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viernes, 20 de septiembre de 2019

ABECEAGRARIO: PULGÓN


Tocando las narices desde el Cretácico. Los pulgones se originaron hace 100 millones de años, y desde entonces les ha dado tiempo a diferenciarse en 4.700 especies de las cuales 500 son plagas de cultivos. Fuente. Syngenta.

Con la P vamos a hablar de unos pequeños insectos que dan mucha guerra a agricultores jardineros y huerteros, sobre todo con la llegada del calor. Los hay de distintos colores, con alas o sin ellas, los que se especializan en una sola planta huésped o a los que les gusta cambiar. Pero algo común a todos ellos es que, en cuanto las  condiciones acompañan (algo que ocurre bastante a menudo) pueden llegando a formar una plaga bastante dañina para las plantas.

Pero como no puedo evitar ver a estos bichitos con ojos de bióloga, tengo también varias curiosidades que contar que espero os sirvan para mantenerles a raya en vuestros dominios.
 

Una familia de chupones
 

Los pulgones pertenecen a la familia de los áfidos (Aphididae, para los científicos) que están incluidos a su vez grupo más grande los hemípteros, caracterizados por poseer un sistema bucal especializado en picar y chupar que les permite alimentarse tanto de savia como de sangre o linfa de vertebrados.

Todos los insectos chupadores tienen como característica común una "boca" bastante compleja en la que las mandíbulas y las maxilas se convierten en una especie de aguja - el estilete - capaz de perforar tejidos y de chupar líquidos. Como no debe ser muy práctico ir por la vida con un pincho largo en la cara (salvo que vivas en el mar y seas un pez espada) estos bichitos mantienen el estilete plegado bajo el cuerpo cuando no lo utilizan. Fuente: Louisa Howard  Dominio público.
 
De la misma manera que se pueden transmitir enfermedades por agujas y jeringuillas infectadas, muchos de estos bichitos albergan en su estilete organismos patógenos. Al picar en una planta infectada y luego en otra sana, van transmitiendo enfermedades provocadas por virus y bacterias. Por ejemplo, en Europa la bacteria Xylella se sirve de varios tipos de hemípteros para hacer verdaderos estragos en almendros, frutales, vides y olivos. Eso sí, nuestros protagonistas los pulgones son los más eficaces a la hora de transmitir estos virus, siendo las hembras aladas las principales responsables. El ser humano tampoco se libra; tenemos por ejemplo a la vinchuca, que al picar y chupar la sangre propaga un protozoo que causa la enfermedad de Chagas.
 

¿Sabías que los pulgones transmiten hasta 117 tipos de virus fitopatógenos?.

El matriarcado de los pulgones
 

Aparte de diferenciarse en especies, desde el Cretácico los pulgones han tenido tiempo de desarrollar estrategias adaptativas que les permiten desarrollar con rapidez grandes poblaciones en cuanto las condiciones son favorables. 

La primera estrategia es recurrir a la partenogénesis, ¿que qué es eso?, pues el clásico "Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como" pero en versión muy feminista. Simplificando mucho, la cosa funciona de la siguiente manera: imagina que eres una pulgona que acabas de salir del huevo en el que has pasado todo el invierno sola. Empieza a hacer calor, las plantas crecen y están llenas de brotes tiernecitos, es el momento de colonizarlos antes de que cualquier otro ser vivo se los coma y antes también de que la planta intente defenderse. Hay que dejarlo todo lleno de bebés pulgones, pero estás sola, no hay ningún macho por los alrededores que "ayude con la tarea". Habrá que apañarse una misma, y si hace falta clonarse pues se clona una, poniendo huevos no fertilizados que darán lugar a un buen puñado de pulgonas, todas hembras. Que sigue haciendo calorcito y hay comida para una segunda generación, pues cada pulgona vuelve a producir otra tanda de huevos que volverán a dar hembras...así hasta que llega el mal tiempo o se acaba la comida. Entonces vuelves a poner huevos sin fertilizar, pero esta vez van a salir pulgonas y pulgones, dotados de alas en muchos casos, pero sin boca, su única misión será aparearse y formar huevos que serán capaces de aguantar todo el invierno. De esta manera, los machos sólo aparecen en escena para aportar algo de variación genética a las poblaciones; ya que aunque sea incesto, la reproducción sexual siempre aporta más variabilidad que la clonación.
 

Pero es que además, para acelerar el asunto y acaparar más comida cuanto antes hay pulgonas hembras que son vivíparas. Es decir, paren a sus hijas pulgonas ya formadas, listas para alimentarse y con el embrión de las nietas formándose en su interior. Y es que estos bichos no pierden un segundo.
 

En el cole, para muchos, vivíparo era sinónimo de mamífero... pues va a ser que no siempre. Aquí, una pulgona "pariendo" a sus pulgoncillas. Fuente De MedievalRich, CC BY-SA 3.0,
 
¿Sabías que hay pulgones con alas y sin ellas? Normalmente las hembras aladas dispersan la colonia hacia otras plantas, y también los virus.


Aphis nerii tiene como especie huésped a la adelfa (Nerium oleander). Destacan los sifones negros (por donde secretan sustancias para repeler a predadores) en su característico cuerpo amarillo. Fuente: Koppert.

 

Una granja de pulgones
 

Por si fuera poco, las pulgonas se han buscado unas buenas socias: las hormigas (en cuyas colonias, ahora que lo pienso, los machos tampoco pintan mucho) con las que establecen una relación de mutualismo. 

Al alimentarse de savia elaborada, esta tiene azúcares libres pero poca proteína por lo que el pulgón tiene que extraer mucha cantidad para obtener las proteínas que necesitan. Todo el azúcar que le sobra la excreta por el ano en forma de melaza...un alimento estupendo para las hormigas. Así que estas protegen a las pulgonas del ataque de predadores a cambio de que les dejen "ordeñar" esa secreción azucarada. Pero no queda ahí la cosa, las hormigas pueden también mover a las crías a zonas nuevas para que las colonicen e incluso guardar los huevos fecundados para que pasen el invierno calentitos y protegidos en el hormiguero.
 

Así que, la próxima vez que veáis un ataque de pulgones vigilad si hay hormigas atareadas alrededor, ya que harán más difícil la tarea de controlarlos.
 


 

En este vídeo se puede ver: a una hormiga "ordeñando pulgones" (min 1.57), mariquitas devorando pulgones (min 3.20) y hormigas defendiendo a sus vacas pulgones.  

¿Sabías que las abejas aprovechan también la melaza que secretan los pulgones que viven en determinados árboles? Se llama mielada y tiene un sabor especial

 

Los tres problemas que causa el pulgón
  • Al alimentarse de savia elaborada, cargada de nutrientes, impiden el crecimiento de la planta al extraer sus nutrientes. Esta se debilita, deja de crecer y si la infestación es muy grande puede acabar muriendo.
  • La melaza que excretan los pulgones también puede quedarse en la superficie de la hoja y favorecer el crecimiento de mohos - la negrilla - que impide la llegada de la luz y por tanto reducen la fotosíntesis. Esto en los cultivos implica un descenso de la producción y que no se puedan vender las frutas o plantas ornamentales afectadas.
  • Como ya hemos indicado, la transmisión de virus y bacterias es también un problema muy habitual.

Como combatirlo
 

Viendo cómo se las gastan estos bichos y lo rápido que pueden invadir el huerto, el jardín o un cultivo, lo primero y fundamental es detectarlas a tiempo.
 

La buena noticia es que se trata de una plaga observable a simple vista. Debemos fijarnos en la presencia de hojas enrolladas y pegajosas, sobre todo los brotes tiernos.
 

Durante su ciclo de vida, el pulgón muda cuatro veces. El exoesqueleto - su piel y su coraza - una vez eliminado queda de color blanco, destacando sobre el verde de las hojas. Fuente: De ErickP98  CC BY-SA 4.0,

Cuando el ataque es débil se pueden cortar las hojas y los brotes dañados o directamente eliminar los pulgones con agua a presión (sin pasarse) o un cepillo suave. Si la cosa va a más habrá que tomar medidas más drásticas, ecológicas o no. Funciona bien el purín de ortigas, el jabón potásico, el polvo de diatomeas, insecticidas a base de pelitre o sistémicos, que acaban con los pulgones cuando estos chupan la savia. Eso sí, repitiendo los tratamientos varias veces, para acabar con todas las generaciones.
 

Es importante también fomentar la presencia de sus enemigos naturales, que son las mariquitas, las crisopas y pequeñas avispas, para llevar a cabo la lucha biológica.
 

¿Sabías que las larvas de mariquita pueden comer en 20 días entre 350 y 400 pulgones? Los adultos también comen, pero con menos avidez.
 

Las hembras adultas de las avispas parásitas Aphidius colemani ponen sus huevos en el interior del cuerpo de los pulgones. Fuente: Koppert.


 

Por cierto, y para seguir con la costumbre, en inglés se llama a los pulgones aphid o plant louse (piojos de las plantas).

 
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Acerca de cómo los insectos pueden propagar una enfermedad hablamos aquí.
LA TEMIBLE XYLELLA...SOLO PARA LAS PLANTAS

jueves, 12 de abril de 2018

LA TEMIBLE XYLELLA...SOLO PARA LAS PLANTAS

¿Habéis oído hablar de ella? ¿alguien tiene alguna idea remota de qué puede tratarse? Desde luego que por el nombre, no parece nada bueno.
 

Se trata de una bacteria que ataca a un número considerable de plantas, entre las que se incluyen importantes cultivos, causándoles la muerte. Dada la rapidez de su expansión se ha bautizado con el apodo, un tanto alarmista, de "el Ébola del olivo". 

Una rama de un olivo afectado por la Xylella. Fuente: CNR / DONATO BOSCIA

Pues bien, esta bacteria ha llegado a la Comunidad de Madrid, y a un olivar. Desde zonas más cálidas del Mediterráneo hasta el centro de España y a uno de los cultivos más importantes de España. Así, la confirmación de un caso de Xylella fastidiosa en una finca de Villarejo de Salvanés está siendo noticia por lo que podría significar este hecho
 

Muchas de las notas de prensa y dossieres informativos publicadas hasta el momento recalcan que se trata de una bacteria completamente inocua para el ser humano o los animales. Y voy a insistir yo también en la idea, no vaya a ser que esta (mala) noticia dé lugar a bulos y teorías extrañas, de esas que se expanden por Internet con más rapidez que la propia bacteria, alimentada con el miedo y la desinformación de mucha gente.
 

¿Qué es la Xylella?
 

Xylella fastidiosa es una bacteria que puede producir graves daños en cultivos leñosos como cítricos, vid, olivo, diversos frutales de hueso, y café, así como numerosas plantas ornamentales. Pero no se limita a las plantas cultivadas: la bacteria ha sido detectada o aislada en más de 300 especies de plantas en todo el mundo, aunque no todas son sensibles a la enfermedad.
 

Adelfa infectada por la bacteria en Arizona. Fuente: I. Pompilid/wikimedia. 

¿De dónde viene y cómo ha llegado hasta Madrid?
 

Su principal área de distribución era el continente americano, especialmente zonas de clima tropical y subtropical,  pero se está extendiendo por todo el mundo.

En Europa se detectó su presencia por vez primera la región de Apulia (Italia), donde ha causado verdaderos estragos. También ha aparecido en diversas provincias del sur de Francia, en un invernadero alemán (una adelfa que fue destruida) y en España. Hasta la detección del foco madrileño, se conocían casos en Baleares y Alicante.
 La zona donde ha aparecido en Madrid es particularmente peligrosa, al ser la comarca  de mayor producción vinícola y olivarera de la Comunidad y estar muy próxima a Castilla-La Mancha, que tiene vides y olivos para aburrir.

¿Y cómo se las apaña esta bacteria para extenderse de esta manera?. Para las distancias cortas elige a pequeños insectos chupadores que se alimentan de la savia bruta que circula por el xilema (son conceptos que se estudian en el colegio, pero por si acaso mira el gráfico). Son por tanto "insectos vectores" que al alimentarse plantas infectadas, transportan la bacteria a plantas sanas.
 


Pero para las distancias largas optan por aprovecharse de los barcos y camiones que se utilizan para el comercio y transporte internacional de plantas procedentes de países o zonas en las que la bacteria está presente. Pueden ir cómodamente instaladas en plantas infectadas o en los propios insectos, que se las apañan para ir de polizones en los barcos.

¿Cómo afecta a la planta?
 

Xylella se multiplica dentro del xilema, es decir en los vasos que distribuyen el agua y las sales minerales (es decir, la savia bruta) por toda la planta. Si llega a obstruirlos ya os podéis imaginar el resultado: la savia no llega, y con ella ni el agua ni los nutrientes.


Foto de microscopio electrónico de Xylella haciendo de las suyas en el interior de un tejido vegetal. Fuente: Ulla Jarlfors, University of Kentucky, Bugwood.org

Realmente estos síntomas varían mucho de unas plantas a otras, pero en general son marchitez, decaimiento generalizado, secado de hojas y ramas, pudiendo acabar en la muerte de la planta. Se trata de los típicos síntomas achacables al estrés provocado por factores ambientales: falta de agua, viento, salinidad o exceso de nutrientes. Pero la Xylella no se corta y ataca a las partes jóvenes y viejas por igual.
 

Pero también puede ocurrir que la planta infectada no muestre síntomas de la presencia de la bacteria, lo que dificulta su detección y se convierte en su "hospedante secreta".
 

Por si hubiera alguien preocupado por si la bacteria llegue a los frutos, y por tanto a algunos alimentos, vamos a volver a incidir sobre el tema: a) las bacterias se alojan en otro lugar, b) debilitan tanto a la planta que posiblemente no produzca frutos y c) están especializadas en atacar a plantas, no afectan a animales o personas. Conclusión: podéis seguir consumiendo aceite madrileño o de donde sea sin miedo.
 


Una pena que un artículo nada sensacionalista comience con una foto tan mal elegida, que puede dar lugar a confusión. Esas aceitunas lo que tienen es una larva, muy posiblemente de mosca del olivo, y la mosca lo "único" que hace es arruinar la calidad del aceite. Tomado de aquí

 
¿Cómo se controla?

La principal medida de control es extremar las precauciones en cuanto al comercio internacional de material vegetal sensible, especialmente el que viene de lugares donde vive la bacteria. Este material vegetal debe proceder de productores oficialmente autorizados y poseer pasaporte fitosanitario. Y ojo, esto también se aplica a las plantas ornamentales, así que mucho cuidado con lo que compramos para el jardín
 

Un arbolito de cítrico a la venta en una gran superficie. No soy yo de comprar planta en estos lugares, pero es buena cosa que tengan su pasaporte sanitario.
 
Actualmente no hay manera de curar las plantas enfermas. El manejo de la poda, la fertilización o el riego puede contribuir a aumentar la resistencia de las plantas y mitigar los daños, pero no llega a curarlas. Y mientras haya insectos vectores y plantas enfermas, la amenaza seguirá vigente.
 

El control de las poblaciones de insectos vectores (que para colmo pueden ser varias especies distintas) consiste en la aplicación de tratamientos fitosanitarios específicos asociados a determinadas prácticas agrícolas, como la eliminación de vegetación adventicia que constituye un refugio donde estos insectos pueden completar su ciclo de vida.
 

Graphocephala atropunctata es uno de esos bichitos que sirve de taxi a la Xylella.