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domingo, 6 de noviembre de 2016

UN DIA EN UNA GRANJA DE LECHE "ECO" EN GALICIA

Este verano ¡por fin! pude visitar Casa Grande de Xanceda, y me encantó. 

Desde hacía tiempo los seguía en redes sociales y me encanta como transmiten su manera de trabajar, su ilusión por lo que hacen y el buen humor que destilan sus publicaciones.

Así que, en cuanto supe que iríamos a Galicia a pasar unos días de vacaciones, lo primero que hice fue reservar la visita (hay que estar al tanto porque sólo se puede en fin de semana). Aunque fui en familia, como visitante, no podía dejar de compartirlo con todos vosotros.

¿Qué es Casa Grande de Xanceda?

Actualmente en la casa se ubican las oficinas y la Eco Tienda. Al final de la visita se degustan los productos lácteos elaborados en la granja y se pueden comprar otros productos ecológicos gallegos.


Se trata de una explotación de vacuno de leche de producción ecológica situada en la comarca de Mesía, muy cerquita de La Coruña y Santiago. El nombre se lo debe a una antigua casona del siglo XVIII, perteneciente a la aldea de Xanceda, donde se encuentra la finca.

La historia de esta granja comienza en los años 60, cuando Felipe y Victoria Fernández-Armesto, decidieron poner en marcha una granja de vacas de leche, aunque ninguno de los dos fuera ganadero de profesión. En esta aventura le acompañaron 30 vacas frisonas traídas desde Canadá. Durante mucho tiempo estuvo funcionando como una granja de producción convencional aunque con el toque personal de los dueños. Pero llevar una granja de vacas no es tarea fácil, y cada vez menos. Varias veces estuvieron a punto de echar el cierre, hasta que los nietos le dieron un vuelco completo al negocio.

Esta explotación familiar, que había apostado por hacer las cosas de una manera diferente ahora tenía que conseguir ser sostenible económicamente. Así, tras un tiempo estudiando las distintas posibilidades, decidieron apostar por la producción ecológica en el año 2002. Si ya es difícil vender la leche normal a terceros, si lo que tienes es leche ecológica la tarea se presenta casi imposible.

La solución: ya que tenían un producto de gran calidad, lo lógico sería procesarlo ellos mismos y dotarlo de alto valor añadido. De esta manera, al controlar todo el proceso productivo dependes mas de de tu propio trabajo que de los vaivenes del mercado.
Muchos agricultores y ganaderos convencionales se han pasado a la ecológica para poder sobrevivir o incluso vender sus productos a un mayor precio. La diferencia es que en Casa Grande de Xanceda están convencidos de lo que hacen, y se nota. Solo así se consiguen el premio Alimentos de España 2013 en la categoría de Producción Ecológica y a la Mejor Pyme de España en categoría de Medio Ambiente.


Pero para poder posicionarse en el mercado premium, aparte de tener un buen producto hay que saber venderlo. Y en Casa Xanceda saben hacerlo muy bien, ya que actualidad son los segundos mayores productores ecológicos de España y están presentes tanto en tiendas ecológicas, herbolarios e incluso grandes superficies de España y Portugal. La estrella de esta granja son los yogures (riquísimos, por cierto), pero también producen postres lácteos, dos tipos de queso, mantequilla e incluso leche fresca.

Y una de las claves a la hora de convencer al consumidor de que pague un precio más alto está en mostrarle lo que hay detrás, ¿y qué mejor manera que abrirle las puertas de la granja?. De esta manera más de 5.000 personas al año pueden ver con sus propios ojos el proceso de producción.

Se trata de una granja totalmente real, en funcionamiento, pero preparada para la visitas, en las que a menudo los niños son protagonistas y no falta un toque de humor.

Y allá que fuimos a verles. Durante la visita, alguna que otra vez torcíamos un poquillo los morros cuando aparecían los típicos argumentos - "libre de químicos", "no antibióticos", etc - no del todo exactos y que se utilizan para enfrentar la producción convencional con la ecológica. Pero bueno, estábamos allí de visita, y preferí fijarme en lo bueno, que había mucho. Al fin y al cabo no conozco ninguna otra granja de vacas de leche que enseñe todo el proceso de producción de la leche y que meta la gente hasta la sala de ordeño para explicar cómo funciona. Si ellos son los primeros y aprovechan para vender así la producción ecológica, pues me parece justo.

Las vacas y los prados

Una de las principales características de la ganadería ecológica es que ha de ser una producción ligada al terreno y esto se cumple de sobras en Casa Xanceda.

Las vacas que están dando leche y las que están "de vacaciones" viven en los prados. Mas o menos tocan a una hectárea de prado para cada una, con sus árboles en los bordes para echarse una siestecilla a la sombra en verano y rascarse contra su tronco.

En esta granja viven 380 vacas en total, y un toro cómo no. La mayoría, unas 180-200 están en lactación, es decir dando leche y el resto se reparten entre las que están "de vacaciones" (o baja pre-maternal como explico en esta entrada) y las novillas de recría, también conocidas como las vacas de la cantera.

Todas se han criado aquí y son nietas, bisnietas y tataranietas de aquellas vacas que vinieron de Canadá. A veces el veterinario (que es socio en esta aventura) dice, un poco en broma, que se podría hablar de la sub-raza "Holstein de Xanceda". Para no caer en la endogamia, aunque tienen un toro por si acaso, se suele utilizar la inseminación artificial (algo que está permitido en GE).

Foto procedente de nuestro banco de fotos históricas. "El Ferrol -Procedentes del Canadá y a bordo del buque liberiano "Holstein Express" han llegado al puerto 550 novillas, (...) que será destinadas en su mayor parte a los ganaderos de Lugo. Cada novilla está valorada en 54.000 pesetas (...). EUROPA PRESS 72/10/12?" . Aunque no me cuadran del todo las fechas, lo mismo entre estas vacas se encontraban las fundadoras de Casa Xanceda.

Hora punta en Xanceda. Dos veces al día las vacas van del prado a la sala de ordeño. El tener que recorrer cuatro veces a diario la distancia del prado a la vaquería supone un gasto energético a la vaca que hace que produzca menos leche. Pero como esto es una granja ecológica y el comer hierba aporta una calidad especial a la leche (más apreciable en la mantequilla y el queso) los viajecitos están completamente justificados.
 
El establo

Normalmente las vacas se pasan la vida en los prados, salvo en las noches de invierno, que ya hace demasiado frío y duermen en el establo. Las vacas se tumban todas juntas en amplias camas de paja. A diferencia de una vaquería convencional, en este establo no hay cubículos individuales, ya que al no pasar el día aquí realmente no es muy necesario.

Las vacas son animales de costumbres, ¿ sabías que cada vaca tiene su propio sitio para dormir y en la sala de ordeño?.


Las vacas lactantes reciben justo después de pasar por la sala de ordeño una ración extra de comida rica en proteínas que le sirven en el establo.
Eso si, como en cualquier establo moderno que se precie, están dotados de un sistema de limpieza automático, la "arrobadera". Es como una escoba bien grande arrastrada por cadenas por los pasillos principales que empuja los excrementos a una fosa. Ahí se almacenan para convertirlos en estiércol con el que se fertilizarán los prados.

La sala de ordeño

Fue quizás la parada que más me gustó, sobre todo por el simple hecho de que llevan a la gente "a pie de sala" para enseñar en directo cómo se ordeñan las vacas hoy en día. Aquí explican entre otras curiosidades cómo funciona la tecnología actual de ordeño; por ejemplo el uso de podómetros (si, como las pulseritas que llevamos los humanos, pero en tamaño vaca y de las que hablaré en otra entrada).

Visitantes en la sala de ordeño. Aquí quedaba claro un mensaje importante: la ecología no está reñida con la tecnología.
 
Daba gusto ver lo limpia y ordenada que estaba. Entiendo que ya solo por las visitas que reciben, tienen que tenerla así de bien, pero es innegable que es reflejo de una manera de funcionar muy profesional y que esa higiene beneficia sobre todo a las vacas y a la calidad de la leche obtenida.

Lo creas o no, por aquí pasan dos veces al día unas 180 vacas para ser ordeñadas. 
 
Y en esta granja tienen dos importantes razones. Al tratarse de una ganadería ecológica, en la que los tratamientos veterinarios están más restringidos, la "prevención" es uno de los pilares de funcionamiento; y si el ordeño no se hace adecuadamente aparecen las mastitis (inflamación de la glándula mamaria). Si además se dedica a fabricar yogures y queso, cuanto más libre esté la leche de microorganismos que puedan fastidiar la fermentación, mejor que mejor.

La fábrica de yogures

La mayoría de la leche producida se destina a la fabricación de yogures y queso. Y estos se elaboran en la propia explotación.

La leche de los yogures, más fresca imposible. Y es que la fábrica recibe la leche directamente de la sala de ordeño, que se encuentra tan sólo a 10 metros. Fuente: Casa Grande de Xanceda.

Aunque podemos considerarlo como una fábrica, su aspecto exterior no la delata. Fue construida en 2007 y con piedra antigua procedente de casas rurales derruidas. Sin embargo, en su interior cuenta con maquinaria innovadora de alta tecnología.

El secreto de esos yogures tan cremosos, es que se hacen con la leche concentrada (eliminando parte del agua que contiene), de tal manera que con dos litros de leche se obtiene un kilo de yogur, en vez de echarles nata o leche en polvo como algunos yogures "tipo griego" del mercado.

En esta pequeña habitación acristalada, desde donde se puede ver el laboratorio y las instalaciones para elaborar el yogur, nos contaron el proceso de elaboración de los yogures.
La despensa

Otro de los requisitos imprescindibles para que la producción sea ecológica es que todo el alimento que tomen las vacas también lo sea.

Gracias a que tienen bastante terreno a su disposición, en Casa Xanceda pueden producir la mayor parte del alimento de sus vacas, lo cual es la situación ideal según los principios de la ganadería ecológica. Lo único que tienen que traer de fuera, por razones obvias es el pienso a base de cereales y leguminosas.
¿Sabías que un vaca come más de 70 kg de alimento todos los días?
Cuando en primavera crece hierba de sobra en los prados, esta se corta y se ensila. Además, todos los años cultivan unas 40 hectáreas de maíz forrajero ecológico, que también se ensila. De esta manera tienen las necesidades de alimento “fibroso” cubiertas.



El alimento de las vacas de Xanceda se guarda en varios silos y se sirve con la ayuda de los tractores.

Al utilizar los propios excrementos de los animales convertidos en estiércol para abonar los suelos se cierra el ciclo de los nutrientes en la granja.

La cámara de curado del queso

En 2011 comenzaron a producir queso curado ecológico, para ampliar la gama de productos elaborados con la leche de las vacas. Está francamente bueno, por cierto.

Le llaman “Queixo Do Peregrino” y os explico por qué. Este queso madura durante 65 días cubierto completamente por cebada, también ecológica, tal y como lo hacían antiguamente los peregrinos. Estos utilizaban la cebada, para conservar los quesos durante el largo camino a Santiago de Compostela, supongo que porque absorbe la humedad durante el proceso de maduración. Este cereal, además de conservar, aporta aromas únicos al queso.


Aquí dentro, bien guardaditos, están los quesos.

Pensando en los niños

Los niños son bienvenidos en esta granja, ya vengan con sus padres o con el cole. Y aunque la visita en general está adaptada a ellos, hay lugares donde disfrutan especialmente.

Comencemos por el Mini Establo. Aquí están las terneritas que algún día formarán parte de la plantilla vacuna de Casa Xanceda. Como ya dijimos todas nacen aquí, y desde pequeñas se acostumbran a los mimos y las visitas.


Los visitantes pueden darle el biberón a las terneras. Las mas chiquitinas apenas se acercan, pero conforme crecen le cogen el gusto y te agarran de la ropa para pedirte más.

De la Eco Huerta, poco que decir. La foto que tomé no hace justicia a lo bonito que estaba, incluso me recordaba a los jardines de los "hobbits". Aquí cultivan todo tipo de frutas y hortalizas para autoconsumo del equipo (38 personas nada menos). También cultivan flores para unos talleres que hacen de vez en cuando.

En el Eco Zoo los niños pueden dar rienda suelta a esa necesidad tan suya de tocar mimar y dar de comer a los animales; y estos de ponerse hasta las trancas de comida.


Los ponis, cabras, ovejas, cerdos y gallinas reciben a los niños con alegría, sobre todo si llevan algo para comer.

La "Brigada anti-lobos

En 2008, en la granja sufrieron muchísimos ataques de lobos que mataron ocho vacas y estresaron al resto (causando abortos y una importante bajada en la producción de leche).

En coherencia con el compromiso medioambiental, de desarrollo sostenible y bienestar animal del que hacen gala, buscaron maneras alternativas para acabar con estos ataques de lobos sin causarles daño. Lo primero que hicieron fue contactar con los propios expertos en lobos, que les aconsejaron contar con mastines y un cerramiento de tres metros de altura para proteger a las vacas.



La plantilla perruna dedicada a proteger las vacas está compuesta por cinco mastines, procedentes de perreras municipales, que se llaman Titán, Canela, Rex, Troya, Terra y Reina. Unos están en el campo trabajando, y otros aquí en la granja. Según contó la monitora están “encerrados” no porque sean peligrosos sino porque son muuy cansinos y distraen a las visitas pidiendo mimos continuamente.

Por si con los mastines no fuera suficiente, en Casa Grande de Xanceda cuentan con burros. Una de las socias en sus años como cooperante en Namibia, vio como utilizaban burros para proteger al ganado frente a los ataques de guepardos y leopardos. ¿ Por qué no hacer lo mismo en Galicia para protegerse de los lobos?. Al convivir las burras jóvenes con las vacas las protegen como si fueran de su propia familia. Sus grandes orejas les permiten descubrir a los lobos con antelación, y con su rebuzno ponen en alerta a vacas y mastines.

La idea ha funcionado y los animales de Xanceda (los del EcoZoo también se llevaron un buen susto) ya pueden dormir tranquilos. Pero es que además, la curiosa iniciativa llamó la atención de los medios de comunicación y ahora los burros forman parte del atractivo de la granja.

De hecho aquí es donde yo la descubrí.


Me quedé con ganas de conocer a “Xanceda y “Junior”, aquí posando en la foto.

Fuente: RTVE. 

 
 
 

lunes, 11 de abril de 2016

¿QUÉ ES Y QUÉ NO ES UN PRODUCTO ECOLÓGICO?


Cada día están más de moda. Seguro que ya los has visto en el mercado, que algún familiar o amigo te ha hablado de ellos porque los compra hasta para su mascota. Son tan populares que ya hay quien los pone "verdes" (curiosa paradoja del lenguaje). Pero, ¿que son realmente los productos ecológicos? y ¿qué se puede esperar realmente de ellos?.

Sus orígenes

La producción ecológica surgió la década de los 60-70 del pasado siglo como una filosofía de producción agrícola y ganadera alternativa a la agricultura intensiva que había nacido gracias a la "Revolución Verde", desarrollada más o menos en la misma época.

Esta revolución, que en principio pretendía erradicar el hambre y la desnutrición en los países subdesarrollados, se basaba en el uso sistemático de fertilizantes de síntesis y productos fitosanitarios, apoyados por una intensa mejora genética de las plantas y los animales. Los resultados de estas prácticas fueron espectaculares, pero también tuvieron aspectos negativos que suscitaron críticas y animaron a los primeros productores ecológicos. Al principio crecían poco a poco, pero han ido tomando cada vez más fuerza hasta entrar de lleno en la era del marketing de los alimentos.

Una de las cosas que más se le achacan a la AE es la incoherencia. ¿Son incoherentes los productores, los consumidores o el sistema entero? Esto da para un largo debate. Fuente.


Mensajes que confunden

Por si fuera poco han aparecido otros conceptos que se unen a la moda "eco" - "natural", "artesano", "tradicional", "slow food", "de temporada", "Km0" - términos que yo ahora mismo no sabría muy bien cómo definir ni cuáles son sus límites. Así, a la falta de información del consumidor se le suma la desinformación que aportan promotores, detractores, industria alimentaria en general y medios de comunicación. La consecuencia: tenemos un lío de narices.

La buena noticia es que la producción ecológica tiene al menos una legislación detrás, que dice lo que es y lo que no es un producto ecológico y, sobre todo, especifica cómo ha de producirse. Aunque esta legislación puede ser muy distinta según los países.

Las bases de la producción ecológica en Europa

En la Unión Europea sólo puede venderse como producto ecológico aquel obtenido o elaborado según la normativa al respecto (puedes ver el enlace al final de la entrada). Esta normativa se basa en una serie de principios que responden a una filosofía de producción agrícola y ganadera en armonía con la naturaleza.
  • No utilización de productos químicos de síntesis: abonos inorgánicos, productos fitosanitarios (insecticidas, herbicidas, fungicidas, etc.) y antibióticos.
  • Producción vegetal basada en el fomento de la fertilidad del suelo, la elección de especies y variedades adaptadas a las condiciones locales y la rotación de cultivos, entre otras técnicas agrícolas.
  • Producción ganadera vinculada al suelo y en la que prima la prevención de enfermedades frente a la productividad (ojo, son solo prioridades, no se excluyen entre sí). Se consigue mediante la elección de razas ganaderas autóctonas (aunque no es obligatorio recurrir a ellas), y el control de la carga ganadera entre otras prácticas de manejo de los animales.
  • No utilización de organismos genéticamente modificados.
  • Procurar un alto grado de bienestar animal en los animales de granja.
  • Restricción al mínimo de aditivos alimentarios en los productos transformados.


La carga ganadera nos indica el número de animales que pueden alimentarse en una hectárea de terreno. 

Los alimentos producidos bajo la normativa europea de producción ecológica se identifican por el logo comunitario y el correspondiente al organismo de control de cada país. En España, la tarea recae en los Consejos o Comités de Agricultura Ecológica de cada Comunidad Autónoma. Fuente.

Leyendo el Reglamento de producción ecológica da la sensación de que parten de una granja ideal y arquetípica actualmente en extinción: un amplio territorio que alberga diversas producciones animales y vegetales y que funciona como un ciclo cerrado (el ganado se alimenta de lo que produce el terreno y a su vez lo fertiliza aportando el estiércol como abono). Es como una vuelta al pasado pero no del todo; se trata de producir alimentos como se hacía hace menos de un siglo, pero con los recursos, condicionantes y normativa existentes en la actualidad. Conseguir esto al 100% es francamente complicado, por lo que la propia normativa contempla excepciones para que los productores no mueran en el intento.

Dicho esto, habrá productores que se ciñan exclusivamente a la normativa y sus excepciones para conseguir el ansiado logo que les permita posicionarse en el mercado. Otros con conocimiento, experiencia, y sobre todo mucha vocación intentan trabajar con la naturaleza hasta donde la realidad les permite.


Danone ya se ha lanzado a vender productos orgánicos de la mano de una marca que forma parte del "Big-organic" en Estados Unidos (www.stonyfield.com). Estos yogures en concreto están hechos en Francia, bajo la normativa europea.


Mito nº1. Son productos más sanos y naturales, porque no tienen "químicos"


Dicho así literalmente es falso, cosas de la quimiofobia actual, imagino.

En la naturaleza hay productos químicos por todas partes: desde el agua, el oxigeno y el dióxido de carbono y las sales minerales que utilizan las plantas para vivir, hasta las moléculas que le dan ese olor y sabor inconfundible al tomate recién cortado o al pan recién hecho. Sean ecológicos o no.

Así, aunque me fastidie, vamos a asumir que "químicos" es una manera corta referirse a los "productos químicos de síntesis" antes citados. Que sea bueno o malo que existan estos "químicos" en nuestra comida ya es cuestión de la confianza que tengamos en la ciencia y en las autoridades de control. Pero dejadme que os cuente tres cosillas.

La agricultura convencional utiliza fitosanitarios sintéticos, cuando la situación lo requiere y en la cantidad mínima imprescindible. De tal manera que, una vez el alimento llega al consumidor si queda algún residuo de estos productos nunca supera los límites (LMR o límite máximo de residuos) que se han establecido como inocuos para la salud humana.

Natural no significa "inocuo". En la naturaleza existen sustancias tóxicas: ya sean minerales o fabricadas por plantas (la cafeína o la nicotina por ejemplo), animales o microorganismos principalmente para defenderse. La agricultura ecológica utiliza algunas, pero ha de respetar igualmente su LMR aprobado o las limitaciones de uso. Por cierto, a menudo se menciona a una de estas sustancias, la rotenona, para "atacar" a la producción ecológica: que sepáis que está prohibida en la Unión Europea pero no en Estados Unidos.

Por último, en la ganadería convencional NO está permitido el uso sistemático de antibióticos, sólo por prescripción veterinaria y cuando resulte necesario. Justo igual que en ganadería ecológica, que no es cuestión de que el animal sufra o se muera pudiendo evitarlo.



El cuerpo de los animales (y de las personas) tiene hormonas de manera natural; son moléculas que ejercen funciones concretas en el organismo. Respecto a esta carne sin hormonas: a) si fuera verdad no sería natural en absoluto, b) en la UE no se permite el uso de hormonas del crecimiento en ninguna especie ganadera. Vamos que pretenden vender como ecológico algo que es completamente normal. Fuente: J.M. Mulet.



Mito nº2.  Son productos que ayudan a proteger el medio ambiente

En general sí que es cierto.

Considerando que la filosofía de la agricultura ecológica busca una producción en armonía con la naturaleza (utilizar recursos renovables, limitar la erosión del suelo y favorecer su fertilidad, fomentar la biodiversidad tanto cultivada como silvestre, etc...) resulta obvio que al medio ambiente le viene bien que consumamos productos ecológicos.

Pero también conviene fijarse si se ha gastado mucha energía en traerlo desde lugares muy lejanos o si está sobreempaquetado con elementos no biodegradables. A menudo se olvidan estos "pequeños detalles",  quizás para satisfacer a unos consumidores aún poco concienciados. De todos depende que los alimentos ecológicos lo sean en todos los sentidos.


Por muy ecológicamente que haya sido cultivado ¿merece la pena traer este aguacate en barco o en avión desde México? ¿sabrá igual, mejor o peor que uno sin logo ecológico cultivado en Málaga ?. Cosas que me pregunto en el supermercado.


Si hay algo que llevo mal son los alimentos sobreempaquetados. Sean ecológicos o no. He aquí una muestra: ¿hace falta gastar tanto plástico (que por cierto, ese en concreto no se recicla) para 12 tortitas?.






Un contraargumento habitual es que, al ser la AE menos productiva tendría que ocupar más tierras vírgenes para equipararse a la convencional. Aun estando de acuerdo con lo de la productividad, permitidme dudar de ello. Si tuviera que buscar a los culpables de la deforestación de selvas tropicales en la actualidad, apuntaría antes a la producción de soja para piensos o de aceite de palma que a los productores orgánicos.



Otra certera visión de las contradicciones del mundo actual y del "eco" en particular. Fuente



Mito nº 3. Son productos libres de transgénicos

Realmente no es un mito. Como hemos visto es uno de los pilares de la filosofía de producción ecológica.

En coherencia con la idea de recurrir casi exclusivamente a los recursos que proporciona la naturaleza, no se permite el uso de organismos genéticamente modificados mediante técnicas de ingeniería genética; de alguna manera su origen está en un laboratorio y por tanto no están presentes espontáneamente en la naturaleza (aunque en realidad sí hay casos de transgénesis "natural").

La única excepción que se hace es a los medicamentos veterinarios elaborados con la ayuda de microorganismos transgénicos.


Mito nº 4. Son alimentos más nutritivos y más sabrosos

Respecto a la calidad nutricional de los alimentos ecológicos hay mucha controversia al respecto: existen estudios científicos que afirman que los alimentos ecológicos no son especialmente más nutritivos y otros que afirman justo lo contrario. En resumen: no existe evidencia científica de ello.


Respecto al sabor, es más subjetivo aún y que yo sepa tampoco hay consenso científico. Como consumidora ocasional de productos ecológicos a veces noto diferencias y a veces no.



Buscar los alimentos de temporada suele ser el camino más corto para encontrar su sabor propio. Sean ecológicos o convencionales. Fuente


Una de las consecuencias de producir plantas y animales de manera ecológica es que crecen más lentamente. Utilizar abonos orgánicos, recurrir a razas y variedades autóctonas, alimentar en base a pasto en vez de pienso...son técnicas de manejo que no consiguen crecimientos exprés pero ayudan a conseguir alimentos como mínimo más sabrosos (es complicado explicar los porqués).

Pero ojo, todos estos manejos no son patrimonio exclusivo de la producción ecológica. Realmente es una cuestión de productores que miman sus productos. Convencionales o ecológicos.



Un buen ejemplo de producto cuidado (que estaba bastante bueno, por cierto) pero que cae en la quimiofobia.



Mito nº 5. La Agricultura Ecológica no puede alimentar al mundo


Pues no, ni de coña; pero la convencional tampoco lo está consiguiendo. Incluso nos permitimos el lujo de despilfarrar cantidades enormes de comida.

Soy de la opinión de que si realmente se quiere alimentar a TODO mundo, habrá que trabajar primero en la equidad al acceso a los alimentos, o a la tierra para producirlos.

De todas maneras, viendo las perspectivas de crecimiento de la población mundial y del ritmo y modo de consumo actual de alimentos, no parece que la agricultura ecológica, dadas sus particularidades, pueda alimentar a todos los habitantes del planeta por sí sola.

Creo que la agricultura ecológica difícilmente puede competir con la convencional, pero eso no significa que tengan que ser enemigas. Ambos sistemas de producción pueden ser complementarios, aprender y beneficiarse el uno del otro.



Las trampas cromáticas para el control de plagas las utilizan la agricultura convencional, la producción integrada y la producción ecológica.Fuente


Espero haber aportado una visión imparcial en esta eterna guerra que mantienen los defensores más acérrimos tanto de la agricultura convencional como de la ecológica.



Para hacer esta entrada he utilizado:


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