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sábado, 4 de abril de 2020

¿POR QUÉ LAS ABEJAS FABRICAN MIEL?

Winnie the Pooh lo tenía muy claro, las abejas hacen miel sólo para que él se la comiera. Y tú, ¿ qué opinas?. 


 

¿ Sabías que en el curso de su vida, una abeja obrera producirá la doceava parte de una cucharadita de miel?.
 

Si eres de los que piensas que las abejas se dan todo el trabajo de ir de flor en flor para alimentarse a ellas mismas y a su colonia estás en lo cierto. Y ya que estamos, muchas flores tampoco son bonitas y coloridas para alegrarnos la vista sino para atraer a estos pequeños insectos (y a muchos otros). El ser humano llegó más tarde a la naturaleza y lo ha trastocado todo.
 

En fin, volviendo a las abejas es importante que quede claro un dato: la mayor parte de la miel elaborada por las abejas no llega a las manos del apicultor sino que la consumen las propias abejas. Una colonia media necesita al año de 70 a 110 kilos de miel y entre 17 y 35 kilos de pan de abeja. ¿Pan de abeja? ¿Desde cuándo las abejas comen pan?. En esta entrada te lo voy a contar.
 

Cuando una abeja sale de la colmena para explorar su entorno en busca de comida tiene dos objetivos principales, traer el máximo de polen y de néctar. Si es necesario también se les encomendará traer agua y material para hacer propóleo.
 

¿ Sabías que una abeja es capaz de cargar en las cestillas de sus patas una cantidad de polen equivalente a entre una décima a una cuarta parte de su peso?. En su buche almacenará una cantidad de néctar equivalente a la mitad de su peso.
 


El polen como alimento de las abejas
 

Las abejas exploradoras recogen el polen en una especie de cestillos que tienen en su tercer par de patas. Al llegar a la colmena lo depositan en el panal para que sus compañeras lo almacenen, y vuelven a por más.
 


 

Con el polen, las obreras elaboran la especialidad de la colmena, el pan de abeja, con el que se alimenta a las larvas, las abejas jóvenes y que forma parte de la jalea real. Las abejas introducen el polen en las celdillas compactándolo con su cabeza y cada poco tiempo añaden una fina capa de miel seguida de otra de polen, hasta rellenar completamente las celdillas del panal. Junto con la miel y el polen existen bacterias que llevan a cabo un proceso de fermentación (como ocurre en el pan, el yogurt, los quesos o las bebidas alcohólicas por ejemplo). Durante este proceso tienen lugar una serie de reacciones químicas que hacen que este conjunto de miel y polen se conserve mejor y sea más nutritivo.
 

El pan de abeja también se recolecta y se vende para consumo humano, y es que todo lo que producen las abejas, lo quiere el hombre para sí. Fuente: La tienda del apicultor
 
Del néctar a la miel
 

Es el otro alimento principal para las abejas y sus larvas. Se elabora a partir del néctar y para ello es necesario el trabajo de las abejas exploradoras - que para ser exactos se llaman pecoreadoras - y de las obreras.
 

Abejas tomando miel.

martes, 7 de mayo de 2013

TODO LO QUE QUERÍAS SABER SOBRE EL AZÚCAR



Ya viene el calor y el cuerpo nos pide refrescos y zumitos. Y no sé por qué me viene a la cabeza aquel anuncio de zumo, que reflejaba esa “moda anti-azúcar” que se mantiene con fuerza hoy día.  

Imagen de Corinna Schenk en Pixabay
Imagen de Corinna Schenk en Pixabay



  
¿Quién no ha dicho alguna vez eso de “nooo, asucar no”?


Aprovechando que he sido siempre más de azúcar que de sacarina y que además tenía algunas dudillas sobre el tema, decidí dedicarle una entrada. Y he descubierto muchas interesantes que compartir.

Una historia de viajes, guerras e intereses comerciales

Ya sé que mi blog va de agricultura y alimentación, pero es que el azúcar tiene una historia curiosa y no podía resistirme.

Parece que la caña de azúcar procede de Nueva Guinea y acompañó a las poblaciones humanas que atravesaron Asia y la India. Fue viajando despacito hasta Occidente ya que el secreto del “junco que da miel sin abejas” daba beneficios lo suficientemente jugosos como para no ir contándolo por ahí. Griegos y romanos conocían el azúcar y le denominaban “Sal de la India”. Sin embargo, fueron los árabes los que introdujeron y desarrollaron el cultivo de la caña de azúcar en los lugares que iban conquistando y que eran apropiados para su desarrollo; así llegó al sur y el levante de la Península Ibérica, lugares con un clima suave y al abrigo de vientos fríos.




En la costa granadina aun se cultiva caña de azúcar de manera residual. En España hay cultivadas unas 2.200 ha. en Málaga, Granada y Canarias principalmente, una minucia dentro de los 22 millones de ha en todo el mundo. Archivo propio.

Con la toma de Constantinopla en 1453 se interrumpe el comercio con Oriente y el tráfico de azúcar, considerada como una especia, deja de ser rentable. En Occidente se ponen las pilas y empiezan a cultivar la caña donde pueden; los portugueses en Azores y Madeira y los españoles en Canarias y el Nuevo Mundo. Colón en su segundo viaje (en 1.496) fue el que llevó ejemplares de caña de azúcar a América, pero los portugueses enseguida nos cogieron la delantera con sus plantaciones en Brasil y le siguieron los franceses y los holandeses en sus respectivas colonias. De esta manera comenzó uno de los capítulos más amargos de la historia del hombre, el tráfico de esclavos.

Hasta el siglo XVIII el azúcar era un producto de lujo y su comercio hacía ricos a unos cuantos. Así que no es de extrañar que se arrinconara el descubrimiento de que se podía obtener azúcar a partir de la remolacha azucarera, especie cultivable en tierras europeas. Cuando las colonias empezaron a volverse ariscas y dieron muestras de querer independizarse, Napoleón le vio las orejas al lobo y comenzó a apoyar el cultivo de la remolacha para poder autoabastecerse. Junto con los cultivos de remolacha, a principios del siglo XIX se instalan las primeras fábricas azucareras por toda Europa y es cuando se difunde su consumo entre todas las clases sociales. En España no se empezó a sembrar remolacha hasta finales del siglo pasado, cuando comienzan los problemas con Cuba.


Un poco de ciencia para entendernos

Hemos visto que dos plantas muy distintas producen azúcar. Y ese azúcar es el mismo, habría que añadir, pero no adelantemos acontecimientos. Antes que nada aclarar que lo que conocemos y consumimos como azúcar es la sacarosa, una molécula formada por otras dos moléculas, una de glucosa y otra de fructosa. Probablemente también os suenen la lactosa (el único azúcar producido por animales) o la maltosa (procedente de la degradación del almidón de los cereales y utilizada en la elaboración de cerveza). Estas moléculas y alguna más, unas dulces y otras no, sueltas o agarraditas formando a su vez moléculas de varios tipos y tamaños …conforman los famosos hidratos de carbono, nuestro combustible en la vida diaria. Aquí puede verse un cuadro con todas ellas.

Las plantas fabrican fructosa, glucosa y sacarosa a partir de la energía del sol. Unas lo acumulan en los frutos para que los animales se las coman y dispersen sus semillas (unas cerezas o unas moras), otras los transforman en carbohidratos complejos y lo almacenan en forma de almidón, como reserva para sí mismas (la patata) o para sus semillas (los cereales). El caso es que la caña de azúcar y la remolacha azucarera son campeonas en esto de fabricar sacarosa, y gracias a ello tienen el éxito asegurado.

El cultivo de la caña de azúcar

La caña de azúcar (Saccharum officinarum L.), tiene unos tallos gruesos y altos (de hasta 6 metros) donde almacena el azúcar. Se cultiva principalmente en países tropicales, donde la temperatura no baja de cero grados, hace calorcito y no falta el agua. De ella procede el 70 % de los 120 millones de toneladas al año de azúcar producido a nivel mundial.

La caña tiene gruesas raíces que le permitirán ser cosechada varias veces, como ocurría con los espárragos, ya que de las raíces pueden emitir nuevos tallos que darán lugar a nuevas plantas. Puede soportar de dos a diez cosechas, aunque evidentemente va bajando el rendimiento, hasta que llega el momento de volver a plantar o cambiar de cultivo.

Plantación de caña de azúcar lista para la cosecha. Estado de São Paulo, en Brasil, el primer productor mundial de caña de azúcar. Fte.Mariordo (Wikimedia).

En clima tropical y con plantas de ese calibre no es difícil imaginarse que a los 12 o 18 meses de la plantación, además de las cañas prosperan muchos animales que encuentran cobijo y alimento bajo el techo vegetal. El posible ataque de serpientes y ratas poco amistosas junto al afilado borde de las hojas de la caña, hacen de la cosecha una actividad ingrata cuando no peligrosa. Así que, cuando no se tienen cosechadoras a mano para recoger “en verde”, lo cual suele ser frecuente en los lugares donde se desarrollan estos cultivos, se suele recurrir al fuego. Además de ahuyentar y/o chamuscar a todo bicho viviente, se extiende rápidamente quemando las hojas, pero sin afectar a los tallos ni las raíces. Una vez apagado, entran los recolectores con sus cuchillos a cortar las cañas justo por encima del suelo. Esa caña se conduce a la planta procesadora, también llamada “ingenio”.


Me encanta esa palabra tan antigua, el  “ingenio”, para referirse a las fábricas…