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jueves, 27 de abril de 2017

QUE NO TE ENGAÑEN, NO TODO EL MAÍZ ES IGUAL

Hace poco recordaba con unos amigos una anécdota de mis veranos en el pueblo. Ya se me había pasado la ilusión de ser granjera, pero la afición por cosechar lo que fuera todavía la mantenía.
 

Un familiar plantaba maíz para complementar la alimentación de sus vacas de leche, y mis primas y yo le birlamos unas cuantas mazorcas. Nadie nos avisó que se trataba de maíz forrajero, y que no nos iba a servir de gran cosa. O a lo mejor lo hicieron, pero seguramente éramos preadolescentes y no quisimos hacerles caso. Intentamos hacer palomitas con ellas y salieron algunas, sosas como ella solas y tras quemar la mayoría de los granos.
 

Reconocedlo, ¿a cuántos de vosotros no os hubiera pasado lo mismo? Y es que siendo sincera, antes de meterme en esto de la divulgación agraria no era consciente de que existen variedades de maíz muy distintas entre sí, cada una apta para un uso distinto. Y de eso va esta entrada, para que, si se presenta la ocasión, no hagáis el panoli como yo lo hice. 

Seguramente no hay una planta en el mundo más versátil que el maíz. Se aprovecha casi toda ella para los usos más diversos. Fuente


Los distintos tipos de maíz que existen varian en la composición de su endospermo . También cambia la forma o el color del grano. Fuente.
 
Cada tipo de maíz tiene organizado el endospermo a su manera, y eso condiciona sus distintos usos.(Hard= depósito de almidon duro o vítreo)(Soft= depósitos de almidón blandos o harinosos)

Maíz dentado (Zea mays indentata) (Dent corn)


Se utiliza para alimentar al ganado y a las personas. Tiene también infinidad de usos industriales. 

Su grano es normalmente de color amarillo o blanco. Tiene el almidón dispuesto en dos depósitos distintos: duro o córneo en los laterales y blando o harinoso hacia el centro. Al secarse el grano el depósito blando colapsa y se forma la característica hendidura que le da nombre.
 



En Europa y Norteamérica se utiliza sobre todo para alimentación animal. El grano seco, molido o no, se incorpora a los piensos. La planta entera, con las mazorcas ya formadas pero aún verde, se fermenta en ensilados para aprovechar al máximo todos los nutrientes. 

Pero también se utiliza muchísimo en las más diversas industrias: interviene o está presente en la fabricación de alimentos (seguro que os suena el almidón modificado de maíz o el sirope o jarabe de glucosa-fructosa), en medicamentos (aspirinas o antibióticos), en bebidas alcohólicas, en papeles, adhesivos, tejidos, plásticos biodegradables, y como no, en la producción de biodiesel.
 

¿Sabías que el maíz en sus diversas formas es un ingrediente de más de 3.000 productos del supermercado?

Maíz harinoso (Z.m. amylacea )(Soft corn) 

Produce harina con la que se elaboran alimentos horneados, muy populares en algunos países.

Su grano prácticamente solo tiene depósitos de almidón blandos, por lo que una vez seco se puede moler con facilidad. Normalmente es blanco, pero también existen variedades de otros colores como el azul.
 

Foto: Óscar Palacios Velarde / Biodiversidad mexicana.

Maíz dulce (Z. m. saccharata) (Sweet corn)


Este maíz debe su dulzor a su mayor contenido en azúcares que el resto de variedades: un 10% frente al 4% del maíz dentado. Aún así, se ha de consumir en estado inmaduro, cuando los granos están todavía tiernos y no ha comenzado la conversión de azúcar en almidón. 

Lo consumimos enlatado, congelado, cocido o incluso en fresco en su propia mazorca. En este caso y teniendo en cuenta que casi la mitad del azúcar se puede convertir en almidón en sólo 24 horas tras ser recolectado, ¡¡ tienes que buscarlos muy frescos !!. 



Maíz vítreo o córneo (Z.m indurata) (Flint corn)

Tiene usos similares al maíz dentado, especialmente los destinados al consumo humano. Por ejemplo, según nos cuenta el catálogo online de una casa de semillas, los granos de esta variedad se destinan a la fabricación de cereales de desayuno de alta calidad. 

Se cultiva sobre todo en Centro y Sudamérica. También se lo conoce como maíz indio y se utiliza incluso para decorar, ya que posee granos de distintos colores. El grano es liso y redondeado, prácticamente sólo tiene reservas de almidón duro y la capa que lo protege (el pericarpio) es bastante gruesa.
 

Fuente: Sam Fentress, CC BY-SA 2.0/ Wikimedia.

 

Maíz para palomitas (Z. m. everta) (Pop corn)
 

Se considera una subvariedad del vítreo de gran antigüedad.  Se cree que lo de calentar los granos hasta que explotaran fue el primer método de cocción del maíz para aztecas, incas y tribus norteamericanas.
 

El grano tiene unas densas reservas de almidón duro rodeadas por un grueso pericarpio. Cuando se calientan los granos, la humedad presente en su interior se expande creando tal presión (siete a diez veces mayor que la atmosfera exterior) que acaba reventando la cubierta. El almidón se gelatiniza y al enfriarse toma su característico aspecto y color.
 

Los granos de maíz de palomitas son pequeños y redondeados.

¿Sabías que cuando comes palomitas estás tomando cereales integrales? Lo mismo ocurre con el maíz dulce, ya que te comes el grano con su cubierta, su embrión y sus reservas de almidón.


Maíz “ceroso” (Z.m ceratina) (Waxy corn)
 

Está compuesto casi totalmente por amilopectina (un almidón "desordenado") y se destina al consumo humano: como fuente de almidón, como suplemento deportivo o para fabricar aperitivos, extrusionados como los gusanitos o fritos como los quicos.



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jueves, 17 de marzo de 2016

LOS CUATRO ESTÓMAGOS DE LA VACA



¿Qué tienen en común las vacas con las jirafas? ¿a cuento de que tener cuatro estómagos pudiendo tener uno como los caballos? ¿qué ocurre dentro de esos cuatro estómagos? ¿cómo hace el ganadero para llenar esos estómagos sin arruinarse en el intento?. La respuesta a todas estas preguntas la encontrarás aquí.


Un repasito de ciencias naturales

Todos tenemos claro que los animales herbívoros son los que se alimentan de plantas. Y a pesar de lo que pueda parecer, ser herbívoro no es tan fácil.

Las plantas terrestres contienen una gran cantidad de material de soporte para mantenerse erguidas. Su particular "hormigón armado" son las moléculas de celulosa y hemicelulosa, que forman unas estructuras en torno a las paredes celulares que los animales no podemos digerir. Y es una pena porque está hecha a base de glucosa, con la energía que da eso.

He aquí la fibra, la famosa fibra. La celulosa está formada por miles de moléculas de glucosa, que bien ordenaditas constituyen digamos los "andamios" de las plantas y se hacen muy resistentes a la degradación.Fuente

Algunos insectos, muy listos y muy pequeños ellos, se las han apañado muy bien, ya que disponen de una especie de jeringuilla hipodérmica en lugar de boca con la que atraviesan las paredes y chupan el interior de las células que es donde está "la chicha". Pero la cruda realidad para gran parte de los herbívoros es que tienen que pasarse la vida comiendo para que les cunda.

Para ayudarles a aprovechar la comida, la evolución ha dotado a los herbívoros de aparatos digestivos especializados: amplias muelas para machacar el material fibroso y tractos digestivos largos y complejos que albergan microorganismos capaces de digerir la celulosa. A cambio del cobijo prestado por el animal, las bacterias ceden al hospedador algunas sustancias interesantes e incluso imprescindibles. 
Conejos y caballos presentan una primera innovación digestiva. Poseen un intestino largo y un equipo de bacterias que digieren parte de la fibra en el ciego, que está particularmente aumentado. Los conejos incluso reciclan sus excrementos comiéndoselos, es lo que se llama "cecotrofia".Fuente: Parques Nacionales.

En este camino de I+D evolutiva, los rumiantes consiguieron el mejor prototipo, el más capaz de aprovechar la vegetación al máximo. Esto, y dejarse domesticar, posiblemente marcó el éxito reproductivo de vacas, ovejas, cabras y demás rumiantes domésticos.

¿Sabías que son rumiantes las vacas, ovejas, cabras, los camélidos (camellos, dromedarios, llamas, etc.) los ciervos y las jirafas?.



Los rumiantes aparecieron gracias a un cambio climático

Hace 30 millones de años, el clima cálido y húmedo de la tierra se volvió árido. Esto favoreció a las plantas capaces de crecer rápido y producir semillas que les permiten superar los periodos secos...justo las que pueblan las praderas. Estas formaciones vegetales se vieron beneficiadas por las nuevas condiciones del clima, y con ellas todos los herbívoros capaces de sacar el mayor partido al mar de tallos secos y fibrosos en que se convertían las praderas en las épocas más secas. 

Aprovechando pastos secos los rumiantes somos los mejores

Esto supuso el declive de los caballos y el éxito de los ciervos y los antecesores silvestres de vacas, cabras y ovejas. El secreto del éxito: desarrollar un sistema de cuatro departamentos con reactor microbiológico incorporado.

Estos herbívoros desarrollaron un estómago altamente especializado en la digestión de comida muy rica en fibra vegetal. Pero además de la estructura en sí, fueron evolucionando a la par las bacterias y otros microorganismos que lo habitaban, hasta el punto de formar un complejo ecosistema de microorganismos (bacterias, hongos y protozoos) que viven en simbiosis con el animal y establecen complejas relaciones ecológicas entre ellos.

¿Sabías que en el rumen existen más de 60 especies de bacterias y 30 de protozoos?


¿Cómo funcionan estos cuatro estómagos?

Técnicamente no son cuatro, más bien es un solo estómago con cuatro compartimentos diferenciados, pero espero me perdonéis la licencia de buscar un titular llamativo.

Ovejas esperando al ordeño. Sin estas maravillosas mamíferas rumiantas (otra licencia más) no tendríamos productos lácteos.

Imagínate una vaca paciendo tranquilamente en el prado. Bien, a partir de ahora vas a verlas de otra manera. Antes que nada, aunque su dieta pueda parecerte de lo más light, sus digestiones son muy lentas: una vaca puede pasarse seis horas al día comiendo, unas ocho rumiando y el alimento permanecerá en el estómago de unas horas a dos días y medio, según la cantidad de fibra.


Está en inglés pero se entiende, ¿no?. Imagen de procedencia desconocida.


Cuando la vaca come la hierba apenas la mastica, directamente la traga y va a parar al primer compartimento el rumen o panza. Este es una especie de tanque fermentador donde los microorganismos degradan la celulosa y en general todo el material vegetal que les llega. Como resultado producen ácidos orgánicos volátiles, dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y agua. Estos ácidos ( acético, propiónico y butírico) junto con el CO2 y el agua, se absorben por la pared del rumen ya que constituyen la principal fuente de energía de los rumiantes. El metano se elimina mediante eructos, por eso se les culpa de parte del efecto invernadero.

¿ Sabías que el rumen puede llegar a tener de 100 a 150 litros de capacidad en las vacas y en torno a 6 litros en ovejas?.

El rumen está conectado con el segundo compartimento, el retículo o redecilla, donde también tiene lugar la fermentación. Las paredes de ambos compartimentos tienen una musculatura fuerte capaz de mover y mezclan eficazmente el contenido del rumen, para facilitar la fermentación de los alimentos ingeridos. Cuando se acumula cierta cantidad de fibra gruesa, se devuelven a la boca las partes más difíciles de digerir para que la vaca las rumie, es decir vuelva a masticar todo el material fibroso con el que no pudieron las bacterias.

¿Sabías que una vaca puede producir de 100 a 200 litros de saliva al día ? Una de sus principales funciones es mantener constante el pH del rumen, ya que los ácidos que se producen tienden a bajarlo.

El alimento una vez rumiado es conducido al tercer compartimento, el omaso o librillo, donde se absorbe el agua, ácidos grasos y algunos nutrientes. De ahí pasa al abomaso o cuajo, el último compartimento del estómago de los rumiantes que sí se comporta como un estómago digamos "normal". Aquí, tanto el alimento que ha escapado a la fermentación del rumen como los propios microorganismos que lo acompañan sufren una digestión llevada a cabo por el ácido y las enzimas del propio animal. En el abomaso también se absorben ácidos grasos volátiles y pequeñas cantidades de otros nutrientes liberados al digerir a los microorganismos.

Y aquí acaba el estómago, pero no el sistema digestivo del rumiante. En el duodeno se sigue con la absorción de nutrientes aportados por los microorganismos. Lo que quedó sin aprovechar llega al intestino grueso; en el ciego y el colon espera otro ejercito de microbios dispuestos a aprovechar lo que sus colegas del rumen no fueron capaces. Lo que queda, el material más recalcitrante es excretado en las heces. Estas caen al suelo, donde comienza otra transformación también guiada por microorganismos, pero esa ya es otra historia.


Pequeñas desventajas de los rumiantes y sus bacterias

Como hemos podido comprobar, son los mejores aprovechando la vegetación; sin embargo no son los más eficientes a la hora de alimentarse para crecer, ya que primero tienen que dar de comer a los microorganismos que llevan dentro. Y, bueno, estos microorganismos también ponen ciertas condiciones.

Para que el "tanque de fermentación" funcione correctamente hace falta fibra y alimento moderadamente rico en hidratos de carbono. Pero para que la vaca lechera produzca sus 30-40 litros de leche, o el ternero de carne doble su tamaño en el cebadero, necesitan un aporte extra de energía y proteínas, bastante mayor del que obtendrían si se limitaran a pastar en los prados.

Por esta razón se suministran al animal piensos compuestos con una mayor proporción de granos más ricos en carbohidratos y proteínas, como son el maíz y la soja. Pero hasta cierto límite, si no el reactor se descontrola y aparecen problemas de salud en el animal que pueden llegar a ser mortales: el timpanismo, ocurre por ejemplo cuando no pueden expulsar los gases que se originan en el interior.


Muestra de un pienso bien completito. ¿os atrevéis a adivinar qué lleva?.

Por otra parte, parte de la energía que aporta el ganadero con el pienso concentrado se pierde en forma de metano; de la manera más tonta, con los eructos.

Y por si fuera poco, a las bacterias del rumen no se les ocurre nada mejor que hidrogenar las grasas de origen vegetal, esas tan estupendas desde el punto de vista nutricional. Así la mayor parte de la grasa insaturada se satura en el rumen. Quizás por esta razón de entre las grasas animales, las de vacuno y cordero son más consistentes que las de cerdo y pollo al tener más triglicéridos saturados. En su descarga, hay que recordar que también son responsables de la producción de ácidos grasos volátiles que dan sabor a la leche, los quesos e incluso a la carne; a veces agradables y a veces no tanto, que esto va por gustos.


¿Sabías que el alimento que toman vacas, ovejas y cabras influye en la  consistencia de la mantequilla y en el sabor de los quesos? Todo cambia si toman pienso o hierba, y la clave está en los ácidos grasos que se forman en el rumen.


El menú de una vaca

Mucha gente dice, con bastante razón, que las vacas están hechas para comer pasto y no pienso . Ya hemos visto que la producción intensiva pide más a las vacas, casi casi que se comporten como monogástricos (animales con un solo estómago) sin bacterias que impongan sus normas. Pero esto es lo que hay; este magnífico reactor biológico tiene sus limitaciones y los ingenieros y veterinarios especializados en alimentación animal las conocen bien.

La ración de una vaca puede tener distintos ingredientes, combinados en función de diversos factores: si es de carne o de leche, su etapa vital, sus necesidades, e incluso la disponibilidad y precio de dichos ingredientes. Lo que es importante es que el cambio de una fórmula a otra se haga despacio y con mucho cuidado porque, no nos olvidemos, las bacterias mandan.

En general, en la ración diaria de una vaca podemos encontrar una parte de "fibra" formada por hierba, alfalfa, trébol, tanto secos o en ensilado, y otra parte más energética que pueden contener granos de maíz, avena, cebada o soja. También se añaden a veces ingredientes que pueden parecernos raros, como son los subproductos de determinadas industrias alimentarias: pulpa de naranja, melaza y pulpa de remolacha azucarera, restos de cebada fermentada de las cervecerías, cascarilla de cacao, lactosueros de la elaboración del queso, harinas de pescado...Cada uno tiene su gracia, y normalmente se incluyen en la ración de las vacas para equilibrar la dieta a la vez que se bajar el coste de alimentación, algo muy importante a tener en cuenta ya que es el principal coste de producción en una granja de leche o un cebadero.
La semilla de algodón es un componente habitual del pienso de vacas lecheras, y forma parte de las grasas protegidas o "by-pass". Cierta proporción de la grasa que contiene (vegetal, claro está, la que "mola") pasa directamente a la leche, gracias a que está protegida del ataque saturador de las bacterias del rumen.  Fuente: www.grupooses.com

Pero no conviene olvidarse que la alimentación animal es el primer eslabón de la cadena alimentaria y la obtención de alimentos seguros depende en parte del uso de piensos seguros por parte de los ganaderos. Así, el límite de lo que se puede utilizar y lo que no, lo marcan la legislación y los conocimientos científicos disponibles. Ambos son bastante cambiantes y no es cuestión de ponerme a explicarlos, pero si tienes curiosidad por ver la inmensa variedad de ingredientes que pueden utilizarse en general en todas las especies animales domésticas (ojo, en cada especie se podrán utilizar unas u otras) mira esta aplicación del Ministerio de Agricultura llamada Silum en la que puedes consultar el Reglamento (UE) Nº 68/2013 relativo al Catálogo de materias primas para piensos.

¿Sabías que España es uno de los países productores de piensos compuestos más importantes en la Unión Europea?




¿Quieres ver a los bichitos del rumen en acción?
Pues no te pierdas esta interesante entrada https://www.linkedin.com/pulse/un-tesoro-oculto-en-el-animal-rumiante-juan-antonio-vall%C3%A9s/

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martes, 21 de abril de 2015

TRAS LA PARIDERA, EL BABY BOOM LLEGA A LOS PRADOS.





A las mamás vaca se les denomina "vacas nodriza" y a los terneros criados en los pastos se les llama "terneros pasteros".


Según la RAE "paridera" pueden ser varias cosas, pero todas referentes a la reproducción del ganado. Como adjetivo, se refiere a la hembra de cualquier especie capaz de procrear. Puede referirse a un lugar, el "sitio en que pare el ganado, especialmente el lanar", a la acción de parir o a un momento determinado. Con este último nos vamos a quedar, lo que coloquialmente se conoce como "la paridera" no es más que el tiempo en que paren muchas hembras de ganado a la vez.


Una paridera es el lugar cerrado donde se recogen las ovejas en el momento del parto y los días que le siguen. Fuente:  Llanos cerrillo/Banco Fotos Editorial Agrícola.
La paridera se da en la ganadería extensiva o semiextensiva, ya que utiliza los recursos naturales a su disposición para la alimentación de los animales, o al menos, lo más posible. Para ello, el ganadero procura agrupar los partos en épocas estratégicas para que coincidan las máximas necesidades nutritivas del rebaño con la máxima disponibilidad de pastos.


En la Península Ibérica, la paridera puede darse en diferentes momentos del año, dependiendo de la zona (la climatología es muy diferente) y del tipo de ganado (no comen lo mismo vacas ovejas, cabras o cerdos). En esta entrada me centraré en el vacuno de carne, que son los que más alimento necesitan.



Una mente urbanita convencional asociaría la primavera con terneritos recién nacidos en los prados. Esto, aunque a veces ocurre, no suele ser la mejor estrategia. 



¿Sabías que la gestación de una vaca dura algo más de nueve meses?



La situación ideal es que las vacas se cubran de diciembre a febrero. De esta manera, los partos se concentran en otoño (septiembre-noviembre), los terneros pasan el invierno a resguardo (o no, dependiendo del clima) y mamando de la madre hasta que comienzan a salir a los pastos en primavera. Este es el momento crucial, si el ternero, que ya es capaz de tomar hierba, se encuentra con pastos abundantes crecerá rápido y llegará al peso óptimo para ser vendido (unos 200-250 kg a los seis meses ) sin que el ganadero haya tenido que suplementar su alimentación con pienso.



Esta situación ideal es más posible conseguirla en las zonas de media y baja montaña de la España húmeda, que tienen gran disponibilidad de pasto en primavera y verano, como puede ser Galicia o la Cornisa Cantábrica. Aquí el mejor momento para la paridera es el otoño.



Vaca y ternero de raza Parda de Montaña. Esta raza se creó hace más de 160 años, al cruzar la raza parda Alpina con razas autóctonas del norte de España, para obtener un animal más productivo en carne. Fuente: base de fotos de la Editorial Agrícola Española.


La dehesa meridional (andaluza, extremeña y castellano-manchega), como ecosistema mediterráneo que es, tiene las lluvias (y por tanto el crecimiento del pastos) concentradas en otoño y primavera y un periodo de sequía estival muy acusado. Esto hace más recomendable concentrar las parideras en los cuatro a seis meses del otoño y el invierno, sobre todo si se trata de explotaciones grandes, que pueden jugar con más extensión de terreno y tienen mejores infraestructuras.


Sin embargo son bastante más frecuentes, las parideras continuas, que duran ocho meses, evitando los más secos del verano, en parte porque se consigue algo más de fertilidad y en parte por razones socioeconómicas. De todas maneras, aunque el toro convive prácticamente todo el año con las vacas, los partos tienden a concentrarse de noviembre a marzo. Esto se debe a que, gracias a la abundancia de pastos de la primavera las vacas están en una mejor condición corporal para quedar preñadas durante esa época. Las vacas viven en plena naturaleza, y esta es lo que tiene, si estás de buen año te reproduces, si no, espera al siguiente.


En la dehesa septentrional (Ávila, Salamanca y Zamora) y en las zonas de montaña, los mejores momentos son el invierno y la primavera. En ambos casos, esta tarda más en llegar, y en verano se dispone de pastos en la alta montaña y de rastrojeras en la meseta. Es como si hubiera "dos convocatorias", si no quedan preñadas en la primera todavía les queda otra oportunidad ese año.


Vaca y ternero de la raza berrenda en colorado en una dehesa avileña.


De todas maneras, a la hora de optar por un momento u otro, el ganadero se basa en los números, que son los que al final mandan. Y a la hora de ponerse a calcular, hay tres puntos a tener muy en cuenta.


Lo primero: cuanto menos dinero haya que gastar en pienso, que es uno de los gastos principales, mejor. Eso supone planificar bien para evitar o minimizar la necesidad de suplementar a las madres (para que lleguen en optimas condiciones al celo, el parto y la lactancia) y a las crías (para que lleguen al peso necesario) con heno o pienso.

Comedero para terneros con puerta "tipo Imaginarium", en el que solo los terneros pequeños pueden entrar a probar el pienso. Así irán adaptándose a su futura comida y crecerán más rápido. Fuente: Base de fotos de la Editorial Agrícola.

El otro gasto importante es la mano de obra, que depende en gran parte de como esté organizado el funcionamiento de la explotación. Las parideras concentradas en unos meses suelen suponer picos de trabajo que pueden requerir mano de obra externa. Por su parte la paridera continua, aunque permite tirar casi únicamente de mano de obra familiar, pero supone estar siempre pendiente del ganado, ya que hay partos y destetes prácticamente durante todo el año.



Por último, pero no por ello menos importante, tenemos el factor comercial; es decir cómo pagan los tratantes al ganadero por los terneros ya destetados. Depende principalmente de la conformación de los animales (en gran parte determinada por la raza) y de la demanda del mercado. Desde ese punto de vista, para el ganadero los partos tempranos de otoño son los más interesantes: se pagan mejor porque el sacrificio se producirá probablemente en el último cuatrimestre del año, cuando la carne alcanza su cotización máxima.

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