Mostrando entradas con la etiqueta salud. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta salud. Mostrar todas las entradas

viernes, 9 de julio de 2021

EL MINISTRO GARZÓN Y LA CARNE, UN ELEFANTE EN LA CACHARRERIA

 Los elefantes son unos animales imponentes, que normalmente despiertan simpatía y buen rollo. Las cacharrerías suelen ser locales antiguos y pequeños, que según lo mires pueden estar llenos de trastos o de tesoros por descubrir. Pero si, por lo que sea, el elefante con toda su buena voluntad decide entrar en la cacharrería a cotillear un rato, lo más seguro es que la visita acabe convirtiéndose en un desastre.


Me ha venido esta imagen al pensar en nuestro panorama político actual. Como, al parecer, no están los ánimos suficientemente crispados ha tenido que venir un político a echar más leña al fuego, o a la barbacoa si me permitís el chiste fácil.
 

Qué tendrá la carne que cada vez que nos piden reducir su consumo se monta la de dios, y que en cuanto a los países empiezan a despegar económicamente empiezan a darle al filete.Fuente:Imagen de Devon Breen en Pixabay 

Y es que resulta que el actual ministro de consumo, Alberto Garzón, ha publicado un vídeo en el que no me queda claro si pide a los ciudadanos que comamos menos carne, si quiere mostrarse como heroico defensor de la salud y el medio ambiente y luchador sin igual contra las villanas macroempresas o ambas cosas a la vez. El caso es que el ministro se ha metido en un buen berenjenal, él solito y (aparentemente) sin necesidad alguna.
 


Se está hablando muchísimo del tema. Como era de esperar ya se ha polarizado el asunto entre los dicen que ya iba siendo hora de que un político se mojara con el exceso de consumo de carne, los que se niegan a que nadie les diga lo que deben o no comer y obviamente el sector productor de carne que se ha sentido profundamente agraviado. 


Este blog dedicado a divulgar sobre alimentos y sus productores no iba a quedarse al margen, por lo que aportaré mi visión siguiendo como guión el certero resumen del asunto que ha hecho Jesús Soria en Twitter.

 

Hay que proteger al sector ganadero? Si
 

O, al menos, no machacarlo gratuitamente. Ni es el momento, ni son las formas. La gente del campo se merece más rigor y respeto y cualquier organismo de gobierno, de la administración que sea, tiene que gobernar para todos, o al menos intentarlo.

 

El problema del exceso de consumo de carne es innegable y aunque la motivación del video es acertada y necesaria se ha desperdiciado la ocasión de promover un debate serio y productivo. Aunque quizás eso sea mucho pedir hoy en día en este país.

 

El caso es que no se puede plantear un tema tan complejo con medias verdades. No así, no en estos tiempos en los que estamos ya un poco hartos de luchar continuamente contra la desinformación. No desde un puesto de ministro.

 

Y me temo que no ha sido una simple ocurrencia, ya que a pesar del chaparrón que le ha caído, insiste en la misma visión simplista en entrevistas y en una columna de opinión. De opinión, un ministro, que para colmo ni siquiera representa a ninguno de los dos sectores a los que pretende defender: sanitario o medio ambiente.


 

¿Consumimos mucha carne? Si
 

Comienza el video diciendo que nos estamos cargando el planeta en parte porque consumimos carne en exceso y que la acción de cambiar nuestra dieta tiene incidencia directa y puede contribuir a mejorar el estado del planeta. 


Es importante recordar que como consumidores tenemos un enorme poder, a menudo incluso político, pero creo la carne no lo es todo, me atrevería a decir incluso que tampoco la dieta. Quizás el problema esté en nuestra manera de consumir, mucho de todo, devorando recursos de todo tipo para producir ropa, aparatos electrónicos, plásticos, alimentos, etc. que acabamos devolviendo al planeta en forma de residuos que apenas somos capaces de recuperar.

Solo un dato, según la ONU si el desperdicio alimentario fuera un país, sería la tercera nación con más emisiones de gases de efecto invernadero del mundo. Que comemos mucha más carne de la que necesitamos para nuestras necesidades vitales no es ninguna novedad a estas alturas, pero ¿vamos a echarle toda la culpa a este alimento?.
 

¿Hay que comer menos carne? Si
 

Según el Informe Anual del consumo editado por el Ministerio de Agricultura (pg168), en 2020 los hogares españoles aumentó el consumo de carne en un 10,5 % alcanzándose los 2.305,25 millones de kilos.
 

El consumo se acerca a los 50 kilos de carne por persona y año: unos 136 gramos diarios o casi un kilo a la semana (entre carne fresca, procesada y congelada). Si nos fijamos en la recomendación de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria que propone un consumo entre 200 y 500 gramos semanales, o el consejo de OMS de no superar los 500 g. de media, los españoles estamos comiendo más del doble de lo máximo necesario.

 

El caso es que si restamos a los 7.6 millones de toneladas de carne que dicen que producimos en España , los 2.3 mt que efectivamente nos zampamos, nos quedan nada menos que 5.3 mt para exportar. Esta viaja a países como China donde los que empiezan a tener dinero ni se plantean prescindir de la carne, un alimento que por cierto perciben de alta calidad precisamente porque seguimos el Modelo Europeo de Producción. Cuando estos países decidan que están comiendo demasiada carne vamos a tener un problema importante, pero eso ya es otra historia.
 

Mientras en el video se dice que España es el país que más carne consume de toda la Unión Europea aparece este mapa de la FAO (a ver si para la próxima especifican un poco mejor las fuentes) que muestra la "cantidad de suministro de carne". Ignoro el contexto original del mapa ni por qué se ha utilizado, pero una cosa es suministrar carne a todos los habitantes de un país y otra muy distinta es que dichos habitantes efectivamente la consuman.

 

¿Este exceso afecta a nuestra salud? Si

 
Casi al final del video (minuto 4.40) pronuncia la frase "detrás de cada filete de carne que tenemos encima del plato hay muchas cosas que probablemente no nos habían contado", que me recuerda una barbaridad a esas típicas de los videos chungos de Youtube, que vienen a decir "mira lo majo que soy que te estoy contando lo que nadie quiere que sepas".
 

Pues va a ser que no. Acerca del impacto negativo del consumo excesivo de carne sobre la salud y el medio ambiente se lleva hablando, y advirtiendo, desde hace ya bastante tiempo, en este artículo puedes ver varios ejemplos, e incluso yo toqué el tema en 2015 nada menos. Y desde luego de una manera bastante más seria que esta especie de documental, hilado con cuatro datos buscados en Google, las típicas imágenes de banco y musiquita apocalíptica como apunta Rubén Villanueva. Y que para colmo constantemente mezcla churras y merinas, esto lo añado yo por eso de reivindicar nuestra cabaña ganadera.

 

Cuando hablando de salud dos cosas me han llamado la atención. Primero, cuando Alberto Garzón dice que "las dietas ricas en grasas, sodio y azúcares provocan más muertes en su conjunto que el alcohol, el tabaco y las drogas". ¿Está asumiendo automáticamente que esa dieta, típica de países superdesarrollados, lleva carne? precisamente es en estos países donde es más fácil encontrar productos ultraprocesados destinados a veganos que se pasan tres pueblos en cualquiera de esos tres elementos. O lo que es peor aún, ¿está insinuando que comer carne es peor que consumir tabaco, alcohol o drogas?. A mí un buen chuletón bien preparado me parece una delicia, y está visto que al presidente del gobierno también, pero al menos que yo sepa es menos peligroso y sobre todo no provoca adicción.

 

Me ha chocado bastante eso de que si haces barbacoas de vez en cuando al menos "compensa los días siguientes" con una dieta rica en vegetales, fibra, blablabla, ¿y el resto de días?. Si algo he aprendido de todo el tiempo que llevo oyendo y leyendo a nutricionistas es que lo de darse un atracón y luego compensar no suele ser buena idea. Y mira que se estrujan la cabeza para darnos ideas con las que "aligerar" las barbacoas.
 

¿Es un problema medioambiental? Si
 

Aunque en este punto habría que matizar bastante lo que se dice en el video. Bien en grande aparece el dato de que la ganadería a nivel mundial representa el 14,5% de los Gases de Efecto Invernadero (GEI), ni idea de dónde lo han sacado. Por si acaso os dejo esta entrada donde ya traté el tema y esta página de la FAO que explica estupendamente el problema

 

Las distintas instituciones (IPCC, FAO, EPA entre otras) calculan que la contribución del ganado, así en general, a las emisiones de GEI a nivel mundial representan entre el 7 y el 18 % (según el enfoque utilizado para la cuantificación y el tipo de emisiones estudiadas). Aquí se incluyen los gases emitidos por la fermentación del rumen, los que libera el estiércol, los debidos a la producción de pienso y a los cambios en los usos del suelo. Y para que nos hagamos una idea, según datos del Miteco (es decir, los "colegas" de gobierno que se dedican a las cositas del medio ambiente) las cifras de emisión de GEI en España son las siguientes: el transporte supone un 27,7%, la industria un 21,4% y la generación de electricidad un 10,3%. Por su parte, la agricultura supone el 14,1% de las cuales la ganadería aporta el 9,1% y los cultivos el 4,9%. Ojo, que además cuando hablamos de ganadería no podemos olvidarnos de la producción de leche y huevos, que no son poca cosa.
 

Y si miramos este grafico, veo muy arriesgado equiparar lo que contamina las "flatulencias de las vacas, los cerdos y el pienso (sic)" (ganado + sus deyecciones= 5.8%) con lo que contamina un coche (transporte por carretera =11,9 %). Imagen tomada de un hilo muy recomendable.  


Respecto al gasto de agua en la actividad ganadera utiliza el concepto de huella hídrica “tradicional”. Este método contempla el uso de los tres tipos de agua: verde (de lluvia), azul (la utilizada para regar) y gris (para diluir la contaminación) sin entrar apenas en detalle, lo cual puede dar lugar a interpretaciones erróneas: no es lo mismo criar un ternero en los pastos gallegos que en el norte de Córdoba. Actualmente se utiliza la “huella de la escasez hídrica”, que además de considerar solo el agua azul y gris (de la que hay reservas) incorpora un índice de estrés hídrico que da una idea bastante más ajustada de lo que realmente cuesta producir un kilo de carne en distintos lugares.

 

Esta imagen me impacta tanto como la panorámica de invernaderos de Almería o unos rascacielos en mitad del desierto. Los macrocebaderos existen, pero no caracterizan a la ganadería española, que es mas de pequeños productores.

 

Una vez grabado el discurso del ministro en el jardín, o se dieron cuenta que lo mismo el sector ganadero se les iba a echar encima o alguien con un poco de criterio advirtió que no todos los tipos de ganadería son iguales. Así que decidieron meterle un parche al video para aclarar que "la ganadería extensiva es mucho más sostenible que las macrogranjas; ayuda a enriquecer los suelos y prevenir incendios y crear puestos de trabajos que protegen la economía local". No seré yo quien lo niegue, desde luego, pero quiero aclarar una cosita.
 

Aunque depende mucho del tipo de ganadería y la especie, los animales que viven en extensivo representan la mitad del proceso productivo de la carne: la vaca o la oveja paren a la cría en el campo y allí la cuidan y alimentan hasta que alcanza el tamaño o edad adecuada para cebarlo, ya sea en la propia explotación o en un cebadero. En estas instalaciones serán alimentados sobre todo a base de pienso para que vayan desarrollando musculo hasta la edad del sacrificio, por tanto esta fase ya se puede considerar ganadería intensiva . En otras palabras, la cosa no es tan simple y en nuestro medio rural existen muchos puntos intermedios entre la macrogranja y la "ganadería extensiva, familiar y ecológica". Y francamente, hacer caso al ministro y consumir carne producida en estas últimas, por mucho que me gusten, es francamente difícil y más aún en el contexto actual de crisis económica. 
 

¿Hay que buscar soluciones? Si 
 

Se puede, se debe y se está haciendo. Desde muchos ámbitos. Tal como cuento en la entrada acerca de vacas y cambio climático, se está investigando en dos puntos clave: disminuir el metano que producen los rumiantes al eructar (no al liberar sus "ventosidades") o en la manera de gestionar los estiércoles para que emitan la menor cantidad posible de este gas.

 

Cada vez se estudia más cómo reducir la emisión de GEI mediante innovación en alimentación animal.
 

Respecto al consumo de carne sería deseable que el propio ministerio, a ser posible coordinándose con Sanidad y Agricultura, informara sobre las alternativas al consumo de carne, excesivo o no. Qué fuentes de proteínas existen, cómo y quién las produce y que impacto global pueden tener, tanto positivo como negativo.

Al fin y al cabo, en el Real Decreto 495/2020, que desarrolla la estructura orgánica del Ministerio de Consumo establece en su artículo 2 que corresponde a la Secretaría General de Consumo y Juego "el impulso y coordinación de políticas públicas de consumo y alimentación saludable, ofreciendo garantías de seguridad alimentaria e información de calidad a las personas consumidoras y agentes económicos del sector agroalimentario español". ¡Tracatrá!, sospecho que alguien no tiene muy claro para qué sirve el propio ministerio que dirige.
 

Otra función es "la realización de campañas institucionales dirigidas a aumentar la información y formación de la ciudadanía en relación con las materias objeto de su competencia". He oído hablar de una campaña ministerial, pero no tengo yo claro que lo sea. Hay un hashtag bien clarito que se repite hasta la saciedad, pero no aparecen logos oficiales por ningún lado. Y si algo diferencia a una campaña institucional es que tiene logos hasta en la sopa.
 

Al final del video, Garzón, pide la opinión a la ciudadanía. Aparte de todo lo dicho, le recordaría la vieja expresión de "zapatero a tus zapatos". Como ministro de consumo también tiene encomendado "la garantía e impulso de los derechos de las personas consumidoras, en especial, de aquellas que puedan encontrarse en situación de vulnerabilidad". Se me ocurren unas cuantas tareas en las que entretenerse que SÍ son de su competencia: la proliferación de casas de juego en zonas económicamente deprimidas, el dichoso Nutriscore, la publicidad de alimentos destinados a la población infantil o, ya puestos, intentar al menos que el ciudadano medio llegue a entender algún día el recibo de la luz.

 

Otras entradas que te podrían interesar:


PERO, ¿QUÉ HEMOS HECHO NOSOTRAS PARA MERECER ESTO?

DE CARNE, AGUA Y HORMONAS.

TRAS LA PARIDERA, EL BABY BOOM LLEGA A LOS PRADOS.

CERDO IBÉRICO : DE LA DEHESA AL SUPERMERCADO

DE POLLOS Y SUPERMERCADOS

DESPILFARRO DE ALIMENTOS, LA LOCURA DEL PRIMER MUNDO

EL VERDADERO FOODIE TOMA LEGUMBRES


martes, 12 de enero de 2021

"ONE HEALTH": UN TESORO PARA PROTEGER LA SALUD DE TODOS

 Para empezar fuerte con la primera entrada del año, el cuerpo me pedía hacer la analogía con el Anillo Único de Tolkien, aunque este tesoro del que quiero hablar tiene un objetivo mucho más edificante; nada de atar a nadie en las tinieblas, sino todo lo contrario.

¿Qué es la estrategia One Health?
 

Se trata de una estrategia conjunta de aproximación de la salud humana, animal y medioambiental. Un instrumento de encuentro y trabajo conjunto entre disciplinas muy distanciadas en la práctica, a pesar de compartir una amplia base de conocimientos (bioquímica, fisiología, microbiología, estadística...por citar algunos). Se trata de buscar puntos en común que sirvan para "gobernar" sus actuaciones a partir de ahora, por la cuenta que nos trae.
 

La rabia canina está presente en todos los continentes excepto en la Antártida. Aunque para muchos de nosotros sea un recuerdo lejano, sigue causando decenas de miles de muertes cada año poblaciones pobres y vulnerables que viven en zonas rurales remotas, sobre todo en Asia y África. El perro es el responsable de hasta el 99% de las transmisiones de rabia a humanos. Fuente.
 

¿Por qué es necesaria? 

 

Porque existen las llamadas zoonosis, es decir enfermedades o infecciones que se transmiten de los animales vertebrados a los humanos directa o indirectamente. ¿Qué voy a contar que no sepamos ya a estas alturas? Tristemente, de una manera u otra todos hemos sufrido la Covid-19, pero no es la única.
 

¿Sabías que 13 zoonosis son responsables de 2.2 millones de muertes al año, como son la gripe, la tuberculosis, rabia, brucelosis, fiebre Q y hepatitis B?

 

Actualmente hay descritas más de 200 tipos de zoonosis. Los organismos causantes de la enfermedad pueden ser bacterias, virus, parásitos o agentes no convencionales y propagarse a los humanos por contacto directo, a través de los alimentos o el medio ambiente. Los mecanismos de transmisión son variados, a veces complejos, y se agrupan en dos tipos:
 

  • Zoonosis no alimentarias: pueden darse por contacto con el animal como la rabia, la hidatidosis (perros) o psitacosis (aves) o a través de vectores. Los vectores son organismos que transportan los patógenos de un individuo a otro; los mosquitos y las garrapatas son dos buenos ejemplos.
     
  • Zoonosis alimentarias: aquellas cuya vía de transmisión está asociada al consumo de alimentos. Pueden estar provocadas por bacterias (Salmonella o Listeria) o por parásitos (que causan la triquinosis o la anisakiosis). Seguro que os suenan, aunque sea por las noticias.


Las garrapatas transmiten bastantes enfermedades. La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) por ejemplo está causada por un virus que llega al ser humano principalmente a través del ganado. Es una de las enfermedades transmitidas por garrapatas con mayor extensión a nivel mundial. En España se detectó la circulación del virus en garrapatas en el año 2010 y los primeros casos en humanos se notificaron en 2016. Su tasa de letalidad puede llegar hasta el 40% y no hay ninguna vacuna disponible para personas o animales Fuente.   


La leishmaniosis también conocida como Kala-azar, está causada por protozoos del género Leishmania y se transmite por la picadura de un mosquito flebótomo. En España se diagnostican al año 4 casos por cada millón de habitantes. Los perros constituyen el principal reservorio de la enfermedad aunque también pueden serlo otros mamíferos como conejos, liebres o ratas. Fuente: FRAN COLLINS (CDC).
 

¿Y esto desde cuándo ocurre?
 

Las zoonosis siempre han estado ahí. Tenemos por ejemplo la peste negra en el siglo XIV con la combinación bacteria (Yersinia pestis) + pulga + rata. La rabia, causada por un virus, se pudo combatir gracias a Louis Pasteur que logró la primera vacuna en 1885. Sobre la mal llamada gripe española solo se sabe con certeza que el primer caso confirmado de gripe española no se originó en España, sino probablemente en Kansas, y que la pandemia no comenzó en humanos sino en aves.

 

¿Qué tienen que ver Ötzi, el hombre del hielo con Justin Bieber? Pues que ambos han padecido la enfermedad de Lyme. Tanto al cantante canadiense como el hombre que vivió en los Alpes hará unos 5 300 años les picó una garrapata que, a cambio de su sangre, les dejó un regalito en forma de bacteria. La bacteria en concreto se llama Borrelia burgdorferi y se sirve de las garrapatas (Ixodes ricinus) como medio de transporte para buscar más víctimas a las que dejar hechos un cromo. Animales domésticos y silvestres son reservorios de la enfermedad.

Sin embargo existe un dato significativo: hasta un 75% de las nuevas enfermedades que afectan a los seres humanos surgidas en los últimos 10 años tienen su origen en animales. 

 

Muchos expertos apuntan a dos causas íntimamente unidas que agravan el problema: la desigualdad social y la degradación ambiental.  

 

El efecto protector de la biodiversidad lleva estudiándose desde hace una década. Un ecosistema "sano" o "intacto" posee muchas especies que establecen entre sí complejas relaciones, por lo que cuando surge una enfermedad es fácil que el resto de especies amortigüe el daño. Es lo que se denomina el efecto protector de la biodiversidad "por dilución". 

 

La destrucción de hábitats empobrece y simplifica los ecosistemas impidiendo que cumplan esa función protectora. Todo esto lo explica muy bien Francisco Valladares, divulgador e investigador del CSIC, en este vídeo.
 

Los murciélagos frugívoros son los huéspedes naturales del virus Nipah, causante de una zoonosis emergente. La deforestación, que priva a los murciélagos de su hábitat natural y los obliga a acercarse a las aldeas, puede explicar la transmisión del virus a los cerdos y de estos al hombre. No hay vacuna o tratamiento.
 

Vivimos de espaldas a la naturaleza, pero nuestra salud depende de ella mucho más de lo que queremos admitir. Un dato curioso para escépticos: el declive masivo de anfibios en Centroamérica durante la década de 1980 causado por un hongo podría estar relacionado con el aumento de brotes de malaria en Costa Rica y Panamá en la última década del s.XX. Y por cierto, desgraciadamente también ocurre en sentido contrario: el ser humano y sus actividades están dispersando enfermedades que afectan a la fauna silvestre.


El Ébola es un virus transmitido a las personas por animales salvajes. Tiene una letalidad de casi el 50 %: el último brote de la epidemia en 2014 - 2016 acabó con la vida de unas 11.000 personas. Fuente: © Visual Science via SINC

¿Sabías que el 60% de los patógenos que causan enfermedades humanas provienen de animales domésticos o silvestres?

 

¿Dónde ocurre?
 

El Covid-19 ha llegado a todos los continentes, la Antártida incluida, que para eso es una pandemia. Podría decirse que los seres humano somos las "patas" del virus, allá donde nos desplacemos el irá con nosotros. Y en un mundo globalizado llegará más lejos todavía.

¿Sabías que existen 200 enfermedades zoonóticas en el mundo, transmitidas al ser humano tanto por animales silvestres como domésticos?

 

Los virus también han llegado al desierto. El coronavirus causante de la MERS-Cov (Síndrome respiratorio de Oriente medio) fue detectado por primera vez en Arabia saudita en 2012. Los dromedarios son un importante reservorio y foco de infección al ser humano. Fuente: Imagen de Wolfgang_Hasselmann en Pixabay


 

Pero ¿quiénes tienen que unirse?
 

El enfoque "One health" implica la colaboración de múltiples profesiones de ciencias de la salud, junto con sus disciplinas e instituciones relacionadas. Así, el conocimiento de las zoonosis se beneficia del trabajo en equipo y la comunicación entre los especialistas en muy diversas disciplinas: medicina humana y veterinaria, epidemiología, virología, entomología, zoología, genética, inmunología, ecología, climatología, etc.
 

Desde el punto de vista práctico conviene no olvidar a los profesionales que trabajan a pie de campo: si hay alguien acostumbrado a vacunar a miles de seres en tiempo record y a mantener vigiladas y bajo control enfermedades como la tuberculosis, la brucelosis o gripe aviar, esos son los veterinarios. Junto con los ingenieros agrónomos y los propios ganaderos, son los responsables de garantizar la bioseguridad de las instalaciones, para que no entre o salga ningún patógeno de ellas. Conviene no olvidar además que ellos mismos están especialmente expuestos a estas enfermedades.
 

¿Sabías que más del 20% de las pérdidas de producción animal en el mundo está causado por enfermedades animales?

 

La fiebre Q es una enfermedad zoonótica causada por la bacteria Coxiella burnetii presente en el ganado (vacuno, ovino y caprino) y otros mamíferos domésticos. Fue detectada en 1935 en Australia, cuando muchos trabajadores de mataderos presentaron síntomas de una enfermedad parecida a una gripe. La “Q” proviene de la palabra inglesa “query”, (consulta, indagación) ya que se desconocía a qué podía deberse. Foto de Dori Luna.

¿Cómo se puede conseguir?
 

De una manera muy fácil en la teoría - mediante el trabajo en equipo y la transmisión de conocimientos - pero que en la práctica no lo es tanto.
 

Visto lo que nos jugamos, uno podría pensar que debería haber alguna institución internacional relevante que ejerza un liderazgo claro a la hora de enfrentar el problema. Lo más cercano que he encontrado es el Sistema Conjunto FAO- OIE - WHO de aviso temprano sobre amenazas a la salud y riesgos emergentes en la interfaz humano-animal-ecosistema, en inglés GLEWS+. A nivel de la UE tenemos a la EFSA o al Programa Conjunto Europeo One Health. A nivel español citar la web del Ministerio de Agricultura, donde es fácil encontrar información sobre las zoonosis, no en vano el Cuerpo Nacional Veterinario está ligado a este ministerio, el Instituto de Salud Carlos III (perteneciente al Ministerio de Ciencia e Innovación) trabaja en ello también, y ahora conocido Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) que actualmente vigila atentamente dos zoonosis más aparte del Covid.

El emblema de los veterinarios españoles ya hace más de un siglo anticipaba el concepto: "Hygia pecoris salus populi" ("por la salud del ganado, la salud de la población"). Y es que el control y erradicación de enfermedades zoonoticas resulta bastante más efectivo si se comienza con los animales domésticos. Fuente.

La meningoencefalitis causada por el virus del Nilo occidental es un buen ejemplo de trabajo conjunto de profesionales de distintos ámbitos, como se puede ver en este informe. Desde 2007 se lleva realizando el Plan de Vigilancia del VNO que incluye el seguimiento en aves, équidos, mosquitos, y humanos. Los mosquitos se trampean para estudiar su distribución, época de actividad de las especies "peligrosas" y posible presencia del virus mediante PCR. Los caballos y aves se vigilan a dos niveles: mediante vigilancia pasiva (estudio de los individuos con sintomatología compatible con la enfermedad) y vigilancia activa (análisis de muestras centinelas en áreas geográficas que se consideren de riesgo como suelen ser los humedales). Cuando se detecta circulación viral en animales y/o en vectores se inicia vigilancia epidemiológica activa en humanos, aunque en zonas donde ha habido casos en años previos la vigilancia se activa desde finales de primavera hasta finales de otoño, cuando están activos los mosquitos vectores. Los primeros casos en humanos España se diagnosticaron en 2010


Este verano se detectó un foco de Encefalitis del Oeste del Nilo (VON) en el suroeste peninsular. Esta enfermedad está causada por un virus y se transmite por picaduras de mosquitos. El lugar del brote no es casualidad, se trata de un lugar de paso de aves migratorias, las cuales son un reservorio del virus. Los caballos y el ser humano se consideran huéspedes accidentales y lo normal es que permanezcan asintomáticos, apenas un 1% muestra cuadros graves; este verano en concreto la incidencia ha sido más alta de lo que cabría esperar. Fuente: Imagen de Anne & Saturnino Miranda en Pixabay

 

Para terminar vuelvo a la analogía literaria. De la misma manera  que la Comunidad del Anillo (individuos de muy diversa procedencia trabajando en equipo) logró destruir el anillo, esperemos que la comunidad de científicos, ambientalistas y profesionales de la salud consigan que este enfoque "One health" reciba la atención necesaria, por el bien de todos.


Otras entradas que te podrían interesar:
 

ABECEAGRARIO: NEMATODO

ABECEAGRARIO: TUBERCULOSIS BOVINA

ABECEAGRARIO: BRUCELOSIS BOVINA

AGRICULTURA Y CAMBIO CLIMÁTICO. A ESPABILAR TOCA


lunes, 5 de octubre de 2020

OCHO RAZONES PARA COMER LENTEJAS

O las tomas o las dejas, dice la conocida expresión. Que aquí no obligamos a nadie, pero sí voy a dejar unos cuantos datos curiosos o ideas para convenceros de que comprar y consumir legumbres en general es positivo desde muchos puntos de vista. Y como recientemente he asistido a una interesante charla online ofrecida por la IGP Lenteja Tierra de Campos, obviamente utilizaré a esta pequeña maravilla castellana como ejemplo.
 

1. ¿Tienes mucha hambre? ¿o simplemente mucho apetito? 

 

Da lo mismo, un plato de legumbres es la opción perfecta, ya que cada una de esas minúsculas porciones de alimento contiene hidratos de carbono, proteínas en una proporción considerable (alrededor del 20%), minerales y vitaminas del grupo B.  Alimentan y sacian, ¿qué más se puede pedir?.
No en vano Esaú, muerto de hambre y agotado, vendió la primogenitura a su hermano Jacob por un plato unas supuestas lentejas, según cuenta la Biblia. Y sin ninguna duda eran lentejas las "píldoras de Negrín" o “píldoras de la resistencia”, bautizadas así por ser el alimento básico que permitió la supervivencia a muchos madrileños durante el asedio a su ciudad en la Guerra Civil.

 

Foto tomada de aquí  

 

2. ¿Tienes invitados a la mesa y ni la más remota idea de lo que pueden (o no) comer? 

 

Las legumbres son el único grupo de alimentos apto para casi todos los colectivos; ninguna religión las prohíbe y no tienen gluten. Un plato comodín para menús de colectividades e ideal cuando tienes a una representación de la ONU a comer en casa. Las legumbres en general apenas tienen grasa, salvo soja y cacahuetes, y la que tienen es saludable por tanto  son aptas también para aquellos comensales siempre a dieta. Lógicamente, cambiando el acompañamiento cárnico por algo más vegetal. La única pega es que, entre las legumbres la lenteja es la que causa más alergias, sobre todo en niños.

¿ Sabías que es mucho más frecuente la alergia a las legumbres en los países del área mediterránea, extremo oriente y la India que en los países anglosajones? En estos últimos su consumo se limita al cacahuete y la soja mientras que en nuestro ámbito se consume más variedad y con mayor frecuencia. Además es frecuente tener alergia a más de una legumbre.

 

 

3. ¿Según tu último análisis estás vivo de milagro? 

 

Es el momento de pasarte a las legumbres, aunque sea poco a poco, pero hazlo. Su consumo regular ofrece beneficios para la salud y ayuda a prevenir enfermedades no transmisibles: hipertensión, exceso de colesterol y triglicéridos, cáncer colorectal, riesgo cardiovascular, diabetes, obesidad...si es que parte de la solución estaba ahí en esas humildes semillas que nunca salen en los anuncios a pesar de sus propiedades. Y por consumo regular no hablamos de calzarse un cocido o un plato de lentejas una vez al mes, no, tiene que ser casi a diario; como nuestros abuelos, que comían legumbres prácticamente todos los días de la semana. Por cierto, al consumirlas frecuentemente desaparece el problema de las ventosidades.
 

¿Sabías que en 1960 en España se consumían en torno a 12-14 kg de legumbres por persona y año? ¿y que en 2015 esa cifra había bajado a 3.06 kg?  Siento comunicarte que la dieta que seguían los protagonistas de Cuéntame en los primeros capítulos es mucho más "mediterránea" que la que seguimos ahora.


 

4. ¿Te preocupa también la salud del planeta?  

 

La lenteja es un cultivo de secano y por tanto contribuye a ahorrar agua. Además enriquece el suelo en nitrógeno, ya que se asocia con bacterias capaces de tomarlo directamente del aire. Por tanto no necesita que se apliquen abonos nitrogenados, justo los que cuesta más energía fabricar y que contaminan el agua si se utilizan de mala manera. En otras palabras es un alimento que puede presumir de ser bastante sostenible.

 

¿Has visto alguna vez la planta de la lenteja? Fuente: IGP Tierra de Campos
 

 

5. ¿ Eres aficionado al gastroturismo ? ¿Te gusta recorrer kilómetros en busca de paisajes auténticos y degustar los alimentos que produce el terruño?. 

 

Pues que sepas que consumiendo legumbres producidas en nuestro país contribuyes a mantener tanto al paisaje como a la gente que lo habita y le da forma. Y si estas legumbres  pertenecen a una Indicación de Calidad Diferenciada (una DOP o IGP, vamos) mejor todavía; por una parte premias el esfuerzo por conservar variedades y métodos de producción que en sí mismos forman parte de nuestro patrimonio y por otra parte calidad garantizada te estás dando un premio al consumir un alimento único y de gran calidad.

La lenteja de Tierra de Campos se cultiva en una comarca que abarca las provincias de León, Palencia, Valladolid y Zamora. Es una tierra de llanuras alomadas en la que destacan solitarios palomares, otra seña de identidad de este territorio. Fuente: Blog Sinlavenia

 

6. ¿Eres de los que te sobra mes a final del sueldo?
 

Las legumbres es un alimento muy económico que, además de llenar y alimentar, se conservan un tiempo considerable sin perder sus propiedades (aunque mejor no te pases del año, que se quedan duras). Si eres de los que asocia las legumbres con el típico guiso hecho a fuego lento, y te de pavor sólo de pensar en la factura de la luz no desesperes. Es verdad que la cocina a fuego lento es un plus, pero gracias a la olla exprés, puedes tener las lentejas listas en 10-20 minutos y no te cuento el juego que dan las que ya vienen cocidas en el bote. Si es que hasta puedes utilizar el agua que sobra para hacer una mousse por ejemplo.

Con un cuarto de garbanzos y unas verduras tienes para un potaje ¿puedes hacer lo mismo con un pollo o una merluza?.

7. ¿Eres muy cocinillas y ya no sabes de qué presumir en tu cuenta de Instagram? 

 

La chía, la quinoa y el trigo sarraceno están ya muy vistos y, francamente, tampoco son para tanto. Pues ahí tienes a las lentejas de Tierra de Campos, para presumir de unos conocimientos culinarios que se están perdiendo. 

Puedes contar que los suelos de esta comarca dan a la lenteja gran parte de su carácter, haciéndola digna de pertenecer a una IGP: un contenido mínimo en materia orgánica que le dará la harinosidad justa; el potasio suficiente para darle más mantecosidad y menos astringencia y el fósforo adecuado para que su piel sea más fina y tenga mayor cantidad de grasa. También puedes añadir que la comarca donde se cultiva tiene una climatología que, salvo los años de sequía, permite que la lenteja madure lentamente una vez cosechada, otro factor que le da calidad. Si con todo este conocimiento no te dejan entrar en Máster Chef, peor para ellos.

 

El nombre oficial de la lenteja de tierra de campos es Lens culinaris ssp. culinaris, razamicrosperma, y pertenece al tipo comercial de las lentejas pardinas. Es pequeña (entre 3,5 y 4,5 mm diámetro) y su cubierta es de color pardo, adornada con puntos negros. El cotiledón interior es de color amarillo.
 

Y si tienes amigos tiquismiquis también puedes contarles que, al menos en el caso de esta IGP la trazabilidad está asegurada. Mediante el número de lote que aparece en la contraetiqueta  (la cual incluye el sello propio de calidad) se puede saber que agricultor lo ha producido. En la web del consejo regulador se puede ver incluso qué labores para preparar el suelo tienen que hacer los agricultores, la dosis de siembra o los productos fitosanitarios que tienen permitido utilizar a la hora de producir esta lenteja. Raramente vas a encontrar ese nivel información en un alimento.
 

8. ¿Que sólo sabes cocinar las lentejas estofadas de toda la vida?


Pues para que no tengas excusa, allá va este recetario elaborado por el Consejo General y la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas a partir de un concurso de recetas con legumbres, en el que puedes encontrar muchas ideas con bastante buena pinta. 

Si te faltaba el canto de un duro para convencerte y quieres ir más allá en el mundo de las legumbres, en la página https://alimentaciondelpresente.com/category/recetas/legumbres/ encontrarás 200 recetas casi todas de legumbres locales, pensadas con especialmente con poca guarnición para disfrutar de su sabor.

Por último, como soy muy fan del Comidista, os dejo este video imprescindible si te decides a cocinar legumbres, y esta sección enterita de recetas también con bastante buena pinta. Y si no te gustan estas, simplemente "googlea" "recetas con lentejas". Y ya sabes, o las tomas o las dejas.




Otras entradas que te podrían interesar:


EL VERDADERO FOODIE TOMA LEGUMBRES  

EL JUEGO DE LAS DIFERENCIAS ENTRE DOP E IGP EXPLICADO CON LEGUMBRES

ABECEAGRARIO: JUDÍAS  



 

martes, 14 de mayo de 2019

ANTIBIÓTICOS EN GANADERÍA, ¿TENEMOS QUE PREOCUPARNOS?


Fuente: Pixabay

¿Quién no ha oído decir que la carne, o la leche, está repleta de antibióticos? ¿o que se atiborra a los animales con estas sustancias? Si hasta un político lo dijo en prime time en la televisión hace ya algún tiempo (en aquel programa dedicado a las condiciones de vida de los cerdos, ¿te acuerdas?).

El caso es que el uso de antibióticos es la típica cuestión que provoca alarma entre los consumidores y que forma parte del argumentario básico de vegetarianos y veganos militantes para convencer al resto de lo horripilante que es la producción ganadera industrial.

Pero, ¿realmente es algo de lo que haya que preocuparse?. Pues no y si. Para los que quieran una respuesta rápida os hago un "spoiler": no tiene sentido preocuparse por la presencia de antibióticos en los alimentos (porque no los hay), pero sí que es verdaderamente preocupante el creciente fenómeno de resistencia a los antibióticos. Para los que os interesen las razones, las cuento en esta entrada.

Comencemos pues con varios datos que ilustran la magnitud del problema.

Según un informe del gobierno británico, solo en Europa unos 25.000 pacientes al año mueren por infecciones de bacterias resistentes, y se apunta a que en el año 2050 puedan ser 10 millones en todo el mundo.

La resistencia a antibióticos es lo suficientemente importante como para que la propia OMS (Organización Mundial de la Salud) se haya puesto seria a la hora de pedir medidas efectivas a los países, para evitar que nos encontremos con situación similar a la era pre-antibióticos.

Y es que la pérdida de eficacia de los antibióticos supone una amenaza importante para la salud pública global, la seguridad alimentaria, la producción animal y en definitiva nuestro modo de vida actual. ¿Te imaginas no poder operarte de las rodillas o tener que pagar el kilo de pollo a precio de oro?. Pues eso.

El fenómeno de la resistencia a antibióticos

Los antibióticos no son una invención humana, estaban presentes cientos de millones de años antes de que el ser humano siquiera asomara las narices por el planeta. Los microorganismos - bacterias, virus, parásitos y hongos - llevan toda su existencia enfrentándose a sustancias que pretenden matarles o frenar su crecimiento. Por tanto, la resistencia a antibióticos es un fenómeno natural que permite a los microorganismos ser menos vulnerables a sustancias producidas por sus "enemigos".

En esta entrada vamos a centrarnos sólo en las bacterias, unos seres fascinantes que no se iban a quedar de cilios cruzados (chiste de biólogo) cuando Alexander Fleming descubrió un arma letal contra ellas. 



Aquí tenemos a Escherichia coli (la causante de muchos dolores de tripa y cistitis) nadando grácilmente, según esta recreación por ordenador en una imagen tomada con microscopio electrónico . Fuente:

Aunque los antibióticos se descubrieron a finales del siglo XIX, no se utilizaron para tratar enfermedades de forma habitual hasta mediados del XX. Pronto descubrió Staphilococcus aureus, la muy cuca, cómo resistir a la penicilina y desde entonces humanos y bacterias comenzamos una carrera interminable en la que nosotros desarrollamos antibióticos y las bacterias encuentran maneras de inutilizarlos.

¿Sabías que ya en 1945 Alexander Fleming advirtió que el uso excesivo de la penicilina ocasionaría la selección de bacterias resistentes?. En 1946 el 14% de las cepas de S. aureus fueron resistentes, en 1950 la resistencia creció al 59%, y en 2014 era del 99%.

Conforme se iban descubriendo nuevas maneras de controlar a más tipos de bacterias el ser humano se creía invencible - imagina el subidón que tiene que dar saber cómo curar enfermedades que hasta ese momento eran letales -. Pero las bacterias tenían, tienen y seguirán teniendo, unos cuantos ases en su genoma que les convierten en "superbacterias" capaces de resistir a los antibióticos que se le pongan por delante.

En este canal de Youtube, la Hiperactina cuenta estupendamente bien los cómo hacen estos bichos para salir inmunes, por si tenéis curiosidad. 



Aquí tienen que quedar claras dos ideas. La primera es que cualquier uso, por mínimo que sea puede dar lugar al desarrollo de resistencias, pero es evidente que si los antibióticos se usan en exceso o de manera incorrecta (dosis o frecuencias inadecuadas, duración excesiva o insuficiente) el proceso se acelera. Justo lo que está ocurriendo.

La segunda idea es que las bacterias no sólo se buscan la manera de resistir sino que son capaces de compartir esos genes con sus colegas, o apropiarse de los de otras bacterias muertas, como el forajido que le quita el revólver a su víctima. Si a esa capacidad de transmitir estos genes de resistencia le sumamos el incremento del comercio y de los viajes por todo el mundo, no resulta raro encontrar bacterias en una isla del ártico con genes de resistencia que desarrollaron unas bacterias en Nueva Delhi.


El uso de antibióticos en medicina humana

Se podría hablar largo y tendido sobre el desconocimiento de la población de sobre uso correcto de los antibióticos, de las campañas de concienciación cada vez más frecuentes o del kit de detección para S. aureus que utilizó el pediatra cuando llevé a mi hijo por dolor de garganta (hace un tiempo me hubieran recetado el antibiótico, por si acaso). También podría hablar de las tristemente habituales infecciones nosocomiales, esas que se contraen en hospitales, lugares que se convierten en una especie de isla de Fortnite donde las bacterias acaparan recursos en forma de genes para sobrevivir.

 

Aquí os presento a Streptococcus aureus, habitante de nuestro organismo capaz de liarla bien parda cuando nos pilla con las defensas bajas.Fuente.
 
Pero como esto es un blog de cosas de campo y de alimentos, voy a centrarme en algo que preocupa bastante a los consumidores actuales:

El uso de antibióticos en ganadería

Vayamos por partes. Al igual que pasó con el mito de los pollos hormonados, el hecho en sí de que se utilicen antibióticos en ganadería es completamente cierto. Eso sí, voy a daros unas cuantas explicaciones para vuestra tranquilidad y mayor criterio a la hora de comprar.

Comencemos por los antecedentes. En las primeras décadas del siglo XX, cuando comienza a generalizarse el uso de antibióticos en medicina humana, ocurre lo mismo en ganadería. En seguida se advirtieron dos efectos inesperados de su uso: administrados en dosis subterapéuticas (sin intención ni efectos curativos), favorecían el crecimiento de los animales y prevenían infecciones, lo cual era especialmente útil para satisfacer la creciente demanda de carne de aquella época. De esta manera surgieron los promotores del crecimiento, que se han estado utilizando de forma generalizada desde entonces.

Las consecuencias no se hicieron esperar y se comenzó a tomar medidas. Entre 1997 y 1999 la Unión Europea prohibió cinco sustancias que se habían utilizado durante años como promotores. Pero no fue hasta 2006 cuando la UE prohíbe definitivamente el uso de antibióticos como promotores del crecimiento.
 

Eso significa que, en la actualidad no se pueden utilizar antibióticos para el engorde de los animales. Su uso está restringido al tratamiento de enfermedades y se hará siempre bajo prescripción veterinaria. Cuando se utilizan es obligatorio respetar un tiempo de espera antes del sacrificio para que los animales metabolicen esos medicamentos, y de esta manera no queden residuos en los alimentos en cantidades que pudieran afectar a la salud. Para comprobar que se cumple la legislación, en los mataderos se realizan controles rutinarios, y si hubiera un animal que de positivo se retira del proceso. En el caso de las gallinas ponedoras o las vacas lecheras ocurre algo similar: la producción de los animales tratados se separa y elimina para que no entre en la cadena de suministro.

Esto es algo que ocurre muy pocas veces, tal como muestran los informes que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publica cada año acerca de los residuos de medicamentos en alimentos de origen animal. En 2016, tras analizar unas 106.121 muestras de multitud de diversos tipos de alimentos de origen animal en busca de antibióticos, tan sólo 180 (0.17%) no cumplían los requisitos legales.

Entonces no se pueden utilizar antibióticos para hacer crecer a los bichos...pero habrá que curarlos si se ponen malos. Así, cuando se observan síntomas clínicos de la enfermedad, se recurre al uso terapéutico del antibiótico solo en el animal o en un grupo de animales que muestran dichos síntomas.

Pero, queramos o no, en una granja, con tanto animal conviviendo en el mismo espacio, las probabilidades de que las bacterias hagan de las suyas son bastante altas. Y así es como llegamos a los usos profiláctico y metafiláctico de antibióticos, que es donde actualmente está la madre del cordero.
 

El uso profiláctico se hace en un animal o grupo de animales sanos con el objetivo de prevenir una infección. Como hay que respetar obligatoriamente el periodo de retirada, esto supone retener a los animales varios días de más o tirar a la basura miles de huevos o una cisterna entera de leche, en cualquier caso una importante pérdida de dinero para el productor. Un buen ganadero normalmente sólo recurre al uso profiláctico en momentos muy concretos; por ejemplo durante el destete de los lechones, cuando son más propensos a contraer enfermedades bacterianas. De todas maneras la mayor parte del consumo de antimicrobianos se debe a este uso profiláctico, que muy posiblemente tenga los días contados. El Parlamento Europeo quiere limitarlo a casos plenamente justificados por un veterinario, cuando exista un alto riesgo de infección con graves consecuencias.

Pero todos sabemos (o deberíamos saber) que los tratamientos con antibióticos hay que tomárselos en serio, respetando las tomas, sin terminarlos antes de tiempo y esas cosas. Imagina ahora que eres ganadero y se te ponen malos dos cerdos de un grupo de 10 que viven en una nave con 90 congéneres. Y seguro que por experiencia sabes que, al igual que ocurre con los críos en la guardería, en cuanto cae uno van los demás detrás. ¿Cómo evitar semejante catástrofe?, pues recurriendo al uso metafiláctico, es decir tratando a todos los que conviven con el enfermo, aun asumiendo que habrá algunos individuos que realmente no necesiten ese tratamiento.



Los animales grandes  se pueden apartar en un corral o atender individualmente.Fuente: Editorial Agrícola.
 
...que a todos estos pollos si estuvieran potencialmente infectados. La manera más eficiente es mezclar los medicamentos en el agua de bebida o en el pienso, pero ¿y si el/los pollos enfermos no tienen sed o pierden el apetito y no ingieren la cantidad necesaria de antibiótico?. Fuente: Editorial Agrícola.

Depende del tipo, y del tamaño, de la granja será más fácil acotar el tratamiento a los animales infectados y a los que conviven con ellos: no es lo mismo un cebadero de terneros o una granja de leche que una granja de pollos, gallinas de puesta o conejos. Existe además el concepto de "presión infecciosa", que no se puede rebajar con tratamientos individuales - ya que los diferentes individuos normalmente se encuentran en diferentes estadios de la propia enfermedad (el "efecto guardería" de antes)- y sólo se consigue controlar mediante tratamientos generales "en sábana".

Como veis, es un tema complejo, cada vez más regulado y en el que se lleva estudiando y buscando soluciones desde hace ya tiempo. Por esta razón, titulares como este  "España atiborra al ganado con antibióticos" daña mucho al sector y confunde al personal. Cierto es que España es, justo después de Chipre, el país de la EU que más antibióticos usa en ganadería, pero ese "atiborra" sugiere una imagen de animales tomando antibióticos a patas, picos y hocicos llenos; dando una sensación de descontrol que no se ajusta a la realidad. Ahora veremos por qué.



No hemos hablado de cría de peces, pero en este sector también recurre a estas sustancias. Según la FAO, el 70-80 % de los antibióticos que se administran a los peces son excretados al agua y se difunden con rapidez en los sistemas acuáticos. Fuente imagen.


 

¿Cómo se controla su uso desde las administraciones?

Para combatir el desarrollo de resistencias es imprescindible que todos los países trabajen juntos, algo que desgraciadamente todavía no ocurre. Por ejemplo, según un informe de la propia agencia estadounidense de Administración de Alimentos y Medicamentos, en este país el 80% de todos los antibióticos se utilizan en ganadería, a pesar de las voces de alerta en ese país.

La UE se lo está tomando más en serio, aunque cada país lo hace a su manera. Para disponer de la información necesaria que permita tomar medidas concretas se puso en marcha en 2009 el proyecto Esvac (European Surveillance of Veterinary Antimicrobial Consumption), que consiste en la recogida y evaluación de datos sobre la venta y el consumo de medicamentos veterinarios que contengan en su composición antibióticos como principio activo.



En esta página interactiva puedes ver cómo está el tema de las resistencias en la UE.

Aunque España se sitúe en el furgón de cola no significa que se haya cruzado de brazos. Nos incorporamos a ESVAC en 2011, y en 2014 comenzó el Plan nacional de lucha frente a resistencias a los antibióticos (PRAN) que ha conseguido un 14% de reducción en su consumo. Recientemente se ha dado un paso fundamental que permitirá tomar medidas más eficaces, la Receta electrónica.

Mediante este sistema, el veterinario (es el único profesional sanitario que puede prescribir medicamentos en una ganadería) tiene que comunicar los datos de las recetas que contengan antibióticos o piensos medicamentosos a la base de datos creada por el Ministerio de Agricultura denominada PresVet. Al enviar datos importantes como la explotación o el tipo de antibiótico que se prescribió, se podrá tener una mejor imagen de los medicamentos se consumen en cada zona de España, a dónde se mueven y en qué tipo de explotaciones se utilizan. Y es que hasta ahora solo se disponía de los datos que daban las empresas farmacéuticas en base a sus ventas.

Gracias a los datos que aporte este sistema será más sencillo evaluar las resistencias que puedan ir surgiendo vinculadas al consumo de antibióticos. Pero además supone una herramienta más de control para las autoridades sanitarias competentes, que podrán vigilar la entrada de animales o sus productos en la cadena de alimentación (periodo de supresión y uso de productos autorizados para cada especie).

 

A veces el veterinario necesita saber con exactitud qué bacteria está causando la infección, e incluso si ya es resistente a antibióticos. Esto es un test sensibilidad frente a antibióticos de un cultivo de Staphylococcus. Los puntos son pequeños discos impregnados de distintos antibióticos, cuanto más grande es el círculo de alrededor, más sensible es la bacteria a esa sustancia en concreto. Uno de los retos es ser capaz de desarrollar test rápidos que puedan hacerse en la misma granja. Fuente.


El caso de la colistina. Una razón para el optimismo.

La colistina se utiliza en humanos como último recurso frente a enterobacterias (como las conocidas Salmonella o E. coli) que se muestran resistentes frente a otros antibióticos. Si perdemos este arma, tenemos un grave problema ya que hay patologías para las que no existe otra alternativa terapéutica.

Hasta hace poco tiempo el veterinario podía utilizar este producto cuando sospechaba que eran estas bacterias las estuvieran dando problemas en la granja, particularmente en granjas de pollo de carne y de porcino. Pero se descubrió que algunas enterobacterias ya disponen de un gen, el mcr-1, que les protege frente a la colistina y que lo han ido compartiendo entre colegas de medio mundo, ya que se ha aislado en China, varios países de la UE (entre ellos España y Portugal) y en EE.UU.

Este descubrimiento ha sido un importante toque de atención al sector, que se está poniendo las pilas para llegar a las cifras que pide la UE:  5mg/PCU - partimos de 37mg/ PCU y el objetivo final es llegar a 1mg. (Holanda y Dinamarca ya lo han conseguido). Para ello, obviamente este medicamento ya no se puede utilizar como profiláctico, y en caso de recurrir al tratamiento, hay que confirmar primero que efectivamente es E. coli la causante de la infección, y que no es resistente a este antibiótico. También se ha desarrollado el Programa REDUCE Colistina al que se han unido de manera voluntaria la propia industria farmacéutica, asociaciones de veterinarios, productores de piensos y empresas ganaderas para llegar a esos 5 mg en la cría de cerdos. Los sectores avícola, cunícola y bovino están dando los primeros pasos para tener también su propio programa Reduce.



Cartel divulgativo del PRAN dirigido a los ganaderos de porcino. Fuente.

¿Y cómo se puede disminuir su uso en las granjas?

Después de todo lo contado, no resulta descabellado pensar que en un futuro quizás más próximo de lo deseable no se pueda recurrir al uso de muchos antibióticos en ganadería. Bien porque lo acabe prohibiendo la Unión Europea o porque directamente a las bacterias ya no les hagan ni cosquillas. La buena noticia es que actualmente hay diversas alternativas y medidas para retrasar o incluso evitar ese apocalíptico escenario.

Lo primero y lo más lógico es reforzar aún más las medidas de prevención en la propia granja (bioseguridad, mayor higiene, mejora en la alimentación, densidad apropiada de animales, control de la temperatura, la humedad y la calidad del aire interior, etc.).


Las granjas intensivas más modernas permiten al visitante ver cómo viven los animales....eso sí a través de un cristal. La bioseguridad es lo primero y dentro sólo pueden pasar los trabajadores, el dueño y el veterinario.


Lo segundo es reforzar la resistencia de los propios animales, mediante el uso de autovacunas o incluso recurriendo a programas de mejora genética que sean capaces de identificar a los animales con mayor inmunidad natural

Por último, se está investigando en otras sustancias que ayuden a los animales en la lucha contra las bacterias patógenas. Tenemos probióticos (preparaciones de microorganismos que contribuyen al equilibrio de la flora intestinal,  potencian el sistema inmunológico e inhiben el crecimiento de bacterias patógenas), prebióticos (fibras vegetales específicas que sirven de alimento y por tanto estimulan el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino) , ácidos orgánicos para el destete de los lechones (al acidificar el alimento se evita el crecimiento bacteriano y mejorar su digestibilidad) e incluso extractos de plantas seleccionadas entre otras cosas por sus propiedades antioxidantes y antimicrobianas.


Epílogo

Si habéis llegado hasta aquí, enhorabuena y gracias por vuestra paciencia. Espero que esta entrada haya servido para entender que lo único que tiene que preocuparnos es la pérdida de efectividad de los antibióticos (que no es poca cosa), ya que su presencia en alimentos es anecdótica gracias a que están muy controlados.

¿Que qué podemos hacer como consumidores? Por lo pronto podemos estar razonablemente tranquilos de saber que se está trabajando en la reducción del uso y que existen alternativas. Como sé que a más de uno no le parecerá suficiente, siempre se puede investigar sobre las marcas de productos que apuestan por reducir el uso de antibióticos, optar por productos procedentes de ganadería extensiva que a priori requiere menos uso de antibióticos o directamente de ganadería ecológica cuya norma de producción solo permite su uso terapéutico.

Por cierto, muchas gracias a Alejandro Giménez Iranzo, por la valiosa información que me aportó sobre el uso de antibióticos en granjas hace ya mucho tiempo.


Otras entradas que te podrían interesar:

DE POLLOS Y SUPERMERCADOS

"STRANGER PIGS" O CÓMO CEBAR MITOS ALIMENTARIOS (PARTE I)

¿SABÍAS QUE LA LECHE NO ES UN VENENO?

PRODUCTOS ECOLOGICOS, ¿POR QUE SON MÁS CAROS?