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martes, 19 de noviembre de 2019

LA LEY DE LA CADENA ALIMENTARIA EXPLICADA CON EL CUENTO DE LA LECHERA

Seguro que muchos lectores conocen cuentos infantiles, en los que aparece un agricultor, mejor dicho un "campesino", que cultiva el campo o cuida a sus animales, obtiene su cosecha o sus productos, y va al mercado a venderlos. Y, mal que bien, vive de ello.

La fábula de la lechera de Samaniego, es un ejemplo estupendo, seguro que lo conocéis. Se trata de una campesina que va a vender leche al mercado, y en el camino va pensando qué hará con el dinero que obtenga: comprará huevos que se transformarán en pollitos, los venderá y con el dinero que saque comprará un cerdo que engordará para venderlo y comprarse una vaca y un ternero. Se emociona tanto con su optimista plan de inversión - los moralistas lo llaman ambición - que al ponerse a brincar se le cae el cántaro, que se hace añicos al igual que sus sueños. 


 

Pues bien, me ha dado por pensar cómo sería el cuento de la lechera en la actualidad. Y me temo que se parece bien poco al de Samaniego. Cierto es que para producir hay que arriesgarse, invertir, gastar dinero para luego obtener un beneficio, de esto saben bien los agricultores y ganaderos actuales: semillas, abono, maquinaria, productos fitosanitarios, agua, pienso, veterinario...La diferencia con el cuento, es que como el beneficio que sacan a cada cántara de leche (kilo de trigo, tomates o lo que se te ocurra) es muy pequeño, tienen que producir grandes cantidades para poder vivir de ello, lo cual es arriesgado ya que para producir mucho también hay que invertir mucho. Con poquito que bajen los ingresos, como los gastos son los mismos (en el mejor de los casos), la rentabilidad desaparece.
 

Volvamos al cuento. Pongamos que la lechera, con todos sus sueños llega al mercado y se acerca a su único cliente, ese que le espera todos los días para comprarle toda su mercancía. Al dueño del puesto le va muy bien el negocio, así que como se le han subido los humos a la cabeza le plantea lo siguiente a la lechera:

 —"A partir de ahora yo recogeré la leche todos los días, como siempre, pero te pagaré cuando considere". 


— "peero, ¿y cuándo será eso?"


—"Pues en dos, tres meses, no se...cuando me venga bien"


—"Eso para mí es un inconveniente, mi vaca tiene que comer pienso todos los días y si no cobro no podré comprárselo, ¿me pagarás más entonces para compensar ese esfuerzo?"


—"jajaja, ¡qué va!. Esa leche luego se la vendo al de la posada, y en función de lo que me pague el, ya veré a cuánto te la pago a ti".


—"¿Pero me garantizas que me vas a comprar la leche que te traiga? Porque si encima de endeudarme con el que me trae el pienso, luego no voy a cobrar...Por lo menos un contrato de permanencia o algo".  


—"Bueno, si quieres..., pero lo cumpliré cuando me apetezca".


 — "Entonces, estoy vendida", dice la lechera. A lo que el comprador le contesta, "Es lo que hay. Si no te gustan mis condiciones, búscate a otro (si es que puedes, jejeje; esto lo dice en voz muy bajita)". "Y date prisa, añade, porque tengo gente al otro lado de la frontera dispuesta a venderme su leche más barata".


— "¿Te refieres a los del reino de Másur? .¡ Pero si ellos no producen la leche como dice nuestro rey que ha de hacerse !, a mi me cuesta mucho hacerlo según las normas, ¡no es justo!" replicó la lechera cada vez más indignada.
 

—"Ya. Pero el rey quiere establecer alianzas con los vecinos, hasta piensa casar a su hija con el heredero, así que ha pensado en hacer unas cuantas excepciones a sus propias normas para favorecerles. A mí me viene estupendamente, ¿para qué te voy a engañar?".—"Así que, esto es lo que hay, lo tomas o lo dejas", zanjó el dueño del puesto.
 

La lechera, muy enfadada se dio la vuelta murmurando, —"brrrrr, en buena hora no hice caso a mi madre, tú que eres joven y bella hazte cortesana, me decía...¿estaré a tiempo de cambiar?".
 

Esta situación, que puede recordar al típico cuento con villanos malos malísimos y gente humilde pero buena luchando por sobrevivir, en ocasiones se replica hoy en día en las relaciones entre agricultores y ganaderos, industria y distribución. Sin que los consumidores nos enteremos de nada; nosotros con comprar bueno, bonito y barato ya tenemos de sobra.

Para evitarlo surgió la Ley de la Cadena Alimentaria (llamada oficialmente Ley 12/2013 de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria), con el noble objetivo de reducir el desequilibrio en las relaciones comerciales entre los diferentes “operadores” (la lechera, el dueño del puesto y el de la posada, en nuestro caso), sancionar las prácticas comerciales abusivas, y ya que estamos, poner un poco de orden en el patio.
 

Es una ley "de buen rollo" que establece un modelo mixto de actuación. Por una parte establece lo que debe hacerse y lo que está prohibido: obliga a formalizar un contrato, a cumplirlo por ambas partes lógicamente, a pagar en un plazo determinado, a asegurar que cuando se celebración subastas electrónicas, estas sean transparentes, y unas cuantas cosas más; salvo la venta a pérdidas, algo incomprensible para varias organizaciones agrarias. Para asegurar el cumplimento de estas normas establece un régimen sancionador (es decir, multas por portarse mal) y lo que es más importante crea la figura de organismo público encargado de vigilar y aplicar su cumplimiento, que es la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA). Por si esta agencia no llegara a todo, no pasa nada, la ley prevé mecanismos de autorregulación, en forma de un Código de Buenas Prácticas Mercantiles (u otros que surjan) y un Observatorio de la Cadena Alimentaria.

Pero como una cosa es hacer las leyes y otra es lograr que efectivamente se cumplan, hoy mismo tenemos a los agricultores del sector hortofrutícola andaluz en huelga por razones similares a las que hicieron a mi lechera imaginaria replantearse su profesión.



Tomate cherry creciendo en un invernadero almeriense


Así que, colorín colorado, esta fábula parece que no se ha acabado.

 

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ES LA AGRICULTURA, ESTÚPIDOS 


QUERIDO CONSUMIDOR

miércoles, 7 de febrero de 2018

ABECEAGRARIO - INVERNADERO

Con la "i" vamos a tratar un tema imprescindible hoy en día en el mundo de la agricultura, particularmente en la española.

¿Sabías que China, con 82.000 hectáreas, y España, con 70.000 ha, son los dos primeros países con más superficie agrícola dedicada a la producción hortofrutícola en invernaderos permanentes?

Ejemplo de un cultivo de tomates tipo cóctel en Almería en un invernadero multitúnel, con todo tipo de tecnologías. Fuente: Goldlocki/ Wikipedia, CC BY-SA 3.0.

¿Qué es?

Un invernadero es una estructura cerrada, cubierta por materiales transparentes o semitransparentes, que genera un microclima artificial en el que se pueden cultivar plantas en condiciones óptimas durante todo el año.


Al vivir las plantas en unas condiciones de vida tan favorables aumenta su producción y la calidad de esta, ya que no están expuestas a diversos factores de estrés (calor, heladas, viento, plagas).
 

Invernaderos caseros vs "industriales"

Muchas de las personas que cultivan huerto tarde o temprano se plantean comprar o construirse uno, ya sea para preparar los semilleros o para tener cultivar alguna planta especial que requiera un calorcito extra. En Internet es fácil encontrar un tutorial que muestre cómo construirse un invernadero paso a paso (este es mi favorito) aunque también existe la opción de comprarlo listo para montar para los menos habilidosos. Tened cuidado con los más baratos y/o "cuquis", porque a menudo la economía y la estética están reñidas con la funcionalidad. Y lo digo por la experiencia de haber perdido semilleros un soleado día de invierno, asfixiados en un invernadero monísimo pero sin ventilación alguna.
 

Precisamente es la funcionalidad lo que buscan los invernaderos profesionales, que tienen que sacar adelante cosechas muchísimo más grandes que las del mejor hortelano "amateur". Aparte, lógicamente, de que los invernaderos son mucho más grandes los ingenieros le han dado mil vueltas a la cabeza para conseguir que estas estructuras sean capaces por ejemplo de producir en su interior dos temporadas enteras de perfectos y deliciosos tomates cherry en un solo año.
 

El diseño de un invernadero
 

A la hora de construir un invernadero se tienen en cuenta muchos más factores de los que uno imagina. La orientación, la altura (que determinará la radiación solar que reciben las plantas) o la forma e inclinación del techo (plana, curva, a dos aguas...) son factores tienen gran importancia en la circulación del aire.
 

Y es que la ventilación es algo crucial en los invernaderos de zonas cálidas, porque de ella depende el control de la temperatura, la humedad y la concentración de CO2. Aunque pueden instalarse sistemas de ventilación mecánica, prácticamente todos los invernaderos recurren a las ventanas como sistema de ventilación natural. Estas pueden situarse en el techo o en los laterales del invernadero y ser enrollables o abatibles. 
 

La estructura de un invernadero ha de soportar la cubierta, las inclemencias del tiempo y los diversos elementos que se instalan en el interior. Estos deben proyectar el mínimo de sombra posible y facilitar el movimiento de personas y de maquinaria ligera. En los invernaderos muy tecnificados, eso no siempre resulta fácil.
Fuente: Steven/ DP. Wikimedia/
Tipos de invernaderos
 

Si atendemos a la estructura o los materiales con los que están construidos podemos distinguir tres tipos principales.
 

El invernadero tipo "parral"
 

Es el invernadero típico de la costa almeriense. Son bajitos para adaptarse a las condiciones climáticas de esta zona (horas de sol, fuertes vientos).
 

Son los más sencillos y apenas permiten la automatización de ciertas labores pero su principal ventaja es que requieren una menor inversión, dado el menor coste de los materiales necesarios para su construcción (madera, hierro, plástico).
 

Los invernaderos tipo parral son los más asequibles para pequeños agricultores. Fuente: Pixabay

Desde que en 1961 se cubrieran con plástico los primeros parrales (estructuras donde se criaba las parras para producir uva de mesa), este tipo de invernadero ha tenido un impacto enorme en el desarrollo socio-económico de Almería, y en muchos países del mundo donde se ha aplicado. 


En este vídeo, muy recomendable, cuentan cómo se pasó de un terreno que era "criadero de caracoles y alacranes" al "mar de plástico" actual.    


Invernaderos multitúnel o multicapilla de plástico rígido
 

Este grupo incluye una variedad de estructuras totalmente metálicas, prefabricadas que se instalan, más o menos, como si fuera un mecano. La cubierta del techo es de filme plástico mientras que los frontales y laterales pueden estar fabricados con plásticos rígidos que aportan distintas propiedades (policarbonato, PVC, poliéster con fibra de vidrio...) al invernadero según sea su destino. Es una estructura frecuente en climas templados, por ejemplo en el mediterráneo norte (Barcelona, sur de Francia y norte de Italia) para la producción de hortalizas, flor cortada y plantas ornamentales.
 

El invernadero multitúnel se está extendiendo por la versatilidad que ofrece y su mayor capacidad para controlar las condiciones ambientales del interior. Fuente: Rufepa
  
Invernaderos de cristal o "Tipo Venlo".
 

Se caracterizan por utilizar cristal en vez de plásticos. El cristal es el material que mejor se comporta térmicamente, por lo que se emplea sobre todo en zonas de clima frío o para cultivos específicos que requieren una temperatura estable y elevada.
 

El inconveniente del vidrio, comparado con los materiales plásticos, es que pesa bastante y las piezas son pequeñas. Esto hace que requiera la construcción de estructuras muy reforzadas, que disminuyen la radiación solar en el interior y que encarecen el conjunto considerablemente.
 

Un buen ejemplo de este tipo de invernaderos. Fuente:Desconocida/Wikimedia Commons 
Crecer en un invernadero

Podríamos ver al invernadero como una especie de "incubadora" de plantas, aun asumiendo que estas completarán ahí dentro todo su ciclo vital. Ofrece en todo momento las condiciones de vida óptimas para el desarrollo de las plantas y las protege frente al frio, el calor o frente a distintos organismos que puedan dañarla.
 

Las plantas pueden crecer directamente del suelo, como en los invernaderos de fresas, sobre amplias mesas si se trata de invernaderos dedicados a producir plantones, o sobre estructuras por las que circula el agua llena de nutrientes en el caso de sistemas hidropónicos

 Las fresas de principio de temporada crecen en grandes caballones protegidos por una estructura tipo invernadero, pero más abierta.

Si, esas lechugas tan caras y con tan buen aspecto posiblemente vengan de un invernadero con sistema hidropónico. Fuente: Freshplaza


Lo más habitual hoy en día es cultivar las plantas en unas bolsas llenas de un sustrato inerte, normalmente "lana de roca". La planta desarrolla las raíces en su interior y estas reciben la cantidad exacta de agua y nutrientes que necesita a través de un sistema de riego por goteo especializado. Este sistema se denomina "fertirrigación", y creo que habrá que dedicarle otra entrada.
 

El espacio de un invernadero es limitado y en algunos cultivos se hace crecer a las plantas de tal manera que aprovechen el espacio al máximo y que permitan trabajar cómoda y rápidamente a los operarios. ¿Cómo? conduciéndolas en vertical apoyándolas en cuerdas, realizando lo que se denomina el "entutorado". Fuente: Cortesía de Syngenta.


¿Sabías que una planta de tomate, crecida y formada en invernadero, puede llegar a medir tres metros?
 Stop bichos (o no)

¿Sabías que el sistema de cultivo bajo invernado es pionero en la utilización de control biológico de plagas?


Todo este control de las condiciones ambientales es posible porque los invernaderos están prácticamente aislados del mundo exterior. Esto ayuda a luchar contra las plagas, ya que en el caso de que logren entrar, son más fáciles de controlar al estar en un recinto cerrado.
 

Pero lo primero es tomar medidas para evitar que entre cualquier organismo que pueda causar problemas - virus, bacterias, hongos o insectos -. Esto se hace utilizando material vegetal (semilla o plantones) con sanidad certificada, restringiendo las entradas al interior del invernadero o colocando mallas anti-insectos. Esto es algo importante, porque si llegara a entrar una plaga de insectos, el invernadero es un sitio ideal para expandirse: calentito, sin grandes oscilaciones de temperatura y con plantas bien alimentadas para comer.
 

Para prevenir la entrada de enfermedades provocadas por virus o bacterias lo más seguro es adquirir semillas o plántulas a un proveedor certificado. Y aún así, estos microorganismos a veces se salen con la suya, como en el caso de este pimiento tan saleroso afectado por un virus.


Como resulta que la Unión Europea cada vez restringe más el uso de productos fitosanitarios, especialmente en horticultura, y el control sobre los residuos es tremendamente exigente (a menudo las comercializadoras exigen limites más exigentes aún) los agricultores han optado por recurrir a la Producción Integrada. Algún día también le dedicaré una entrada a este interesante sistema de producción, pero resumiendo, quedaos con que intenta reducir al máximo posible el uso de productos fitosanitarios utilizando todas las técnicas agronómicas y biológicas a su disposición.
 

La cochinilla algodonosa o cotonet (Planococcus citri) es un insecto difícil de combatir  con insecticidas gracias al caparazón que le protege, pero es muy vulnerable a un voraz depredador como Cryptolaemus montrouzieri. Fuente: Cortesía de Syngenta.

Una de las más importantes hoy en día es la "lucha biológica", que también resumiendo (y recurriendo a wikipedia) es un "método agrícola de control de plagas que usa depredadores, parásitos, herbívoros u otros medios naturales".  

¿Sabías que el 100% de la producción de pimiento de Almería se realiza utilizando métodos de control biológico de plagas? El objetivo es conseguirlo con el resto de cultivos, y no queda lejos.

 Pero el aislamiento total tiene una pega. Si no puede entrar ningún insecto, cultivos como el tomate no podrían producir frutos porque nadie polinizó sus flores. ¿Nadie? Pues no, actualmente se utilizan colonias de abejorros que viven en colmenas portátiles. Estas se colocan en determinados puntos del invernaderos y sus moradores hacen su trabajo de polinizadores con eficiencia. Así tenemos este problema también solucionado. 

Una colmena de abejorros portátil para invernaderos. Fuente: Cortesía de Syngenta.

Una visita al interior del invernadero


Como resumen y para terminar, os dejo con este vídeo en el que aparecen algunas de las cosas que he contado.
No sé si a partir de ahora veréis a los invernaderos de otra manera. Si es así, y os ha llamado la atención esta manera de producir verduras y frutas, sabed que es posible visitar y aprender cómo funciona un invernadero por dentro. La empresa Clisol, en Almería ofrece la posibilidad de disfrutar de este turismo tan particular. 

 
Ah, se me olvidaba; invernadero en inglés es greenhouse

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Reconozcámoslo, los tomates de invernadero muy buena fama no tienen (a pesar de que los famosos RAF lo sean al 100%). Cuento por qué en: AQUELLOS TOMATES
 

Hay un lugar en una esquinita de la península donde se produce, casi todo el año en invernadero, la mayoría de los tomates cherry que consumimos en España y parte de Europa. Lo cuento en: EL PARAISO DE LOS TOMATES CHERRY  

A pesar de que un invernadero es el lugar ideal para que crezcan plagas, quizás sean los sitios donde menos productos fitosanitarios se utilicen. Si quieres saber más sobre sanidad vegetal, no te pierdas esta entrada.
NO, LOS AGRICULTORES NO PRETENDEN ENVENENARTE

miércoles, 11 de enero de 2017

ABECEAGRARIO: CABALLÓN

Empezamos el año con fuerza, y pensando en las labores del huerto que nos esperan, nada mejor que un abeceagrario de especial interés para los 'huerteros'.

Un caballón es el montículo de tierra de labor que queda entre surco y surco al arar un terreno, aunque también se puede hacer a propósito con la azada.

 

Este sistema se utilizaba tradicionalmente en los huertos pero ha ido desapareciendo en gran parte debido a la aparición del riego por goteo, ya que una de las funciones principales de los caballones es contener y dirigir el agua cuando se riega a manta. 

De esta manera las plantas se encuentran en alto, sin llegar a encharcar la base del tallo a salvo de pudriciones en las raíces o la base del tallo, pero les llega la humedad sin problemas.  


Detrás de esta sencilla estructura hay más ciencia de la que parece. La idea es asegurarse que el agua que discurre por los surcos sea aprovechada lo máximo posible por las raíces de las plantas que ocupan los caballones.
 

La distancia entre un caballón/surco y otro depende de varios factores: tipo de suelo, tipo de cultivo y maquinaria que se pretende utilizar, entre otros.. Fuente
 
Si el ancho del surco es excesivo, o no llega la suficiente cantidad de agua, esta apenas mojará los flancos de los caballones, donde están las raíces listas para absorberla en cuanto llegue. El agua queda en el fondo del surco y se perderá por percolación (se filtra hacia el interior del suelo) donde, si acaso, la aprovecharán las malas hierbas (dependiendo del celo del hortelano). Si hay demasiada agua o los caballones son bajitos y están muy cercanos entre sí, el agua los sobrepasa y aparecen los problemas de erosión: el caballón se deshace y quedan los tallos o raíces de las plantas al descubierto (lo que las hace más vulnerables). Así que... ¿quien dijo que ser agricultor es fácil? ¡menos mal que se inventó el riego por goteo!. 

 

Dependiendo de la especie a cultivar, esta se puede plantar en la corona, el lomo o el flanco del caballón. El clima y el tipo de suelo determinarán si conviene hacer surcos amplios o caballones pronunciadosFuente.

a) Situación ideal: las raíces tienen acceso total al agua. b) Situación a evitar: el agua no llega a las raíces y se filtra al suelo. Fuente.
 
Una ventaja de los caballones es que los surcos que quedan entre medias nos permiten pisar para acceder fácilmente a las plantas para cuidarlas, observarlas, recoger la cosecha o lo que haga falta. Al no pisar en zona cultivada, la tierra que forma el caballón continuará mullida, lo cual facilita el crecimiento de las plantas.
 

Como ya he apuntado cada vez se utiliza menos, ya que suele implicar regar a manta lo cual consume demasiada agua y no está el clima para excesos. Hoy en día, sobre todo en pequeños huertos (familiares, urbanos, escolares etc) se utiliza más la técnica del bancal profundo, a la que algún día tendremos que dedicarle una entrada.
 

Sin embargo, hay especies con las que interesa utilizar este sistema, como es el caso de la patata. Para cultivar los espárragos o la fresa también se utilizan caballones, pero por otras razones propias de su cultivo. 
 

Los tubérculos de la patata se desarrollan en la tierra mullida del caballón. Cuando llegue el momento de recogerlos, los tubérculos están por encima del nivel del suelo por lo que la cosechadora, en vez de cavar sólo tiene que "desmenuzar" el caballón, lo cual facilita bastante la tarea. Fuente: Blog Mas que máquinas agrícolas.

 


Se pueden hacer a mano o a máquina. Viendo el vídeo parece fácil hacerlas a mano, pero requiere su práctica. 


En este vídeo se hacen con una motoazada a la que se le acopla un apero que forma los caballones.

Por cierto, en inglés se les llama 'ridge'.
 


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domingo, 18 de septiembre de 2016

EL PARAÍSO DE LOS TOMATES CHERRY


¿Te gustan los tomates cherry? Aunque no sean tu verdura favorita, seguro que más de uno has tomado, porque desde hace ya tiempo están en todos lados. Si te has preguntado alguna vez de dónde sale tantos tomates y tan coloridos estás de suerte, porque este verano tuvimos la ocasión de descubrirlo en nuestra visita a las instalaciones de la Cooperativa La Palma.

El origen. Esta cooperativa la fundaron agricultores del llano de Carchuna (Motril), pequeño pueblo de colonización agraria creado a finales de los años sesenta. Hoy en día en esta zona de la costa granadina el turismo convive con la agricultura de invernadero. Fuente.
 
Esta cooperativa está especializada en los tomates cherry, y dominan todos los formatos y colores (cherry bombilla p.e).  No en vano, es la mayor productora y comercializadora  especializada en tomates cherry del mundo y la 15ª mayor empresa hortofrutícola de España.


El destino final: a granel o envasados, hay tal variedad de tomates que resulta difícil contenerse y no coger unos pocos de cada uno.

Investigar y planificar, aspectos clave para hacerse un hueco en el mercado.

La mentalidad de "yo siembro lo que quiero y el consumidor me lo compra" hace tiempo que no lleva a ninguna parte. En La Palma son muy conscientes de la necesidad de adaptarse al consumidor, hasta tal punto que tanto la investigación e innovación como la relación con los mercados forman parte del funcionamiento diario de la cooperativa.

Gracias a esta mentalidad, La Palma factura nada menos que 120.000 millones de euros, de los cuales dedica dos de ellos a i+D, lo que supone un buen pellizco a los ingresos. Estos se van en mantener: fincas de experimentación, laboratorios, paneles de cata o expertos en marketing en diversos países.

Durante los picos de producción, que curiosamente se dan en navidad, la cooperativa llega a dar trabajo a casi 1.000 personas.
 
La investigación les permite obtener todos los años uno o dos productos nuevos para lanzar al mercado, de los que al menos uno suele tener éxito comercial. Gracias a ello poseen líneas de genética propia, como los tomates cherry atigrados, única en el mundo.

Del amplio catálogo de semillas propias de la cooperativa, los agricultores tienen que sembrar lo que los técnicos les dicen. Estos, en función de la demanda que prevén que pueda haber y basándose en lo que funcionó la temporada anterior deciden cuales serán las variedades a plantar para la siguiente temporada.

Así, a la hora de repartir los cultivos, los agricultores "premium" (los que tienen mejores resultados de calidad, productividad, etc.) tienen prioridad a la hora de escoger las variedades nuevas, si les interesa plantarlas. Si nadie muestra interés por probar variedades nuevas o por plantar otras menos atractivas, estas se reparten entre los agricultores mediante un sistema de cuotas.

Este modelo va más allá del típico de una cooperativa, comprar y vender en conjunto para obtener mejores precios. Aquí se trata de trabajar en conjunto para tener siempre un buen producto que vender. Al principio costó mucho convencer a los agricultores, pero ahora tienen este modelo bien asumido.


Dónde se cultivan los tomates

Los tomates cherry apenas necesitan agua o abono, pero si mucha luz que les ayude a fabricar los azúcares que le dan ese dulzor especial. Fuente: Cortesía de la Cooperativa La Palma.
 
En invierno, los tomates se cultivan en invernadero, donde se mantienen las temperaturas, diurnas y nocturnas, ideales para su crecimiento. El sol no es problema, ya que en esta esquinita de España las nubes no son precisamente abundantes.

Pero nosotros fuimos a visitar la planta en verano, cuando los invernaderos están vacios; con el calor sofocante que reina ahí dentro, imposible aguantar más de cinco minutos, como para cultivar nada. Pero los supermercados demandan cherries todo el año, ¿de dónde los sacan entonces? Muy sencillo, de huertos situados a unos 900 -1.000 m de altitud en la vecina Sierra Nevada. Allí crecen, disfrutando del fresquito de la noche (mínimas de 12ºC) y bajo la protección de mallas de sombreo, que protegen a los tomates de un sol directo que los quemaría pero dejan pasar la luminosidad del entorno.

Cuando se acerca el momento de la cosecha, el agricultor avisa con antelación a los técnicos y les dice cuándo cree que podrá realizarla y qué cantidad aproximada de tomates cree que  va a obtener. Esta información le sirve a los comerciales para vender el producto antes incluso de que llegue a la planta de envasado.


La llegada a la planta

Una vez se recibe el tomate se le hace un control de calidad, a ser posible con el agricultor presente. Actualmente se miden hasta los grados brix de los frutos. Esta medida nos indica el porcentaje de sólidos solubles presentes, que en frutas se traduce en la cantidad de azúcar  en forma de sacarosa.

Antes de entrar en la cámara frigorífica se lavan todos los tomates, salvo los cherry en rama ya que es inevitable que algunos frutos se suelten de las ramas, y lógicamente nadie compra racimos incompletos.


La cámara de frío

Esta cámara viene a ser como la gran sala de espera de una estación o un aeropuerto, con el aire acondicionado puesto "a tope", donde los tomates esperan bien fresquitos a tomar el camión que les lleve a su destino. Pero no es una simple cámara frigorífica, está completamente automatizada y controlada por ordenador, de manera que permite conocer en todo momento el género que hay almacenado y dónde está cada variedad, ahorrando tiempo, trabajo y resfriados al responsable de la cámara.

En esta especie de nevera gigante los tomates pasan como máximo 36 h.

La selección: tu si, tu si, tu no...

A mí me parecen todos comestibles, la verdad.
Antes de emprender el viaje a su destino, hay que "poner guapos" a los tomates. No se les pone lazo, evidentemente, con colocarlos en bonitos envases que entren por los ojos del consumidor suele ser suficiente.

Pero antes de envasar, los tomates pasan por un proceso de selección para eliminar a los que no cumplan con los estándares de calidad. La selección puede hacerse manualmente o mediante cámaras ópticas.

Selección manual: en la esquina puede observarse un detector que forma parte del sistema automático de trazabilidad, que registra cada caja y permite almacenar cada detalle de la vida de los tomates: la finca de la que proceden, el agricultor que los cultivó, la fecha de recolección y de envasado entre otros muchos datos.

Selección mediante cámara óptica: este cacharro hace nueve fotos de cada tomate, y no van precisamente despacio.


Envasado y a correr.

Los tomates que superan la selección se envasan en el recipiente adecuado. Aunque la cooperativa también vende a granel, a la hora de vender los técnicos manejan 800 referencias distintas que resultan de las distintas combinaciones de los productos a vender  (tomates, pimientos, pepinos…) en las distintas formas de presentación (tamaño, barqueta, film, etc.) y para los distintos destinos (exportación, marcas propias y marcas blancas).

Aquí guardan los envases de sus productos. Con lo que veis aquí tienen para  ¡¡ un dia y medio ¡!.

Los tomates, pimientos y pepinos que comercializa la Cooperativa apenas pasarán dos días en la planta. El factor rapidez es vital en productos como este; sobre todo teniendo en cuenta que la mayor parte tendrán que viajar al norte de Europa, lo que supone uno o dos días más antes de llegar al supermercado. El camión es el único medio de transporte que utilizan, ya que es el más rápido.

La Palma también comercializa pepino y pimiento para aperitivo, que posiblemente no hayas visto en el mercado, porque exportan el 93% de su producción, principalmente a otros países europeos. Estos pepinos "snack" se van para el Reino Unido.

Y estos tomates variados para asar en la barbacoa, para los países nórdicos. ¡Qué envidia! (porque estaban riquísimos con su aceite bueno y sus hierbas, y es que tuvieron el detallazo de darnos unos cuantos para probar).



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