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sábado, 27 de octubre de 2018

LA PLAGA DE UN CULTIVO QUE SE CONVIRTIÓ EN DROGA ALUCINÓGENA

¿Qué tienen qué tienen en común los Beatles, un santo medieval y ese pan alemán oscuro y pesado como un adoquín?

Este pan suele estar hecho con harina de centeno (a veces casi al 100% ), un humilde cereal que crece en suelos poco fértiles, y es capaz de soportar frio y sequía. Es muy consumido en países de Centroeuropa, Escandinavia y Rusia como ya conté en esta entrada. Pero no es mi intención hablaros de este cereal sino de un hongo con el que mantiene una estrecha relación.

Se trata del cornezuelo o ergot, un hongo normalmente considerado como una "plaga" (aunque sería más correcto decir una "enfermedad") y paradójicamente también como una fuente de ingresos.

Recuerdo que nos hablaron de esta especie como una simple anécdota en clase de microbiología, durante la carrera. Pero recientemente, en el grupo de Facebook de Agricultura Española un miembro publicó una espiga con cornezuelos claramente visibles. Se me ocurrió que podía ser un tema interesante para tratar en el blog, pero no imaginaba hasta qué punto. 


Con esta foto, y esos pedazos de cornezuelos, neblones, dentones, tizones.... comenzó todo. Fuente: Jaime Villacorta

 

Un poquito de biología

El cornezuelo o ergot (Claviceps purpurea) es un hongo parásito del género Claviceps, que incluye más de cincuenta especies. Tanto el cornezuelo como sus parientes pueden afectar a una gran variedad de cereales y hierbas, pero la víctima principal es el centeno (Secale cereale).
 

Cultivo de centeno. Es necesario que llueva o que el suelo presente mucha humedad para que el hongo complete su ciclo de reproducción y forme los típicos cornezuelos. Así, en los años o en los lugares en que se dan estas circunstancias los ataques del hongo son más evidentes. Fuente: Howard F. Schwartz, Colorado State University, Bugwood.org

 

No voy a contaros su ciclo biológico, si tenéis curiosidad podéis verlo aquí. Pero si es importante quedarse con dos o tres ideas:

1. Lo que llamamos cornezuelo, esa especie de cuernito o espolón ( de ahí el nombre "ergot" en francés) que crece en lugar del grano es una forma de hibernación del hongo. Está formado por un micelio, normalmente un entramado de células muy finas y alargadas, que se apretuja y endurece para durar hasta la siguiente primavera.

 

El micelio de un hongo "normal", de los que forman setas. Fuente

2. Cuando la espiga está madura, el cornezuelo también lo está y cae al suelo. Ahí esperará, pasando mucho frio, la llegada de la primavera, momento en el que forma unas setas diminutas que liberarán las esporas. Justo en el momento en que se están empezando a abrir las flores del centeno para captar el polen que les llega con el viento, se cuela una espora impostora que invade el ovario para formar el cornezuelo.


Las setitas. Fuente: Odile Jacquin - Own work, CC BY-SA 3.0,

3. Pero, para colmo, cuando el cornezuelo está todavía tierno en la espiga aprovecha la ocasión para generar otro tipo de esporas y a la vez provoca que la planta segregue una melaza que atraerá a bichos diversos, los cuales al final acabaran dispersando estas esporas y por tanto el hongo.


Lo mismo soy un poco friki, pero evolutivamente este hongo me parece una pasada. Recurre a dos mecanismos de dispersión de esporas, el viento, que es el mismo que utilizan los cereales a los que parasita, y los insectos, fabricando una sustancia dulce para atraerlos y que se les queden pegadas las esporas, tal como ocurre con las abejas y otros tantos polinizadores. Fuente: Howard F. Schwartz, Colorado State University, Bugwood.org
Un hongo que ha mandado gente a la hoguera, a la casa de locos y al Camino de Santiago

Una vez aclarado la relación del pan de centeno, vayamos con el santo medieval.

El cornezuelo y su toxicidad se conocen probablemente desde hace más de 2.500 años: una tablilla asiria del 600 a.C. habla de una “pústula nociva en la espiga del grano”. Pero sin duda, si hay una época en la que causó estragos fue en la Edad Media, cuando la mayoría de la población europea sólo tenía acceso al pan elaborado con centeno.

El cornezuelo, entre otros compuestos, contiene una serie de alcaloides que provocan importantes reacciones en el cuerpo cuando se ingieren en determinadas cantidades. los síntomas más comunes son alucinaciones, convulsiones, espasmos, psicosis, manías, náuseas, picores intensos, sensaciones de frío o calor intenso y vómitos. Así que os podéis imaginar que, en aquella época en la que la ciencia no pasaba por sus mejores momentos, pero sí la intransigencia religiosa, no les resultara descabellado pensar que ese pobre aldeano o aldeana que sufría de espasmos musculares, alucinaciones y delirios estaba poseído por el demonio. Y viendo que los exorcismos tenían bastante menos efecto que algunos de estos alcaloides, pues a la hoguera y asunto resuelto. De hecho, se especula con que el ergotismo (así se llama la enfermedad causada por este hongo) tuviera algo que ver en los juicios de las Brujas de Salem, que tuvieron lugar bastante tiempo después, a finales del siglo XVII en una comunidad puritana de Massachusetts (EE.UU.).

Pero volvamos a la Edad Media. En aquella época, otra de las consecuencias del consumo habitual del pan contaminado eran las necrosis y gangrenas en las extremidades, debidas fundamentalmente al efecto vasoconstrictor de las toxinas del hongo. Al ergotismo se le llamaba "fuego sagrado" , "del infierno" o " de San Antón", a raíz de una historia en la que San Antonio Abad curó al hijo de un noble, el cual decidió crear una orden religiosa, los Antonianos, dedicada exclusivamente a curar y cuidar a los afectados. Sus miembros también animaban a sus pacientes a hacer el Camino de Santiago, donde tendrían a su disposición pan de trigo candeal (limpito del dichoso hongo) y un convento-sanatorio en Castrojeríz (Burgos); un curioso ejemplo de turismo gastro-sanitario. Si os interesa el tema, en el blog de José Ramón Alonso podéis encontrar la historia completa muy bien contada


Fragmento del Retablo de San Antonio en el que un fraile antoniano atiende a los enfermos del fuego de San Antonio. MNAC (Barcelona). Tomado de aquí.
 Como curiosidad, comentar que gran parte de estos problemas causados por el pan de centeno contaminado empezaron a disminuir gracias a la llegada a Europa de la patata. Pero eso ya es otra historia, que también merece la pena ser contada. 

...hasta que se aprendió a utilizarlo.

La utilidad médica del cornezuelo en general no se conoció hasta el s. XVI gracias a un tal Lonicerus. Pero no es hasta el s. XIX cuando se empiezan a conocer las diversas moléculas que contiene, los efectos y las potencialidades de cada una.

Se ha utilizado mucho en obstetricia, para acelerar el trabajo del parto o incluso para provocar abortos, o para tratar las hemorragias post-parto gracias a su efecto vasoconstrictor. Actualmente se utiliza en el tratamiento de migrañas.
El caso es que en el s. XIX y principios del XX era una sustancia muy valorada por sus aplicaciones médicas y por tanto muy demandada. Hasta el punto de provocar episodios de "fiebre del cornezuelo" en los campos gallegos, como cuenta esta otra interesante entrada.


 Fuente Wikimedia
Resumiendo un poco, Galicia y León eran las zonas con mayor cosecha de centeno de España, y el clima favorecía el desarrollo del hongo, que al parecer era de muy buena calidad. Pero Rusia era, con diferencia, el mayor exportador mundial, y cuando la oferta rusa sufría algún trastorno serio (guerras y revolución básicamente), el precio del producto se disparaba y muchos campesinos invadían los campos de centeno gallegos para recoger los "dentones", por los que recibían una cantidad de dinero nada desdeñable. Así, el cornezuelo y sus derivados se convirtieron en una buena fuente de divisas para la economía española: incluso hubo quien, allá por el año 1943, sugirió cultivar el centeno sólo para obtener el hongo (ver este artículo de la Revista Agricultura, pag.20).

Bueno, ¿ y qué pintan los Beatles en esta historia?. La respuesta está en el LSD o ácido lisérgico, con el que estos músicos y otras muchas "celebrities" experimentaron en los años 60. Pues bien, esta sustancia fue sintetizada por Albert Hofmann, un químico suizo, cuando intentaba purificar e identificar los principios activos del cornezuelo. La farmacéutica Sandoz (hoy Novartis) empezó a producirlo en 1947, con fines médicos y la cosa se fue de madre unos años después. Hoy en día se ha retomado el interés por esta sustancia y se está estudiando su uso como paliativo en enfermos terminales de cáncer.


 Aunque mucha gente se empeña en asociar la canción Lucy in the Sky with Diamonds con el LSD (algo que el grupo negó), lo cierto es que ya en el álbum Revolver se aprecia su influencia.

 

Sobre el origen del LSD, su relación con la CIA, y la hipótesis de que estos lo probaran en un pueblo francés en 1951 (Pont-Saint-Esprit) también se ha escrito. Lógicamente no me voy a meter en ello, pero os dejo este otro enlace por si tenéis curiosidad.

El cornezuelo hoy en día

Como he podido comprobar gracias a los miembros del grupo AE en Facebook, este hongo sigue haciendo de las suyas en campos de centeno en los años húmedos.

Esto no debería preocupar a los aficionados al pan de centeno. Actualmente disponemos de los medios agronómicos y técnicos para evitar que el cornezuelo no cause ningún problema al consumidor. Si acaso pueden afectar a agricultores y ganaderos, ya que las infestaciones de este hongo causan una menor calidad y cantidad de grano y heno, aparte de que si se utiliza para alimentar al ganado, este puede enfermar o tener problemas de fertilidad.


Claviceps en Dactilis glomerata, una especie típica del pasto. Fuente: Bildoj - Own work, CC BY-SA 3.0.

Existen varias recomendaciones (podéis verlas aquí) para evitar el desarrollo del hongo y la contaminación de los granos en el campo. Los agricultores utilizan el laboreo profundo para enterrar el hongo (así no puede formar las "setitas" y se corta el ciclo) y variedades híbridas cuyas flores femeninas se abren casi todas a la vez y durante poco tiempo (las esporas tienen entonces más difícil llegar al ovario). Para evitar la difusión de esas otras esporas formadas en las espigas infectadas de especies silvestres, que pueden dispersarse gracias a las salpicaduras de lluvia, los insectos, el contacto entre espigas e incluso la maquinaria agrícola, se han de mantener márgenes libres de este tipo de vegetación en los alrededores del cultivo. También existen tratamientos fungicidas, pero no suelen ser rentables.

Los ganaderos sin embargo lo tienen un poco más difícil, ya que el hongo también ataca a varias especies de gramíneas pastables; como a los pastos no se les puede pasar el arado, se pueden manejar evitando que las gramíneas lleguen a formar espigas mediante la acción del propio ganado.


Y esto es todo. De esta historia surge una reflexión final en estos tiempos raros de quimiofobia y desinformación científica: algo tan natural como un trocito de hongo puede ser tremendamente peligroso, pero también puede ser una medicina, todo dependerá si se utiliza en la dosis adecuada. Esto lo ha descubierto el ser humano gracias a la ciencia; y la tecnología le ha permitido evitar más daños.
 

 

Otras entradas que te podrían interesar:

Sobre las características del centeno o otros cereales, y sus propiedades a la hora de hacer pan, puedes aprender en DE HARINAS Y PANES

Si te gustan las curiosidades biológico-agronómicas no te pierdas ¿POR QUÉ ALGUNOS VEGANOS NO QUIEREN COMER HIGOS?.

Hasta que escriba la entrada sobre la llegada de la patata a Europa, podéis entreteneros con EL MUNDO MULTICOLOR DE LAS VARIEDADES DE PATATAS.

jueves, 21 de junio de 2018

¿QUÉ TIENE LA ESPELTA PARA ESTAR TAN DE MODA?


Hace poco tiempo, mientras hacíamos la compra nos chocó la cantidad de productos que incorporaban la espelta entre sus ingredientes.

Imagino, mejor dicho espero, que muchos consumidores sabrán que la espelta es un tipo de trigo. Y si está en todas partes será porque ha pasado a formar parte del grupo de los "superalimentos", y se vende como un cereal muy nutritivo y maravilloso para la salud. De hecho, recuerdo haber oído a una "supuesta" "coach nutricional" tranquilizar a una clienta, "no te preocupes las magdalenas están hechas con espelta, no con trigo". Mi cara debió de ser un poema.

Así que creo que ha llegado el momento de poner a la espelta en su sitio. No pretendo  hundir su reputación, simplemente investigar cuánto hay de verdadero y cuánto de exageración. Y contároslo en este blog.
 

Espigas de espelta.

jueves, 30 de junio de 2016

FORMANDO A DETECTIVES DE LOS ALIMENTOS


Tanto éxito tuvo el primer Tour del "Proyecto Conocer la Agricultura y la Ganadería" en colegios, que hemos tenido que repetir una segunda convocatoria, y ya tenemos hasta lista de espera. Como nos va la marcha, el próximo reto que nos planteamos es salir de la Comunidad de Madrid.

De nuevo ha sido una maravillosa experiencia bajar al patio o al gimnasio del colegio para ver cómo perciben los más pequeños la agricultura, la ganadería y su relación con los alimentos que toman a diario. Muchas de las conclusiones son las mismas a las que llegamos en el Tour anterior, repitiéndose algunas de las anécdotas que conté en las crónicas anteriores. Pero en esta ocasión, por razones que desconozco, tenemos menos anécdotas para compartir con vosotros; aunque alguna que otra sí que hay.

 

Hemos visitado colegios en los que los niños estaban particularmente puestos en estos temas, algunos por su propio interés o porque lo habían trabajado con los profesores en clase. Mi reconocimiento a todos los profesores que se han implicado (la mayoría) y han disfrutado de las actividades como los que más.


Charla inicial: el reino de las verduras

Lo primero que hacemos siempre es reunir a todos los niños para presentarnos y contarles lo que vamos a hacer. 
Hablando de cereales en la charla inicial. No falla, es pedirles que nos nombren cereales que conozcan y salen automáticamente los choco - crispies o cualquier variedad de cereales de desayuno (preferentemente chocolateada).

¿Qué tendrá la zanahoria que sale siempre?. Dibujo de Inés Garrido, del Colegio Santa Ana y San Rafael.


Empezamos preguntándoles qué significa "Agricultura" para ellos y enseguida surgen palabras muy genéricas aunque acertadas: cultivar, recolectar, alimentos... Hemos comprobado que los niños a) al principio están un poco tímidos y b) lo que realmente quieren es ponerse a jugar, así que es normal que no se explayen mucho cuando les preguntamos.

Pero si les pedimos que nos hablen de alimentos, salen enseguida hortalizas o cualquier otro tipo de verduras. Está visto que las más importantes las conocen, otra cosa ya será que se las coman. Como curiosidad los niños del colegio de Quijorna, de un entorno más rural, fueron los que citaron más variedad de verduras.

Uno de los monitores me cuenta que a menudo, hablando sobre alimentos, preguntaba a los chicos por recetas conocidas, y siempre hay uno que dice —Sopa de... —

—¡¡ Tomate !! —. Vale tenemos el gazpacho y otras miles de variedades.

—¡¡ Pimiento !!, ¡¡ berenjena !!—. Lo mismo a alguno le pasan el pisto por la batidora.

De zanahoria también vale, y es que, para ellos se puede hacer sopa con cualquier vegetal.

 

Luego pasamos a la ganadería y ocurre tres cuartos de lo mismo; la definición por excelencia para ellos es "cuidar a los animales". Me hubiera gustado tirarles un poquillo más de la lengua para aclarar qué entienden por cuidar animales, aparte de darles de comer, pero el tiempo apremia y los chicos quieren jugar. Cuando pasamos a repasar los alimentos salían los típicos: carne, leche, huevos...y salchichas y bacon, como no.
 


Los niños del Ángel León eran de primero pero estaban muy puestos. ¿Será porque tienen huerto y criaron pollitos en clase?.

En el Colegio Ángel León, se me ocurrió ir más allá y preguntarles por algo muy habitual en su día a día y que está hecho con un producto de origen animal.

—Es redondo, de cuero, y os gusta jugar con el—

—Un planeta— respondieron. Se ve que estos chicos no se conforman con cualquier juguete.

 

En ese mismo cole, un niño mencionó al conejo como animal de granja, lo cual es sorprendente: porque eran niños más bien pequeños (1º primaria) y porque, sobre todo a estas edades, los conejos suelen ser considerado más como una mascota.




 

Los dos juegos clásicos: el Memory y la Oca
 
El memory es, con diferencia, el juego más agradecido: pocas normas y bastante sencillas, dinámico y basado en imágenes. La oca llama más la atención, pero conforme avanza el juego las ansias por ganar superan a las de aprender.


En el Colegio María Corredentora la cabina del tractor pudo subir de nivel, de cabina de helicóptero ha pasado a avión. 
La mariquita es un insecto conocido por los niños, y muy vistoso. Belén, nuestra monitora preguntó a los niños del Colegio Francisco de Quevedo : "—¿ Sabéis por qué las mariquitas son buenas en la agricultura?— ¡ Porque dan suerte !—contestaron los niños".

Alejandro, el monitor que suele ocuparse del juego de la Oca, tenía impresionadas con su sabiduría a estas chicas del Colegio Príncipe de Asturias.





En el juego de la oca hay una casilla con una sandía dibujada. Debió costarles reconocerlas porque uno de los equipos insistía en que las sandías son rojas con puntitos negros, en vez de verdes. Quizás es porque los niños están acostumbrados a verlas ya abiertas. 





Los más pequeñines también pueden jugar, y siempre se les queda algo. Aquí tenemos a alumnos de Educación Infantil del Colegio Héroes del 2 de Mayo.


Aprendiendo sobre alimentos con el juego "Del campo a la mesa"
 

Para esta ocasión hemos estrenado un nuevo juego dedicado a los alimentos y a su relación con la agricultura y la ganadería, de ahí el título de esta entrada.


La idea inicial era meter también plantitas de hierbas aromáticas que, además de ser ingredientes, decoraran un poco. Pronto me alegré de haberla desechado, no hubieran durado ni dos sesiones.





La idea de este juego, he de reconocerlo, está inspirada en el programa Máster Chef al que muchos niños son muy aficionados. Algunos lo captaban enseguida, pero pronto descubrí que era mejor no mencionar al programita de marras si quería evitar una histeria colectiva de los niños a la hora de "hacer la compra" difícil de controlar. Y es que este tercer juego es sin duda el más complejo: cuando los niños (con o sin profes) colaboran funciona genial y aprenden mucho, pero puede llegar a ser una auténtica tortura locura.
 

 Fase preliminar del juego.1. Juntarnos todos alrededor de una mesa con un bodegón de alimentos, unos de mentira y otros de verdad. 2. Pedirles por favor que dejen de tocar los alimentos, y recordarles que aunque algunos están muy logrados, NO íbamos a cocinar porque con alimentos de plástico, y sin cuchillos ni pila ni cocina difícilmente se puede cocinar nada. Aún así alguno siguió insistiendo, bendita inocencia.


El juego comienza presentando los alimentos como la materia prima de los cocineros, no sólo los "chefs", también los cocineros del comedor del cole y los padres, madres, abuelas, etc. que cocinan en casa. Entonces les lanzo la pregunta del millón.

—¿Os gusta cocinar?—

—¡¡ Siiii !!— es la respuesta más frecuente, acompañada por un entusiasmo general, y unas cuantas manos levantadas.

—"Yo cocino con mi madre", "Yo ayudo a mi padre a hacer la tortilla de patatas", "Yo sé hacer bizcochos" — enseguida añadían los niños, deseosos de demostrar que no se limitan a ver los "gastroprogramas" sino que les gusta trastear en la cocina con los mayores. Ojalá les dure la afición.


Ya metidos en materia les pregunto —¿qué cosas creéis que tiene que saber un buen cocinero?

—Pues saber cocinar—la respuesta es unánime. Pero como aquí si puedo tirarles de la lengua, les pido que concreten más. Y enseguida surgen ideas:

—Saberse las recetas. —Es otra respuesta muy común.

—Qué ingredientes poner y cómo combinarlos—apunta una niña.

—Saber encender los fuegos —añade otro niño.

—Tener cuidado de no cortarse o quemarse— apunta un tercero. Vaaale, que pasa el tiempo y nos alejamos de dónde quiero llegar.

Hasta que una niña apunta tímidamente —saber cómo comprar—. Y ahí es cuando les hablo de la importancia de conocer los alimentos y saber cómo comprarlos; al fin y al cabo, un gazpacho hecho con tomates insípidos nunca estará tan rico como uno hecho con tomates de temporada.


 Algo de chapa les tengo que dar, intentando que ellos participen eso sí. Da gusto cuando tienes una audiencia como los chicos del Colegio Ramón y Cajal.

Cuando les pregunto si saben lo que es un alimento de temporada algunos niños no tienen ni idea y otros, aunque lo saben, no son del todo capaces de expresarlo bien y se hacen un lio. Ocurre lo mismo con los alimentos con denominación de origen. En este caso recurro a un ejemplo muy familiar: plátano de Canarias versus banana.


—Imaginaros que os mandan comprar plátanos de Canarias, ¿cómo los distinguirías en la tienda?—

—Pues por la pegatina—suelen decir los niños.

—Ya, pero no todos los plátanos la llevan, y a veces se cae—les replico.

—¡Pues por el paquete!, o por el cartel en la tienda— suelen responder. Chicos prácticos estos.

—¡ Por el sabor ! —apunta un niño convencido

—Ya, pero si te comes un plátano antes de comprarlo lo más seguro es que te regañe el tendero —sigo pinchándoles un poquito.

—¡Porque son más grandes!, ¡porque son más pequeños!, ¡por el color! (¿ein?) —en este punto cualquier respuesta les parece válida.

—¡Por las pintitas! — ¡¡ por fin salieron !!.



El momento más deseado, hacer la compra.

Pero como lo que realmente están deseando es "hacer la compra" y ponerse manos a la obra, les doy a cada equipo un sobre con las instrucciones necesarias. Es muy divertido ver la seriedad con la que cuentan cómo harían ellos las recetas previstas. Una vez cocinado todo, volvemos a hablar de ingredientes, ya que a cada grupo le tocará ordenar una serie de fotos relativas a un ingrediente concreto. He de decir que en general lo hacían bastante bien.


¿Es así? 
¿O así?. ¿Una isla o una montaña?. Esta foto de de los invernaderos de Almería tomada desde el espacio confundió a más de uno, que no sabía bien cómo orientarla. Fuente: NASA
Otro niño confundió directamente las ubres de esta vaca con su culo, le chocó que fueran tan grandes. Fuente: desconocida.


Los niños y el orden de magnitud en producción animal:

—¿Cuántos huevos pone una gallina al día? — les preguntaba.

— ¡ Cinco !, ¡tres!,¡dos! — contestaba la mayoría conforme les iba haciendo gestos para que bajaran la cifra.

— Y... ¿cuántos litros de leche da una vaca al día? —

— Uno, cinco, diez — respondían.

Es curioso, a las gallinas las sobreexplotan y a las vacas no les sacan partido.



La de cosas que se pueden contar a partir de una foto de una sala de ordeño. Fuente: De Laval

La sala de ordeño o cómo meter un poco de pensamiento lógico:

¿Cuántas vacas puede haber en una granja?, ¿Cuántas veces creéis se ordeña una vaca al día?...si vosotros fuerais granjeros, ¿cómo ordeñaríais, a mano o a máquina?.

Todavía muchos niños tienen dudas, lo cual no es de extrañar porque, realmente, ¿cuántos niños han ordeñado alguna vez en su vida?, ¿cuántos de nosotros lo hemos hecho?.





¿Cómo procesan los niños la información que les llega sobre los alimentos? 


Me gusta hablarles del código de los huevos, es fácil, pueden comprobar en casa lo que les cuento y da pie a introducir el concepto de trazabilidad (sin mencionarlo). Fuente: Base de fotos de la Editorial Agrícola.

Cuando expliqué que el número 0 que aparece en el código de los huevos corresponde a la producción ecológica (simplificando muchiiisimo para audiencia infantil, "cuando las gallinas viven a tutiplén") un niño del Colegio Santa Ana y San Rafael me contestó que sabía perfectamente lo que son los productos ecológicos porque hay una tienda "eco" cerquita de su casa.

¿Y si un niño de 10 años te pregunta en qué consistió la enfermedad de las ‪‎vacas locas?. No es fácil explicarlo de manera simplificada y en poco tiempo. Me ocurrió con unos chicos del Colegio Amorós y al menos salí bien del trance, aunque sospecho que lo que más les interesaba es saber cómo se comporta una vaca loca.


Un ingrediente básico en nuestra alimentación es el trigo, con el que se hace el pan y la pasta.

Cuando les hablo de lo que ocurre en el molino aprovecho para hablarles, de pasada, de la harina integral y la refinada. Por cierto, casi todos los niños prefieren el pan blanco. Comprobé cómo los mitos alimentarios calan hasta en los más pequeños, porque hubo un niño que me preguntó si el pan integral también engordaba.


Terminado el segundo Tour del Proyecto Conocer por los colegios milagrosamente nuestro pollo mantiene sus dos alitas y dos jamoncitos . Hemos perdido una patata, mas de una fresa ha perdido el rabito y el vaso de leche solo nos duró un día. Pero creo que ha merecido la pena, porque los niños han descubierto muchas cosas sobre agricultura y alimentos de una manera diferente.

 

El broche final: la foto y los regalos


Y por fin, tras las actividades, la foto en nuestro nuevo decorado y la entrega de regalitos.

Niños del Colegio Zola
Niñas del Colegio Miguel Hernández







Por cierto, esta vez no vino la tele, pero acompañé a la radio a unos niños del colegio Antonio Fontán , para contar en el programa "En clave rural" de qué iba esta experiencia (min 51.46 al 54).



 

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miércoles, 18 de mayo de 2016

CEREALES Y HARINAS PARA DUMMIES



Ya estaba tardando en hablar sobre cereales. Para ser exactos voy a dedicar la entrada a las harinas que se obtienen a partir de ellos, espero que más de un aficionado al pan en ciernes me lo agradezca. La idea es aportar esa información necesaria para no perderse entre la tremenda oferta de las panaderías de hoy en día.


Y es que siempre me ha parecido algo mágico como, de la unión de ingredientes tan sencillos y humildes como harina, agua, levadura y sal puedan surgir tal variedad de panes, y tan ricos todos ellos. 

¿Quién no se resiste a una buena hogaza de pan? Y si la has hecho tu (sin meter demasiado la pata) sabe incluso mejor.

Hay varios factores que explican el éxito de una hogaza de pan o una baguette: corteza crujiente, miga esponjosa y un aroma inconfundible que solo olerlo te da hambre. Lógicamente aquí no voy a hablar de cómo se hace el pan, que para eso ya hay blogs especializados estupendos, y lo mismo tampoco os apetece pringar mucho las manos y la cocina. Me conformo con dar un repaso rápido al ABC de la harina y sus variedades, que al fin y al cabo, es la parte relacionada directamente con el mundillo agrícola.


¿Sabías que en España en los años 60 se comía cuatro veces más pan que en la actualidad ? Y la gente no estaba especialmente más gorda que en la actualidad.




Anatomía de un grano


La harina se elabora a partir de los granos de los cereales, esas plantas que pertenecen a la familia botánica de las gramíneas y que son básicos en la alimentación humana y animal.


Todos los granos de cereales tienen la misma estructura básica. Están recubiertos por una cubierta externa fibrosa (compuesta a su vez de varias capas finas) que protegen a la semilla, se trata del "salvado". Inmediatamente por debajo hay una delgada capa, llamada de “aleurona” que contiene grasas, minerales, proteínas, vitaminas del complejo B, enzimas y compuestos que dan sabor. El “endospermo” ocupa la mayor parte del grano y es donde se almacenan los hidratos de carbono en forma de almidón y parte de las proteínas. Por último, en la base del grano, tenemos al “germen” o “embrión”, que alberga a la futura plantita de cereal y también es rico en grasas, enzimas y otros componentes.


A la hora de alimentarnos o de elaborar pan, cada parte del grano tiene su valor y actúa de una manera determinada.


Estupenda imagen que nos muestra el interior de un grano de trigo. Fuente:tomado de Gominolas de Petróleo


Refinado o integral


Tanto el embrión como el salvado (que incluye las capas exteriores y la capa de aleurona) se eliminan de los granos al molerlos y refinarlos. Se suele hacer principalmente para quitar las grasas que enrancian la harina y porque desde que se generalizó el refinado, los consumidores nos hemos acostumbrado a unos panes más fáciles de masticar y de un color blanco más atractivo. 

Aspecto de una harina refinada de fuerza cualquiera


Aspecto de una harina integral molida en molino de piedra. Se aprecian pequeños fragmentos de salvado, que dan al conjunto una tonalidad algo marrón.

La harina integral nos da panes con un color marrón uniforme, tanto más oscuro cuanto mayor es la proporción de esta harina. Ojo, la harina de centeno y/o la adición de maltas de cereales también dan panes oscuros. Fuente.
Actualmente el pan integral se está revalorizando de nuevo, lo cual tiene su lógica: estamos más preocupados por la salud y cada vez hay más gente que busca panes "como los de antes". Y es que renunciar a casi el 80% de las vitaminas, los minerales, la fibra alimentaria y los compuestos fenólicos que se pierden con el refinado, es mucho renunciar, incluso en aras de una mejor conservación y una textura más apreciada.


¿ Sabías que los cereales integrales son ricos en fibras insolubles, que aparte de mejorar el tránsito intestinal favorecen la sensación de saciedad?.




Dos componentes clave: gluten y almidón


El gluten, que actualmente arrastra una absurda mala fama, es una mezcla compleja de proteínas del trigo que dan vida a la masa permitiendo que “suba”. 


En ausencia de agua, estas proteínas están inactivas, pero en cuanto se añade ¡zas! comienza la magia: las proteínas cambian de forma, se acercan unas a otras, formando una red, elástica y plástica a la que llamamos gluten. Cuando la levadura comienza a trabajar y producir dióxido de carbono, esta red retiene las burbujas que se van formando, dejando que crezcan lo suficiente sin llegar a romperse, como si se hincharan multitud de pequeños globos. Esto ocurre en el proceso de "levado" de la masa. 


El 70 % de la harina es almidón, un carbohidrato complejo que al absorber el agua, se hincha y se agrupa para formar una capa que frena el crecimiento de las burbujas. Durante la cocción el vapor de agua contenido en las burbujas, se expande y rompe la capa parcialmente, dando lugar a una red de burbujas interconectadas que nos dan la textura esponjosa en una masa. 


Y este es el resultado de la magia. Fuente: Manuel Flecha de la Escuela de Panadería ASEMPAN./Pan cada día.

La fibra del salvado y la grasa del germen presentes en las harinas integrales alteran el comportamiento normal de la masa, haciendo que la harina pierda "fuerza" y que absorba más agua, por lo que cambia la manera de trabajar la masa.



Y hasta aquí la primera parte. En la siguiente entrada os hablaré de los cereales y harinas más utilizados para hacer pan.


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DE HARINAS Y PANES  


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