ABECEAGRARIO: SUELO
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El pasado 5 de diciembre fue el Día Internacional del suelo. Como no podía ser de otra manera y aunque sea con unos días de retraso, me uno a la celebración de
este día, compartiendo el magnífico material que ha creado la FAO. Lo hago en
forma de abeceagrario, ya que precisamente tocaba la letra S de suelo.
¿Qué es el suelo?
Es la capa más externa de la corteza terrestre, formado a
partir de la alteración de las rocas superficiales. Estas se alteran debido a
la acción del clima (erosión por el agua, el hielo o el viento), por la
disolución de los elementos químicos presentes en las rocas y por la acción de
seres vivos (plantas y microorganismos).
La formación de un suelo es un proceso tremendamente lento,
máxime si se trata de un buen suelo agrícola profundo y fértil. Por ello se
considera que es recurso no renovable, ya que su pérdida y degradación no son
reversibles en el transcurso de una vida humana.
¿Sabías que son necesarios unos mil años para formar un
centímetro de suelo ?
El suelo fértil es un recurso escaso. |
¿De qué está hecho el
suelo?
Una muestra media de suelo contiene en torno a un 45% de
minerales, un 25 % de agua, un 25 % de aire y un 5% de materia orgánica. Todos
los componentes influyen en la calidad del suelo.
La fracción mineral del suelo procede de la alteración de
las rocas del suelo. Dependiendo del tipo de roca del que procedan, las
diferentes partículas minerales darán al suelo una textura característica: fina,
gruesa, migajosa, rugosa o pegajosa dependiendo de la cantidad de limo, arcilla
o arena que tenga. Esa parte mineral también es en gran medida responsable del
pH, es decir su carácter ácido o básico.
La materia orgánica del suelo, también llamada humus, está
formada principalmente por materia orgánica en descomposición. Es un componente
clave en la fertilidad del suelo.
Todas estas partículas se pueden unir de distintas maneras
según sea su composición, dando lugar a la "estructura del suelo". Un
suelo tiene una buena estructura cuando esas partículas se unen de tal manera
que permiten la circulación del aire, pero a la vez son capaces de retener el
agua (pero no demasiado) y a los nutrientes.
El suelo es una pieza
clave en la naturaleza
Los suelos juegan un papel crucial en el medio ambiente:
acumulan y filtran el agua, reciclan los nutrientes, secuestran el CO2
de la atmósfera y ayudan a regular las inundaciones.
Es el soporte sobre el que
se desarrollan la mayoría de las especies vegetales terrestres y da cobijo y
alimento a numerosas especies animales.
¿Sabías que una cucharilla de suelo tiene más
microorganismos que toda la población humana en la Tierra?
Los suelos son clave en el ciclo del carbono,
nos ayudan a mitigar y adaptarnos al cambio climático. Fuente: Base de fotos de la Editorial Agrícola/Fernando Martín Cros. |
El suelo es la base
de la producción agrícola y ganadera.
Un suelo sano no solo nos presta servicios como la
regulación del clima y la producción de oxígeno, también bien nos proporciona
bienes: alimento, fibras, madera, combustibles y productos medicinales.
Los suelos y la vegetación se ayudan mutuamente. Un suelo
fértil ayuda a las plantas a crecer al proporcionarles nutrientes, retener el
agua suficiente para crecer y ofrecer el substrato para que se extiendan sus
raíces. Las plantas por su parte, silvestres o cultivadas, hierbas, arbustos o
arboles protegen y estabilizan al suelo frente a la erosión y le devuelven
parte de la materia orgánica.
¿Sabías que el 95% de los alimentos está producido directa o
indirectamente en nuestros suelos?.
En los últimos 50 años los avances en la tecnología agrícola
han permitido aumentar la producción de alimentos, pero en ocasiones con un
impacto negativo sobre los suelos y el medio ambiente. Afortunadamente también
se han desarrollado enfoques agrícolas que favorecen el desarrollo sostenible
de los suelos como la agricultura de conservación y la agricultura ecológica.
¿Sabías que la gestión sostenible de los suelos podría
aumentar hasta un 58% la producción de alimentos?.
El suelo, un recurso
amenazado.
Los suelos están sometidos a una sufren presión cada vez
mayor: la intensificación y la de su uso para la agricultura, la silvicultura,
el pastoreo y la urbanización compiten por su uso, pero sin contribuir a su
sostenibilidad. Si a esta presión excesiva le añadimos los fenómenos climáticos
extremos y la contaminación por diversas causas, la consecuencia es
preocupante, cada vez tenemos más suelos degradados. Afortunadamente existen herramientas para darle la vuelta a
la situación, como se muestra en esta estupenda infografía.
¿Sabías que aproximadamente una tercera parte del suelo en
el mundo está moderada o sumamente degradado debido a la erosión, el
agotamiento de los nutrientes, la acidificación, la salinización, la
compactación y la contaminación química?.
Y, después de haceros leer la entrada os dejo un estupendo resumen animado de la misma FAO.
En inglés el suelo es soil.
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