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viernes, 8 de mayo de 2015

LOS CURIOSOS PARECIDOS ENTRE TRANSGÉNICOS Y DIETAS-MILAGRO. UNA REFLEXIÓN A MITAD DEL CAMINO



Estando trabajando en la última entrada sobre transgénicos, surgió una charla de sobremesa en la que descubrimos las increíbles analogías entre las dietas-milagro y algunos cultivos transgénicos. Bueno, realmente debería compararlas con un determinado modelo de agricultura intensiva, del que algunos cultivos transgénicos son un buen ejemplo.



Como no quería alargar la entrada pensé dejar esta reflexión para otro momento, y conmemorando que hace poco fue el Día Internacional sin Dietas, he encontrado el momento estupendo para hacerlo.



 
 La quintasencia de las fotos de dietas. Si para ilustrar cualquier cosa que suene a transgénico aparecían jeringuillas, buscando en las imágenes de Google la palabra  "dieta" dominan los siguientes elementos: frutas y verduras, cintas métricas o básculas y mayoritariamente mujeres (guapísimas y delgadísimas casi todas). Fuente



La ley del mínimo esfuerzo



Todos conocemos más de un ejemplo de dietas asociadas a productos "milagro", que suponen gastarte una suma respetable de dinero, pero que por sus espectaculares resultados en tu vecin@/amig@/compañer@ de trabajo, es justo lo que necesitas para quitarte de encima las lorzas antes de que llegue el verano, que los bikinis de tallas grandes, además de difíciles de encontrar, parecen de abuela.






Que médicos, dietistas y nutricionistas (para muestra la etiqueta "dieta-milagro" del Nutricionista de la General) lleven años advirtiendo que no sirven para nada, que suelen acabar provocando un efecto rebote y que incluso pueden ser peligrosas, eso no va contigo. Ha salido un nuevo producto super -innovador, de total confianza (que se vende en farmacias, oiga) y que te va a hacer adelgazar "en solo x meses" y "sin renunciar a nada". Por si las moscas, acudes a la consulta de uno de estos profesionales (uno de verdad) que, en su papel de pepito grillo te dice que te desengañes; si quieres despedirte para siempre de las lorzas de más tienes que cambiar tu manera de comer y tus hábitos. Adiós coche y escaleras mecánicas, fuera cervecita o refrescos, que el agüita es lo mejor para quitar la sed, cocina en casa, planifica las comidas con criterio, dale la bienvenida al pan y los cereales integrales, menos embutidos y más legumbres, más fruta y menos cereales del desayuno...etc, etc, etc. Adelgazar no es fácil, requiere un cambio de mentalidad y se consigue muy despacio. Vamos, que lo que te propone es una "operación bikini a años vista".





Basta con mirar un poco alrededor para ver lo que tendemos a elegir. A fin de cuentas somos humanos, buscamos el camino fácil, el resultado inmediato a ser posible sin salirnos mucho del redil. Foto tomada un día cualquiera en una estación de cercanías.


Algo parecido ocurre con el uso de transgénicos en agricultura. Salvando (mucho) las distancias, veo el pack "herbicida mata-todo + planta resistente a ese herbicida" como una especie de "solución - milagro" en el mundo agrario. Las semillas y el herbicida suponen una inversión importante al agricultor, pero el hecho de no tener que complicarse la vida ni dar pasadas de más con herbicidas distintos debe compensar, atendiendo al éxito de este sistema. Al igual que ocurre con la dieta milagro, los resultados inmediatos son tan espectaculares que surge la tentación de utilizarlo una y otra vez...mientras funcione... ignorando (a propósito o no) lo que pueda ocurrir en el futuro. De la misma manera, aquí tampoco podemos olvidar que: a) el agricultor es un proveedor, que vive de entregar una determinada cantidad de cosecha a un precio dado, y por tanto no puede permitirse demasiados riesgos a corto plazo, y b) no siempre se tienen la formación y/o los medios para hacer un uso adecuado de los fitosanitarios. Este último punto hay que tenerlo muy en cuenta, el uso de esta solución-milagro no es igual en un país desarrollado que en otro en vías de desarrollo.




¿Que creéis que será más habitual? Esta imagen de un señor fumigando con mono, guantes y mascarilla?.Fuente.


¿O esta otra? de un señor en chancletas, manga corta y sin máscara de ningún tipo. Imagen tomada del documental, "La guerra de la soja" (Programa en portada, de RTVE), que cuenta las consecuencias del monocultivo de soja en Paraguay y Argentina).



El agricultor o el ingeniero agrónomo profesional conoce todas las herramientas posibles para luchar contra malas hierbas y plagas: mecánicas, químicas, biológicas...en mi opinión, los organismos transgénicos deberían ser simplemente una herramienta más, a la que habrá veces que interese recurrir y veces que no. De la misma manera que unos buenos hábitos de vida y de alimentación ayudan a perder peso de forma sostenible en el tiempo, la utilización combinada de las diversas prácticas agrícolas (apoyándose en la ciencia, que para eso está) puede contribuir a lograr una agricultura sostenible, desde los puntos de vista económico, social y ambiental. Pero esta opción, que a todos, sobre el papel, nos parece la más lógica y deseable, al agricultor le supone complicarse bastante la vida (necesita formarse, adquirir productos distintos y conocer sus incompatibilidades, disponer de la maquinaria necesaria, etc.)...por lo que podría parecer que es una lucha perdida frente a las soluciones fáciles. 




Qué hacer en situaciones extremas



Volvamos a las dietas. Pongamos por caso que, por los más diversos motivos, hemos alcanzado un grado de obesidad que está provocando problemas de salud muy importantes. Ninguna dieta ha funcionado y los resultados del cambio de hábitos son demasiado lentos. Quizás aquí - profesionales del ramo, corregidme si me equivoco - estaría justificada una intervención más drástica, que no milagrosa, ojo, para volver a un punto de seguridad en el que trabajar bien desde cero. En la historia de David de Jorge, "Robin Food", tenéis un buen ejemplo de lo que quiero decir.







De la misma manera y paradójicamente, este ejemplo nos vale para ilustrar esos lugares del mundo donde, también por muy diversos motivos, se sufre el hambre y la malnutrición. Lugares donde las sequías, las inundaciones, los suelos degradados...necesitarían muchísimos años de trabajo y buenas prácticas para poder dar de comer a su población. Así que no soy  yo nadie para negarme a la utilización de cultivos transgénicos que puedan paliar el hambre o incluso salvar vidas (como los que vimos en entradas anteriores). Me gustaría creer que podrían dar la oportunidad de empezar de cero, pero haciendo bien las cosas; incluso, quien sabe, a lo mejor hasta recurrir a la agricultura ecológica, si esta fuera la que mejor se adaptase a las circunstancias particulares. Esta noticia sobre el maíz Multinutrient constituye un buen ejemplo.





En definitiva...



Recurriendo a un símil muy manido pero muy gráfico: los transgénicos son como un cuchillo. Una herramienta que bien utilizada es tremendamente útil pero que puede llegar a hacer mucho daño, todo depende de la mano que lo empuñe. O, mejor dicho, de que la persona que lo utiliza sea muy consciente de lo que tiene entre manos y de las consecuencias que puede tener su mala utilización.



Esta reflexión ha sido simplemente un alto en el camino. Nos esperan muchos temas interesantes por tocar que a buen seguro darán para debatir y reflexionar: evaluación riesgo-beneficio, las patentes, la coexistencia de cultivos, el etiquetado....





Quizás te puedan interesar otras entradas sobre el tema:


lunes, 9 de marzo de 2015

ABECEAGRARIO : NPK



Este 2015 lo ha declarado la FAO el "Año Internacional de los Suelos", por su tremenda importancia en la producción de alimentos. Así que voy a dedicar algunas entregas del ABECEAGRARIO a términos agrícolas relacionados de una manera u otra con el suelo. Algo que, por otra parte, no creo que sea difícil dada importancia del suelo en la agricultura y la ganadería.



Esta vez no va a ser una palabra exactamente, sino más bien la expresión que se utiliza para indicar en qué proporción están presentes los tres nutrientes básicos en los fertilizantes.





Cuando en  un envase de  fertilizantes veáis indicado tres números separados por guiones, a partir de ahora sabréis lo que  significa.  Es  muy sencillo, este saco con 7- 14 - 14 nos indica que en su composición el Nitrógeno supone un 7%, el Fósforo y el  Potasio un 14 % respectivamente. También pueden añadirse otros nutrientes, en este caso Calcio (Ca), Magnesio (Mg), y azufre (S) para cubrir necesidades específicas. Fuente: Fertiberia.



Las plantas necesitan los nutrientes  para desarrollarse, y en función de la cantidad en que los tomen distinguimos dos tipos: los macronutrientes - grandes cantidades -y los micronutrientes - necesarios  en muy pequeñas cantidades. Entre los macronutrientes tenemos: el oxigeno y el carbono, tomados del aire en forma de dióxido de carbono (CO2) mediante la fotosíntesis, y  el hidrógeno que lo toman del agua (H2O) del suelo a través de las raíces. Justo después vienen los tres protagonistas de esta entrada, los macronutrientes principales.



Representación de la proporción de los macro y micronutrientes presentes en una planta. Fuente 


N, de Nitrógeno. Es el principal responsable del crecimiento y el desarrollo de las plantas., ya que forma parte importante de aminoácidos, proteínas, enzimas, etc.



El nitrógeno, junto con el magnesio, forma parte de la clorofila, por lo que su presencia contribuye al color verde de las plantas. Estas hojas de maíz muestran los efectos de la deficiencia de nitrógeno.  Fuente: R.L. Croissant, Colorado State University. Bugwood.org



P, de Fósforo : se le considera un "factor de precocidad", ya que activa el desarrollo inicial de los cultivos y favorece su maduración.



El fósforo facilita el crecimiento y la formación de las raíces y las flores. Flor de colza. Fuente: Syngenta Canada.


K, de Potasio: es el factor de calidad. En la planta el potasio juega muchos papeles que podrían resumirse en permitir crecer mejor a la planta y a sus frutos.


Las plantas con reservas de azúcares como la patata o la remolacha o las uvas, consumen mucho potasio, ya que es necesario para su fabricación.



Es necesario que exista un equilibrio entre estos tres macronutrientes para lograr el desarrollo armónico de los cultivos. Pero ese equilibrio no será el mismo para todas las plantas cultivadas ni en todos los suelos, por lo que suele ser recomendable hacer análisis de suelo antes de instalar un nuevo cultivo. De todas maneras, existen formulas preestablecidas, muy utilizadas en agricultura, especialmente adaptadas  a los distintos cultivos y a las distintas necesidades que tienen durante su desarrollo.


Otras entradas que te podrían interesar:

EN OCTUBRE, ESTERCOLA Y CUBRE hablamos de los tipos, ventajas e inconvenientes de los abonos orgánicos y químicos.

Otro abono inorgánico muy utilizado es la UREA, una sustancia que tiene más utilidades. En esta entrada te lo contamos: ABECEAGRARIO: UREA.

El suelo es la base de la producción agrícola y ganadera y conviene conocerlo bien antes de aplicar cualquier tipo de abono. De él hablamos en la entrada ABECEAGRARIO: SUELO.




lunes, 24 de septiembre de 2012

PRODUCTOS ECOLOGICOS, ¿POR QUE SON MÁS CAROS?



Desmontando mitos: Lo natural no tiene por qué ser más saludable. Las patatas y los tomates producen de manera natural una toxina, la solanina. Por eso no es recomendable consumir patatas reverdecidas.  Fuente: USDA - ARS. Keith Weller.








A principios de septiembre, el diario "El País" publicó un reportaje acerca de un estudio científico que, de nuevo, cuestiona la bondad de los alimentos ecológicos. Hay que aclarar que no es un estudio sino un metaestudio, publicación que revisa los estudios científicos más relevantes hasta el momento y saca las conclusiones pertinentes. Por ello puede achacársele que no están todos los que son y que realmente para sacar conclusiones válidas, son necesarios estudios que comparen ambos tipos de alimentos en igualdad de condiciones (tipo de suelo, clima, variedades y razas, manejo agrícola o ganadero, etc.).

De todas maneras, la conclusión de este metaestudio es que en base a la literatura publicada, no hay una evidencia fuerte de que los alimentos orgánicos sean mucho más nutritivos que los convencionales. También llegaron a la conclusión de que el consumo de alimentos orgánicos puede reducir la exposición a residuos de plaguicidas y bacterias resistentes a los antibióticos.

Muchos medios de comunicación generalistas se apuntaron enseguida al eterno debate “producto ecológico sí o no”. El problema es que los titulares se quedaron en que los productos ecológicos no son ni mejores ni más sanos, pero sin olvidar que son más caros. El Comidista en su blog hace un resumen que coincide prácticamente con mi opinión personal del tema, así que yo me dedicaré a intentar explicar por qué suelen ser productos más caros.


¿Por qué son más caros?

El primer problema es que hay tantas maneras distintas de producir alimentos que comparar lo convencional con lo ecológico así “a bulto”, es cuanto menos arriesgado. Puede haber productos no certificados como ecológicos pero tan cuidados en su proceso de producción y elaboración, que tengan una calidad excepcional y otros ecológicos que acaben siendo simplemente “normalillos”. Hay muchos factores productivos que influyen en la calidad de los alimentos que no tienen por qué ser necesariamente exclusivos de la producción ecológica. Simplemente el productor ecológico se compromete a seguir unas normas – en nuestro ámbito establecidas por la Unión Europea - y unos organismos de certificación controlan que así se hace, en cuyo caso permiten al productor poner el logo correspondiente que identifique su producto como ecológico. 


Este logo indica que el producto ha sido producido según el reglamento europeo de producción ecológica.

Ordenadas de una menor a mayor “naturalidad” tenemos la agricultura y ganadería intensiva, la extensiva, la ecológica y la biodinámica. Aquí me centraré en la producción intensiva y la ecológica, ya que los alimentos producidos de estas dos maneras – verduras, leche, huevos…- suelen ser los protagonistas de los debates. La agricultura biodinámica es un paso más en la ecológica, pero no está tan generalizada.

La producción intensiva intenta producir la mayor cantidad de alimento, en el menor tiempo posible y al menor coste, para lo cual tiene que sortear las limitaciones que impone la naturaleza. Esto lo ha conseguido al desarrollar variedades de plantas y razas de animales mucho más productivas que sus antecesores pero que necesitan el constante cuidado del hombre para lograr esa gran producción. Esos cuidados se traducen en la utilización de compuestos de síntesis como abonos químicos, productos fitosanitarios también (mal) llamados pesticidas, antibióticos para el ganado y aditivos en los piensos. Otros factores importantes de la producción intensiva son el esfuerzo por lograr una mayor producción por unidad de superficie y la dedicación a un solo tipo de especie animal o vegetal; lo que genera el una especie de “efecto guardería”: muchos niños/plantas/animales inmunológicamente poco desarrollados en un espacio limitado que son pasto de virus, bacterias y demás agentes patógenos malvados. 

Ni químico es sinónimo de antinatural. El caldo bordelés es una preparación química - Sulfato de Cobre + Hidróxido de Calcio – admitida en agricultura ecológica para luchar contra los hongos, pero con limitaciones ya que puede resultar tóxico. Fuente: R - chemical.

La agricultura ecológica sin embargo, trata de “trabajar con la naturaleza” y por tanto evita utilizar los compuestos antes citados, lo cual supone limitaciones importantes en la productividad. Por ejemplo, nada de monocultivos, hay que ir cambiando la especie cultivada cada año en cada parcela para mantener la fertilidad del suelo y tener a raya las plagas. La prevención es básica y se opta por utilizar variedades resistentes a las plagas y enfermedades propias de la zona, que suelen ser más rústicas y menos productivas. Para luchar contra malas hierbas nada de herbicidas que las matan en un santiamén, solo se pueden eliminar con medios mecánicos, más tedioso y menos efectivo. Para luchar contra las plagas de insectos, prevención y más prevención, la ayuda de los animalillos del campo y alguno de los productos permitidos. El ganado por su parte se criará al aire libre (eso significa tener o mucho terreno o pocos animales) y, a ser posible, será de razas autóctonas acostumbradas a pasar frío y calor y a triscar por los montes para buscarse el alimento. Estos animales suelen ser más resistentes a las enfermedades comunes, pero si caen malitos se llama al veterinario homeopático (en casos graves se puede recurrir a medicamentos convencionales aprobados por el reglamento).


Con la leche de estas cabras se produce un queso ecológico que está rico rico, lo suficiente para ganar el premio "Alimentos de España" al Mejor Queso en 2011:
Fuente: Jesús López

miércoles, 4 de julio de 2012

UNA CONVERSACIÓN ENTRE TOMATES


Voy a retomar el tema de las frutas y verduras, algo más ligerillo para el verano. Como además van apareciendo en el mercado mis frutas favoritas y los tomates vuelven a ser comestibles, me he acordado de un video muy gracioso que hace no mucho me llegó por las redes sociales.

En  “Dos tomates y dos destinos”, los chicos de Muchachada Nui interpretan genialmente a dos tomates que se han conocido en un chat y quedan para conocerse “en tomate”. Me encanta y por eso os lo pongo. Aunque se cuelan algunos estereotipos que no tienen por qué ser ciertos, y creo que este es el mejor lugar para comentarlos.


 
Mauricio es un tomate ecológico, que representa la “cultura campesina”, se alimenta de sol, estiércol y agua, tiene olor y sabor, y de mayor quiere convertirse en pisto manchego. K-44 por su parte es un tomate de invernadero, que representa el “agronegocio”, se alimenta de “nitrofosfato de azufre al 12 %”, mantiene su cutis perfecto gracias a los pesticidas, no huele ni sabe a nada y de mayor quiere ser ketchup.


La idea de un pisto elaborado a base de un tomate tan resalao como Mauricio es muy atrayente. Sin embargo K-44 es antipático y representa al agronegocio malvado hecho tomate, no sabemos si por ser transgénico o por querer convertirse en un componente imprescindible de la comida basura. Pero resulta que casi todos nosotros nos pasamos casi todo el año comiéndonos a parientes de K-44, que dicho sea de paso, de momento no son transgénicos. Tampoco ha sido criado por un ejecutivo, sino por un agricultor propietario de un invernadero que vive de cultivar y vender tomates. Lo de convertirse en ketchup tampoco lo veo claro; al fin y al cabo no deja de ser una salsa de tomate, con mucho azúcar eso sí, y para eso se cultivan al aire libre otros tomates sin tantos miramientos, ya que lo que importa es la chicha de dentro, no el aspecto exterior. Aspecto perfecto, liso, brillante, homogéneo al que nos hemos ido acostumbrando e incluso lo exigimos en todas las frutas y verduras. 
Tomates casi perfectos.

Entonces, si Mauricio es tan estupendo ¿por qué existe K-44? ¿por qué es como es? ¿quién le ha robado su olor y su sabor?. Detrás de todo esto hay múltiples responsables. En primer lugar los genes y la mejora genética, que está muy relacionada con los sistemas de cultivo y transporte de alimentos.

Parece ser que los tomates de toda la vida según maduran van cambiando de color por partes. Son además capaces de realizar la fotosíntesis y producir azúcares y otros compuestos que le dan su sabor y olor característico. Esto es posible gracias a un gen que acaba de ser decodificado por un grupo internacional de científicos; precisamente este gen “no funciona” en los tomates perfectamente rojos que inundan las tiendas, ya que sufrió una mutación natural. Digo yo que al mejorador que descubrió que le salían tomates que pasaban directamente del verde claro al rojo le parecerían de lo más y que tendrían mucho tirón en el mercado. No sé cómo se dejó engañar la gente hace más de cincuenta años, pero el caso es que han tenido mucho éxito. Otros genes que también han cambiado (y esos no por mutación sino por mejora genética) son los responsables que el tomate siga madurando tras ser arrancado, los de “larga duración postcosecha” para ser más exactos. Esta alteración permite que el tomate se muestre rojo y sin síntoma alguno de maduración durante más tiempo, de esta manera aguanta más tiempo en los lineales del supermercado con buen aspecto.


Tomate "del terreno", me encanta esa denominación. Viene a ser como llamar a un chucho, perro "del terreno". De todas maneras, no hay color, bueno en este caso si que los hay, verde y rojo. 

Y aquí aparecen los otros responsables, los sistemas de producción y distribución de alimentos, que intentan cubrir las necesidades de consumo de la sociedad actual. En general tenemos más dinero que hace cien años, pero menos tiempo. Y compramos los alimentos una o dos veces al mes, junto con el resto de la compra. Compramos más piezas de fruta o de verdura de las que posiblemente lleguemos a consumir, por si acaso, para que nos dure y porque consideramos que podemos permitirnos tirar lo que se estropee a la basura. Como solemos ir con prisas, el supermercado nos facilita la tarea ofreciendo la mercancía ya empaquetada en bolsas o barquetas (que levante la mano a quien no se le estropean siempre una o dos naranjas mínimo de la bolsa de 5 kg). Ah, se me olvidaba, también queremos tener de todo, todo el año y barato. Para lograr todo esto, agricultores y casas de semillas o de plantas se las tienen que apañar para producir mucho (así sale más barato), durante más tiempo (utilizando variedades tempranas o tardías, o recolectando en verde), productos perfectos (exigidos por la normativa y por las cadenas distribuidoras), etc. Creo que pedimos demasiado, sobre todo si luego andamos quejándonos de los invernaderos y de los espárragos insípidos chinos.


¿Y qué hacemos entonces, conformarnos?. Yo solo puedo decir lo que hago yo, informarme - bueno y transmitirlo, que es lo que estoy haciendo ahora mismo -. Pregunto al frutero (si, soy una afortunada, puedo ir al mercadillo) por el género que tiene de temporada, me fijo en como compran las y los señoras/es mayores, y como no, saco mucha información de la web. Por ejemplo, que algunas frutas dejan de madurar una vez han sido recogidas (frutos rojos, cítricos, piña, y uva) y después de cosechada van estropeándose, unas más rápido que otras, por lo que hay que comprarla en su punto y consumirla cuanto antes. A otras frutas (plátano, pera, manzana, melocotón, kiwi, albaricoque, aguacate, y chirimoya) todavía les queda margen para madurar fuera del árbol y podemos comprarlos verdes - nunca será lo mismo, pero bueno. 


Tras estos consejillos y para no extenderme más, ¡¡ buen provecho !!.


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