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viernes, 5 de julio de 2019

COSAS QUE NO SABÍAS SOBRE EL MELOCOTÓN

Toda la vida poniendo la nectarina como ejemplo de híbrido de melocotón con ciruela y resulta que no, acabo de descubrir que es una variante del melocotón. Como es bueno reconocer los errores propios y además estamos entrando en la temporada de mi fruta favorita, toca hablar de esta sabrosa familia, que también incluye a los paraguayos. Se pueden contar muchas cosas del melocotón, así que vamos a empezar por el origen de la fruta y de sus nombres, que ya con eso da para una entrada. 


 

Una breve presentación

El melocotón es el fruto, obviamente, del melocotonero. Es un árbol pequeño y no muy frondoso, de la familia de las Rosáceas. A este grupo pertenecen muchos otros frutales ( almendro, manzano, cerezos, ciruelo, etc.) es la planta de la fresa, y cómo no, el rosal.

El fruto es lo que los botánicos llaman una drupa, es decir un fruto con pulpa carnosa con un hueso duro en el centro como las aceitunas, las cerezas o las ciruelas. Está dividido por una hendidura que le da su forma característica y, aunque todos lo asociamos con esa fruta peluda, redonda, y amarilla o anaranjada con tonalidades rojizas, aunque se trata de una fruta de la que existen muchas variedades. 


La historia del melocotón

A pesar de su nombre en latín (Prunus persica), el melocotón no procede de Persia, sino de China central, cuyo cultivo se conoce desde hace más de 3.000 años atrás.

En China, el melocotón es un símbolo de larga vida e inmortalidad y constituyen un motivo habitual en el arte y la decoración. Por ejemplo, en este tapiz de seda se representa a Dongfang Shuo (154–93 B.C.), un personaje histórico famoso por su sabiduría y sentido del humor, robando los melocotones mágicos del huerto de la Reina Madre del Oeste (Xiwangmu) con los que consiguió volverse inmortal. Fuente.

Unos dicen que llegó a Persia gracias a los soldados de Alejandro Magno, allá por el 330 a.C. Otros que a través de las rutas comerciales que venían de oriente. El caso es que al principio los griegos y los romanos, dos pueblos que cultivaron ampliamente el melocotonero, lo llamaban fruta pérsica. Los romanos en concreto lo llamaban "malum persicum", y del apellido se ha derivado el nombre de esta fruta en varias lenguas: pêssego en portugués, préssec en catalán, pesca en italiano, piersici en rumano o pêche en francés (que se transforma en peach en inglés). En castellano nos queda el albérchigo, una palabra transformada por el árabe, que en algunos lugares utilizan para designar a una variedad de melocotón o al albaricoque en algunas provincias andaluzas.

Entonces, ¿de dónde viene la palabra melocotón? Pues, según nos cuenta la RAE del lat. malum cotonium, el 'membrillo' para los romanos , ya que antiguamente se utilizaba el tronco de esta especie para injertar las distintas variedades del melocotonero.

En muchos países sudamericanos a los melocotones en general se les llama duraznos. Es posible que el nombre proceda de un grupo de variedades de carne más dura, de maduración más tardía y de las cuales tenemos representantes "autóctonos" en nuestro país (y no es descabellado pensar que fueron las primeras en viajar a América).

Durante la Edad Media su cultivo se extendió por toda Europa, los españoles lo llevamos a América y algunos de sus descendientes todavía permanecen allí. Aunque en el siglo XIX ya existían cultivos importantes, no es hasta principios del XX cuando se inicia la hibridación y selección de variedades a partir de semillas que se utilizaron en cultivos comerciales gracias a la generalización del injerto.
A partir de los años 60, con la introducción de variedades desarrolladas en EEUU (pero con ejemplares traídos desde China) es cuando comienza la verdadera expansión de este cultivo en España.

¿Sabías que la primera fruta que se comió en la luna fue un melocotón?


¿De dónde vienen los paraguayos?

Los paraguayos o paraguayas, chatos o melocotones tomateros, son el resultado de una mutación espontánea que sufrió el melocotonero hace miles de años, dando como resultado a la subespecie Prunus persica var. platicarpa que producía frutos planos. Posteriormente, y ya de manera intencionada se han desarrollado las platerinas, un híbrido de paraguayo con nectarina que da lugar a un fruto plano y de piel lisa, que por cierto son una marca registrada por un vivero español.


Variedad de platerina desarrollada por los Viveros Provedo.

¿ Sabías que en inglés los paraguayos (la fruta, obviamente) son también conocidos como "doughnut peach" porque su forma recuerda a los populares donuts ?.

Entonces, ¿por qué se llaman paraguayos si vienen de la otra punta del mundo?. Pues siento deciros que no tengo ni la más remota idea; no he encontrado ninguna pista ni explicación (lo más cercano son unos dulces bolivianos que tienen un aspecto similar y el mismo nombre). Así que si alguien lo sabe, por favor que lo cuente en los comentarios.

 ¿ Sabías que los paraguayos o chatos proceden también de China, donde se cultivaban hace alrededor de 2.500 años y reciben el nombre de «Pan Tao» que significa "melocotón misterioso" ?.


La dulce y lampiña nectarina

Con la nectarina ocurre exactamente lo mismo, se trata de una mutación espontánea que hizo a los melocotones perder esa pelusa que los cubre y que muchas personas encuentran tan desagradable. Por lo tanto, las nectarinas no tienen nada que ver con las ciruelas.


La mutaciones pueden ser algo de lo más natural...y regalarnos delicias como las nectarinas. Son producidas por una subespecie del melocotonero, el nectarino, cuyo nombre científico es Prunus persica var. nectarina.

lunes, 30 de mayo de 2016

DE HARINAS Y PANES


Después de la entrada anterior, lo mismo te entró el gusanillo de hacerte tu propio pan, lo cual es una experiencia que recomiendo  probar. La sensación de conseguir una pieza de pan más o menos tierna y comestible es equiparable a la de tomarte el primero de los tomates de la tomatera que plantaste en la terraza, y a la que llevas cuidando como si de una mascota se tratara, desde hace unos cuantos meses.

En definitiva, si eres de los que quieres liarte la manta a la cabeza (o acabar con harina hasta en las cejas) puede que te hagas un lio monumental a la hora de buscar la harina adecuada. Así que en esta entrada voy a intentar aclararos un poco las cosas. Y si os sabe a poco, en esta entrada de Webos fritos explican con más detalle los distintos nombres que puedes encontrarte y otros aspectos interesantes sobre las harinas.

También puede ocurrir que pases de complicarte y bajes a la panadería de toda la vida (o a esa nueva que han abierto que tiene tan buena pinta). Y que allí te encuentres una gran variedad de panes, hechos con distintas harinas y con formatos de lo más variado, y no sepas cual elegir. De hecho Iniciativas como "Pan Cada Día" animan a que se prueben distintos tipos de panes, ya que, dependiendo de la harina con la que estén hechos, pueden aportar diferentes beneficios nutricionales así como interesantes experiencias gastronómicas. Si tenemos en cuenta la gran oferta de pan que existe en el mercado podemos jugar con maridajes y formas de consumo que se salen de lo común. Así que, yo creo que esta entrada también es para ti.



Pintaza que tienen estos panes...
Fuente: Pan cada día.


El triste panorama harinero en un supermercado español cualquiera
La oferta suele ser aparentemente muy amplia, pero a la hora de la verdad se reduce a tres tipos según su contenido en proteínas (que indico entre paréntesis) junto a las variantes que surgen al añadir a la harina otros elementos para mejorar su función. Veamos.

La harina floja (8-9%) a menudo la encontramos etiquetada simplemente como harina, y es la que se utiliza normalmente como harina de repostería para elaborar bizcochos, magdalenas o galletas. La de "repostería" o "bizcochona" suele ser la misma pero con la levadura química incorporada.

La harina para rebozar es también harina floja. Como en los fritos no interesa el gluten, (porque las redes que forma tienden a absorber humedad y aceite) a menudo vienen mezcladas con otras harinas sin gluten como las de maíz o legumbres y en ocasiones con el huevo incorporado.

La harina de panadería o panificable (10-11%) tiene un alto contenido de las proteínas que forman el gluten. Curiosamente es la más difícil de encontrar, al menos etiquetada como tal. Un truquito, a veces en la etiqueta aparece T55, o W 100-140.


Es gracioso el etiquetado de esta harina. Para los portugueses es panadera, para los españoles, de fuerza.


Las harinas de fuerza (12 al 14 %) tienen aún más cantidad de gluten, para compensar la acción del azúcar, la grasa o los huevos cuando hacemos masa de brioche, roscones o bollos similares en los que hay fermentación y levado. Se llama “de fuerza” porque al amasarla no se deja estirar con facilidad y hay que aplicar mucha fuerza.


El mundo de las harinas "gourmet"


Una vez ya metido en este mundillo, cuando las versiones normales te parecen aburridas, empiezas a buscar más allá. Y es entonces cuando aparecen como setas cereales de los que no has oído hablar en la vida, normalmente más caros y que te hace dudar si no habrá demasiado postureo en esto del pan.

Su hábitat suele ser la sección "eco" de los supermercados, los herbolarios o tiendas de productos ecológicos. O directamente ya convertidas en pan en panaderías especializadas.

Con el trigo harinero común, trigo blando o candeal (Triticum aestivum) se hace la inmensa mayoría del pan y la bollería que consumimos. Se han ido desarrollando variedades más o menos ricas en gluten para adaptarlas a los distintos usos que ya hemos visto.




¿Sabías que el trigo fue una de las primeras plantas alimenticias que cultivaron los humanos, y fue el cereal más importante en las antiguas civilizaciones mediterráneas?.


Al parecer está de moda recuperar variedades antiguas, lo cual está genial, pero hay tal lio de nombres y variedades locales de antepasados lejanos del trigo que solo citaré a dos: la escaña cultivada (Triticum monococcum) que es la especie de trigo más antigua cultivada por el hombre y la espelta (Triticum spelta). Esta última, cada vez más popular tiene una cubierta muy difícil de eliminar (lo que supone una buena coraza frente a todo tipo de amenazas) y proteínas de gran calidad. La desventaja es que su gluten es muy delicado y le cuesta formar masas consistentes, por lo que se suele mezclar con una generosa cantidad de trigo candeal.

El trigo duro (Triticum turgidum durum) es más antiguo que el candeal, se cultiva en climas secos y se utiliza principalmente para fabricar la pasta seca. Su nombre se debe a que el grano es mucho más duro al moler. Da un pan más denso y de un característico color dorado.

El kamut es la marca registrada de un antiguo pariente del trigo duro, el Khorasan. Sus granos son el doble de grandes que los del trigo común, y tienen un elevado contenido en proteína (12-18%). Sirve para todo, aunque no especialmente para hacer pan.

Tamaño y aspecto de trigos domésticos, antiguos y silvestres. El tamaño y la cantidad de granos de las espigas nos da una idea del grado de mejora que ha sufrido cada especie. 1.Escaña cultivada (Triticum monococcum); 2 Escaña Silvestre (Triticum boeoticum); 3 Escanda (Triticum dicoccoides); 4 Espelta (Triticum spelta); 5 Kamut (triticum turgidum); 6 Trigo Salvaje (Triticum tauschii); 7 Trigo duro (Triticum durum) y 8 Trigo harinero común (Triticum aestivum). Fuente: Tomado del blog de la Tahona San José


El centeno (Secale cereale) merece que nos detengamos un poco con el, ya que junto con el trigo, prácticamente son los únicos cereales panificables. Se trata de un cereal muy resistente, que crece bien en las peores condiciones ambientales por lo que tradicionalmente se consideraba el pan de los pobres. Quizás porque se da bien en latitudes del norte, los panes de centeno se siguen consumiendo habitualmente en los países centroeuropeos, Escandinavia y Rusia.

El centeno tiene una composición poco corriente de hidratos de carbono, proteínas y abundante fibra, que producen un tipo de pan muy característico. De miga densa, pesado, saciante pero jugoso si está bien hecho. Es un cereal complicado de panificar, a cuya masa le cuesta mucho levar, dentro y fuera del horno.


Pan de centeno.

lunes, 25 de mayo de 2015

DE NARANJAS, MANDARINAS Y LIMONES





"Citrus fruits", por Scott Bauer, ARS/USDA. 



¡Pero si ya se ha pasado la temporada!, ¿a cuento de qué hablar de cítricos con el verano a las puertas?. Pues resulta que hablando con mis compañeros de la Editorial Agrícola acerca de las Jornadas sobre Cítricos que están celebrando, me comentaron con asombro la cantidad de variedades que existen en el mercado durante casi todo el año.


Como todavía estamos a tiempo de saborear las últimas naranjas de la temporada, aprovecharé para explicaros aquí  las diferentes variedades de cítricos más frecuentes en el mercado.



Los cítricos españoles, líderes en calidad.


Si os digo que España es el primer país productor de cítricos en Europa no creo que os sorprenda, pero a lo mejor no sabíais que somos el primer país exportador de naranjas del mundo para consumo en fresco.


¿Y eso que quiere decir? Pues que los países líderes en producción, Brasil y Estados Unidos, destinan sus grandes superficies plantadas de cítricos, principalmente naranjas, a la fabricación industrial de zumo. No es que a la exprimidora solo lleguen las naranjas más mediocres, sino que  a las variedades que se consumen como fruta fresca se les exige una mayor calidad.  Parafraseando un antiguo anuncio de colonias, "en el plato de postre es cuando una naranja se la juega", y en este campo los cítricos españoles dan la nota a nivel mundial.






A los consumidores del norte de Europa no les vale cualquier naranja, y considerando que son nuestros principales clientes, la apuesta por la calidad, a través del desarrollo de nuevas variedades y de sistemas de producción integrada, es vital en este sector agrícola. En este vídeo de Editorial Agrícola Web TV nos cuentan cómo lo consiguen en la provincia de Huelva.



De dónde vienen y a donde van.


Como era de esperar, Valencia está a la cabeza en superficie cultivada de cítricos, (59 % del total nacional), seguida por Andalucía (24 %), Murcia (13 %) y Cataluña (3%). En cuanto a producción, los porcentajes son similares.

  • Valencia dedica casi todas sus tierras a la producción de naranjas y mandarinas. Y tiene una indicación geográfica protegida, "Cítricos valencianos".
  • Andalucía se ha especializado más en las naranjas, a las que dedica casi tres cuartas partes del territorio. le siguen en importancia las mandarinas, los limones y otros cítricos.
  • Murcia se ha decantado por los limones, aunque también tiene importantes superficies de naranja y mandarina. 
  • Por último, tenemos a Cataluña, en concreto la provincia de Tarragona, donde hay otra IGP "Clementinas de las tierras del Ebro".


Más de la mitad de los cítricos producidos se exportan en fresco, yendo a parar principalmente en los mercados alemanes y franceses. Cerca de un 17 % se industrializa (se convierte en zumo) y el resto los consumimos directamente los españoles.



La "vida alegre" de los cítricos.


¿Os acordáis de las cochinadas clorofílicas de lasplataneras? Pues los cítricos también son un poco tarambanas. Esta inestabilidad genética suya hace que sufran mutaciones espontáneas con cierta frecuencia y que no tengan ningún reparo a hibridarse entre especies distintas.


Esta tendencia natural de los cítricos la lleva aprovechando el hombre desde muy antiguo para obtener nuevas variedades. En este artículo se explica muy bien cómo se han obtenido las principales variedades de cítricos que consumimos hoy en día. 


Pero esta misma flexibilidad genética tiene un inconveniente, cuando se encuentra una variedad agronómicamente interesante, resulta muy complicado "que se esté quietecita", para poder mantenerla y reproducirla de una manera homogénea; vamos que no le de por mutar en el momento más inapropiado y que el cultivo acabe saliéndoles rana. 

Esto hace que el proceso de obtención de nuevas variedades de cítricos sea largo, complejo y, por tanto, caro.  

 
Se cree que todos los cítricos domesticados descienden de solo tres antecesores: la cidra (Citrus medica), la mandarina (Citrus reticulata) y la toronja (Citrus grandis). Fuente:FECYT.


Actualmente los cítricos se clasifican comercialmente en tres grandes grupos: naranjas, mandarinas y limones. A estos se añaden otras frutas de producción minoritaria como los pomelos y las limas y otras más anecdóticas como los kumkuats, la mano de buda o la bergamota.




El variado mundo de las naranjas.


La naranja dulce que conocemos procede de un híbrido entre un mandarino y una toronja o pummelo que se formó hace la friolera de unos 3.000 años. Desde entonces han surgido muchísimas variedades distintas.


Antes de empezar, os daré unos truquillos para orientaros cuando os toque comprarlas. Primero: quedaros con estas dos palabras en inglés: navel, que significa ombligo y late, que aquí traduciremos como tardío. Segundo: si el nombre de la variedad os suena a español, lo más seguro es que la región de Valencia haya tenido algo que ver en su desarrollo
- ojo, no en el origen del fruto, que cada vez importamos más naranjas . Si queréis profundizar más, en esta entrada de Mercado Calabajío lo explican estupendamente.



Por un lado, y para que no las confundamos con el resto, tenemos a las naranjas amargas (Citrus aurantium), esas que dan a Sevilla su olor a azahar y que los ingleses se llevan para hacer mermelada. Los árabes cultivaban este naranjo y al limonero como árboles ornamentales


El resto de naranjas, las dulces (Citrus sinensis) se clasifican en tres grandes grupos: Navel, Blancas y Sanguinas.


Las Navel son  las naranjas de mesa de toda la vida. Es muy característica la especie de “ombligo” que tienen en un extremo del fruto,  debida al crecimiento de esos gajitos secundarios que aparecen dentro de la naranja. Son las ideales para comérselas frescas: de sabor intenso, jugosas, sin semillas y fáciles de pelar. Se puede hacer perfectamente zumo con ellas, pero este se vuelve amargo al cabo de una media hora porque al exprimir la naranja, se liberan ácidos y enzimas que transforman una molécula insípida en otra muy amarga llamada limonina ( algo parecido ocurría con el ajo, ¿os acordáis?.
 
Navelina con su ombligo. Fuente: NCSC Herbarium, North Carolina State University, Bugwood.org



En España tenemos variedades tempranas y todo terreno como la Navelina (una navel pequeñina), de estación como las Washington Navel y tardías como las Navelate y Lane Late (disponibles a ppos de verano).



Las Blancas no sé porqué se llaman así, pero el caso es que son las típicas naranjas de zumo. De forma más achatada, sin ombligo, con semillas y la piel más pegada a los gajos: caracteres que las hacen más adecuadas para hacer zumo que para consumir en fresco.


Los zumos comerciales se elaboran a partir de variedades mejoradas que tienen menor tendencia a generar limonina. Aun así, cuando se trata de zumos frescos envasados, se tratan con calor para inactivar la enzima y luego se refrigeran.


Las variedades más utilizadas son: Salustiana (está en su mejor momento a ppos de primavera) y Valencia Late (se cosecha desde finales de marzo hasta junio).


Naranja de zumo, sin ombligo. Fuente: Editorial Agrícola.


Las Sanguinas, aunque menos conocidas en los mercados,  se cultivaban en el Mediterráneo desde el siglo XVIII. Su particular aspecto, como si se hubieran teñido de sangre (de ahí su nombre) las hizo protagonistas involuntarias de otro más de los ochopecientos bulos alimentarios que circulan por la red.



Se trata simplemente una naranja corriente con un gen que ha mutado. Este gen es responsable de producir las antocianinas, que dan esos particulares tonos rojizos a la cáscara y a la pulpa. Esta sustancia, de gran poder antioxidante, sólo se forma cuando las temperaturas nocturnas son bajas, cosa que solo suele ocurrir en el otoño e invierno mediterráneo.

Hay distintos tipos sanguinas, que se distinguen principalmente por la tonalidad de color y la acidez de la carne y el zumo: la Tarocco siciliana (muy apreciada, tiene IGP), la Sanguinelli española y la Moro (más oscura).



 
En España se cultiva la variedad Sanguinelli-Sanguina española. Está en su mejor momento en los meses más fríos, enero y febrero. Su zumo es dulce pero de sabor particular, quizás algo más ácido. Fuente: Joanbanjo/ Wikimedia Commons.




Mandarinas para todos los gustos.


Se cultivaban en China e India hace unos 3.000 años como mínimo. En España su cultivo es relativamente reciente, ya que comienza en el año 1858. Las mandarinas también se clasifican en tres grupos: satsumas, clementinas e híbridos.



Las Satsumas (Citrus unshiu) son de origen japonés y aparecieron en el siglo XVI. No tienen semillas ni la típica columna central que une los gajos, y su pulpa, de color naranja intenso es rica en zumo pero de poca calidad. Es frecuente verla  pelada y presentada en gajos, como producto de cuarta gama. En España destacan las variedades Okitsu y Clauselina.


Quizás os habéis encontrado alguna vez con mandarinas en las que la corteza se ha está separado completamente  del fruto. A esto se le llama "bufado" y es una alteración fisiológica muy frecuente en las mandarinas satsumas. Da problemas durante su manipulación, ya que la corteza se rompe con mayor facilidad. Foto tomada de www.tecnicoagricola.es



Las Clementinas (Citrus reticulata). De origen mediterráneo, aparecen en el s. XIX a partir de un cruce entre un mandarino y una naranja silvestre de Argelia.



Lo tiene casi todo: pulpa de color naranja, con bastante zumo de excelente calidad y cáscara fina, que se pela fácilmente.


El grupo de las clementinas tiene muchas variedades autóctonas españolas. Destacan las variedades : Fina, Clemenules y Hernandina. También se conocen como Tangerinas, llamadas así por los angloparlantes.

miércoles, 26 de febrero de 2014

LA VIDA SECRETA DEL PLÁTANO

¡¡ Buen provecho !!. Muchas gracias Biodiversidad Agricola de Tenerife, por la foto y el asesoramiento.


¿ Qué tiene en común un plátano con una mula? ¿y una platanera con la oveja Dolly? ¿tienen los plátanos semillas?, ¿dónde están?, ¿por qué están tan ricos los plátanos de Canarias?.
 
Todas estas preguntas se me ocurrieron al leer una entrada muy interesante en la sección “El huerto evolutivo” del blog “La ciencia y sus demonios”. No se lee en un ratito precisamente, pero es realmente interesante como muestra la evolución de un fruto canijo, lleno de semillas y casi incomestible a la fruta tropical más cultivada en el mundo y una de las cuatro más importantes del mundo, por detrás de la uva, los cítricos y la manzana. Con el permiso de su autor voy resumirla a mi manera.

 
 El fruto grande es la banana cultivada de la variedad ‘Cavendish’, común en nuestros mercados. El pequeñajo es el fruto de la banana silvestre Musa acuminata malaccensis, uno de los ancestros del ‘Cavendish’. Fuente: Science (Angélique D'Hont).

 
El plátano en el mundo
 
De las más de mil variedades de plátanos existentes en el mundo - con distintos colores (rojos, marrones, negros, verdes…) y tamaños – aproximadamente la mitad de la producción mundial y prácticamente todos los que se comercializan, corresponden a los múltiples descendientes de una única variedad, el "Cavendish", el típico plátano de postre o dulce.
 
La otra mitad son las "bananas de cocción", cuyo alto contenido de hidratos de carbono complejos (almidón) hace necesario cocinarlas, como si fueran patatas u hortalizas similares: cocido, frito, asado, al horno, etc.
 
El famoso plátano macho es una banana de cocción. Alargada algo curvada y de piel gruesa. Según madura pasa del amarillo casi liso a tener manchas negras, no pintas. Fuente: Diana Campano
 
En el “primer mundo” el plátano es un fruto muy popular, dadas sus propiedades y su facilidad para su consumo; sin embargo en algunos países son vitales para alimentar a la población.
 
¿Sabías que las regiones tropicales y subtropicales acaparan el 85% del consumo de plátano y que es el alimento básico para, al menos, 400 millones de personas ?
 
Los principales exportadores mundiales de plátano son Ecuador, Colombia, Costa Rica, Guatemala y Filipinas. En Europa, el principal productor son las Islas Canarias que surten principalmente al resto de España e intentan hacerse hueco en otros países, donde la competencia con la banana americana es mayor. 
 

El plátano, la platanera y sus andanzas
 
Aunque no lo parezca, las plataneras no son árboles ni arbustos, ¡son hierbas¡, pero gigantescas. De hecho, sus hojas están entre las más grandes del mundo vegetal. Las plataneras pertenecen a la familia de las musáceas, y entre sus parientes hay especies que se utilizan como fuente de alimento o de fibra vegetal, e incluso como plantas ornamentales.
 
Fibra de abacá (Musa textilis) secándose. Fuente: John Washington/ Wikimedia.

Determinar el origen exacto del plátano que comemos habitualmente no ha sido nada fácil. Sí parece claro que uno de los tataratataratataraabuelos más importantes, la platanera silvestre (Musa acuminata Colla) – es originaria de las islas del sudeste asiático. Aunque, realmente M. acuminata no hay una sola. Al vivir en islas, existían distintas poblaciones de plataneras silvestres dispersas y aisladas entre sí. Cada población fue acumulando cambios genéticos, que al cabo del tiempo dieron lugar a la aparición de “subespecies” o incluso especies diferentes.
 
Según cuenta la entrada que antes mencioné, esta banana silvestre a lo largo de miles de años estuvo haciendo “cochinadas clorofílicas” – me encanta esa expresión – con la (des)interesada colaboración del hombre como celestino, que hace casi 7.000 años comenzó a domesticar la platanera. En esta orgía vegetal, dilatada en el tiempo, las plataneras se liaban unas con otras, cediendo a veces sus cromosomas generosamente, la clonación estaba (y sigue estándolo) a la orden del día y se aderezaba con mutaciones. Voy a explicarme para que no os escandalicéis.
 
Los primeros pobladores de estas islas, al moverse de una a otra en busca de una vida mejor se llevaban sus plantitas de plataneras en el equipaje. Estas plataneras encontraban allí a primos muy lejanos suyos y no podían evitar la tentación de aparearse. Al igual que cuando se cruzan animales parecidos entre sí pero de distintas especies como el caballo y el burro, se obtiene un híbrido, el mulo, que es un nuevo individuo de características intermedias pero estéril. Ya tenéis la primera respuesta: las plataneras híbridas producían semillas inviables o directamente no las producían.
 
Cada platanera produce una sola espiga de plátanos que nace erguida como si fuera la del trigo, según crece su propio peso la dobla hacia abajo. Fuente. Fondo Editorial Agrícola

Una consecuencia curiosa de la hibridación fue la ganancia de cromosomas, apareciendo plataneras con tres juegos de cromosomas (triploides) en vez de dos. En muchas especies (pe. el ser humano) tener cromosomas de más suele suponer un gran inconveniente, pero parece que a las plataneras les vino estupendamente y surgieron plantas más vigorosas con frutos más grandes. Otro fruto bien sabroso con cromosomas de más son las sandías sin pepitas.

Por si fuera poco, se unió la partenocarpia a la orgía vegetal. Este es otro proceso no muy frecuente en la naturaleza que consiste en la formación de frutos sin que se haya producido la fecundación de la flor. Aunque pueda parecer un poco de tontos, lo cierto es que a la platanera le funcionó estupendamente asociarse con el ser humano. Ella le regala un fruto dulce, sin semillas y facilísimo de comer y el se encarga de plantarla por todos los confines tropicales de la tierra.
 
Por último, tenemos la clonaciónel proceso por el que se consiguen, sin necesidad de recurrir al sexo, copias idénticas a un organismo ya desarrollado – es un recurso al que recurren muchos seres vivos para reproducirse y el resultado viene a ser más o menos el mismo que la oveja Dolly, un clon. He aquí otra respuesta más.
 
Las plataneras en concreto producen en la base de sus tallos unos brotes laterales o retoños, versiones clónicas de la planta “madre”, que irán creciendo y creciendo hasta reemplazar a su progenitor. Como los frutos de la platanera son incapaces de dar descendencia porque no tienen semillas (por si no os había quedado claro), los agricultores utilizan tanto los retoños laterales como porciones de la raíz para obtener nuevas plataneras.
 
En esta platanera vemos a la abuela, que se cortó una vez dio los plátanos, a la madre que los dará esta temporada y la hija que se va dejando crecer para sustituir a la madre. Fuente: Fondo Editorial Agrícola
 
En principio, un clon es un individuo idéntico a su progenitor ya que tiene los mismos genes. Sin embargo, no siempre clonado es equivalente a idéntico 100%. A veces se dan las llamadas "mutaciones somáticas", que se producen únicamente en las células encargadas de generar los brotes laterales. Estas células tienen algunos genes alterados debido a la mutación y por tanto desarrollan retoños mutantes, con ligeras diferencias respecto a sus progenitores.
 
Para compensar la esterilidad por hibridación y la partenocarpia, las mutaciones somáticas han sido la única fuente de variación genética para el desarrollo de nuevas variedades de bananas, con distintas propiedades y atributos cada una. El “Cavendish” por ejemplo, mediante mutaciones somáticas ha dado lugar a muchas subvariedades: “Lacatan”, “Robusta”, “Giant Cavendish”, “Dwarf Cavendish”, entre otras.
 
Hongos vs plataneras: una lucha que se repite
 
Nos situamos en la década de los 50 del siglo XX. Por entonces, una única variedad - "Gros Michel"- dominaba gran parte del cotarro platanero mundial. Pero llegó un hongo malvado, Fusarium oxysporum, que invade los vasos que transportan savia y nutrientes y acaba matando a la planta. Esta plaga se denominó el mal de Panamá, y el "Gros-Michel" no tenía defensa frente a ella. Las plataneras de medio mundo, al ser clones, eran todas igual de sensibles a las enfermedades y acabaron cayendo fulminadas por el hongo.
 
Los daños para la industria y comercio de la banana fueron tremendos, agricultores y productores tuvieron que elegir: olvidarse de los plátanos o buscar un “salvador”. Lo lógico hubiera sido cultivar más variedades distintas y no jugárselo todo a una carta, pero las leyes del mercado y la distribución se impusieron. Y es que comercializar una única variedad permite lograr mayor rentabilidad en la cosecha, el empaquetado y el transporte, además de ofrecer un producto más homogéneo.   
 
Los científicos descubrieron que el famoso Cavendish no es inmune al hongo, pero al menos si es capaz de pararle los pies (las hifas, para ser exactos) secretando una especie de gelatina que atrapa al hongo e impide su propagación. Así, a partir de 1960 le quitó el trono a su primo lejano y hoy en día monopoliza el cultivo de plátano.
 
¿Sabías que el 95 % de todos los plátanos vendidos en el mundo son de la variedad Cavendish ?
 
El problema es que la historia se vuelve a repetir. Esta vez con otro hongo protagonista, el Black Sigatoka (Mycosphaerella fijiensis) frente al que el Cavendish no tiene nada que hacer. Y de nuevo el mismo problema: miles y miles de hectáreas de plataneras, idénticas todas, y ninguna de ellas capaz de encontrar una nueva manera de zafarse del nuevo hongo.
 
Adoptar otra variedad de plátano resistente a esta nueva enfermedad supondría tener que reorganizar desde cero toda la infraestructura de procesado del plátano, una medida drástica e impensable por su coste (que no se tomó con la anterior plaga). Así que, hasta que se encuentre una solución, se recurre a fumigaciones cada poco tiempo con productos que, al parecer, afectan a la salud de los trabajadores de las plataneras.
 
En una lucha contra reloj para frenar el avance del hongo y evitar el uso excesivo de fungicidas, los científicos están buscando nuevas variedades que posean genes de resistencia a este nuevo hongo. Para acelerar el proceso la FAO, junto con la IAEA (International Atomic Energy Agency) están tirando de “cochinadas clorofílicas”: inducir mutaciones somáticas a miles de plántulas de plátano y luego buscar si en alguna de ellas aparece el gen salvador.

Cultivo de plántulas in vitro. Fuente: FAO.

Las ventajas de los plátanos de Canarias
 
La última pregunta era obligada y allá va la respuesta. Primero aclarar que conscientemente he utilizado la palabra plátano para referirme indistintamente a plátanos y bananas. La utilización de ambos nombres y las diferencias entre si son tan complejas como el propio origen de la planta. Me quedo con nuestra particular manera de llamarlos: banana tropical a cualquier cosa que no sea plátano de Canarias.
 
En Canarias se cultivan descendientes de la variedad “Cavendish”: “Giant Cavendish”, “Dwarf Cavendish” y una nueva raza nacida en el archipiélago llamada “Gruesa Palmera”, entre otras. Precisamente esta nueva variedad surgió por mutación somática de la “Dwarf Cavendish” y ahora es propia de nuestras islas.
 
El clima de las Islas Canarias es más variable que el de otras zonas tropicales donde se cultiva la platanera. Esto exige que el plátano permanezca más tiempo en la en planta (6 meses) para madurar bien, respecto a la banana (3 meses). Como la inmensa mayoría de plátano viaja a la península, es decir a poquitos días en barco del consumidor final, esto permite que mantenerlo más tiempo madurando en la platanera, lo que le ayuda a alcanzar un mayor grado de madurez, sabor y aroma que la banana.
 
La platanera es un cultivo que requiere mucho agua y unas temperaturas suaves y las islas Canarias occidentales lo pueden encontrar. Fuente
 
Otra ventaja es la escasez de plagas y enfermedades afectan a la platanera en Canarias, comparados con las producciones tropicales.  Están libres del hongo Sigatoka, y apenas les afecta el mal de panamá o un temido nematodo en el mundo platanero. El Picudo (Cosmopolites sordidus) sí hace de las suyas pero se le trata con lucha integrada, ya que el cuidado del medio ambiente es una prioridad. Añadir que las condiciones salariales y sociales de los agricultores canarios son mejores que las del entorno de la banana. Todas estas características le han valido la denominación de IGP (Indicación Geográfica protegida), lo que supone un reconocimiento y una protección a un producto único en la Unión europea. 
¿Sabías que las pintas negras distintivas del Plátano de Canarias se deben a que son especialmente sensibles a los golpes?
Solo son apreciables en el fruto maduro y aparecen durante el transporte, con cualquier mínimo golpe o roce se activan unas enzimas responsables del pardeamiento. Afortunadamente no afectan en absoluto a la calidad del fruto.

Ya he escrito demasiado; si os habéis quedado con ganas de más y queréis ver cómo se produce y cómo se mima este fruto podéis ver estos dos vídeos. 



 

 
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