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miércoles, 7 de febrero de 2018

ABECEAGRARIO - INVERNADERO

Con la "i" vamos a tratar un tema imprescindible hoy en día en el mundo de la agricultura, particularmente en la española.

¿Sabías que China, con 82.000 hectáreas, y España, con 70.000 ha, son los dos primeros países con más superficie agrícola dedicada a la producción hortofrutícola en invernaderos permanentes?

Ejemplo de un cultivo de tomates tipo cóctel en Almería en un invernadero multitúnel, con todo tipo de tecnologías. Fuente: Goldlocki/ Wikipedia, CC BY-SA 3.0.

¿Qué es?

Un invernadero es una estructura cerrada, cubierta por materiales transparentes o semitransparentes, que genera un microclima artificial en el que se pueden cultivar plantas en condiciones óptimas durante todo el año.


Al vivir las plantas en unas condiciones de vida tan favorables aumenta su producción y la calidad de esta, ya que no están expuestas a diversos factores de estrés (calor, heladas, viento, plagas).
 

Invernaderos caseros vs "industriales"

Muchas de las personas que cultivan huerto tarde o temprano se plantean comprar o construirse uno, ya sea para preparar los semilleros o para tener cultivar alguna planta especial que requiera un calorcito extra. En Internet es fácil encontrar un tutorial que muestre cómo construirse un invernadero paso a paso (este es mi favorito) aunque también existe la opción de comprarlo listo para montar para los menos habilidosos. Tened cuidado con los más baratos y/o "cuquis", porque a menudo la economía y la estética están reñidas con la funcionalidad. Y lo digo por la experiencia de haber perdido semilleros un soleado día de invierno, asfixiados en un invernadero monísimo pero sin ventilación alguna.
 

Precisamente es la funcionalidad lo que buscan los invernaderos profesionales, que tienen que sacar adelante cosechas muchísimo más grandes que las del mejor hortelano "amateur". Aparte, lógicamente, de que los invernaderos son mucho más grandes los ingenieros le han dado mil vueltas a la cabeza para conseguir que estas estructuras sean capaces por ejemplo de producir en su interior dos temporadas enteras de perfectos y deliciosos tomates cherry en un solo año.
 

El diseño de un invernadero
 

A la hora de construir un invernadero se tienen en cuenta muchos más factores de los que uno imagina. La orientación, la altura (que determinará la radiación solar que reciben las plantas) o la forma e inclinación del techo (plana, curva, a dos aguas...) son factores tienen gran importancia en la circulación del aire.
 

Y es que la ventilación es algo crucial en los invernaderos de zonas cálidas, porque de ella depende el control de la temperatura, la humedad y la concentración de CO2. Aunque pueden instalarse sistemas de ventilación mecánica, prácticamente todos los invernaderos recurren a las ventanas como sistema de ventilación natural. Estas pueden situarse en el techo o en los laterales del invernadero y ser enrollables o abatibles. 
 

La estructura de un invernadero ha de soportar la cubierta, las inclemencias del tiempo y los diversos elementos que se instalan en el interior. Estos deben proyectar el mínimo de sombra posible y facilitar el movimiento de personas y de maquinaria ligera. En los invernaderos muy tecnificados, eso no siempre resulta fácil.
Fuente: Steven/ DP. Wikimedia/
Tipos de invernaderos
 

Si atendemos a la estructura o los materiales con los que están construidos podemos distinguir tres tipos principales.
 

El invernadero tipo "parral"
 

Es el invernadero típico de la costa almeriense. Son bajitos para adaptarse a las condiciones climáticas de esta zona (horas de sol, fuertes vientos).
 

Son los más sencillos y apenas permiten la automatización de ciertas labores pero su principal ventaja es que requieren una menor inversión, dado el menor coste de los materiales necesarios para su construcción (madera, hierro, plástico).
 

Los invernaderos tipo parral son los más asequibles para pequeños agricultores. Fuente: Pixabay

Desde que en 1961 se cubrieran con plástico los primeros parrales (estructuras donde se criaba las parras para producir uva de mesa), este tipo de invernadero ha tenido un impacto enorme en el desarrollo socio-económico de Almería, y en muchos países del mundo donde se ha aplicado. 


En este vídeo, muy recomendable, cuentan cómo se pasó de un terreno que era "criadero de caracoles y alacranes" al "mar de plástico" actual.    


Invernaderos multitúnel o multicapilla de plástico rígido
 

Este grupo incluye una variedad de estructuras totalmente metálicas, prefabricadas que se instalan, más o menos, como si fuera un mecano. La cubierta del techo es de filme plástico mientras que los frontales y laterales pueden estar fabricados con plásticos rígidos que aportan distintas propiedades (policarbonato, PVC, poliéster con fibra de vidrio...) al invernadero según sea su destino. Es una estructura frecuente en climas templados, por ejemplo en el mediterráneo norte (Barcelona, sur de Francia y norte de Italia) para la producción de hortalizas, flor cortada y plantas ornamentales.
 

El invernadero multitúnel se está extendiendo por la versatilidad que ofrece y su mayor capacidad para controlar las condiciones ambientales del interior. Fuente: Rufepa
  
Invernaderos de cristal o "Tipo Venlo".
 

Se caracterizan por utilizar cristal en vez de plásticos. El cristal es el material que mejor se comporta térmicamente, por lo que se emplea sobre todo en zonas de clima frío o para cultivos específicos que requieren una temperatura estable y elevada.
 

El inconveniente del vidrio, comparado con los materiales plásticos, es que pesa bastante y las piezas son pequeñas. Esto hace que requiera la construcción de estructuras muy reforzadas, que disminuyen la radiación solar en el interior y que encarecen el conjunto considerablemente.
 

Un buen ejemplo de este tipo de invernaderos. Fuente:Desconocida/Wikimedia Commons 
Crecer en un invernadero

Podríamos ver al invernadero como una especie de "incubadora" de plantas, aun asumiendo que estas completarán ahí dentro todo su ciclo vital. Ofrece en todo momento las condiciones de vida óptimas para el desarrollo de las plantas y las protege frente al frio, el calor o frente a distintos organismos que puedan dañarla.
 

Las plantas pueden crecer directamente del suelo, como en los invernaderos de fresas, sobre amplias mesas si se trata de invernaderos dedicados a producir plantones, o sobre estructuras por las que circula el agua llena de nutrientes en el caso de sistemas hidropónicos

 Las fresas de principio de temporada crecen en grandes caballones protegidos por una estructura tipo invernadero, pero más abierta.

Si, esas lechugas tan caras y con tan buen aspecto posiblemente vengan de un invernadero con sistema hidropónico. Fuente: Freshplaza


Lo más habitual hoy en día es cultivar las plantas en unas bolsas llenas de un sustrato inerte, normalmente "lana de roca". La planta desarrolla las raíces en su interior y estas reciben la cantidad exacta de agua y nutrientes que necesita a través de un sistema de riego por goteo especializado. Este sistema se denomina "fertirrigación", y creo que habrá que dedicarle otra entrada.
 

El espacio de un invernadero es limitado y en algunos cultivos se hace crecer a las plantas de tal manera que aprovechen el espacio al máximo y que permitan trabajar cómoda y rápidamente a los operarios. ¿Cómo? conduciéndolas en vertical apoyándolas en cuerdas, realizando lo que se denomina el "entutorado". Fuente: Cortesía de Syngenta.


¿Sabías que una planta de tomate, crecida y formada en invernadero, puede llegar a medir tres metros?
 Stop bichos (o no)

¿Sabías que el sistema de cultivo bajo invernado es pionero en la utilización de control biológico de plagas?


Todo este control de las condiciones ambientales es posible porque los invernaderos están prácticamente aislados del mundo exterior. Esto ayuda a luchar contra las plagas, ya que en el caso de que logren entrar, son más fáciles de controlar al estar en un recinto cerrado.
 

Pero lo primero es tomar medidas para evitar que entre cualquier organismo que pueda causar problemas - virus, bacterias, hongos o insectos -. Esto se hace utilizando material vegetal (semilla o plantones) con sanidad certificada, restringiendo las entradas al interior del invernadero o colocando mallas anti-insectos. Esto es algo importante, porque si llegara a entrar una plaga de insectos, el invernadero es un sitio ideal para expandirse: calentito, sin grandes oscilaciones de temperatura y con plantas bien alimentadas para comer.
 

Para prevenir la entrada de enfermedades provocadas por virus o bacterias lo más seguro es adquirir semillas o plántulas a un proveedor certificado. Y aún así, estos microorganismos a veces se salen con la suya, como en el caso de este pimiento tan saleroso afectado por un virus.


Como resulta que la Unión Europea cada vez restringe más el uso de productos fitosanitarios, especialmente en horticultura, y el control sobre los residuos es tremendamente exigente (a menudo las comercializadoras exigen limites más exigentes aún) los agricultores han optado por recurrir a la Producción Integrada. Algún día también le dedicaré una entrada a este interesante sistema de producción, pero resumiendo, quedaos con que intenta reducir al máximo posible el uso de productos fitosanitarios utilizando todas las técnicas agronómicas y biológicas a su disposición.
 

La cochinilla algodonosa o cotonet (Planococcus citri) es un insecto difícil de combatir  con insecticidas gracias al caparazón que le protege, pero es muy vulnerable a un voraz depredador como Cryptolaemus montrouzieri. Fuente: Cortesía de Syngenta.

Una de las más importantes hoy en día es la "lucha biológica", que también resumiendo (y recurriendo a wikipedia) es un "método agrícola de control de plagas que usa depredadores, parásitos, herbívoros u otros medios naturales".  

¿Sabías que el 100% de la producción de pimiento de Almería se realiza utilizando métodos de control biológico de plagas? El objetivo es conseguirlo con el resto de cultivos, y no queda lejos.

 Pero el aislamiento total tiene una pega. Si no puede entrar ningún insecto, cultivos como el tomate no podrían producir frutos porque nadie polinizó sus flores. ¿Nadie? Pues no, actualmente se utilizan colonias de abejorros que viven en colmenas portátiles. Estas se colocan en determinados puntos del invernaderos y sus moradores hacen su trabajo de polinizadores con eficiencia. Así tenemos este problema también solucionado. 

Una colmena de abejorros portátil para invernaderos. Fuente: Cortesía de Syngenta.

Una visita al interior del invernadero


Como resumen y para terminar, os dejo con este vídeo en el que aparecen algunas de las cosas que he contado.
No sé si a partir de ahora veréis a los invernaderos de otra manera. Si es así, y os ha llamado la atención esta manera de producir verduras y frutas, sabed que es posible visitar y aprender cómo funciona un invernadero por dentro. La empresa Clisol, en Almería ofrece la posibilidad de disfrutar de este turismo tan particular. 

 
Ah, se me olvidaba; invernadero en inglés es greenhouse

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Reconozcámoslo, los tomates de invernadero muy buena fama no tienen (a pesar de que los famosos RAF lo sean al 100%). Cuento por qué en: AQUELLOS TOMATES
 

Hay un lugar en una esquinita de la península donde se produce, casi todo el año en invernadero, la mayoría de los tomates cherry que consumimos en España y parte de Europa. Lo cuento en: EL PARAISO DE LOS TOMATES CHERRY  

A pesar de que un invernadero es el lugar ideal para que crezcan plagas, quizás sean los sitios donde menos productos fitosanitarios se utilicen. Si quieres saber más sobre sanidad vegetal, no te pierdas esta entrada.
NO, LOS AGRICULTORES NO PRETENDEN ENVENENARTE

viernes, 15 de noviembre de 2013

EN OCTUBRE, ESTERCOLA Y CUBRE

Voy a dedicarle la entrada a una labor imprescindible si se quiere conseguir una cosecha más o menos digna (de que te paguen por ella).

Una de las labores obligatorias cuando se prepara el suelo para un nuevo cultivo es aportarle alimento a las plantas. Si no se aplica algún tipo de fertilizante a un suelo que soporta cosechas año tras año, acabará perdiendo su fertilidad. De todas maneras, no se puede abonar de cualquier manera, antes hay que estudiar varios aspectos: cómo es el suelo, el clima de la zona, el tipo de cultivo, el tipo de abono y el momento de aplicación.

Hay cultivos más demandantes de abono que otros. Tampoco es lo mismo un huerto familiar que una explotación agraria, que tiene que asegurarse altos rendimientos. Fuente: Syngenta.
Hay dos tipos principales de abonos: orgánicos e inorgánicos. 

Los orgánicos proceden de restos vegetales, las deyecciones de animales o la mezcla de ambos.

Las explotaciones ganaderas son la principal fuente de abono orgánico. Se genera en tal cantidad que son necesarias instalaciones diseñadas especialmente para almacenarlo.
Aquí se ve una fosa de purines. Foto de Beatriz Soret (Universisad de Navarra).

Los inorgánicos, también llamados minerales, se elaboran industrialmente. En una fábrica, los diferentes elementos presentes en la naturaleza (gas natural, rocas y sales) son transformados en nutrientes asimilables por las plantas.

Esta fábrica es una de las más grandes de Europa para la producción de fertilizantes complejos NPK. Fuente: Yara International ASA 2004.

Ambos tipos tienen ventajas e inconvenientes, y bien utilizados se complementan perfectamente. Los abonos orgánicos, aportan cierta cantidad de nutrientes, pero principalmente mejoran las propiedades del suelo. Los abonos minerales, en cambio, aportan gran parte de los nutrientes que necesita la planta de una manera abundante y precisa.

¿Qué tipos de abonos orgánicos hay?

Al proceder de muy distintos restos de origen vegetal o animal, los abonos orgánicos tendrán cada uno diferentes características. Los más utilizados son los de origen animal, posiblemente porque son los que se producen en mayor cantidad.
 

Se llama estiércol al material procedente de la mezcla de cama (paja, viruta, serrín, arena...) y las deyecciones del ganado (vaca, cabra, oveja, caballo, etc.). No se aplica directamente al suelo, sino que se deja fermentar durante un tiempo, bajo unas condiciones controladas. 


Un motón de estiércol, o "basura" como le llaman algunos ganaderos.

Según la especie de procedencia, la cantidad de agua que contenga el excremento y si tienen restos de la cama de los animales, el resultado será bien distinto: un estiércol de caballo, vaca u oveja mezclado con paja,  un purín o abono líquido de cerdo , o  los excrementos de pollos y gallinas, denominado gallinaza tendrán distintos usos y la cantidad y  manera de aplicarlos será bastante distinta.

El mantillo por su parte, se elabora a partir de estiércol y y otras materias orgánicas de buena calidad. Es muy rico en materia orgánica muy descompuesta, por lo que se utiliza para corregir las deficiencias físicas de los suelos, sobre todo en jardinería.
 

Por último tenemos al compost, que es genéricamente el producto obtenido tras la por fermentación controlada de residuos orgánicos. Estos residuos pueden ser el mismo estiércol que hemos visto antes o residuos agrícolas o agroalimentarios, como los restos de podas, restos de algodón o el alpechín que se obtienen al elaborar el aceite de oliva. También se pueden compostar residuos urbanos procedentes de depuradoras o centros de tratamiento de basuras, aunque su uso es limitado por la posible presencia de sustancias no deseadas.
 

También se puede hacer compost de manera doméstica o en el jardín, a partir de de elementos como hojas, hierba cortada, restos de de verduras, frutas, etc. en este caso, se trata de un abono de origen principalmente vegetal.  


Cuando se habla de compost, a muchos nos viene esta imagen.


Ventajas e inconvenientes de los abonos orgánicos 

Al aportarlos, aumentamos la cantidad de materia orgánica en el suelo, y con ello conseguimos varias cosas: le damos elementos nutritivos, le ayudamos a almacenar más agua y absorber mejor los nutrientes. Estos abonos, suministran cobijo y alimento a miles de organismos vivos que viven en el suelo, que a su vez trabajan para mejorar la calidad del suelo.

Debido a sus características, aportan nutrientes al suelo lentamente y la planta puede aprovecharlos durante más tiempo. Otra ventaja nada desdeñable es que suelen ser más baratos que los orgánicos.

Su gran desventaja es que son muy variables en cuanto a composición: influye la alimentación de los animales, la estación, el grado de descomposición…. Al añadir estos abonos, el agricultor no sabe con exactitud qué nutrientes está añadiendo al suelo, en qué cantidad, ni si estarán disponibles cuando la planta lo necesite.

Otro inconveniente es que ocupan mucho espacio y son complicados de transportar y almacenar.


¿Qué tipos de abonos inorgánicos hay?

Los abonos minerales normalmente se clasifican según los nutrientes que contienen. Hay abonos simples, que contienen un solo elemento fertilizante (Nitrógeno, Fósforo o Potasio son los más importantes). Los abonos compuestos pueden contener dos o tres de los nutrientes básicos, ya sea en el mismo gránulo (complejos) o en gránulos separados (mezcla).


Se identifican por 3 números seguidos que representan su riqueza en Nitrógeno, Fósforo y Potasio respectivamente. Fuente:Fertiberia.


El agricultor tiene a su disposición muchas posibilidades para elegir el abono inorgánico en función de sus necesidades, y así puede aplicar el nutriente necesario casi a cualquier tipo de cultivo. También pueden presentarse como abonos sólidos o líquidos (para fertirrigación o para aplicar directamente a la planta).

Ventajas e inconvenientes de los abonos inorgánicos

Como son un producto industrial, tienen una serie de características garantizadas: tamaño del gránulo, riqueza en nutrientes, y facilidad de reparto. Todo esto permite al agricultor saber con exactitud qué nutrientes está aportando, y en qué cantidad

A la izquierda. Gránulos de abono preparados para su uso, de forma y tamaño homogéneo para que se repartan por igual en el terreno. A la derecha, gránulos irregulares obtenidos tras la mezcla mecánica. Fuente : Yara International ASA 2004.

Sus dos principales inconvenientes son: su precio y que no mejoran la calidad del suelo, simplemente añaden nutrientes que han de ser consumidos por las plantas en un periodo más o menos corto de tiempo.

Sin embargo, cuando se busca lograr unas altas producciones, y que los cultivos tengan todas sus necesidades nutritivas satisfechas (y por tanto el producto final cumpla las expectativas del mercado y del consumidor), su uso se hace tan imprescindible que compensa el gasto realizado.

¿Te suena esta imagen?, en 1804 en el desierto de Atacama (Chile), se descubrió una sal que contenía nitrógeno, iniciándose la explotación del conocido “nitrato de Chile”, el primer fertilizante mineral.

¿Cómo se realiza el abonado? 

Dependerá sobre todo del abono que se vaya a utilizar.

Para repartir estiércol se utiliza un remolque distribuidor que avanza por el terreno desmenuzando el estiércol y dispersándolo por el suelo.

Para repartir estiércol liquido, también llamado purines, como los que producen los cerdos, se utiliza una cisterna esparcidora. Pueden depositarlo sobre la superficie del suelo o a cierta profundidad para reducir el mal olor. Fuente: Joskin.

Para distribuir en el campo los abonos minerales sólidos, se utiliza una abonadora centrífuga. Reparte el abono de una manera más homogénea y, desde luego, menos aparatosa. Fuente: Archivo Editorial Agrícola.

Los abonos minerales también pueden aplicarse disueltos en el agua de riego. En este caso hablamos de fertiirigación. Este sistema se utiliza a menudo en zonas donde los suelos no son aptos para la agricultura, bien porque son muy pobres o porque tienen algún elemento tóxico para las plantas.

Las raíces crecen en unos sacos rellenos de un material que lo único que hace es sujetar y proteger las raíces. Permiten que circule el agua de riego cargada de nutrientes que les llega a través del sistema de riego por goteo. 
 
Mediante un complejo sistema se mezclan los abonos con el agua de manera que las plantas reciben en cada momento los nutrientes que necesitan.



La fertirrigación es una técnica cada vez más extendida en riegos por goteo y por aspersión. No solo en invernaderos, también en cultivos frutales, maíz etc. Para llevarla a cabo se han de utilizar abonos diseñados específicamente para esta técnica.
Fuente: Yara International ASA 2004.


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