho cuidado porque, no nos olvidemos, las bacterias mandan.

En general, en la ración diaria de una vaca podemos encontrar una parte de "fibra" formada por hierba, alfalfa, trébol, tanto secos o en ensilado, y otra parte más energética que pueden contener granos de maíz, avena, cebada o soja. También se añaden a veces ingredientes que pueden parecernos raros, como son los subproductos de determinadas industrias alimentarias: pulpa de naranja, melaza y pulpa de remolacha azucarera, restos de cebada fermentada de las cervecerías, cascarilla de cacao, lactosueros de la elaboración del queso, harinas de pescado...Cada uno tiene su gracia, y normalmente se incluyen en la ración de las vacas para equilibrar la dieta a la vez que se bajar el coste de alimentación, algo muy importante a tener en cuenta ya que es el principal coste de producción en una granja de leche o un cebadero.
La semilla de algodón es un componente habitual del pienso de vacas lecheras, y forma parte de las grasas protegidas o "by-pass". Cierta proporción de la grasa que contiene (vegetal, claro está, la que "mola") pasa directamente a la leche, gracias a que está protegida del ataque saturador de las bacterias del rumen.  Fuente: www.grupooses.com

Pero no conviene olvidarse que la alimentación animal es el primer eslabón de la cadena alimentaria y la obtención de alimentos seguros depende en parte del uso de piensos seguros por parte de los ganaderos. Así, el límite de lo que se puede utilizar y lo que no, lo marcan la legislación y los conocimientos científicos disponibles. Ambos son bastante cambiantes y no es cuestión de ponerme a explicarlos, pero si tienes curiosidad por ver la inmensa variedad de ingredientes que pueden utilizarse en general en todas las especies animales domésticas (ojo, en cada especie se podrán utilizar unas u otras) mira esta aplicación del Ministerio de Agricultura llamada Silum en la que puedes consultar el Reglamento (UE) Nº 68/2013 relativo al Catálogo de materias primas para piensos.

¿Sabías que España es uno de los países productores de piensos compuestos más importantes en la Unión Europea?




¿Quieres ver a los bichitos del rumen en acción?
Pues no te pierdas esta interesante entrada https://www.linkedin.com/pulse/un-tesoro-oculto-en-el-animal-rumiante-juan-antonio-vall%C3%A9s/

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lunes, 29 de febrero de 2016

ABECEAGRARIO: UREA



Si, a lo mejor a alguno os parece un poco asquerosito, pero con la U no he encontrado otra palabra relacionada con el mundo agrícola. Y al margen de la aplicación dermatológica que hacía Azarías en "Los santos inocentes" resulta que en el campo se usa, y bastante más de lo que imaginaba. 

Azarías se orinaba en las manos para que no se le agrietasen. Una imagen que se me quedó grabada. La urea se utiliza en cosmética debido a su capacidad higroscópica (puede absorber el agua presente en la atmosfera) que facilita la hidratación de la piel. Fuente.

La urea es una sustancia nitrogenada de desecho que producen muchos seres vivos para eliminar el amoníaco del organismo, que resulta tóxico. Se produce en el hígado como consecuencia del metabolismo de las proteínas y es eliminada por los riñones, por lo que es particularmente abundante en la orina (unos 20 g por litro).



¿Para qué se utiliza?


1. Como fertilizante. Es el segundo más utilizado en España.


Se puede añadir directamente al suelo en forma cristalina, o aplicarla disuelta en fertiirigación o directamente a las hojas. Cuando se aplica al suelo hay que enterrarla ligeramente, ya que la urea puede dar lugar a amoniaco y este volatilizarse en el aire, por lo que se perdería parte de la capacidad fertilizante.


La urea se aplica a las hojas, principalmente por el envés, cuando las plantas necesitan un suministro rápido de nitrógeno o cuando tienen problemas para absorberlo por la raíz.

La urea es un compuesto químico cristalino, incoloro y soluble en agua; de fórmula CO(NH2)2. En su forma sólida puede ser una esfera o granulo cristalino y de color blanquecino, con un ligero olor característico a amoníaco. Fuente: Cortesía de Yara.

2. Como aditivo para ayudar a los tractores a disminuir la contaminación.


Muchos vehículos diesel, principalmente maquinaria pesada, camiones, autobuses, barcos, etc. utilizan la tecnología "SCR" (Selective Catalytic Reduction) que permite reducir las emisiones de NOx (óxido de nitrógeno) que salen del tubo de escape, para así cumplir con la legislación vigente.


Esta tecnología requiere usar un reactivo llamado AdBlue, una disolución específica de urea al 32,5%, que tiene que ser de gran pureza para no estropear el mecanismo SCR del vehículo.



El AdBlue convierte los óxidos de nitrógeno - implicados en la formación de las "boinas de contaminación" de las ciudades y que tienen efectos nocivos sobre el sistema respiratorio y el cardiovascular- en nitrógeno y agua, ambos inocuos.

Depósito para el Adblue. Tractores y cosechadoras utilizan combustible diesel en cantidades importantes por lo que ya vienen equipados con SCR y su depósito de AdBlue. Fuente: Cortesía de Fendt.



3. Como aditivo en el pienso de los animales.


Dentro del grupo de los aditivos utilizados en alimentación animal, la urea está clasificada como "aditivo nutricional". Sólo se utiliza en los piensos para rumiantes, como vacas, ovejas y cabras.


Una vaca por ejemplo no puede usar la urea directamente, pero a las bacterias que alberga en su rumen les viene de maravilla. Para ellas, la urea es una fuente de nitrógeno que les servirá para producir las proteínas que necesitan para crecer. Así, al fomentar el crecimiento de las bacterias del rumen, no solo se mejora la ingesta y digestión de los alimentos por parte de la vaca, sino que esas bacterias se degradarán en el abomaso y el intestino y a partir de ellas la vaca sintetizará sus propias proteínas.


Hay alimentos que pueden ser suplementados con urea y otros que no, según su contenido en carbohidratos y en nitrógeno disponible.

La urea debe ser utilizada con cuidado porque en exceso puede provocar una intoxicación por amoniaco. Se ha de añadir progresivamente a la ración para que las bacterias del rumen vayan adaptándose, y bien mezclada con otros alimentos para que no afecta al sabor del pienso.



¿De dónde se obtiene la urea?


Considerando que millones personas y animales secretamos urea varias veces al día, se podría aprovechar para todos estos usos, ¿no?. Pues resulta que no; actualmente la urea se sintetiza en plantas químicas a partir de amoníaco (NH3) líquido y anhídrido carbónico (CO2) gaseoso que se obtienen del gas natural.



Eso no quiere decir que no se haya investigado la posibilidad de obtener urea a nivel industrial a partir de la orina de aves y animales mamíferos, lo cual estaría genial desde el punto de vista tanto ambiental como económico, ya que permitiría convertir un residuo en un producto de alta demanda. Al parecer se está en ello, espero que podamos verlo algún día.




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