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martes, 19 de noviembre de 2019

LA LEY DE LA CADENA ALIMENTARIA EXPLICADA CON EL CUENTO DE LA LECHERA

Seguro que muchos lectores conocen cuentos infantiles, en los que aparece un agricultor, mejor dicho un "campesino", que cultiva el campo o cuida a sus animales, obtiene su cosecha o sus productos, y va al mercado a venderlos. Y, mal que bien, vive de ello.

La fábula de la lechera de Samaniego, es un ejemplo estupendo, seguro que lo conocéis. Se trata de una campesina que va a vender leche al mercado, y en el camino va pensando qué hará con el dinero que obtenga: comprará huevos que se transformarán en pollitos, los venderá y con el dinero que saque comprará un cerdo que engordará para venderlo y comprarse una vaca y un ternero. Se emociona tanto con su optimista plan de inversión - los moralistas lo llaman ambición - que al ponerse a brincar se le cae el cántaro, que se hace añicos al igual que sus sueños. 


 

Pues bien, me ha dado por pensar cómo sería el cuento de la lechera en la actualidad. Y me temo que se parece bien poco al de Samaniego. Cierto es que para producir hay que arriesgarse, invertir, gastar dinero para luego obtener un beneficio, de esto saben bien los agricultores y ganaderos actuales: semillas, abono, maquinaria, productos fitosanitarios, agua, pienso, veterinario...La diferencia con el cuento, es que como el beneficio que sacan a cada cántara de leche (kilo de trigo, tomates o lo que se te ocurra) es muy pequeño, tienen que producir grandes cantidades para poder vivir de ello, lo cual es arriesgado ya que para producir mucho también hay que invertir mucho. Con poquito que bajen los ingresos, como los gastos son los mismos (en el mejor de los casos), la rentabilidad desaparece.
 

Volvamos al cuento. Pongamos que la lechera, con todos sus sueños llega al mercado y se acerca a su único cliente, ese que le espera todos los días para comprarle toda su mercancía. Al dueño del puesto le va muy bien el negocio, así que como se le han subido los humos a la cabeza le plantea lo siguiente a la lechera:

 —"A partir de ahora yo recogeré la leche todos los días, como siempre, pero te pagaré cuando considere". 


— "peero, ¿y cuándo será eso?"


—"Pues en dos, tres meses, no se...cuando me venga bien"


—"Eso para mí es un inconveniente, mi vaca tiene que comer pienso todos los días y si no cobro no podré comprárselo, ¿me pagarás más entonces para compensar ese esfuerzo?"


—"jajaja, ¡qué va!. Esa leche luego se la vendo al de la posada, y en función de lo que me pague el, ya veré a cuánto te la pago a ti".


—"¿Pero me garantizas que me vas a comprar la leche que te traiga? Porque si encima de endeudarme con el que me trae el pienso, luego no voy a cobrar...Por lo menos un contrato de permanencia o algo".  


—"Bueno, si quieres..., pero lo cumpliré cuando me apetezca".


 — "Entonces, estoy vendida", dice la lechera. A lo que el comprador le contesta, "Es lo que hay. Si no te gustan mis condiciones, búscate a otro (si es que puedes, jejeje; esto lo dice en voz muy bajita)". "Y date prisa, añade, porque tengo gente al otro lado de la frontera dispuesta a venderme su leche más barata".


— "¿Te refieres a los del reino de Másur? .¡ Pero si ellos no producen la leche como dice nuestro rey que ha de hacerse !, a mi me cuesta mucho hacerlo según las normas, ¡no es justo!" replicó la lechera cada vez más indignada.
 

—"Ya. Pero el rey quiere establecer alianzas con los vecinos, hasta piensa casar a su hija con el heredero, así que ha pensado en hacer unas cuantas excepciones a sus propias normas para favorecerles. A mí me viene estupendamente, ¿para qué te voy a engañar?".—"Así que, esto es lo que hay, lo tomas o lo dejas", zanjó el dueño del puesto.
 

La lechera, muy enfadada se dio la vuelta murmurando, —"brrrrr, en buena hora no hice caso a mi madre, tú que eres joven y bella hazte cortesana, me decía...¿estaré a tiempo de cambiar?".
 

Esta situación, que puede recordar al típico cuento con villanos malos malísimos y gente humilde pero buena luchando por sobrevivir, en ocasiones se replica hoy en día en las relaciones entre agricultores y ganaderos, industria y distribución. Sin que los consumidores nos enteremos de nada; nosotros con comprar bueno, bonito y barato ya tenemos de sobra.

Para evitarlo surgió la Ley de la Cadena Alimentaria (llamada oficialmente Ley 12/2013 de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria), con el noble objetivo de reducir el desequilibrio en las relaciones comerciales entre los diferentes “operadores” (la lechera, el dueño del puesto y el de la posada, en nuestro caso), sancionar las prácticas comerciales abusivas, y ya que estamos, poner un poco de orden en el patio.
 

Es una ley "de buen rollo" que establece un modelo mixto de actuación. Por una parte establece lo que debe hacerse y lo que está prohibido: obliga a formalizar un contrato, a cumplirlo por ambas partes lógicamente, a pagar en un plazo determinado, a asegurar que cuando se celebración subastas electrónicas, estas sean transparentes, y unas cuantas cosas más; salvo la venta a pérdidas, algo incomprensible para varias organizaciones agrarias. Para asegurar el cumplimento de estas normas establece un régimen sancionador (es decir, multas por portarse mal) y lo que es más importante crea la figura de organismo público encargado de vigilar y aplicar su cumplimiento, que es la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA). Por si esta agencia no llegara a todo, no pasa nada, la ley prevé mecanismos de autorregulación, en forma de un Código de Buenas Prácticas Mercantiles (u otros que surjan) y un Observatorio de la Cadena Alimentaria.

Pero como una cosa es hacer las leyes y otra es lograr que efectivamente se cumplan, hoy mismo tenemos a los agricultores del sector hortofrutícola andaluz en huelga por razones similares a las que hicieron a mi lechera imaginaria replantearse su profesión.



Tomate cherry creciendo en un invernadero almeriense


Así que, colorín colorado, esta fábula parece que no se ha acabado.

 

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QUERIDO CONSUMIDOR

lunes, 10 de diciembre de 2018

VIAJANDO SE APRENDE, SOBRE TODO SI CANADÁ ES TU DESTINO

Como muchos fieles seguidores habréis podido comprobar últimamente estoy muy viajera. Hace unos meses viajé a Holanda y recientemente he tenido la gran suerte de ser seleccionada por Global Affairs Canada (algo así como el Ministerio de Asuntos Exteriores) para participar en el Agriculture Technology Media Tour. Un recorrido cuidadosamente diseñado para mostrar los avances en tecnología e innovación en la agricultura canadiense a un grupo de periodistas de todo el mundo.
 

Lo que la gente piensa que vi en Canadá. Ya me hubiera gustado, pero el viaje iba de otra cosa.



Aunque yo no soy periodista en sentido estricto, parece que la vida me está llevando a contar historias. Y en este viaje he acumulado material de sobra y muchas ideas sueltas para ir trabajando. Con estas ideas, acompañadas de imágenes, intentaré mostrar la que creo que ha sido la motivación principal de Global Affairs para darnos la paliza que nos han dado: cuatro ciudades en seis días, con una agenda repleta de presentaciones y visitas a entidades públicas y privadas relacionadas con la I+D. Una paliza que ha merecido la pena, todo hay que decirlo.


Lo que realmente ví. Esta foto es bastante representativa de lo que fue el Tour.

 

Canadá es un país que siempre ha tenido buena imagen (totalmente merecida, en mi imparcial opinión) a pesar de ser bastante más desconocido que su vecino del sur. Se trata de un país muy extenso - el segundo más grande del mundo - pero poco poblado, que quiere diversificar su economía para hacerla más estable en unos tiempos ciertamente complejos. Diversificar implica de alguna manera atraer inversores y emprendedores en distintos ámbitos, entre ellos la agricultura y la ganadería. Canadá es también un país que tradicionalmente ha considerado que se enriquece con la llegada de nuevas personas de todo el mundo con nuevas ideas (y a ser posible buena formación). La agricultura y la industria agroalimentaria emplean a 2.3 millones de personas, esto es uno de cada ocho canadienses. Este sector ha sido segundo mayor empleador y el séptimo en contribución al PIB en 2016. Respecto a la exportación de productos agrícolas, ostenta el quinto puesto mundial, y el primero en aceite de colza y avena.
 

Visitamos centros importantes de innovación en Ontario, Manitoba, Saskatchewan y Alberta.

 

Y una vez explicado el contexto, vayamos con las fotos.

 

Toronto y Guelph (provincia de Ontario) 
 


Uno de los principales patrocinadores del
Royal Agricultural Winter Fair era el orgulloso propietario de estas vacas de leche, que pueden llegar a valer un millón de dólares canadienses, cada una. Si, has leído bien. Lógicamente estas vacas no se venden, su valor está en sus genes y su descendencia. Se trata de vacas de alta no, altísima genética, seleccionadas para tener un sistema inmune capaz de mantener completamente a raya enfermedades y problemas relativamente frecuentes en el rebaño como mastitis o cojeras. Cada vaca tenía su propio cuidador y la seguridad en torno a estos "animalitos" estaba bastante reforzada. 
 

Respecto a la feria en sí no tenemos en España nada que se pueda comparar, al menos que yo conozca. Ya os he hablado en este blog de la Semana Verde de Berlín y de la SIA de París, que se le acercan bastante en concepto aunque en tamaño son mucho mayores: ferias agrícolas con mucha solera (las europeas superan el siglo y a la canadiense le falta poco) destinadas a traer la agricultura al público general.


La sede de Semex, está en Guelph. Una localidad universitaria en la que se ha aplicado la misma idea que vimos en el Food Valley de los Países Bajos y que se repetirá en otras ciudades de nuestro recorrido: reunir en un mismo lugar una universidad bastante especializada en el ámbito de la agricultura y la alimentación junto con empresas del ramo, creándose así un ambiente propicio para el desarrollo de nuevos negocios basados en la innovación. La empresa se beneficia del conocimiento generado en la Universidad y de muchos estudiantes de másteres y posgrados deseando aplicarlo; por su parte la universidad, al firmar numerosos convenios con entidades gubernamentales y privadas, está en contacto con las necesidades reales del mercado. De esta manera la Universidad de Guelph puede sacar pecho y afirmar que a cada estudiante especializado en el ámbito agroalimentario le esperan cuatro empleos en ese mismo ámbito. Tienen hasta para elegir y todo.

Aquí va un ejemplo: cápsulas de café elaboradas con un 32% de cáscara de la propia semilla del café, que tarda de 3 a 4 semanas en degradarse. Situado en el campus de la Universidad, el Centro para el descubrimiento y desarrollo de Bioproductos (Bioproducts Discovery and Development Centre, BDDC) es un centro interdisciplinar en el que botánicos, químicos e ingenieros se reúnen para investigar y comercializar biomateriales. Trabajan en incorporar materiales de origen biológico a los composites, que son materiales con características muy particulares obtenidos a partir de la mezcla heterogénea de diversos compuestos. La idea es utilizar para estos nuevos compuestos la mayor cantidad posible de recursos renovables (subproductos industriales de todo tipo, fibras naturales e incluso residuos sólidos urbanos) y que estos sean lo más reciclables posible una vez terminada su vida útil. Siempre sin perder de vista que tienen que cumplir con una serie de características obligadas y ser económicamente competitivos. Lo han logrado, por ejemplo, con cápsulas de café y pinzas de invernadero, y están trabajando en las pajitas para los refrescos.

 

Winnipeg (Provincia de Manitoba)

¿Sabías que el trigo es el mayor cultivo de Canadá y la mayor fuente de ingresos por exportación de todos los productos agrícolas?.

La sede del CIGI (Canadian International Grains Institute) es un lugar que haría las delicias de los "panarras" y amantes de la pasta. Es una entidad independiente que ofrece asesoramiento técnico a toda la cadena de valor dedicada a la producción de trigo, otros cereales y legumbres: desde las empresas de semillas y fitosanitarios y las asociaciones de productores, pasando por comerciantes y procesadores hasta llegar a los consumidores. Investigan cómo y de qué manera los diversos granos que se producen en Canadá pueden servir para hacer cualquier tipo de pasta o pan que exista en el mundo, facilitando de esta manera su exportación. Por ejemplo el trigo duro canadiense tiene una gran calidad para la fabricación de pasta por lo que es demandado en todo el mundo. Tiene además un alto contenido en carotenoides que le aportan una tonalidad amarilla muy apreciada. Disponen también de una línea específica para trabajar con noodles, y cualquier otro tipo de pasta oriental, en la que, se valora el color blanco inmaculado, y para la que también disponen de otra variedad de trigo nativo.

 

¿Sabías que Canadá es el primer productor mundial de trigo duro? Hasta hace poco Italia ha importado algo más de la mitad de este trigo procedente de las praderas de Saskatoon y Alberta.

 


En las instalaciones de Bayer CropScience, situadas en el campus de la Universidad de Winnipeg, nos enseñaron cómo desarrollan nuevas variedades de colza. Aquí utilizan procesos de mejora tradicional, sin recurrir a biotecnología, que pueden durar hasta 7 años aún utilizando la técnica de "dobles haploides" (en una institución pública, con menos recursos, tardar el doble es ya un logro). En el proceso de obtención se manejan tal cantidad de datos que, cada semilla y la planta a la que da lugar, se identifica con un código QR individual.    

¿Por qué está tan protegida la trabajadora, si se supone que no son plantas transgénicas?. Las plantitas se llevan a estas cámaras de crecimiento hasta que florecen. Aunque la colza no provoca especialmente alergia (una prima suya, la mostaza, es más peliaguda), sí que hay gente sensible y los investigadores que la manipulan a diario pueden acabar desarrollándola. Para evitarlo, hay que protegerse bien cuando se trabaja en las cámaras. Tomé esta foto para mostrar lo fácil que puede ser asustar a la gente con una imagen pero ocultando el contexto.

 

¿Sabías que la Canola, la colza que se desarrolló para obtener un aceite comestible, fue desarrollada por dos investigadores canadienses? Uno de Winnipeg y otro de Saskatoon.

 

Saskatoon (Provincia de Saskatchewan)

 

El paisaje dominante en Saskatchewan son las praderas. Un inmenso terreno llano hasta donde alcanza la vista bajo un clima continental ciertamente riguroso. Esto no impide que Saskatchewan sea actualmente el primer exportador mundial de lentejas, guisante seco, mostaza, lino y colza. Es también muy importante la cría de ganado vacuno, justo detrás de Alberta en producción.


 

En las provincias llanas del Oeste - Saskatchewan, Manitoba y Alberta - son verdaderos expertos en producir colza, trigo y legumbres. Para mantener el liderazgo en la producción, procesado e investigación agroalimentaria se ha creado el "Protein Industries Canada". Se trata de un supergrupo o consorcio (‘supercluster’ le llaman) liderado por la industria que incluye empresas y entidades pequeñas, medianas o grandes de diversos ámbitos. Uno de sus objetivos es el desarrollo de nuevos alimentos de origen vegetal, ingredientes o piensos de calidad extra, para conquistar el segmento premium del mercado. De esta manera se pretende buscar el valor añadido a los cultivos tradicionales, que es lo que da dinero y seguridad a largo plazo, y ya de paso a otros alternativos como el lino, el cáñamo, la avena. 

 

Un buen ejemplo de valor añadido lo encontré en esta bolsa de garbanzos que vendían como aperitivo en el aeropuerto, y no precisamente barata. Son simplemente garbanzos con aceite de camelina y sal; no sé cómo los habrán procesado pero saben prácticamente igual que nuestros "garbanzos torraos", aunque son bastante más inofensivos para las muelas.   


Estas son las instalaciones de "Canadian Light Source (CLS)", que albergan un sincrotrón, un tipo de acelerador de partículas que las mantiene dando vueltas sin parar (los expertos me perdonen las imprecisiones). Cuando estas partículas atraviesan unos imanes emiten una radiación en un amplio rango de longitudes de onda, desde los infrarrojos hasta rayos X, que pueden utilizarse en gran variedad de experimentos, entre ellos agricultura y alimentación. Permite ver por ejemplo cómo circulan el agua o los nutrientes en el interior de la planta, cómo avanza una infección provocada por un hongo o las burbujas que se forman en el interior de la masa de pan en fermentación.  Está financiado con fondos públicos y ofrece sus posibilidades de investigación tanto a estudiantes de la universidad (para hacer sus tesis o trabajos, imagino, pagando un dólar al día) como a grandes empresas (que pagan 100 veces más). Se ubicó en el campus de la Universidad de Saskatchewan porque allí estaban los expertos en el tema. Esta universidad está reconocida internacionalmente por su liderazgo en agricultura, tecnologías de la información, salud y biotecnología.


 

Calgary (Provincia de Alberta)

En sus inicios Alberta era una provincia principalmente agraria, pero más tarde su economía despegó gracias al petróleo. Aunque el sector energético sigue teniendo un peso considerable, sus autoridades buscan diversificar las fuentes de ingresos. Y de nuevo la innovación agrícola surge como una alternativa prometedora: la provincia posee un tercio de toda la tierra agrícola canadiense, un 41% de las cabezas de ganado vacuno del país, 15 instituciones de investigación e innovación agrícola y exporta bienes agrícolas 140 países distintos. 


Sin embargo, durante gran parte del año la verduras frescas las tienen que importar, y quieras que no, estas pierden propiedades. Para solucionar el problema del suministro de lechugas tersas y frescas a los habitantes de Calgary y alrededores surgió Deepwaterfarms, como un proyecto de ciencia de un estudiante de la Universidad Mount Royal. Se trata de una granja hidropónica, sin suelo ni luz solar, que cultiva brotes tiernos de lechuga a partir de la luz que emiten miles de LED y el agua llena de nutrientes obtenidos a partir de los excrementos de peces que se crían en unos depósitos cercanos. Estos peces se venden en restaurantes cercanos, y de momento son la principal fuente de ingresos de la granja. Nunca antes había visto nada parecido, y, la verdad, es impresionante.

Los brotes también se venden en restaurantes y mercados de productores cercanos. Esa misma noche pudimos probarlos en nuestra cena de despedida. Y estaban muy ricos.

Puestos a probar cosas distintas, más de uno nos atrevimos con la botella de agua. Esa del final, que se había obtenido a partir de las deyecciones de vacas de leche, y tenía cierto toque a agua destilada. En esta zona de Canadá, la gestión de los purines no supone un gran problema, porque tienen tierra a espuertas donde depositarlos sin dañar el suelo o el agua, pero en zonas con mayor densidad de población y escasez de tierra agrícola, como puede ser California, resulta un serio problema. La empresa Livestock Water Recycling Facility ha desarrollado un dispositivo que permite separar la fracción sólida y la líquida de los purines, permitiendo gestionar de manera rápida los grandes volúmenes de purines que se generan a diario en las granjas, además de obtener un agua perfectamente potable. Se utiliza un polímero biodegradable para separar la fracción sólida, mientras que la fracción líquida se trata mediante ósmosis inversa, el mismo sistema que utilizan las desaladoras, para obtener agua perfectamente utilizable.

Y esto ha sido todo. Como veis, un viaje repleto de ciencia e innovación; y eso que se han quedado muchas cosas en el tintero...digo el teclado. Una visión distinta, menos bucólica que las praderas y los bosques pero que también representa al Canadá de hoy en día.

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martes, 27 de febrero de 2018

"STRANGER PIGS" Y LA COMUNICACIÓN AL CONSUMIDOR

En la entrada anterior expliqué por qué no me había gustado el último programa de "Salvados", en el que tocaba temas muy importantes en torno a la producción porcina intensiva. En él se dijeron cosas que son ciertas, pero acompañadas de verdaderas burradas; el resultado, una imagen distorsionada y una información descontextualizada sobre el sector porcino que ha dado lugar a reacciones muy variadas pero en general poco productivas de cara a mejorar el propio sector.

 

Un ganadero orgulloso de sus cerdos. Foto cortesía de Sergio Crespo.


Los antibióticos, la contaminación (por olores o por nitratos), la explotación laboral, el bienestar animal...son temas que pueden dar juego mediático - que es lo que busca la cadena que emitió el programa - incluso si se abordan de una manera seria e imparcial. ¿Por qué no? Évole antes lo hacía. 

Vistas las cosas con cierta perspectiva temporal y desde el punto de vista de la comunicación, me gustaría aportar ahora mi reflexión sobre el papel que han jugado tres actores principales en esta historia y cómo han influido en la percepción que tiene el consumidor.

 

El papel de la industria o las instituciones

En vista del resultado, y de programas similares de televisión enfocados en el amarillismo alimentario, entiendo que muchas industrias no hayan querido participar. Quizás pensaban que, hicieran lo que hicieran, iban a salir mal parados, como le pasó al pobre Dir. Gral. de Ganadería de Murcia, al que da la sensación de que le tocó la china a última hora de ser él el encargado de enfrentarse a las preguntas incómodas de Évole, en vez del Consejero como estaría acordado.

El problema es el mensaje que se transmite al consumidor con esa actitud. Preguntando a mi alrededor la opinión es casi unánime: si no quieren enseñar sus granjas es que consideran que algo tienen que ocultar.

¿Quizás al consumidor no le agrade ver cómo es la zona de maternidad de una granja con sus "camisas de parto"?. A mi desde luego que me impactaron cuando me metí en este mundillo. Foto cortesía de Javier de Diego Casado.
 
La postura de la industria ha sido, en general y en mi opinión, poco creíble y de muy corto alcance. Por un lado, tal como dice el programa (y tristemente me lo creo) ni la principal afectada, El Pozo, ni las representaciones sectoriales han querido participar para, al menos, dar su versión en un programa de gran audiencia. Sin embargo, sí que se distribuyó entre la gente del sector agroganadero (a mi me llegó por varias vías) una lista de ideas precocinadas para difundirla a nivel personal por las redes sociales, y que casan bien poco con lo que se vio y escuchó en el programa. También se publicó una nota de prensa (del mismo estilo) en webs de noticias agrarias e incluso la ministra dedicó unos minutos en Los Desayunos de TVE (minuto 1.21) a la defensa del sector.



Uno de los argumentos principales era la gran importancia económica de este sector, que somos grandes exportadores, que genera empleo etc., etc. Aun siendo cierto y motivo de orgullo, yo personalmente no incidiría demasiado en ello y menos en estas circunstancias. Primero porque es un argumento al que cualquier escéptico puede dar la vuelta y fácilmente pensar que precisamente esa fortaleza le permite silenciar las voces críticas. Y segundo porque a menudo esos mensajes suenan tan huecos y fríos que las personas directamente los ignoran.

De todas maneras, creo que ese listado de virtudes del sector porcino español apenas llegó a la gente. Aun sabiendo que mi encuesta no tendría validez estadística, también pregunté a familiares y amigos si les había llegado cualquier tipo de información en defensa del sector tras la emisión del programa. La respuesta: un NO casi unánime. Solo una persona me mencionó artículos escritos por veterinarios sobre la razón de las malformaciones que se vieron en la granja.

Por otra parte tenemos la singular respuesta de "El Pozo". Al día siguiente emite un comunicado en el que afirma que "Los animales que aparecen en las imágenes del reportaje jamás entrarían en la cadena de producción de El Pozo Alimentación". El comunicado escrito dice más cosas, pero lo que se difundió por redes era un pequeño video con el mensaje clave para la empresa. Al poco tiempo, unos supermercados belgas rechazan algunos productos suyos en respuesta al programa (se me ocurre que algo tendrá que ver que en Bélgica también se produce mucho cerdo y, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, distintos sectores vieran la oportunidad de beneficiar a los productores belgas), lo cual al parecer les afectaba mas a la imagen que a la cuenta de resultados. Si no, no se explica que a los pocos días salga la noticia de que El Pozo deja de trabajar con la granja de cerdos en la que se grabó ‘Salvados’ ( si trabajan en régimen de integración vertical es poco creíble que no tuvieran constancia de lo que allí pasaba), que va a ampliar los estándares de calidad, que va a tomar medidas adicionales en materia de bienestar animal, e incluso que se plantean colaborar con grupos animalistas "en próximas fechas". Ya veremos si no ha sido una estrategia para capear el temporal o realmente tienen intención de cambiar algo. Eso sí, sigo sin saber por qué los cerdos de esa granja en concreto estaban como estaban, ni cuál era su (triste) destino. La prioridad, simple y llanamente, era lavar la imagen de la empresa, que de defender al sector productor ya se ocuparan otros.

A mí me suena a "yo me lavo las manos, lo que ocurra en esa granja no va con nosotros". Pero que cada uno interprete lo que quiera.



El papel de asociaciones animalistas y los ciudadanos vegetarianos/veganos.

En el programa también salió un veterinario vegano, que se dedicaba a la inspección oficial en mataderos. Dijo (e insinuó) cosas interesantes, algunas un poco fuertes. Me quedo con que, "si una persona de la calle que tenga un mínimo de sensibilidad viera como es todo el proceso de sacrificio de los animales, aún haciéndose todo bien y legalmente, a mucha gente le causaría un gran impacto". Mas o menos lo que dice Paul McCartney, vegetariano a la par que músico, "si los mataderos tuvieran paredes de cristal todos seríamos vegetarianos".

Por muy limpia que esté la granja y a gusto los cerdos, ciertos colectivos siempre verán maltrato, explotación o esclavitud. Es así. Foto cortesía de Juan Burgos.
 
Como los muros de los mataderos y las granjas son opacos, los colectivos animalistas y de veganos convencidos se esfuerzan continua, y tengo que decirlo, cansinamente, en hacerlos transparentes. El problema es que tienden a fijarse en lugares que parecen la casa de los horrores (que tristemente existen). Y cuando muestran imágenes de granjas normales, interpretan la realidad como si el animal fuera un ser humano o una mascota, muchas veces exagerando o basándose en creencias tan firmes que, por mucho que argumentes es prácticamente imposible llegar a ningún punto en común.

Un buen ejemplo de cómo está el patio.
  
El problema es que están en todos lados, y son muy activos y persistentes a la hora de transmitir su mensaje. Y este programa de Salvados les ha puesto en bandeja un material maravilloso para compartir con los suyos e intentar convencer al vecino, al compañero de trabajo o al resto del mundo omnívoro en general. Hoy en día esta actividad de "apostolado animalista" se hace sobre todo a través de las redes sociales, y nos llega a todos de una manera u otra. La pregunta es, ¿qué cala más en la sociedad, la realidad que ofrece la industria o la que ofrecen los animalistas?.

 
El papel de los ganaderos

Deberían ser ellos los que ofrecieran la imagen más creíble, ¿no?. ¿A alguien le han llegado imágenes de granjas reales con cerdos bien cuidados? A mí desde vías no profesionales os aseguro que no, y a mi entorno tampoco. Imagino que cada ganadero habrá hecho lo suyo en la medida de sus posibilidades. Hubo una ganadera murciana que grabó un video que alcanzó cierta difusión (la suficiente como para que entraran animalistas a llamarle de todo menos bonita en los comentarios), a la que pedí permiso para difundirlo. Imagino que habrá acabado tan harta del asunto que ni me ha contestado.

Os podéis imaginar lo contentos que estaban los ganaderos con el programa. Sigo un grupo de FB de ganaderos y agricultores que enseguida se dedicaron a colgar fotos de sus granjas, limpias y con los cerdos bien cuidados. Aparte de echar pestes de Évole, La Sexta y, por supuesto de los animalistas. Para alguien que se esfuerza en hacer las cosas bien, en tener a sus animales lo mejor posible, en seguir toda la normativa habida y por haber, que simplemente se afirme sin género de dudas que lo habitual es justo lo contrario: maltrato, hacinamiento, enfermedad, estrés, muerte...tiene que molestar bastante. Igual que molesta a los funcionarios que se les tilde de vagos, por ejemplo.

Lechones mamando. Foto cortesía de Javier de Diego Casado
 
El caso es que me parece una verdadera pena que esa realidad no se muestre, por esa razón he pedido permiso a algunos de estos ganaderos para utilizar las fotos que ilustran esta entrada (con menos éxito del que hubiera deseado, tal vez con más tiempo...). Creo que es mi obligación como divulgadora agraria.

Pero también creo que hay que tener cierto sentido crítico y preguntarse por qué la voz de los ganaderos no llega a la sociedad. Compartir fotos en Facebook en cerrado para que las vean tus colegas de profesión creo que no es suficiente. Por otra parte, en esta ocasión la respuesta de los sindicatos agrarios ha sido en mi opinión bastante discreta considerando que son ellos los que se supone defienden al productor (dos ejemplos aquí y aquí, me ha costado encontrar más).

Si los ganaderos no cuentan su realidad, nadie lo va a hacer por ellos. O puede ocurrir que sean otros los que lo hagan, a su manera, claro, como ha ocurrido en con este "Stranger Pigs". 

La organización canadiense Farm and Food Care está formada por representantes de los diversos sectores productivos en varias provincias del país. Uno de sus principales objetivos es dar a conocer al ciudadano cómo se producen los alimentos y ofrecer los recursos a los propios productores para que sean ellos mismos los que transmitan esa información de una manera efectiva y profesional. Estos tours visuales por distintos tipos de explotaciones son un buen ejemplo.


De esta mini "crisis" se pueden sacar dos o tres conclusiones: lo primero, hay que estar presentes día a día no solo cuando hay polémica, como los animalistas pero sin agobiar, contando lo que ocurre en las granjas de una manera cercana, que conecte con un consumidor que no es tonto, a menudo quiere saber, pero no tiene el campo cerca. Sin evitar cuestiones controvertidas, es mejor explicar por qué se hacen las cosas de una manera u otra, y que cada uno se forme su opinión. Y sobre todo, con educación y respeto.


Un ejemplo, las "camisas de parto", que parecen un invento salido de la mente de un perturbado que odia a los animales, pero simplemente lo que trata de evitar es que la cerda, al tumbarse, aplaste a los lechones, una de las causas más frecuentes de mortalidad de las crías. Que impacta, desde luego, pero es la realidad y creo que conviene mostrarla (y explicarla mejor, si queréis), aunque me gusta pensar que en el futuro se desarrollarán sistemas mejores.  





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En la entrada "STRANGER PIGS" O CÓMO CEBAR MITOS ALIMENTARIOS (PARTE I)" explico por qué no me gustó el programa.

La entrada "QUERIDO CONSUMIDOR..." va de cartas que nos escriben los agricultores, hartos de que se cuestione, o en el mejor de los casos se ignore, su trabajo.


Si lees la entrada CAMPO Y ALIMENTOS: ¿CÓMO LOS VE LA PUBLICIDAD? lo mismo entiendes porqué los consumidores alejados del campo tienen una visión tan distorsionada de este. 

El agroturismo es una buena manera de mostrar a los consumidores cómo se producen los alimentos, pero dudo mucho que sea viable en granjas intensivas. Lo cuento en LA GRANJA SE ABRE AL CONSUMIDOR

domingo, 18 de septiembre de 2016

EL PARAÍSO DE LOS TOMATES CHERRY


¿Te gustan los tomates cherry? Aunque no sean tu verdura favorita, seguro que más de uno has tomado, porque desde hace ya tiempo están en todos lados. Si te has preguntado alguna vez de dónde sale tantos tomates y tan coloridos estás de suerte, porque este verano tuvimos la ocasión de descubrirlo en nuestra visita a las instalaciones de la Cooperativa La Palma.

El origen. Esta cooperativa la fundaron agricultores del llano de Carchuna (Motril), pequeño pueblo de colonización agraria creado a finales de los años sesenta. Hoy en día en esta zona de la costa granadina el turismo convive con la agricultura de invernadero. Fuente.
 
Esta cooperativa está especializada en los tomates cherry, y dominan todos los formatos y colores (cherry bombilla p.e).  No en vano, es la mayor productora y comercializadora  especializada en tomates cherry del mundo y la 15ª mayor empresa hortofrutícola de España.


El destino final: a granel o envasados, hay tal variedad de tomates que resulta difícil contenerse y no coger unos pocos de cada uno.

Investigar y planificar, aspectos clave para hacerse un hueco en el mercado.

La mentalidad de "yo siembro lo que quiero y el consumidor me lo compra" hace tiempo que no lleva a ninguna parte. En La Palma son muy conscientes de la necesidad de adaptarse al consumidor, hasta tal punto que tanto la investigación e innovación como la relación con los mercados forman parte del funcionamiento diario de la cooperativa.

Gracias a esta mentalidad, La Palma factura nada menos que 120.000 millones de euros, de los cuales dedica dos de ellos a i+D, lo que supone un buen pellizco a los ingresos. Estos se van en mantener: fincas de experimentación, laboratorios, paneles de cata o expertos en marketing en diversos países.

Durante los picos de producción, que curiosamente se dan en navidad, la cooperativa llega a dar trabajo a casi 1.000 personas.
 
La investigación les permite obtener todos los años uno o dos productos nuevos para lanzar al mercado, de los que al menos uno suele tener éxito comercial. Gracias a ello poseen líneas de genética propia, como los tomates cherry atigrados, única en el mundo.

Del amplio catálogo de semillas propias de la cooperativa, los agricultores tienen que sembrar lo que los técnicos les dicen. Estos, en función de la demanda que prevén que pueda haber y basándose en lo que funcionó la temporada anterior deciden cuales serán las variedades a plantar para la siguiente temporada.

Así, a la hora de repartir los cultivos, los agricultores "premium" (los que tienen mejores resultados de calidad, productividad, etc.) tienen prioridad a la hora de escoger las variedades nuevas, si les interesa plantarlas. Si nadie muestra interés por probar variedades nuevas o por plantar otras menos atractivas, estas se reparten entre los agricultores mediante un sistema de cuotas.

Este modelo va más allá del típico de una cooperativa, comprar y vender en conjunto para obtener mejores precios. Aquí se trata de trabajar en conjunto para tener siempre un buen producto que vender. Al principio costó mucho convencer a los agricultores, pero ahora tienen este modelo bien asumido.


Dónde se cultivan los tomates

Los tomates cherry apenas necesitan agua o abono, pero si mucha luz que les ayude a fabricar los azúcares que le dan ese dulzor especial. Fuente: Cortesía de la Cooperativa La Palma.
 
En invierno, los tomates se cultivan en invernadero, donde se mantienen las temperaturas, diurnas y nocturnas, ideales para su crecimiento. El sol no es problema, ya que en esta esquinita de España las nubes no son precisamente abundantes.

Pero nosotros fuimos a visitar la planta en verano, cuando los invernaderos están vacios; con el calor sofocante que reina ahí dentro, imposible aguantar más de cinco minutos, como para cultivar nada. Pero los supermercados demandan cherries todo el año, ¿de dónde los sacan entonces? Muy sencillo, de huertos situados a unos 900 -1.000 m de altitud en la vecina Sierra Nevada. Allí crecen, disfrutando del fresquito de la noche (mínimas de 12ºC) y bajo la protección de mallas de sombreo, que protegen a los tomates de un sol directo que los quemaría pero dejan pasar la luminosidad del entorno.

Cuando se acerca el momento de la cosecha, el agricultor avisa con antelación a los técnicos y les dice cuándo cree que podrá realizarla y qué cantidad aproximada de tomates cree que  va a obtener. Esta información le sirve a los comerciales para vender el producto antes incluso de que llegue a la planta de envasado.


La llegada a la planta

Una vez se recibe el tomate se le hace un control de calidad, a ser posible con el agricultor presente. Actualmente se miden hasta los grados brix de los frutos. Esta medida nos indica el porcentaje de sólidos solubles presentes, que en frutas se traduce en la cantidad de azúcar  en forma de sacarosa.

Antes de entrar en la cámara frigorífica se lavan todos los tomates, salvo los cherry en rama ya que es inevitable que algunos frutos se suelten de las ramas, y lógicamente nadie compra racimos incompletos.


La cámara de frío

Esta cámara viene a ser como la gran sala de espera de una estación o un aeropuerto, con el aire acondicionado puesto "a tope", donde los tomates esperan bien fresquitos a tomar el camión que les lleve a su destino. Pero no es una simple cámara frigorífica, está completamente automatizada y controlada por ordenador, de manera que permite conocer en todo momento el género que hay almacenado y dónde está cada variedad, ahorrando tiempo, trabajo y resfriados al responsable de la cámara.

En esta especie de nevera gigante los tomates pasan como máximo 36 h.

La selección: tu si, tu si, tu no...

A mí me parecen todos comestibles, la verdad.
Antes de emprender el viaje a su destino, hay que "poner guapos" a los tomates. No se les pone lazo, evidentemente, con colocarlos en bonitos envases que entren por los ojos del consumidor suele ser suficiente.

Pero antes de envasar, los tomates pasan por un proceso de selección para eliminar a los que no cumplan con los estándares de calidad. La selección puede hacerse manualmente o mediante cámaras ópticas.

Selección manual: en la esquina puede observarse un detector que forma parte del sistema automático de trazabilidad, que registra cada caja y permite almacenar cada detalle de la vida de los tomates: la finca de la que proceden, el agricultor que los cultivó, la fecha de recolección y de envasado entre otros muchos datos.

Selección mediante cámara óptica: este cacharro hace nueve fotos de cada tomate, y no van precisamente despacio.


Envasado y a correr.

Los tomates que superan la selección se envasan en el recipiente adecuado. Aunque la cooperativa también vende a granel, a la hora de vender los técnicos manejan 800 referencias distintas que resultan de las distintas combinaciones de los productos a vender  (tomates, pimientos, pepinos…) en las distintas formas de presentación (tamaño, barqueta, film, etc.) y para los distintos destinos (exportación, marcas propias y marcas blancas).

Aquí guardan los envases de sus productos. Con lo que veis aquí tienen para  ¡¡ un dia y medio ¡!.

Los tomates, pimientos y pepinos que comercializa la Cooperativa apenas pasarán dos días en la planta. El factor rapidez es vital en productos como este; sobre todo teniendo en cuenta que la mayor parte tendrán que viajar al norte de Europa, lo que supone uno o dos días más antes de llegar al supermercado. El camión es el único medio de transporte que utilizan, ya que es el más rápido.

La Palma también comercializa pepino y pimiento para aperitivo, que posiblemente no hayas visto en el mercado, porque exportan el 93% de su producción, principalmente a otros países europeos. Estos pepinos "snack" se van para el Reino Unido.

Y estos tomates variados para asar en la barbacoa, para los países nórdicos. ¡Qué envidia! (porque estaban riquísimos con su aceite bueno y sus hierbas, y es que tuvieron el detallazo de darnos unos cuantos para probar).



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