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jueves, 18 de febrero de 2016

TRACTORES PARA DUMMIES



Estos días en Zaragoza se celebra la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola (FIMA para los entendidos) así que vamos a dedicarle una entrada al tractor, que ya iba siendo hora.



Intentaré hacerlo breve y con muchas fotos, algunas de ellas tomadas en una feria, que aunque no es su medio natural se les puede ver muy de cerca...y limpitos. Mi intención es mostraros al tractor como la obra de ingeniería que es: aportando diseños y soluciones que satisfacen las necesidades del agricultor para poder trabajar mejor, más rápido, cómodo, seguro, sin gastar más de la cuenta, cuidando el suelo e incluso el medio ambiente en general. Vamos allá.




Diseñado para arrastrar pesos



Según la Real Academia de la Lengua, un tractor es un "Vehículo automotor, con gran capacidad de tracción, que se emplea para arrastrar o tirar de aperos agrícolas, remolques, etc." Pero es que un tractor es mucho más.



La palabra "tractor" la tomamos del inglés y ellos a su vez del latín "trahere" que significa tirar de algo, ya que el tractor comenzó siendo una máquina diseñada para arrastrar cosas; trabajo que hasta ese momento realizaban bueyes, caballos y mulas. Como el tractor es más rápido, tiene más fuerza y sobre todo es infatigable y mucho más versátil ha acabado ganándole la partida a los animales de tiro, aunque en algunos lugares antes que en otros.



¿Sabías que el primer tractor que funcionó en España salió de una fábrica de Barcelona en 1955?.





La cantidad de cosas que puede hacer un tractor (que ni te imaginabas).



Un tractor agrícola no deja de ser un vehículo y funciona como tal: la energía producida por la combustión dentro del motor se transforma en energía mecánica. El coche la utiliza solo para correr, o simplemente moverse (según sea el conductor o las circunstancias), mientras que el tractor la necesita para arrastrar y empujar aperos o para levantar objetos pesados.



Para ello está dotado de un poderoso motor diesel que aporta energía no sólo para mover las ruedas sino también para que funcionen la toma de fuerza y el sistema hidráulico. Estos sistemas, que veremos a continuación, transmiten la fuerza del motor a distintos aperos para que puedan realizar su labor.


Un tractor puede empujar, arrastrar y hacer funcionar varios aperos a la vez. Fuente: Cortesía de Fendt.


Una de las tareas habituales en un tractor es tirar de objetos pesados, como un remolque. Estos van unidos al tractor por la barra de tiro; una barra robusta que permite una unión segura pero flexible entre el tractor y el apero que tenga sujeto.



Este remolque está enganchado a una barra de tiro transversal (B) diseñada para acoplar al tractor aperos de poco peso. La barra de tiro normal (A) está justo detrás.


Algunos aperos ejercen su función simplemente al ser arrastrados. Un ejemplo clásico es el arado; que se hinca en la tierra y va formando surcos según es arrastrado por el tractor. Fuente: Cortesía de Fendt.


El enganche tripuntal tiene tres brazos que permite subir y bajar los aperos o cualquier herramienta que tenga acoplada el tractor. Este acople entre apero y tractor es más firme que el de un remolque. Funciona gracias al sistema hidráulico del tractor cuya función es usar la energía mecánica en diferentes lugares y puntos del tractor, sin necesidad de utilizar transmisiones mecánicas (engranajes varios, para entendernos). Esta energía se transmite por medio de un fluido a alta presión.



Tractor con un rotocultor (apero que desmenuza los terrones del suelo) enganchado en el tripuntal. ¿Qué pasa cuando ha terminado su trabajo?, ¿cómo se lleva apero de vuelta a casa?. Obviamente arrastrándolo por la carretera no. Los aperos de tamaño pequeño o mediano se elevan con el enganche tripuntal para que no toquen el suelo y moverlos así con facilidad. Fuente: Archivo de la Editorial Agrícola.




¿Y qué ocurre si el apero es tan ancho que no cabe en la carretera?.Cuando los aperos son demasiado grandes, como este combinado, poseen ruedas para circular y van plegados, como si de un transformer se tratara. Gracias al sistema hidráulico el conductor desde su puesto puede plegarlo, desplegarlo e incluso controlar la profundidad de los surcos que hace en el suelo. Fuente: Cortesía de Fendt


El sistema hidráulico también permite manejar una pala frontal.

viernes, 17 de febrero de 2012

DE TRACTORES Y SATÉLITES


La cosechadora, sin pararse, va vaciando
su depósito en el remolque del tractor.
Foto cortesía de ARS
(Agricultural Research Service. USDA)


Imagina un tractor con remolque en un cultivo de trigo bajo el intenso sol del verano. Allá lejos vemos una cosechadora devorando el cereal ya maduro; hasta aquí es fácil ¿no?. Dentro de la cabina de la cosechadora su conductor observa atentamente una pantalla de ordenador, que le va indicando su posición exacta gracias al receptor GPS que lleva la máquina (eso ya no es ninguna novedad, lo llevamos todos en el bolsillo o dondequiera que guardemos el móvil). Según avanza la cosechadora, unos sensores van registrando la cantidad de grano que entra en el depósito cada segundo. Estos datos irán directamente al ordenador del agricultor y con ellos se elaborará un mapa que muestre los rendimientos de la inmensa zona cultivada, metro a metro.  

Los sensores del depósito de la cosechadora han indicado al conductor que le falta poco para llenarse y el ordenador de a bordo avisa al tractor para que se acerque, que tiene que vaciar el depósito. Otros sensores han detectado que algunos engranajes andan un poco escasos de aceite y que convendría adelantar la revisión en el taller, así que manda otro mensajito al concesionario para pedir cita cuanto antes. Y es que las cosechadoras son maquinas muy caras que no pueden estar paradas en plena campaña de recolección por una simple avería .

Nos montamos en el tractor, pero esta vez a principios de la primavera, cuando las plantitas de trigo comienzan a desarrollar sus primeras hojas. El programa informático de gestión agrícola ha recomendado aplicar una dosis de fertilizante, y allá que va el tractor, con su abonadora. Hay demasiado terreno por cubrir, así que le sigue pocos metros detrás otro tractor… sin conductor. Ambos se comunican constantemente mientras avanzan por la finca, reconociendo las zonas donde el suelo es más fértil o más pobre y ordenando a las abonadoras que regulen la dosis según sea necesario.  Mientras, el conductor va comprobando tranquilamente en la pantalla cómo trabajan sus fieles aliados.

¿Ciencia ficción? No. Es “agricultura de precisión”. Un tipo de agricultura que aprovecha las infinitas posibilidades de las nuevas tecnologías para realizar una gestión de las cosechas mucho más racional y más respetuosa con el medio ambiente, ya que permite ajustar al máximo la cantidad de agua, abonos y productos fitosanitarios que se aportan a los cultivos. Agricultura y tecnología se unen para poder realizar las distintas labores con la intensidad adecuada, en el momento adecuado y en el lugar exacto del cultivo.

Las imágenes obtenidas por satélite
permiten conocer lo que está ocurriendo
en grandes extensiones de terreno cultivado.
Foto cortesía de la NASA. 

Mediante los GPS (Global Positioning System, o Sistema de Posicionamiento Global, para entendernos) se puede localizar en todo momento donde se encuentra una máquina o identificar las coordenadas donde se han tomado muestras (propiedades del suelo, productividad, presencia de malas hierbas o cualquier característica agronómica de interés). Las características del terreno y de los cultivos, cambian de un lugar a otro y con el tiempo, por lo que resulta muy útil elaborar mapas mediante Sistemas de Información Geográfica. Estos incorporan y combinan los datos tomados “in situ”, los datos que proporcionan las máquinas cosechadoras y la valiosa información que ofrecen las imágenes tomadas desde aviones o satélites. Con toda la información recogida, los programas de gestión agrícola indican al agricultor el momento adecuado y la dosis de aplicación de semillas, abonos, agua, productos fitosanitarios, así como el mejor momento para iniciar la recolección.

Todas estas innovaciones no están instaladas en el quehacer diario de los agricultores; hace falta maquinaria con todas estas prestaciones (que poco a poco va saliendo al mercado), mucho dinero para invertir en ella y ciertas dosis de carácter emprendedor y de conocimientos técnicos  para aplicarlas en su propio negocio. La agricultura de precisión está todavía en pañales, pero cada vez más propietarios de grandes extensiones de terreno van incluyendo una o varias de estas herramientas, ya que en estos casos si resultan muy útiles, y por tanto rentables.


Para quien quiera aprender sobre las labores agrícolas y la maquinaria que se utiliza, nada mejor que consultar el libro “Conocer la agricultura y la ganadería”.


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